3 de noviembre de 2023

La Muerte Espantosa

2 Reyes 4:1-44

 

Gran parte del gozo de la fe Cristiana, es la victoria sobre la muerte.

Y dice en el libro de Hebreos, que el diablo estaba aprovechando del temor de la muerte.

 

Hebreos 2:14-15     Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y

sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.

 

Y esto es cierto, aun para los que hoy en día, dicen que son ateos.  En el fondo se conocen la verdad.

 

Como dice en…

 

Romanos 1:18-20     Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra

toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.

 

Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

 

Aun con todo su auto engaño, tratando de pensar que no hay nada después de la muerte, en el fondo se saben que se van a enfrentar un juicio terrible.

 

Y con esto podemos empezar el capitulo.

 

1) Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos.

 

Era legal, tomar los hijos de una persona, si la persona no pudiera pagar sus deudas.  Esto estaba hasta en la Ley.

 

Éxodo 21:2     Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al

séptimo saldrá libre, de balde.

 

Y seguramente esa mujer estaba pensando en esto cuando su esposo se puso enfermo.  Los hijos de los profetas eran como predicadores, o maestros en un semanario.  Y tenían que vivir con poco dinero, pero muriendo se, se pudiera dejar su familia en gran apuros.

Así que esto era un caso de la muerte espantosa, en que la muerte de un hombre que servía a Dios, dejaba su familia en la ruina total.

 

2) Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite.

 

El profeta deseaba emplear cosas que ella ya tenia, para avanzar la a una posición sostenible.

 

Y tenemos que recordar que Eliseo era un profeta de muchos milagros. Se va a producir mas de cuatro milagros en este mismo capitulo.

 

3) Él le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas.

 

Ella va a recibir una bendición, pero será necesario, trabajar, ella y sus hijos.  Y trabajando se va a aprender algo de los negocios, para el futuro.

 

4) Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte.

 

El profeta iba a multiplicar aceite, como Cristo multiplicaba peces o panes.  De hecho te puedes ver mucho de Cristo en la vida de Eliseo.

 

5-6) Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite.

 

Todas las vasijas, ya eran llenas, y ella y sus hijos trabajan en el proceso.  Y ahora van a aprender mas sobre los mercados y los negocios.

 

7) Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede.

 

¿Cual es el punto?  La muerte es algo sumamente espantoso, un resultado de la caída de Adán y Eva, porque antes de su caída, la muerte no existía.

No era parte de la creación de Dios.

 

Pero con Dios, aunque la muerte es triste, por la perdida de la persona, es algo que podemos manejar, y seguir adelante.

 

8) Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer.

 

Esa mujer era muy piadosa, llena de fe, una persona que valuaba bien la palabra de Dios y vivía como persona contenta. 

Y claro, ella tiene dinero.

 

9-11) Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que este que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios.  Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él.  Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y allí durmió.

 

Si te puedes creer, ese pasaje ha levantado una gran tradición en este país.  En muchas partes donde hay Cristiano ricos, se han construido casas pequeñas en su propiedad para pastores, o evangelistas, o misioneros, cuando vienen a visitar su iglesia.

 

Y de esa manera, tienen algo de la privacidad, y no tienen que gastar nunca en los hoteles, que ahora son cada vez mas caros.

 

12) Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta sunamita. Y cuando la llamó, vino ella delante de él.

 

Por la etiqueta de aquel entonces, el profeta normalmente no hablaba directamente a una mujer, sino que se comunicaba con ella por medio de su siervo.

 

13) Dijo él entonces a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo.

 

Eliseo ya tenia influencia con reyes, como hemos visto en un capitulo anterior, cuando tres reyes vinieron a el por una crises de agua.

 

Pero esa mujer era contenta, y no deseaba pedir nada.

 

14-15) Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí que ella no tiene hijo, y su marido es viejo. Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró a la puerta.

 

Aunque ella no tenia hijo, de todos modos era contenta, confiando en la providencia de Dios.  Pero seria espantosa para ella la muerte de su marido, que ya estaba avanzando en su edad.

 

Y esa gran mujer, en su edad avanzada no tendría nadie para cuidar de ella.  La muerte de su esposo, seria una muerte espantosa, pero de todos modos, ella confiaba en su Dios.

 

16) Y él le dijo: El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva.

 

Dios estaba dispuesto a bendecir la con un hijo, como en el caso de Abraham, muy tarde en la vida.  Y ella casi no pudo creer lo, y por esto pensaba que era una burla.

 

17) Mas la mujer concibió, y dio a luz un hijo el año siguiente, en el tiempo que Eliseo le había dicho.

 

La muerte futura de su esposo, estaría espantosa, pero con un hijo a su lado, seria posible manejar la situación.

 

18-19) Y el niño creció. Pero aconteció un día, que vino a su padre, que estaba con los segadores; y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a un criado: Llévalo a su madre.

 

Parece que el niño estaba afectado por el sol.  Pero su padre no pensaba que era nada peligroso.

 

20) Y habiéndole él tomado y traído a su madre, estuvo sentado en sus rodillas hasta el mediodía, y murió.

 

Ya la muerte espantosa vino de todos modos.  Pero esa es una mujer de gran fe.  Y ya tenemos que observar su manera de responder.

 

21-23) Ella entonces subió, y lo puso sobre la cama del varón de Dios, y cerrando la puerta, se salió. Llamando luego a su marido, le dijo: Te ruego que envíes conmigo a alguno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y regrese.  Él dijo: ¿Para qué vas a verle hoy? No es nueva luna, ni día de reposo. Y ella respondió: Paz.

 

Parece que ella no solamente escuchaba el profeta cuando se visitaba su casa, sino que ella se fue a las reuniones especiales de alabanza, de oración, y de predicación.  Por esto su esposo pensaba que era extraño ir en aquel momento.

 

Pero ella ni revelaba al padre, pausa, que el niño estaba muerto.  Solamente dijo paz, o Shalom en el hebreo.

 

Es que con su gran fe, no iba aceptar que Dios estaba quitando le el hijo, sino por una prueba mas.

 

24) Después hizo enalbardar el asna, y dijo al criado: Guía y anda; y no me hagas detener en el camino, sino cuando yo te lo dijere.

 

Tenia prisa, porque normalmente por el calor, los cuerpos de los fallecidos no pudieran durar mucho tiempo, sino que tenían que estar enterados rápidamente.

 

25-26) Partió, pues, y vino al varón de Dios, al monte Carmelo.

 

Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la sunamita.  Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y le digas: ¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo? Y ella dijo: Bien.

 

Ella habla a ese siervo, como que todo estaba bien, pero su hijo estaba muerto.  Pero veremos en el capitulo que sigue, que este siervo realmente no eran tan confiable.

 

Y es posible que esa gran mujer tenía la capacidad de evaluar el carácter de uno, y sabia que no valía la pena presentar sus asuntos a él.

 

27) Luego que llegó a donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.

 

Hasta el gran profeta iba a aprender algo en todo esto.

 

28) Y ella dijo: ¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo que no te burlases de mí?

 

Solamente al profeta, y por medio de él a Dios, quería ella derramar la angustia de su corazón.

 

Pero Eliseo pudo sentir ya, que ese hijo amado ha fallecido.

 

29) Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi báculo en tu mano, y ve; si alguno te encontrare, no lo saludes, y si alguno te saludare, no le respondas; y pondrás mi báculo sobre el rostro del niño.

 

Aquí, muchos creen que el profeta era demasiadamente seguro en su poder, y que esto era casi al borde de la arrogancia, o la presunción con Dios.

 

30) Y dijo la madre del niño: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré.

 

Ella no confiaba nada en esto del báculo, llevado por ese siervo, sino que ella, en su sabiduría, sabia que ese milagro iba a necesitar la presencia del profeta.

 

Eliseo no era como Cristo, que pudo sanar aun a gran distancias.

 

31) Él entonces se levantó y la siguió. Y Giezi había ido delante de ellos, y había puesto el báculo sobre el rostro del niño; pero no tenía voz ni sentido, y así se había vuelto para encontrar a Eliseo, y se lo declaró, diciendo: El niño no despierta.

 

Habla como que ya lo vio como durmiendo, la palabra que Cristo empleaba de un muerto que él mismo iba a levantar.

 

Pero por plan de Dios, este caso seria algo difícil.  Para dejar todos en la reverencia, de que ese milagro seria algo sumamente espectacular, y no era algo que se iban a recibir ligeramente, pausa, como algo barato.

 

Tampoco era algo barato, la solución de tu muerte, como vamos a celebrar en dos días, con la Santa Cena.

 

32-33) Y venido Eliseo a la casa, he aquí que el niño estaba muerto tendido sobre su cama. Entrando él entonces, cerró la puerta tras ambos, y oró a Jehová.

 

Cuando mandaba su báculo, ni dice que ofrecía oración alguna, pero la victoria sobre la muerte es algo grande, majestuosa.

 

34) Después subió y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y el cuerpo del niño entró en calor.

 

La solución de la muerte jamás es algo fácil, sino que es algo sumamente costoso, y esto es algo que todos tenían que aprender.

 

35) Volviéndose luego, se paseó por la casa a una y otra parte, y después subió, y se tendió sobre él nuevamente, y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos.

 

Hasta la fecha, hay judíos en todas partes que conocen esta historia, y si uno anda estornudando siete veces se creen que es de gran simbolismo.  Yo he visto, conocido, judíos, hablando de esto.

 

36-37) Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo.  Y así que ella entró, se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; y después tomó a su hijo, y salió.

 

Aun para una mujer de gran fe, la muerte puede ser algo espantosa.  Pero caminando cerca de Dios, es algo que podemos manejar, sin caer en una histeria de quejas ni reprendas.

 

38) Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una olla grande, y haz potaje para los hijos de los profetas.

 

Pasaba un tiempo de gran hambre, y era posible temer la muerte, por la falta de comida.  Pero para Dios, la comida es algo bien fácil

 

39) Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una como parra montés, y de ella llenó su falda de calabazas silvestres; y volvió, y las cortó en la olla del potaje, pues no sabía lo que era.

 

Estos estudiantes estaban estudiando mucho sobre la palabra de Dios, y sobre la teología, y la alabanza, pero han aprendido muy poco sobre las plantas, y las diferentes formas de comida.

 

Y parece que ya tenían algo en la olla, que era sumamente peligroso.

 

40) Después sirvió para que comieran los hombres; pero sucedió que comiendo ellos de aquel guisado, gritaron diciendo: ¡Varón de Dios, hay muerte en esa olla! Y no lo pudieron comer.

 

Aun por el sabor, pausa, se sabían que era algo venenoso, pero aun así estaban llenos de hambre.  ¿Pero que es lo que se pudiera hacer?

 

41) Él entonces dijo: Traed harina. Y la esparció en la olla, y dijo: Da de comer a la gente. Y no hubo más mal en la olla.

 

No había razón de temer la muerte, por la falta de comida, porque empleando la harina, cosa simple, como Cristo empleaba cosas simples, como lodo o saliva, la comida se quedaba corregida.

 

¿Pero cual es el punto?  Otra vez se ve, que caminando con Cristo, ni la muerte, ni el peligro de la muerte es algo que tenemos que temer, porque Cristo Jesús ya ha conquistado la muerte, para ti, y para mi.

 

1 Corintios 15:55-58     ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh

sepulcro, tu victoria?  ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

 

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

 

42) Vino entonces un hombre de Baal-salisa, el cual trajo al varón de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada, y trigo nuevo en su espiga. Y él dijo: Da a la gente para que coma.

 

Siempre hay gente que ayudan a los que sirvan a Dios.  Esto no quiere decir que vamos a vivir en los lujos, pausa, pero sí vamos a tener todo lo necesario.

 

Y ese milagro final, será muy semejante a los milagros de Cristo, casi como una profecía de lo que iba a venir en el futuro.

 

43) Y respondió su sirviente: ¿Cómo pondré esto delante de cien hombres? Pero él volvió a decir: Da a la gente para que coma, porque así ha dicho Jehová: Comerán, y sobrará.

 

Y acabamos a ver algo semejante estudiando el libro de Lucas.

 

Lucas 9:10-17  Vueltos los apóstoles, le contaron todo lo que había

hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida. Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.

 

Pero el día comenzaba a declinar; y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto.

 

Él les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta multitud.

 

Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta. Así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos.

 

Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos.

 

Como dije antes, se ve mucho de la vida de Cristo, en las historias de Elías y de Eliseo.  Y por esto, hay judíos en cada generación que vienen a la fe Cristiana. 

 

Y es la gran esperanza, de que en el futuro, habrá machismos mas.

 

44) Entonces lo puso delante de ellos, y comieron, y les sobró, conforme a la palabra de Jehová.

 

Como siempre, tenemos que confiar en la palabra de Dios, porque es cien porciento confiable.

 

*------------------------------- Conclusión ---------------------------*

 

Y si tu quieres vivir como la mujer de fe madura, en este capitulo, confiando en la bendición de Dios, aun cuando todo andaba en su contra, pausa, puedes pasar al frente, en unos momentos, y oraremos contigo.

 

Vamos a Orar