31 de agosto de 2025
La Lucha Fea
Romanos
7:14-25
El pasaje que tenemos hoy
día en el libro de Romanos, es uno de los mas conocidos. Pero desafortunadamente, es también unos de
los mas controversiales. pausa
¿Pero porque es tan
controversial? A través de los siglos,
ha habido muchos debates sobre de quién San Pablo estaba hablando aquí.
¿Está tal vez hablando de
si mismo antes de venir a Cristo?
¿Está hablando de un
hermano solamente empezando a venir a la fe, llena de luchas?
La respuesta actual, es
para muchos una gran sorpresa, pero comparando escritura con escritura, ojala
verás la consistencia en esta mañana.
14)
Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.
Bueno si uno está vendido
al pecado, debe ser un inconverso, ¿no?
Debe ser uno que aun no ha
llegado a la regeneración en Cristo Jesús.
En el capitulo síes y en la
primera parte de este capitulo siete, hemos aprendido que somos libres del
pecado y libres de la ley.
Para los que no eran con
nosotros…
Romanos 6:1-2 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado
para que
la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado,
¿cómo viviremos aún en él?
Y en el capitulo siete…
Romanos 7:5-6 Porque mientras estábamos en la carne, las
pasiones
pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto
para muerte. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella
en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del
Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.
Y considerando estos conceptos
aquí tan cerca en el contexto, muchos hermanos, hermanos sinceros concluyan que
en el pasaje de hoy, Pablo no puede estar hablando de uno que está salvado, o regenerando
en la fe.
Pero estos hermanos
sinceros, están sinceramente equivocados.
15)
Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que
aborrezco, eso hago.
Lo que tenemos que observar
aquí, es que San Pablo estaba hablando de si mismo. El pasaje de hoy, es un testimonio, y es un
testimonio triste sobre una lucha fea.
Y nótalo también la
gramática. No dice “lo que aborrecía
esto hacia” como antes cuando era un incrédulo, o cuando era muy nuevo, sino
que se dice “lo que aborrezco, eso hago”, en el presente.
San Pablo estaba hablando
de si mismo, como un hermano bien maduro en la fe, y un hermano que conocía
bien la palabra de Dios.
¿Hay otros ejemplos en las
escrituras de un hombre de Dios hablando así?
Bueno en los tiempos de
Isaías, había gran apostasía, pero el profeta era uno que vivía día tras día
revelando la palabra de Dios, y tenia una vida santa, pero mira la manera en
que se respondía cuando estaba en la plena presencia de Dios.
Isaías 6:1-8 En el año que murió el rey Uzías vi yo al
Señor sentado
sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima
de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros,
con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces,
diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está
llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz
del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy
muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo
que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón
encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca,
dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu
pecado. Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá
por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
¿Cual es el punto? Aunque Isaías era probablemente el hombre mas
justo, mas santo del pueblo, en la plena presencia de Dios, se sentía como un
vil pecador.
¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y
habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al
Rey, Jehová de los ejércitos.
Y la triste conclusión del
pasaje de hoy, es que creciendo en la fe, caminando mas cerca del Señor, vamos
a vivir en una lucha fea, en contra de las corrupciones que aun quedan
en nuestros cuerpos.
El tema de hoy es algo
triste, pero es algo necesario para los hermanos verdaderos, y las hermanas
verdaderas, que por el momento tienen una gran lucha con un pecado en
particular.
Bueno, regresando al texto.
15-16)
Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que
aborrezco, eso hago. Y si lo que no
quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
Uno que no ha venido a
Cristo, uno que prefiere vivir en su pecado, no va a decir honestamente que la
ley es buena en sus ojos, sino que la ley será una gran molestia, porque la ley
está en contra de su pecado.
El pecador verdadero, no
ama la ley, sino que se ama a la oscuridad.
Juan 3:19 Y esta es la condenación: que la luz vino al
mundo, y los
hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
El mundano verdadero va a
aborrecer a Jesús, y no amar lo.
Cristo dijo a sus hermanos
carnales, antes de que ellos llegaban a la fe…
Juan 7:7 No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas
a mí me aborrece,
porque yo testifico de él, que sus obras son malas.
Así que, avanzando en el
pasaje, es claro que está hablando de un hermano verdadero, maduro, avanzado en
la fe.
Por mas cerca que estamos a
la verdad de la palabra, a la presencia de Dios, mas sucio vamos a sentir.
17) De
manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
Esto es un verso que seria
muy fácil de abusar, negando la culpa de nuestros pecados. Esto es lo que hizo Adán cuando era
confrontado por Dios después de la gran caída.
Génesis 3:11-12 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que
estabas desnudo?
¿Has comido del árbol del que yo te mandé no comieses? Y el hombre
respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
¡El problema era la mujer, pausa,
que tu me diste!
Es normal para el vil
pecador, echar la culpa a otros por su pecado.
Pero esto no es la
intención aquí, para San Pablo cuando dice…
17) De
manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
Sino lo que San Pablo estaba
haciendo aquí, es clarificar su identidad como un hermano regenerado, que tiene
remanentes de pecado, morando en su cuerpo.
Y así será para cada uno de
nosotros, viviendo en estos cuerpos. Por
esto anhelamos tanto el regreso de Cristo y la purificación de nuestros
cuerpos.
1 Corintios 15:53-57 Porque es necesario que esto corruptible se
vista
de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto
corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de
inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la
muerte en victoria. ¿Dónde está, oh
muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la
muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la
victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Ese tema de la lucha fea
que tenemos en estos cuerpos no es un tema muy atractivo, pero ojala puedes ver
que es un tema bien necesario.
18) Y
yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el
bien está en mí, pero no el hacerlo.
Esta es la naturaleza de la
lucha fea. Somos personas regeneradas, salvadas en Cristo Jesús, pero
tenemos remanentes de pecado, morando aun en nuestros cuerpos.
Y esto es completamente
consistente con lo que Pablo dijo en…
Gálatas 5:17-18 Porque el deseo de la carne es contra el
Espíritu, y
el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no
hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo
la ley.
Y no olvides que esto es la
manera en que uno se siente cuando está muy cerca de Dios. Yo recuerdo las reacciones que tenia la
hermana Gloria a diferentes predicaciones condenando el pecado. Puedo hablar de ella porque ya no está aquí,
sino que está con el Señor.
Pero ella era muy sensible
a las exhortaciones fuertes, porque ella caminaba muy ceca del Señor. Mientras una persona que estaba hundiendo se
en el mundo, no iba a sentir casa nada.
19-20)
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo,
sino el pecado que mora en mí.
Ahora se puede ver que el
hermano Pablo estaba repitiendo se, un poquito, porque esto era su testimonio
personal, y no solamente una instrucción en la teología.
Y normalmente las
escrituras están bien dispuestas a revelar todo cuando un hombre de Dios está
cayendo en diferentes escándalos.
Tenemos una revelación
completa de los errores de David, con Bestabé y el asesinato de su esposo. Y también tenemos todo lo que pasaba con
Salomón y sus errores con muchas mujeres.
¿Pero qué dice la Biblia de los errores de San Pablo? Bueno no hay mucho.
Hechos 15:36-41 Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé:
Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos
anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están. Y Bernabé quería que
llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos;
pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de
ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra. Y hubo tal
desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando
a Marcos, navegó a Chipre, y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por
los hermanos a la gracia del Señor, 41 y pasó por Siria y Cilicia, confirmando
a las iglesias.
¡Los hermanos, los grandes
lideres tenían un desacuerdo y era tal desacuerdo!
Y tal vez alguien está
pensando, sí se tenían un desacuerdo, pero eran seres humanos.
Y esto es el punto de hoy,
aun redimidos en Cristo, aun estamos seres humanos, con los rudimentos del
pecado morando en nuestra carne. Y por
esto exhortamos a los hermanos a tener mucha paciencia el uno con el otro.
Pero hay otro ejemplo en la
vida de San Pablo…
Hechos 23:1-4 Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio,
dijo:
Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios
hasta el día de hoy.
El sumo sacerdote Ananías ordenó entonces a los que estaban junto a él, que
le golpeasen en la boca. Entonces Pablo le dijo: ¡Dios te golpeará a ti,
pared blanqueada! ¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la ley, y
quebrantando la ley me mandas golpear? Los que estaban presentes dijeron:
¿Al sumo sacerdote de Dios injurias?
Aquí, parece como que San
Pablo estaba perdiendo su paciencia, y casi estaba disculpando se después, no
sabiendo que ese hombre era el sumo sacerdote.
Pero Cristo Jesús, el
hombre de la pura perfección estaba también injustamente golpeado, y mira la
manera en que el se respondía…
Juan 18:19-23 Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de
sus
discípulos y de su doctrina. Jesús le respondió: Yo públicamente he hablado
al mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen
todos los judíos, y nada he hablado en oculto. ¿Por qué me preguntas a mí?
Pregunta a los que han oído, qué les haya yo hablado; he aquí, ellos saben lo
que yo he dicho. Cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los alguaciles, que
estaba allí, le dio una bofetada, diciendo: ¿Así respondes al sumo
sacerdote? Jesús le respondió: Si he
hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas?
Cristo Jesús, no teniendo
ningún remanente de pecado, morando en su cuerpo, pudo responder con la calma
perfecta.
Ahora terminando con el
texto de hoy.
21-23)
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en
la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley
de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis
miembros.
Es como que la vida de
Pablo estaba dividida entre el hombre interior, y la carne remanente. Y por esto se vivía en la lucha fea.
21-24)
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en
mí. Porque según el hombre interior, me
deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela
contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está
en mis miembros. ¡Miserable de mí!
¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
Muchos citan de un pueblo
cerca del lugar en que se Pablo crecía, en que para castigar un asesino, se
tomaron el cuerpo de la victima, y lo ataba al delincuente, con fuertes
cadenas.
Y por la putrefacción del
cuerpo de la victima, el cuerpo del delincuente rápidamente perdió toda su
salud, y se moría en pocos días.
Se creen que San Pablo se
sentía así con los remanentes de pecado, en su cuerpo miserable.
25)
Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la
mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Para termina glorificando y
no solamente quejando se, Pablo daba las gracias de que no iba a estar llevando
el cuerpo de putrefacción, para siempre.
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Conclusión =============================
Como está contigo, hermano,
hermana creciendo en la fe. ¿Te puedes
sentir algo de la agonía de un cuerpo aun inclinado al pecado?
O te sientes como que ya
todo está bien.
No olvides que San Pablo,
antes de venir a Cristo, se sentía como que era irreprensible.
Filipenses 3:4-6 Aunque yo tengo también de qué confiar en la
carne. Si
alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al
octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos;
en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en
cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.
¿Tu te sientes como que
eres irreprensible, sin lucha alguna?
Cuidado, San Pablo se sentía así cuando era muy, pero muy lejos de Dios.
Pero si tu quieres vivir
lejos del auto engaño, sabiendo la verdad, aun cuando se duele, pausa,
entonces puedes pasar al frente, y oraremos contigo.
Vamos a Orar