21 de julio de 2024
Poder
En Las Aflicciones
Hebreos
12:1-11
Siempre es necesario recordar a quien fue
escrito este libro de Hebreos. No a
nosotros directamente, sino a unos judíos del primer siglo, que eran ya
Cristianos, pero por las grandes aflicciones y persecuciones que sufrían,
estaban considerando el abandono de la fe, y el regreso al judaísmo de antes.
Pero aunque este libro no fue escrito
precisamente a nosotros, pausa, está lleno de aplicaciones profundas que
sí podemos aplicar a nuestras vidas. Y
por esto, el Espíritu Santo lo ha incluido en el Nuevo Testamento.
En el ultimo capitulo, tuvimos que considerar
los hermanos del pacto viejo, que realmente tenían que sufrir por su fe.
Hebreos 11:32-38 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando
de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de
David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos,
hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron
fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se
hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las
mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron
atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.
Otros experimentaron vituperios y azotes, y a
más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a
prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de
pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando
por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la
tierra.
Y tomando estos como los grandes ejemplos de
la fe, nosotros debemos de entender que las aflicciones, y las pruebas duras
pueden venir a nuestras vidas también.
Y es diferente para cada hermano o
hermana. Unos tienen que sufrir mas,
otros menos. Pero en el mensaje de hoy,
consideraremos el propósito de todas estas aflicciones, y cómo vivir en el poder,
aun en medio de las peores experiencias.
Y para estar claro, la Biblia no dice que la
vida Cristiana no es nada mas que aflicción y prueba.
Pero los tiempos duros vienen a cada vida. Puede
ser por problemas familiares, o del trabajo, o de la salud, o de otro sin fin
problemas que Dios ha permitido venir a nuestras vidas.
Y con esa introducción, podemos empezar el
texto.
1) Por tanto, nosotros también, teniendo en
derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del
pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante,
Debemos de estar inspirados, por los ejemplos
del capitulo anterior. Los héroes del
capitulo once, sufrieron sin murmurar, y sin colapsar diciendo “ya no puedo
mas, esto es demasiado para mi”. Y en
esto, nos motivan a salir adelante, con un espíritu de victoria, en medio de
todo.
1) Por tanto, nosotros también, teniendo en
derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del
pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante,
Y aquí, la vida Cristiana está presentada
como una carrera deportista. Y esa
analogía era conocida por los del primer siglo porque todos sabían de los
juegos olímpicos.
Y para ganar una carrera, uno tenia que tirar
a un lado cada objeto de peso, para realmente mantenerse lleno de energía para
la competencia.
Y un gran peso para nosotros puede ser el
pecado. Porque el que insiste in regresar
otra vez a sus pecados, a sus vicios, a su lujuria, va a recibir cada ves mas
problemas de disciplina para despertar lo, a sus errores.
Pero esto no quiere decir que cada aflicción
es el resultado de pecado. San Pablo
tenia una espina de la carne, mandado por Dios para mantener le en la humildad.
2 Corintios 12:7-10 Y para que la grandeza de las revelaciones no me
exaltase desmedidamente, me fue dado un
aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me
enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo
quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en
mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo
cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en
necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces
soy fuerte.
Es muy claro aquí, que Pablo aprendía la
manera en que se puede sacar poder de las aflicciones.
Pero Dios tiene muchas razones por permitir
nos a pasar por tiempos de pruebas y de sufrimientos. A veces es para tener la capacidad de ayudar
a otros. En otros casos, es para ayudar
nos a recordar que esta vida presente no es nuestro hogar, sino que Dios tiene
algo mejor para nosotros después.
Y por esto es muy peligroso para nosotros,
juzgar a otros hermanos, que pasan por aflicciones, cuando ni sabemos lo que
Dios actualmente está consiguiendo con la aflicción. Pero una cosa que sí sabemos es para algo
bueno.
Romanos 8:28-29 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas
les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados.
Porque a los que antes conoció, también los
predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él
sea el primogénito entre muchos hermanos.
Y aun en el libro de Santiago, se empezaban
con ese tema…
Santiago 1:2-3 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en
diversas pruebas, sabiendo que la prueba de
vuestra fe produce paciencia.
La misma enseñanza está en todos lados de las
escrituras, para evitar dos errores, el uno es el desanimo, diciendo que
simplemente no se puede mas, y el otro es las murmuraciones, como el pueblo
Hebreo, en el desierto con Moisés.
Números 11:1-6 Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo
oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en
ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés
oró a Jehová, y el fuego se extinguió. Y
llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos.
Y la gente extranjera que se mezcló con ellos
tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron:
¡Quién nos diera a comer carne! Nos acordamos del pescado que comíamos en
Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los
ajos; y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.
Y cuando nosotros caigamos en todas estas
murmuraciones, estamos portando no como hijos, sino como bastardos. Y no estoy empleando la profanidad, sino que
esta es la palabra técnica para los que no aceptan la disciplina. Es una palabra
empleada mas tarde en este capitulo.
1-2) Por tanto, nosotros también, teniendo en
derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del
pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el
cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el
oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Esta es una gran llave para encontrar el poder
que necesitas, en medio de una gran aflicción.
Es el momento de fijar tus ojos en los sufrimientos de Cristo. Por esto tenemos la Santa Cena cada mes,
encontrando poder en el sacramento.
Tenemos que meditar en los sufrimientos de Cristo, para salir como los
victoriosos, como los vencedores, y como mas que vencedores.
3) Considerad a aquel que sufrió tal
contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse
hasta desmayar.
Aquí hay una promesa valiosa. Te puedes evitar la derrota, el desanimo,
revisando en tu mente lo que Cristo sufría para ti. Te puedes leer de esto en los evangelios, o
hasta escuchar la palabra leída, sobre la muerte de Cristo, empleando una
aplicación gratis en las redes del internet, en que te puedes escuchar la pura
palabra, leída.
Pero tienes una promesa clara, en este
capitulo, para darte la victoria, encontrando el poder que necesitas, en
las aflicciones.
4-5) Porque aún no habéis resistido hasta la
sangre, combatiendo contra el pecado; y habéis ya olvidado la exhortación que
como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina
del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Esa referencia a la sangre, está hablando de
otros que o estaban heridos o hasta han perdido sus vidas por la fe. Y aunque los Hebreos que recibieron esa carta
han perdido algo de sus propiedades, y tal vez relaciones familiares también,
no estaban sufriendo físicamente.
Pero hay otro gran punto aquí que no podemos
perder. Cada aflicción, cada problema o
asunto incomodo para ti, es una forma de disciplina, que viene de Dios, por una
gran variedad de razones buenas.
Si somos hijos de Dios, pausa,
entonces tenemos que recibir la disciplina de Dios, con todo respeto, o si no,
estamos decidiendo no actuar como sus niños, sino como bastardos. Y otra vez, no estoy cayendo en la
profanidad, sino que estoy simplemente empleando palabras Bíblicas, como veremos.
4-6) Porque aún no habéis resistido hasta la
sangre, combatiendo contra el pecado; y habéis ya olvidado la exhortación que
como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina
del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
Y aquí el autor está como siempre sacando sus
sitas del testamento antiguo.
Proverbios 3:11-12 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,
Ni te fatigues de su
corrección;
Porque Jehová al que ama
castiga,
Como el padre al hijo a
quien quiere.
Y aquí aprendemos que la disciplina es una
forma de amor. Y cuando tu veas a
familias donde los niños son muy rebeldes, causando problemas constantemente, quejando
y murmurando, pausa, es la evidencia clara de que en su familia, hay una
profunda falta del amor.
Y el punto fuerte aquí, que no podemos
perder, es que cada prueba que entra en tu vida, pausa, es una forma de
disciplina, de parte de tu padre celestial.
Y por esto, es sumamente importante responder
con paciencia, con respeto, sin las murmuraciones, porque si no hacemos esto,
estamos anunciando a todos que no somos hijos, sino bastardos. Y ahora viene la prueba de esto.
7-8) Si soportáis la disciplina, Dios os
trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes,
entonces sois bastardos, y no hijos.
Si te quejas de todo lo que Dios está
haciendo en tu vida, y actúes como que quiere estar lejos de todo esto, tal vez
hasta regresando al mundo, como estaban considerando en este capitulo, pausa,
entonces estás expresando a tu Padre Celestial, que no quieres ser su hijo,
sino prefieres la categoría, de un bastardo.
Es un concepto duro, pausa, pero
necesario para ayudar a cada uno de nosotros, a llegar a un nivel de la madurez
Cristiana.
9) Por otra parte, tuvimos a nuestros padres
terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos
mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
Si pudimos respetar a nuestros padres, por su
disciplina imperfecta, tal vez inconsistente, o hasta viniendo de una rabia, pausa,
¿cuanto mas debemos de recibir la disciplina perfecta, amorosa, de nuestro
Padre Celestial?
10) Y aquellos, ciertamente por pocos días
nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero este para lo que nos es
provechoso, para que participemos de su santidad.
Esto es otro gran punto. Nuestros padres nos hemos disciplinado, lo
mejor que se pudieran, ojala no convirtiendo todo en un abuso, pero Dios jamás
está abusando nos.
Dios sabe exactamente lo que necesitamos, y
jamás será mas que podemos soportar.
Promesa…
1 Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
humana; pero fiel es Dios, que no os dejará
ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente
con la tentación la salida, para que podáis soportar.
Dios tiene un gran control sobre las
tentaciones, las aflicciones, y la pruebas que entran en tu vida. Dios es confiable. Y por esto debemos de tener algo se
resignación, confiando en lo que nuestro Padre está haciendo, como dice en el
texto, está avanzando nos en su santidad.
Así que algo grande está pasando en tu vida,
cuando Dios está permitiendo los sufrimientos que vienen a todos nosotros, en
diferentes momentos de nuestras vidas.
Y otra vez, la verdad de esto aparece en
todos lados de las Escrituras.
Romanos 8:17 Y
si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos
glorificados.
O también en…
Santiago 5:11 He
aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren.
Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis
visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.
El Señor sabe lo que está haciendo, cuando se
permite que te pases por una crisis u otra.
Y en el caso de Job, estaba atacado por el Diablo, pero Dios mismo daba
el permiso al diablo.
Job 1:6-12 Un
día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos
de Dios, entre los cuales vino también
Satanás. Y dijo Jehová a Satanás: ¿De
dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de
andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job,
que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios
y apartado del mal? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios
de balde?
¿No le has cercado alrededor a él y a su casa
y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto,
sus bienes han aumentado sobre la tierra.
Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo
que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. Dijo Jehová
a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu
mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
Es cierto que el diablo atacaba, pero
solamente con los limites que Dios ha puesto para lleva acabo su plan bueno,
para la vida de Job.
Y Job respondía bien, aun cuando estaba
sufriendo horriblemente.
Job 10:2 Diré
a Dios: No me condenes;
Hazme entender por qué
contiendes conmigo.
Job deseaba saber lo que tenia que aprender,
por medio de las aficiones que Dios mandaba.
Y era Dios que mandaba las aflicciones, aunque el diablo estaba
involucrado.
Job 1:20-22 Entonces
Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su
cabeza, y se postró en tierra y adoró, y
dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio,
y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni
atribuyó a Dios despropósito alguno.
No era malo, decir que todas la aflicciones
grandes vinieron de Dios.
11) Es verdad que ninguna disciplina al
presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto
apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
La Biblia reconoce que pasando por las
disciplinas de Dios no es nada placentera, pero es necesario, y es parte de la
vida de cada persona. Si tratamos de
pasar por todo como los victoriosos, entonces somos hijos buenos, pero si queremos
salir de lo que Dios está haciendo, entonces estamos portando nos como los
bastardos.
*----------------------------- Conclusión ----------------------------*
Y si tu quieres emplear la disciplina que
Dios manda a tu vida para crecer en la santidad, para ser un gran ejemplo a
otros, y para avanzar en la madurez Cristiana, brillando la luz en un mundo
cada vez mas oscuro, pausa, entonces puedes pasar al frente en unos
momentos, y oraremos contigo.
Vamos a Orar