12 de abril de 2024
Cuando
No Hay Santidad
2 Reyes
25:1-30
Después de mucho tiempo, estudiando el
primero y el segundo de Samuel, y el primero y el segundo de Reyes, pausa,
hemos llegado ya, al fin del segundo de Reyes.
Y estamos ya en el tiempo del profeta
Jeremías, y de Ezequiel y otros. A lo
mejor Daniel y sus amigos ya eran vivos.
Pero aparte de los profetas y muy pocos mas,
simplemente no había nada de la santidad. Y esto era algo peligroso porque ellos eran,
en la tierra, del pueblo del Dios verdadero, y como dice en…
Amós 3:2 A
vosotros solamente he conocido de todas las familias de la
tierra; por tanto, os castigaré por todas
vuestras maldades.
Y como bastante apartados de Dios, en
aquellos tiempos, eran llenos de supersticiones, hasta sobre el tiemplo. Dice en…
Jeremías 7:4 No
fiéis en palabras de mentira, diciendo:
Templo de Jehová, templo de
Jehová,
templo de Jehová es este.
Es que con esa lema, estaban anunciando que,
mientras ellos tenían el gran templo, construido por Salomón siglos antes, nada
malo iba a pasar con ellos.
Y veremos en este capitulo que Dios ya tiene
su respuesta adecuada, a esa molestísima forma de presunción.
1) Aconteció a los nueve años de su reinado,
en el mes décimo, a los diez días del mes, que Nabucodonosor rey de Babilonia
vino con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitió, y levantó torres contra
ella alrededor.
Nabucodonosor, en aquel tiempo llevaba el
nombre rey de reyes, lo que llamamos ahora a Cristo. Pero por el momento era el hombre mas
poderoso de la región, y tal vez del mundo entero.
1) Aconteció a los nueve años de su reinado,
en el mes décimo, a los diez días del mes, que Nabucodonosor rey de Babilonia
vino con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitió, y levantó torres contra
ella alrededor.
Con Nabucodonosor a su puerta, el fin de esa
cuidad era inminente. Y era porque Sedequías,
estaba rebelando en contra de ese gran emperador.
Y la palabra de Dios, por medio de los
profetas, estaba declarando que era tiempo de sujetar se a Nabucodonosor, y no a
resistir.
Jeremías 38:17 Entonces dijo Jeremías a Sedequías: Así ha dicho Jehová
Dios de los ejércitos, Dios de Israel: Si te
entregas en seguida a los príncipes del rey de Babilonia, tu alma vivirá, y
esta ciudad no será puesta a fuego, y vivirás tú y tu casa.
Pero por la falta de santidad, casi
nadie estaba escuchando a la voz del profeta.
Y llegando a Babilonia, el profeta dijo…
Jeremías 29:6-7 Casaos, y engendrad hijos e
hijas; dad mujeres a vuestros
hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para
que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis. Y procurad
la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová;
porque en su paz tendréis vosotros paz.
Ellos estaban ordenados a orar por su
gobierno como nosotros estamos ordenados a orar por nuestro gobierno, y es
probable que San Pablo sacaba su exhortación de aquí.
2) Y estuvo la ciudad sitiada hasta el año
undécimo del rey Sedequías.
Pasando el tiempo con la cuidad sitiada, no
había casi nada de comida, ni de agua, y seguramente la desesperación estaba
empezando.
3) A los nueve días del cuarto mes prevaleció
el hambre en la ciudad, hasta que no hubo pan para el pueblo de la tierra.
No voy a entrar en los detalles, esta vez,
pero era común en estos casos, que unos hasta comieron a sus propios
hijos. Y claro, esto fue declarado hasta
en el libro de Deuteronomio, para los que iban a quebrantar, fuertemente, su
pacto con Dios.
Deuteronomio 28:56-57 La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca
la planta de su pie intentaría sentar sobre
la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirará con malos ojos al marido de su
seno, a su hijo, a su hija, al recién nacido que sale de entre sus pies, y a
sus hijos que diere a luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de
todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus
ciudades.
Esto es lo que se debe de esperar, cuando no
hay santidad, en el pueblo santo.
4) Abierta ya una brecha en el muro de la
ciudad, huyeron de noche todos los hombres de guerra por el camino de la puerta
que estaba entre los dos muros, junto a los huertos del rey, estando los
caldeos alrededor de la ciudad; y el rey se fue por el camino del Arabá.
Esto es muy común, cuando todo está perdido,
los lideres mas corruptos, tratan de escapar, dejando sus gente atrás sin ayuda.
5-6) Y el ejército de los caldeos siguió al
rey, y lo apresó en las llanuras de Jericó, habiendo sido dispersado todo su
ejército. Preso, pues, el rey, le
trajeron al rey de Babilonia en Ribla, y pronunciaron contra él sentencia.
Se iban a pronunciar un juicio en contra del
rey de Judá, por su rebelión, por su quebrantamiento del pacto que tenia con el
gran emperador, y esto iba a servir como un ejemplo inolvidable. Y como ya no había santidad por mucho
tiempo, ese rey Sedequías pudo olvidar de la protección de su Dios.
7) Degollaron a los hijos de Sedequías en
presencia suya, y a Sedequías le sacaron los ojos, y atado con cadenas lo
llevaron a Babilonia.
Para publicar a los demás pueblos, la
inutilidad de levantar un motín en contra del gran imperio, ese hombre
observaba a sus hijos matados, antes de perder a sus propios ojos.
8-10) En el mes quinto, a los siete días del
mes, siendo el año diecinueve de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a
Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia. Y
quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y
todas las casas de los príncipes quemó a fuego. Y todo el ejército de los
caldeos que estaba con el capitán de la guardia, derribó los muros alrededor de
Jerusalén.
El ejemplo ya era cada vez mas
inolvidable. El gran templo que Salomón
construía, con materiales que David acumulaba, ya estaba quemado.
El pueblo que cantaba Templo de Jehová,
templo de Jehová,
templo de Jehová es este.
Ya vieron el fin, o sea el resultado para un
pueblo lleno de superstición, pero sin santidad de acuerdo con la
palabra.
Y no solamente el templo estaba destruido,
sino el palacio, y otros edificios importantes.
11) Y a los del pueblo que habían quedado en
la ciudad, a los que se habían pasado al rey de Babilonia, y a los que habían
quedado de la gente común, los llevó cautivos Nabuzaradán, capitán de la
guardia.
Todos, o casi todos, ya estaban perdiendo su
libertad. Y cuando se rechazan a la ley
de Dios, esto es lo que se debe de esperar.
12) Mas de los pobres de la tierra dejó
Nabuzaradán, capitán de la guardia, para que labrasen las viñas y la tierra.
Solamente los muy pobres, se quedaban en la
tierra, para cuidar la, en como se pudieron, ya que la muralla estaba quitada.
13) Y quebraron los caldeos las columnas de
bronce que estaban en la casa de Jehová, y las basas, y el mar de bronce que
estaba en la casa de Jehová, y llevaron el bronce a Babilonia.
Sacando los muebles del templo, todo tenia
que estar quebrantado, para intensificar, en sentido de la derrota.
14-15) Llevaron también los calderos, las
paletas, las despabiladeras, los cucharones, y todos los utensilios de bronce
con que ministraban; incensarios,
cuencos, los que de oro, en oro, y los que de plata, en plata; todo lo llevó el
capitán de la guardia.
Todo del templo que tenia valor alguno, se
tenían que perder, para intensificar el insulto de perder la bendición de
Dios. Y esto es lo que se debe de
esperar cuando simplemente no hay santidad, en el pueblo santo.
16) Las dos columnas, un mar, y las basas que
Salomón había hecho para la casa de Jehová; no fue posible pesar todo esto.
Había tanto bronce, resultado de las riquezas
de Salomón, que ni era practico tratar de medir lo. Pero ahora era el tiempo de olvidar de las riquezas
y adaptar se a la pobreza de una esclavitud, extendida.
17) La altura de una columna era de dieciocho
codos, y tenía encima un capitel de bronce; la altura del capitel era de tres
codos, y sobre el capitel había una red y granadas alrededor, todo de bronce; e
igual labor había en la otra columna con su red.
Básicamente, no se dejaban nada, de lo que
era de la casa de Dios, en que ellos confiaban, mientras se rompieron la Santa
Ley de Dios.
18-20) Tomó entonces el capitán de la guardia
al primer sacerdote Seraías, al segundo sacerdote Sofonías, y tres guardas de
la vajilla; y de la ciudad tomó un oficial que tenía a su cargo los hombres de
guerra, y cinco varones de los consejeros del rey, que estaban en la ciudad, el
principal escriba del ejército, que llevaba el registro de la gente del país, y
sesenta varones del pueblo de la tierra, que estaban en la ciudad.
Estos tomó Nabuzaradán, capitán de la
guardia, y los llevó a Ribla al rey de Babilonia.
Estos eran las personas poderosas en el
pueblo, llevados a Nabucodonosor para ver que seria su veredicto sobre ellos.
21) Y el rey de Babilonia los hirió y mató en
Ribla, en tierra de Hamat. Así fue llevado cautivo Judá de sobre su tierra.
Todos aquellos lideres, que sin la
santidad, permitían las idolatrías, o hasta participaban en ellas, eran
ejecutados, porque para ellos, pausa, no había protección de Dios.
22) Y al pueblo que Nabucodonosor rey de
Babilonia dejó en tierra de Judá, puso por gobernador a Gedalías hijo de
Ahicam, hijo de Safán.
Con poca gente ni necesitaban a un rey, sino
un gobernador, para mantener el orden. Y
esto era una misericordia de parte del rey de Babilonia.
23) Y oyendo todos los príncipes del
ejército, ellos y su gente, que el rey de Babilonia había puesto por gobernador
a Gedalías, vinieron a él en Mizpa; Ismael hijo de Netanías, Johanán hijo de
Carea, Seraías hijo de Tanhumet netofatita, y Jaazanías hijo de un maacateo,
ellos con los suyos.
Pero por la falta de santidad, ni se
van a reconocer ese acto de misericordia.
24) Entonces Gedalías les hizo juramento a
ellos y a los suyos, y les dijo: No temáis de ser siervos de los caldeos;
habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.
Básicamente dijo este el mismo que
Jeremías. Era necesario aceptar estas
providencias que Dios estaba mandando, de 70 años sujetados a los paganos.
Es que no querían servir al Dios tres veces
Santo, y por lo tanto se pudieron vivir bajo las reglas del paganismo.
25) Mas en el mes séptimo vino Ismael hijo de
Netanías, hijo de Elisama, de la estirpe real, y con él diez varones, e
hirieron a Gedalías, y murió; y también a los de Judá y a los caldeos que
estaban con él en Mizpa.
Simplemente no estaban aceptando los ordenes
de Nabucodonosor, ni las providencias de Dios, y por esto, tenían que perder
mas, y mas.
26) Y levantándose todo el pueblo, desde el
menor hasta el mayor, con los capitanes del ejército, se fueron a Egipto, por
temor de los caldeos.
Después de matar a ese gobernador bueno,
todos tenían miedo, y se fueron huyendo a Egipto, un lugar que Dios dijo que no
deben de ocupar nunca mas.
Pero en su falta total de la
santidad, ni estaban considerando las palabras de Dios, mas o menos como en
nuestros tiempos. Y se llevaban a
Jeremías consigo, como se puede verificar en el libro que lleva su nombre.
Todo esto era muy, pero muy oscuro, terrible,
un catástrofe. Después de los siglos de
Samuel, de David, de Salomón, y mas reciente las reformas de Josías, pausa,
pero ya todo estaba completamente perdido.
Pero siendo Judá, los descendientes de David,
siempre tenían que tener algo de esperanza, porque el Cristo tenia que venir de
ellos, conforme a todas las profecías.
Y por esto, el Espíritu Santo nos da un
poquito mas, cerrando el capítulo, cerrando el libro y cerrando la época.
27) Aconteció a los treinta y siete años del
cautiverio de Joaquín rey de Judá, en el mes duodécimo, a los veintisiete días
del mes, que Evil-merodac rey de Babilonia, en el primer año de su reinado,
libertó a Joaquín rey de Judá, sacándolo de la cárcel;
El cautiverio tenia que durar setenta años, y
cuando la mitad ha pasado, el otro rey, antes de Sedequías, estaba
levantado. Y este rey, se entregaba
voluntariamente a Nabucodonosor.
Y el hijo de Nabucodonosor, de repente le
daba algo de libertad, fuera de la prisión.
Y hay mucha especulación sobre esto.
Unos creen que ese hijo del emperador,
conocía a Daniel, y por esto tenia una apreciación por el pueblo santo.
Otros crean que ese Evil-merodac pasaba
tiempo en la prisión, cuando su padre estaba enojado con él, y que estos dos se
formaban una amistad juntos entre rejas.
De una manera u otra, en la providencia de
Dios, ese Joaquín estaba levantado.
28) y le habló con benevolencia, y puso su
trono más alto que los tronos de los reyes que estaban con él en Babilonia.
Todo esto vino para producir un poco de
esperanza en el pueblo de Dios, porque Dios no ha terminado con ellos.
Aun muy lejos de sus tierras, Dios estaba
cuidando de ellos.
29-30) Y le cambió los vestidos de
prisionero, y comió siempre delante de él todos los días de su vida. Y diariamente le fue dada su comida de parte
del rey, de continuo, todos los días de su vida.
Y ese rey de Judá no merecía nada de esto
porque fue él que estaba quemando porciones del rollo de Jeremías, faltando el
respeto a la palabra Santa.
Pero esto nos enseña algo sobre la gracia de
Dios, aun en el testamento antiguo, porque nadie entre nosotros, merecemos la
gracia de Dios. ¿Amen?
Y se puede encontrar el nombre de ese hombre hasta
en la genealogía de mateo uno.
Mateo 1:10-11 Ezequías
engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a
Josías. Josías engendró a Jeconías y a
sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia.
La ortografía es un poco diferente, pero es
la misma persona, Joaquín es
Jeconías, el ultimo rey de la época, porque Sedequías,
el tío seguramente ya estaba muerto.
Pero sobre ese ultimo rey, no hay
controversia. Dios lo mostraba
misericordia, porque en un sentido terrenal, estaba llevando el Cristo, en sus
lomos.
*------------------------------- Conclusión
--------------------------*
Los juicios de Dios en este capitulo son
espantosos, y esto es lo que puede pasar, cuando no hay santidad, y el
pueblo santo.
Y también, aun cuando los tiempos son mas
duros, mas oscuros que nunca jamás, podemos confiar en que en nuestro Dios, aun
hay esperanza.
Y si tu quieres vivir no solamente una vida
de esperanza, sino una vida llena de la santidad también, puedes pasar al
frente en unos momentos, y oraremos contigo.
Hebreos 12:14 Seguid
la paz con todos,
y la santidad, sin la cual
nadie verá al Señor.
Vamos a Orar