1 de septiembre de 2023

¡Por Fin La Lluvia!

1 Reyes 18:1-46

 

Estudiando el Evangelio de San Lucas en los domingos, vimos en el primer capitulo, que Juan Bautista estaba viniendo en el espíritu de Elías.

 

Lucas 1:16-17  Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al

Señor Dios de ellos.  E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.

 

Y esto es lo que va a pasar ahora, en el mensaje de hoy, pausa, Elías, va a despertar a un pueblo rebelde, a la realidad del Dios tres veces Santo.

 

1) Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra.

 

Primero el Profeta recibía su comida de los cuervos, pero avanzando mucho la sequia, ni esto era posible, y Elías vino a vivir con la ayuda de una viuda, muy pobre, hasta levantando su hijo de la muerte, cuando este hijo de repente se muria.

 

Y todos estos tiempos difíciles estaban enseñando el Profeta a confiar mas y mas en su Dios, aun cuando todo parecía completamente imposible.

 

Pero ahora, era el tiempo y el profeta era listo.

2) Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria.

 

El hambre, por causa de la sequia, era muy grave, y unos estaban echando la culpa de todo esto sobre Elías, pero era Dios que estaba implementando la disciplina severa sobre el pueblo rebelde.  Cambios climáticos.

 

3) Y Acab llamó a Abdías su mayordomo. Abdías era en gran manera temeroso de Jehová.

 

Está bien notar, que el Espíritu Santo de Dios nos dice que Abdías era un gran hombre de la fe.  Era muy diferente de Elías, y no tenia el mismo valor, pero sí estaba útil en las manos de Dios.

 

4) Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con pan y agua.

 

Esto no es el Abdías que escribía unos de los libros de los profetas, era un nombre común en aquel tiempo. Pero este servía a la familia malvada del Rey.

Pero tenemos que recordar que José servía al Faraón en el libro de Génesis, y Daniel servía a Nabucodonosor, y San Pablo nos dice que había hermanos aun en la casa de Cesar, en el nuevo testamento.  Dios puso sus hombres aun en los gobiernos de los puros paganos.

 

Y guardando los profetas de Jehová, y mandando les comida durante una gran escases, era algo valioso que estará reconocido aquí.

 

5) Dijo, pues, Acab a Abdías: Ve por el país a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos, a ver si acaso hallaremos hierba con que conservemos la vida a los caballos y a las mulas, para que no nos quedemos sin bestias.

 

Todo era sumamente grave, y hasta el rey Acab estaba viviendo en la desesperación.  Y el momento de la revelación de Elías era cerca. 

 

Es que Elías proclamaba que no habría nada de lluvia sino por su palabra, y por supuesto Dios estaba detrás de él.

 

6-7) Y dividieron entre sí el país para recorrerlo; Acab fue por un camino, y Abdías fue separadamente por otro. Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías?

 

Ahora el protector de profetas era cara a cara con el gran Profeta.

 

8) Y él respondió: Yo soy; ve, di a tu amo: Aquí está Elías.

 

Ya era el momento de revelar a si mismo, porque tres años y medio han pasado.  Pero para Abdías, todo no era tan fácil.

 

9-14) Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate?  Vive Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte, y todos han respondido: No está aquí; y a reinos y a naciones él ha hecho jurar que no te han hallado.

 

¿Y ahora tú dices: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías?

 

Acontecerá que luego que yo me haya ido, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa, y al venir yo y dar las nuevas a Acab, al no hallarte él, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud.

 

¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; que escondí a cien varones de los profetas de Jehová de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los mantuve con pan y agua?

¿Y ahora dices tú: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías; para que él me mate?

 

Adías era un hombre de fe, pero nada del tamaño de la fe de Elías.  Y por esto recibe mucha critica entre los escolares, pero los dones de cada creyente son diferentes.

 

15) Y le dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me mostraré a él. Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías.

 

Con el juramento, era suficiente.  Con esto Abdías estaba dispuesto a ir y a anunciar la llegada del Profeta que desaparecía por tres años y medio, dejando todo el pueblo en un gran sufrimiento y ahora en un pánico.

 

17-18) Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel?

Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.

 

Como Juan Bautista, Elías no tenia miedo de nadie.  Viviendo con los cuervos, confiando en una viuda pobre, finamente ha venido su tiempo de actuar.  Y será claro a todos, que Dios estaba con él.

 

19-20) Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel. Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo.

 

El rey Acab estaba escuchando y va a obedecer, porque estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para solamente acabar con la sequia.

 

En este caso, como en muchos casos, el cambio climático era resultado de la rebelión de los hombres.

 

21) Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.

 

Con todos juntos, Elías deseaba exhortar a los de Israel que han apartado de su Dios, para servir a los ídolos.

 

Y la pregunta era buena.  Su pregunta era excelente, porque muchos conocían a Dios en su juventud, pero ahora por la presión política, estaban sirviendo a Baal.

 

Esto es como muchos jóvenes en nuestros tiempos.  Muchos vienen de familias Cristianas, hasta han sido bautizados, y a veces sientan como que quieren servir a Dios, y durante otros tiempos, sientan que seria mejor servir al mundo y estar aceptados y no tan rechazados.

 

22) Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.

 

Parecía como que Elías era totalmente solo.  Pero no importa, un hombre de fe, con Dios, es una mayoría bastante potente en cualquiera época.  Y como hemos visto, Elías ya ha tenido mas de tres años, preparando se por todo esto.

 

Bueno, ahora viene el gran desafío, de un hombre en contra de todos.

 

23-24) Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo.

 

Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ese sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.

 

Su gran propuesta era aceptable.  Y claro, Dios no tiene que probar nada a la gente del mundo, pero en este caso, estaba dispuesto a hacer lo, para recuperar algo de su pueblo en el norte.

 

25-26) Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: Escogeos un buey, y preparadlo vosotros primero, pues que sois los más; e invocad el nombre de vuestros dioses, mas no pongáis fuego debajo.

 

Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho.

 

Actualmente, Dios estaba burlando de ellos, y Elías será mas y mas empleado en esta gran burla de la idolatría estúpida.

 

27) Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle.

 

Aquí Dios nos revela que la idolatría es tan ridícula, que merece la burla, y aunque nosotros tenemos que tener cuidado en la manera en que se tratan a la gente, hay ocasiones, hasta para burlar.

 

28) Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos.

 

Esto era típico entre los paganos, y hay grupos cerca de Iraq que aun hacen esto en sus alabanzas, se cubran con su propia sangre.

 

Bueno, esto era por supuesto algo prohibido en la Santa Ley de Dios, al Santo Pueblo de Dios.  No es correcto cortar te.

 

29-30) Pasó el mediodía, y ellos siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase.  Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado.

 

El dios de los paganos nunca respondía, y seguramente ellos estaban esperando ver el mismo con Elías.

 

Y Elías no pudo emplear el altar de ellos porque era contaminado.  Y por esto Elías tenia que rápidamente reparar el altar de Dios, que fue arruinado, seguramente por aquellos delincuentes que servían a Jezabel.

 

31-33) Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre, edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano.  Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña.

 

Seguramente los profetas de Baal estaban orando que no pasara nada tampoco con Elías, pero todo el mundo estaba mirando con un suspenso, emocionante.

 

34-35) Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez,

de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja.

 

Elías querría asegurar de que nadie pudiera acusar le de ningún truco de tener algo de fuego abajo, para engañar al pueblo.

 

Los resultados tenían que ser cien por ciento contundentes.

 

36-37) Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.

 

La oración de Elías era muy calmada.  No dijo nada en contra ni de  Jezabel, ni de sus profetas, pausa, solamente estaba pidiendo por un avivamiento de la fe del pueblo.

 

Ahora todo el mundo estaba observando, pausa, a lo mejor con un silencio total.

 

38) Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.

 

El resultado tenia que estar contundente, sin duda alguna, para dejar a todos convencidos, de quien era el Dios verdadero.

 

39) Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!

 

El impacto era poderosísimo.  Como los que escucharon a Juan Bautiza, el arrepentimiento era intenso.

 

40) Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.

 

Cada profeta falso tenia que morir se.  Y esto no era nada ni cruel ni extremo, sino que simplemente seguía lo que dijo ley de Moisés.

 

Si se hubieron escapado, solamente iban a causar mas problemas.

 

41) Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.

 

Nadie menos el gran Profeta estaba escuchando esa lluvia, pero era verdad, la lluvia venia.

 

Ahora el rey Acab, no dijo nada malo en contra de Elías, y Elías no dijo nada malo en contra del rey. 

 

Elías va a honrar al rey, ya que todo el pueblo pudo ver qué absurdo era servir a los ídolos paganos.

 

42) Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas.

 

Aunque Elías sabia que la lluvia vendría, pausa, de todos modos se tenia que orar por ella.  Y esto es algo que se ve mucho en la Biblia.

 

Lo que Dios ha prometido va a venir, pero de todos modos tenemos que estar en oración.

 

43) Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.

 

El profeta estaba orando, y Dios estaba escuchando, y esto estaba grabada en el libro de Santiago.

 

Santiago 5:17-18    Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las

nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. 18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.

 

Otra vez, podemos ver, lo que el mundo moderno, mayormente no entiende, pausa, que los cambios climáticos tienen su dimensión espiritual.

 

44) A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.

 

El Profeta ya no estaba en contra del rey, sino dando le razones de regocijar.  Dios mandaba la sequía para despertar a los desobedientes, pero Dios no quería continuar esto para siempre.

 

Había también niños, viejos, animales que estaban sufriendo, y esto es algo insoportable para nuestro Dios.

 

45-46) Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel.

Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.

 

Elías acaba de conseguir una gran victoria.  Pero en vez de llenar se con el orgullo, o de pedir un lugar al lado del rey en su carro, Elías simplemente corrió en frente del carro, como los soldados de la guardia.

 

Es que Elías sabia que el poder era de Dios, y no de sus propias capacidades.

 

*------------------------------- Aplicación ---------------------------*

 

Nosotros también estamos viviendo en tiempos de gran paganismo y de gran apostasía.  Hay muchos hermanos que no saben si quieren servir a Dios con todos sus corazones, pausa, o si quieren ir con el mundo, disfrutando los placeres del pecado por una temporada.

 

Pero si esta historia actual del gran Profeta ha tocado tu vida hoy, y si quieres estar lleno de la gran fe, en tiempos duros y espantosos, pausa, puedes pasar al frente en unos momentos y oraremos contigo.

 

Vamos a Orar