2 de julio de 2023

Los Espíritus Listos

Lucas 5:1-15

 

En este libro de Lucas, hemos lentamente estudiado la manera en que el ministerio de Cristo ha empezado.  Pero ahora, poco a poco tiene que llamar a sus discípulos, y hay mucho que aprender en la manera en que lo hizo.

 

1) Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.

 

La reputación de Cristo estaba creciendo mas y mas rápidamente.  Muchos venían buscando la sanidad de una enfermedad, pero una vez llegando y escuchando la Palabra de Dios, presentada con poder, se quedaban.

 

Es que, por las parábolas de Cristo, se pudo de repente ver la manera en que un hombre pecador, pudo regresar a sus Dios y estar útil como parte del reino que Cristo estaba levantando.

 

2) Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.

 

Cristo tenia que hacer algo porque la muchedumbre, empujando iba a tirar lo en el agua.  Pedro ya conocía a Cristo, pero Pedro y los demás, aun se quedaban en sus trabajos, en sus negocios como pescadores.

 

Y después de una noche sin agarrar nada, estaban lavando sus redes, para regresar a casa y dormir.

 

3) Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.

 

Cristo como Rey de reyes, y Señor de señores, no daba ordenes a Simón Pedro, sino que se rogaba permiso, de mover su barca a una posición, que convenía mas bien para predicar a mucha gente.

 

Es que cuando casi no hay viento, cerca del agua, la voz de uno puede ir muy lejos, y así Cristo pudo predicar a cientos o hasta miles, sin los aparatos modernos de la amplificación.

 

Y todo el mundo estaba escuchando, y a lo mejor, si uno hacia mucho ruido, había otros que dijeron “¡Cállate, no vez que estamos escuchando!”

 

Es que Cristo estaba presentando las palabras de vida, la vida eterna, y el Espíritu Santo estaba con él, llenando sus palabras con poder, hasta para transformar las vidas de muchos. 

Y al mismo tiempo, porque Cristo ni tenia momentos de perder, al mismo tiempo, Cristo estaba llamando a sus apóstoles.

 

4) Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.

 

Ahora, Cristo no estaba pidiendo, sino que estaba dando ordenes.  Una cosa era pedir permiso de usar una barca para un pulpito del aire libre, para hacer lo que Cristo entendía muy bien, la predicación.

 

Pero otra cosa era dar ordenes a los pescadores, que eran muy cansados, y eran expertos en las aguas de allí.

 

Pedro ya conocía a Cristo, como un predicador muy popular, y tal vez como uno que entendía la carpintería, guiando el negocio familiar de su padre José, pero dar ordenes sobre como pescar era otra cosa.

 

5) Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.

 

Hay muchos detalles aquí para notar.  Pedro no lo llamaba Señor, sino Maestro.  Cristo era un predicador popular, y para Pedro era muy alegre estar con él, pero esto no quería decir que se sabia pescar.

 

Es probable que Pedro estaba pensando, “Bueno estamos muy cansado, perdiendo el trabajo de toda la noche, pero en unos cinco o diez minutos, será evidente que esto era un error, echar la redes durante del día”, y seguramente Jesús iba a pedir perdón por perder les el tiempo.

 

¡Especialmente cuando todos estaban tan cansados!

 

Otro detalle es la manera en que Cristo mandaba que se echan las redes plural, pero para acomodar al predicador excéntrico, Pedro iba a echar la red, singular.

 

6) Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.

 

Normalmente si la red se rompía, todos los peces iban a escapar, haciendo todo aun mas doloroso.  Pero está vez no.   Aun con la red muy dañada, los peces no pudieron escapar se.

 

Algo muy extraño estaba pasando.  Estos pescadores ya han pasado sus vidas enteras en ese trabajo, y no han visto nada semejante nunca.

 

Y por supuesto, siempre había un mercado cerca, en donde se vendían lo que sacaban, y esta vez se tenían una fortuna delante de ellos.

 

Y cuando hay muchos éxitos entre los hombres pescando, se puede oír gritos de alegría, uno pegando a otro con la palma en la espalda.

7) Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

 

Esto no era nada normal.  Pero estos profesionales sabían cómo reaccionar con rapidez, y agarrar todo en las barcas, llenando las.

 

Y como dije, normalmente hubiera sido muchos gritos de gran alegría, y hasta juramentos, o una salida de palabrotas feas.

 

Pero esto no estaba pasando.  Sino que algo muy solemne estaba pasando.  Y se pudiera sentir el Espíritu Santo de Dios cayendo sobre todos.

 

8) Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.

 

¿Pero que es esto?  ¿Que pasaba con toda la alegría?  Porque tan solemne de repente?  pausa

 

Es que poco a poco Pedro se daba cuenta, que el predicador excéntrico, que seguramente no sabia nada del arte de pescar, pausa, realmente era Dios en carne.

 

Y nótalo, ahora Pedro no estaba llamando lo maestro, sino que ahora Pedro se le llamaba Señor.

 

Y sintiendo su propia pecaminosidad, en la presencia de la deidad, Pedro tenia un espíritu listo, para unirse con el equipo, que iba a transformar al mundo entero.

 

Y esa reacción de temblor que Pedro mostraba, era normal en la historia Bíblica.

 

Se pudiera citar muchos ejemplos, pero solamente voy a presentar dos.

 

El primero es la experiencia de Job, que realmente sentía como que era maltratado, o tratado injustamente, y deseaba una oportunidad de presentar unas preguntas a Dios.

 

Y un día, la oportunidad venia, con Dios haciendo muchas preguntas a Job primero, pero finalmente delante de Dios…

 

Job 42:1-6     Respondió Job a Jehová, y dijo:

Yo conozco que todo lo puedes,

Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.

 

¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento?

Por tanto, yo hablaba lo que no entendía;

Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía.

 

Oye, te ruego, y hablaré;

Te preguntaré, y tú me enseñarás.

 

De oídas te había oído;

Mas ahora mis ojos te ven.

Por tanto me aborrezco,

Y me arrepiento en polvo y ceniza.

 

Te puedes leer mas en casa para captar el contexto, pero cuando Job finalmente tenia su audiencia con Dios, en su presencia, pausa, se terminaba aborreciendo a si mismo.  Y esto es muy semejante a lo que Pedro sentía, en la barca, inclinado a las rodillas de Cristo.

 

Otro ejemplo seria Isaías, preparando se por su gran misión.

 

Isaías 6:1-8   En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado

sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.  Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.

 

6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;  y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.  Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.

 

Como San Pedro, pero cientos de años antes, Isaías sentía su pecaminosidad, fue perdonado, y fue mandado a su gran misión, predicando a un pueblo sumamente corrompido.

 

Y ese gran cantidad de peces en el texto de hoy, no era solamente un gran milagro, sino que era una profecía de lo que iba a pasar con San Pedro, en el Día de Pentecostés.

 

Bueno, regresando al texto de Lucas…

 

8-10) Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.  Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.

 

Esto fue el llamamiento de San Pedro al ministerio como gran líder de los apóstoles, durante la vida de Cristo.

 

Y en el Día de Pentecostés, se iba a llenar las redes del evangelio, con tres mil, seres humanos.

 

Hechos 2:29-42 Varones hermanos, se os puede decir libremente del

patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.  A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice:

 

Dijo el Señor a mi Señor:

Siéntate a mi diestra,

 

Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

 

Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

 

Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?  Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.  Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.  Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.  Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.  Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

 

Así que, como pescador de hombres, San Pedro iba a tener un éxito semejante a lo de la barca, en unos cuantos años.

 

Bueno, regresando al texto hay un verso mas sobre esto…

 

11) Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.

 

De repente, estos hombres estaban en el ministerio, cada día con Cristo, dejando las barcas y las redes, con otros miembros de la familia.

 

Y ahora hay tiempo para un poco mas de este gran capitulo.

 

12) Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

 

Lucas, como medico no solamente dijo que era leproso, sino que era lleno de la lepra, que quiere decir que su enfermedad era muy avanzada.

 

Y ese hombre estaba arriesgando todo, porque un leproso, por ley, tenia que quejar se lejos de la gente. 

 

Pero estaba dispuesto arriesgar todo, con la posibilidad de estar sanado.

 

13) Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.

 

La lepra en la Biblia, es una enfermedad que puede presentar un dibujo del impacto del pecado.

 

Es que el leproso puede estar muy herido, en sus dedos o en su cara, porque no se puede sentir nada.

 

Los nervios del dolor, ya han sido deteriorados, por la enfermedad.  Unos cortan o hasta queman sus manos, no sintiendo nada.

 

Hasta hay un caso en que uno se quedaba ciego porque lavaba su cara con agua muy caliente, pero no pudo sentir nada del calor.

 

Y en muchos sentidos el pecado es semejante.  Hasta en hebreos se hablan del engaño del pecado.

 

Hebreos 3:12-13     Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros

corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

 

Por el pecado, uno puede dañar o hasta perder su familia, ni sintiendo nada.  Puede perder su trabajo, y hasta un negocio, ni sintiendo dolor alguno. 

 

Es que por el pecado, un hombre o una mujer puede vivir como un leproso espiritual.

 

Muchos terminan viviendo solos, como leprosos, o hasta se puede terminar viviendo en la calle, completamente solo.

 

Por esto, los que entiendan que Cristo es su salvador no solamente del infierno, sino del pecado, se pueden amar a su Salvador cada vez mas.

 

Es que Cristo no solamente vino para salvar te del castigo del pecado, sino que para tener una vida muy rica, en todos sentidos, Cristo vino para salvar te del poder del pecado en tu vida, dejando te florecer en tu familia, en tus ministerios, y hasta en tus negocios.

 

Bueno, hay un poquito mas para cerrar el mensaje de hoy.

 

14) Y él le mandó que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos.

 

Cristo tenia mucho respeto para la ley ceremonial, porque aun estaba vigente.  Por medio del sacerdote, el hombre pudo estar proclamado formalmente, legalmente sanado, y otra vez tomar su lugar en la sociedad.

 

Y ese hombre, cuando vino a Cristo, no vino demando ningún derecho, sino que solamente vino rogando la misericordia.  Así que este hombre también tenia un espíritu listo, para unir se, con el equipo del riendo de Dios.

 

15) Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.

 

Cristo trataba de hacer todo con la humildad, no exaltando a si mismo para nada, pero era imposible esconder se, cuando era tal valioso al pueblo de Dios, especialmente durante los tiempos de gran apostasía.

 

*------------------------------ Aplicación ----------------------------*

 

Cristo vino para sanar y para salvar, y es el mismo hoy como siempre. 

 

Y esto es lo que celebramos en la Santa Cena.  Los que están en él, en serio, vienen para participar en un sacramento, es una memorial santa, recordando lo que Cristo Jesús hizo, derramando su sangre, para quitar de ti, tu lepra espiritual.

 

Para dejar te libre, no solamente del castigo del pecado, ni solamente del engaño del pecado, sino para dejar te libre, del poder del pecado en tu vida.  Porque el pecado, como la lepra, es sumamente destructivo.

 

Vamos a Orar