24 de junio de 2022
La
Victoria Bien Fundada
1
Samuel 17:1-58
Tenemos aquí, una historia, a lo mejor bien
conocida, por todos. Pero es siempre
mejor, tomar los eventos en su contexto, ya sabiendo algo de la historia del
rey Saúl, y la manera en que David ha venido de raíces muy humildes.
1) Los filisteos juntaron sus ejércitos para
la guerra, y se congregaron en Soco, que es de Judá, y acamparon entre Soco y
Azeca, en Efes-damim.
En un capitulo anterior, el pueblo de Dios
tenia una gran victoria sobre los filisteos, pero por diferentes errores
de Saúl, no se acababan con ellos. Y
ahora, ellos eran otra vez una gran amenaza.
No vamos a escuchar nada de Samuel en este
capitulo, pero tenemos que recordar que él hizo una promesa de no dejar de orar
por su pueblo.
1 Samuel 12:23 Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando
de rogar por vosotros; antes os instruiré en
el camino bueno y recto.
Y en el capitulo de hoy, veremos los
resultados de años de oraciones fervientes, como en este país, en el día de
hoy, hemos visto también los resultados de las oraciones fervientes.
2-4) También Saúl y los hombres de Israel se
juntaron, y acamparon en el valle de Ela, y se pusieron en orden de batalla
contra los filisteos. Y los filisteos
estaban sobre un monte a un lado, e Israel estaba sobre otro monte al otro
lado, y el valle entre ellos. Salió
entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat,
de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo.
No vamos a ver mucha valentía entre los
soldados de Israel. Es que si no había
valentía en Saúl, un hombre muy alto de estatura, tampoco era valentía en sus
soldados.
Y Saúl ya no tenia la valentía, porque el Espíritu
Santo ha apartado de él, dejando lo como un hombre muy inestable.
Proverbios 28:1 Huye el impío sin que nadie lo persiga;
Mas
el justo está confiado como un león.
Bueno, hora mas sobre ese gigante.
5-6) Y traía un casco de bronce en su cabeza,
y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota cinco mil siclos de
bronce. Sobre sus piernas traía grebas
de bronce, y jabalina de bronce entre sus hombros.
Como siempre, los que no andan cerca de Dios,
los que no conocen de su palabra, vivan por vista y no por fe. Y por esto toda la apariencia de ese bestia
de un hombre, iba a dejar los paralizados.
7) El asta de su lanza era como un rodillo de
telar, y tenía el hierro de su lanza seiscientos siclos de hierro; e iba su
escudero delante de él.
También tenemos que recordar, hermanos, que
no es una coincidencia, el hecho de que ya tenían este gigante en frente de
ellos. Sino que Dios estaba controlando
todo esto, llevando acabo su plan.
Y cuando tu tienes gigantes de diferentes
formas en tu vida, tampoco es una coincidencia, o una casualidad, sino que es
algo que ha venido de Dios.
8) Y se paró y dio voces a los escuadrones de
Israel, diciéndoles: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo
el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un
hombre que venga contra mí.
Seguramente el diablo estaba ayudando le con
sus palabras, porque mira como no dice que son soldados de Jehová, que
levantaría sus espíritus, sino que eran soldados de Saúl, un hombre que a veces
estaba controlado por un espíritu malo.
9-10) Si él pudiere pelear conmigo, y me
venciere, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él, y lo
venciere, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis. Y añadió el filisteo: Hoy yo he desafiado al
campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo.
Parece una situación terrible, pero tenemos
que entender que todo esto estaba organizado por Dios.
11) Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras
del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo.
Saúl tenia miedo, y todos sus hombres tenían
miedo. Jonatán, el hijo de Saúl, a lo
mejor no caía en la cobardía, pero ni está mencionado porque Dios no puso
ninguna respuesta en su corazón, o tal vez estaba peleando en otras partes.
12-14) Y David era hijo de aquel hombre
efrateo de Belén de Judá, cuyo nombre era Isaí, el cual tenía ocho hijos; y en
el tiempo de Saúl este hombre era viejo y de gran edad entre los hombres. Y los tres hijos mayores de Isaí habían ido
para seguir a Saúl a la guerra. Y los nombres de sus tres hijos que habían ido
a la guerra eran: Eliab el primogénito, el segundo Abinadab, y el tercero Sama;
y David era el menor. Siguieron, pues, los tres mayores a Saúl.
En el capitulo anterior, David estaba
sirviendo a Saúl, tocando la música.
Y también tenia otras responsabilidades, pero
con todos los hermanos ya lejos en la guerra, es posible que su padre pedía a
Saúl, que se devuelve a David para ayudar otra vez con los rebaños.
Y es una evidencia de su carácter que después
de servir en el palacio, en la presencia de los poderosos, se pudiera regresar
a la posición humilde que tenia en toda su juventud.
Y por su puesto, hermanos, no podemos olvidar
que David ya ha sido ungido como rey, y que ya tenia el Santo Espíritu de Dios,
aunque su tiempo de tomar el trono, aun no ha llegado.
15-18) Pero David había ido y vuelto, dejando
a Saúl, para apacentar las ovejas de su padre en Belén. Venía, pues, aquel filisteo por la mañana y
por la tarde, y así lo hizo durante cuarenta días. Y dijo Isaí a David su hijo: Toma ahora para
tus hermanos un efa de este grano tostado, y estos diez panes, y llévalo pronto
al campamento a tus hermanos. Y estos
diez quesos de leche los llevarás al jefe de los mil; y mira si tus hermanos
están buenos, y toma prendas de ellos.
Dios ha traído el gran gigante para David, pausa,
pero David ni estaba cerca de la batalla.
Y seguramente el padre de David no sabia nada de ese gigante, de otra
manera ni mandaría a su hijo al peligro tan intenso.
Pero Dios, en su providencia, estaba
controlando todos los pensamientos, y hasta las decisiones del padre de David,
para llevar acabo, la victoria bien fundada.
19) Y Saúl y ellos y todos los de Israel
estaban en el valle de Ela, peleando contra los filisteos.
Dice que estaban peleando, pero esto es una
exageración. Tal vez en otras partes,
Jonatán estaba peleando. Pero con Saúl,
los hombres estaban congelados con pavor.
20-22) Se levantó, pues, David de mañana, y
dejando las ovejas al cuidado de un guarda, se fue con su carga como Isaí le
había mandado; y llegó al campamento cuando el ejército salía en orden de
batalla, y daba el grito de combate. Y
se pusieron en orden de batalla Israel y los filisteos, ejército frente a
ejército. Entonces David dejó su carga
en mano del que guardaba el bagaje, y corrió al ejército; y cuando llegó,
preguntó por sus hermanos, si estaban bien.
Hasta el momento, David ni sabe porque está en
la frontera de la batalla.
Se piense que solamente está honrando a los
deseos de su padre, llevando comida a la frontera, y chequeando la condición de
sus hermanos. Pero Dios tiene otras
cosas muy grandes en su plan. Dios
estaba preparando a cambiar la historia de su pueblo. Como que hoy, en este país, la historia ha
sido cambiada.
23) Mientras él hablaba con ellos, he aquí
que aquel paladín que se ponía en medio de los dos campamentos, que se llamaba
Goliat, el filisteo de Gat, salió de entre las filas de los filisteos y habló
las mismas palabras, y las oyó David.
Antes nadie estaba reaccionando con la santa indignación,
pero ahora estaba uno presente que ha sido ungido con el Santo Espíritu de
Dios.
24-25) Y todos los varones de Israel que
veían aquel hombre huían de su presencia, y tenían gran temor. Y cada uno de los de Israel decía: ¿No habéis
visto aquel hombre que ha salido? Él se adelanta para provocar a Israel. Al que
le venciere, el rey le enriquecerá con grandes riquezas, y le dará su hija, y
eximirá de tributos a la casa de su padre en Israel.
Posiblemente, David ya empezaba a entender,
la razón predestinada, por su presencia en la frontera de la batalla. Y seguramente se pudiera sentir los latidos
de su corazón.
26) Entonces habló David a los que estaban
junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y
quitare el oprobio de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para
que provoque a los escuadrones del Dios viviente?
Hay que notar un detalle aquí. Y es algo que pasaba también con Jonatán.
1 Samuel 14:6 Dijo,
pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la
guarnición de estos incircuncisos;
quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con
muchos o con pocos.
Se hablan de los filisteos como incircuncisos,
porque la circuncisión era la marca del pacto. En fin, David como Jonatán presumía que los
que están en pacto de Dios, deben de tener la victoria sobre los que no
están en pacto con Dios.
Por muchos años en este país, los Cristianos
no han tenido grandes victorias, porque no se presumían que los que
están en pacto con Dios, viviendo fielmente con él, deben de tener la victoria
bien fundada, sobre los que no están en pacto con Dios.
Con lo que pasaba hoy en este país, en la
corte suprema, parece que estamos tal vez, regresando a la esperanza correcta
de grandes victorias.
26-27) Entonces habló David a los que estaban
junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y
quitare el oprobio de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para
que provoque a los escuadrones del Dios viviente? Y el pueblo le respondió las mismas palabras,
diciendo: Así se hará al hombre que le venciere.
David sigua hablando así, porque ya tenia
idea de su razón verdadera de estar con el ejercito en este día histórica. Pero por supuesto el diablo iba a ofrecer su
resistencia.
28-29) Y oyéndole hablar Eliab su hermano
mayor con aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué
has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto?
Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has
venido.
David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿No
es esto mero hablar?
El diablo seguramente deseaba provocar una
pelea entre David y su hermano mayor. Y
no olvide que Samuel pensaba que ese hermano mayor tal vez iba ser el rey,
porque era de muy alta estatura.
Por esto el hermano mayor se sentía muy
incomodo, si él no pudo acercar se al gigante, pero sí su hermanito menor
estaba dispuesto a avanzar.
Y el gran autor del comentario de Mathew
Henry, dice que esa victoria sobre su carne, que David mostraba, era
igual con su batalla con Goliat.
Proverbios 16:32 Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte;
Y el que se enseñorea de su
espíritu,
que el que toma una ciudad.
Y como el ungido de Dios, David pudiera hacer
las dos cosas.
30-31) Y apartándose de él hacia otros,
preguntó de igual manera; y le dio el pueblo la misma respuesta de antes. Fueron oídas las palabras que David había
dicho, y las refirieron delante de Saúl; y él lo hizo venir.
David seguía en esto, sabiendo que él era el
único que expresaba una indignación santa.
Y tarde o temprano, se iban a llevar lo al liderazgo.
32) Y dijo David a Saúl: No desmaye el
corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.
David sabia como expresar se bien. No dijo no desmaye tu corazón, como que el
rey era cobarde, sino no desmaye el corazón de ninguno.
Es que David estaba llegando con la solución
de todo esto, pero se parecía algo imposible.
33) Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra
aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de
guerra desde su juventud.
Saúl ni pudo concebir que David pudiera hacer
algo en contra del Gigante, porque Saúl, caminando lejos de Dios, se caminaba
por vista, y no por fe.
Pero con sabiduría, David va a presentar
ejemplos de su historia. Algo que el rey
Saúl, sí pudo entender.
34-36) David respondió a Saúl: Tu siervo era
pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba
algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su
boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería
y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu
siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque
ha provocado al ejército del Dios viviente.
David hizo todo mas claro, presentando el
gigante como simplemente otra bestia, como algo menos de un ser humano. David presentaba sus experiencias, no
confiando en ellas, sino sabiendo que como antes, Dios iba a guiar la
victoria bien fundada.
De hecho esto no era una batalla entre un
joven y un gigante, pausa, sino que esto era una batalla entre una
bestia pagana, y el Dios viviente.
Con esta manera de ver las cosas, la
victoria seria muy bien fundada.
37) Añadió David: Jehová, que me ha librado
de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la
mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo.
En la mente de David, la victoria ya
estaba conseguida, porque desde el principio, David confiaba en Dios, y David
daba toda la gloria a Dios.
38-39) Y Saúl vistió a David con sus ropas, y
puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza. Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y
probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no
puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas
cosas.
Saúl ni sospechaba que este era el hombre que
era mejor que él, según Samuel, el hombre que mas tarde iba a tomar su corona,
y hasta su trono.
Pero en poco tiempo, Saúl va a empezar a
sospechar.
40) Y tomó su cayado en su mano, y escogió
cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón
que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.
¿Porque cinco piedras? David sabia que Dios estaba con él, pero no
estaba avanzando en la presunción. Tal
vez no iba a matar lo con la primera piedra.
41-42) Y el filisteo venía andando y
acercándose a David, y su escudero delante de él. Y cuando el filisteo miró y vio a David, le
tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer.
Era para Goliat, casi un insulto, mandar una
joven a él, el gran guerrero. Pero esto
va a sacar todo su orgullo y su arrogancia.
43) Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo
perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses.
Ese maldito estaba en la tierra prometida,
maldiciendo el ungido del Señor. Se
merecía la pena de la muerte, y lo va a recibir.
44) Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí,
y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo.
Para Goliat esto era como una broma, y por lo
tanto, realmente no estaba preparado.
45-46) Entonces dijo David al filisteo: Tú
vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de
Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has
provocado. Jehová te entregará hoy en mi
mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los
filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra
sabrá que hay Dios en Israel.
Por esto, la victoria será bien
fundada. Hoy día, había mujeres que
respondieron a la gran decisión de la corte suprema, y cuando estaban invitadas
a hablar, dijeron, “Antes que nada,
quiero dar gracias a Dios, porque esto ha sido una respuesta de mucha oración,
y de mucho trabajo.”
Y también aquí, David no presentaba la
batalla como entre él y el filisteo, sino que estaba una batalla entre Dios y
el filisteo.
Por esto la victoria estaba bien
fundada.
47) Y sabrá toda esta congregación que Jehová
no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará
en nuestras manos.
Esta es la manera de ganar, invitando a Dios
a mover, confiando en su providencia, y dando a él, toda la gloria.
48-49) Y aconteció que cuando el filisteo se
levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y
corrió a la línea de batalla contra el filisteo. Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de
allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la
piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra.
El Espíritu Santo de Dios, guiaba la piedra,
para plantar la en la cabeza del gigante, como el Espíritu Santo de Dios,
guiaba la corte suprema, en este día, en contra de la barbaridad de décadas de
abortos, derramando la sangre de los inocentes.
50-51) Así venció David al filisteo con honda
y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano. Entonces corrió David y se puso sobre el
filisteo;
y tomando la espada de él y sacándola de su
vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos
vieron a su paladín muerto, huyeron.
Ahora todo el temor se fue de los de Israel,
y se caía sobre los filisteos. Esto era una
victoria bien fundada.
52) Levantándose luego los de Israel y los de
Judá, gritaron, y siguieron a los filisteos hasta llegar al valle, y hasta las
puertas de Ecrón. Y cayeron los heridos de los filisteos por el camino de
Saaraim hasta Gat y Ecrón.
Los soldados del pueblo de Dios ya estaban
bien animados, y ojala algo semejante va a pasar en este país, sacando nos de
nuestra pasividad en las batallas.
53-54) Y volvieron los hijos de Israel de
seguir tras los filisteos, y saquearon su campamento. Y David tomó la cabeza del filisteo y la trajo
a Jerusalén, pero las armas de él las puso en su tienda.
Hasta la fecha, Jerusalén no estaba bajo el
control de Israel, pero la cabeza de Goliat era una advertencia, de que esa
cuidad también iba a caer.
55-56) Y cuando Saúl vio a David que salía a
encontrarse con el filisteo, dijo a Abner general del ejército: Abner, ¿de
quién es hijo ese joven? Y Abner respondió: Vive tu alma, oh rey, que no lo sé.
Y el rey dijo: Pregunta de quién es hijo ese joven.
Bueno, Saúl tenia un contacto con David
antes, pero era solamente un músico en el palacio, y alguien que ayudaba con la
armadura. La mente de Saúl no estaba
funcionado muy bien, de todos modos.
57-58) Y cuando David volvía de matar al
filisteo, Abner lo tomó y lo llevó delante de Saúl, teniendo David la cabeza
del filisteo en su mano.
Y le dijo Saúl: Muchacho, ¿de quién eres
hijo? Y David respondió: Yo soy hijo de tu siervo Isaí de Belén.
Mira como ese rey miserable, ni le felicitaba,
sino que solamente pedía algo de su familia.
Es que ahora, esa familia iba a estar libre de toda forma de impuestos,
y si eran muy ricos, Saúl iba a perder mucho.
Además, esa familia iba estar unida con la
familia del rey, porque David iba a recibir, como premio, una hija de Saúl,
como esposa.
De hecho, ahora todo iba a cambiar para
David, y para Saúl, y en poco tiempo, Saúl va a sospechar que ese hombre era la
personas mejor que él, de que Samuel dijo, iba recibir el reino, que Saúl ha
perdido por su rebelión.
*------------------------------- Conclusión
-----------------------------*
Bueno hay un sinfín de enseñanzas que han
sido tomadas de este capitulo, y uno muy popular es de que David era una forma
de Cristo.
Como Cristo vino de manera humilde, para
pelear con el diablo, consiguiendo una victoria bien fundada, poniendo
su confianza en el padre, para morir y estar resucitado en tres días.
Y también los judíos rechazaban a Cristo,
como el hermano mayor rechazaba a David, porque era celoso de él, como Pilato
observaba.
Mateo 27:16-18 Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás.
Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A
quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? Porque sabía que por envidia le habían
entregado.
En fin hay muchos paralelos que se puede
hacer con la vida de David, anticipando las victorias de Cristo Jesús.
Pero para nuestros tiempos, creo que es
mejor, tomar la victoria como una base de valor y de optimismo, que los
Cristianos han perdido por muchas décadas.
Y ojala, con la gran decisión de hoy, todo esto está empezando a
cambiar.
Y si tu quieres abandonar algo de tu
pasividad, y empezar a realmente avanzar el reino de Dios, con las victorias
bien fundadas, puedes pasar adelante, y oraremos contigo.
Vamos a Orar