8 de octubre de 2021
Las Madres Excluidas
Levítico
12:1-8
En el evangelio de San Marcos, una mujer está
presentada que sufría de un flujo de sangre, por doce años. Para el moderno, esto seria tomado como una
condición desafortunada, pero no es algo que pudo destruir la vida de uno.
Marcos 5:25-27 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo
de sangre, y había sufrido
mucho de muchos médicos, y
gastado todo lo que tenía,
y nada había aprovechado, antes
le iba peor, cuando oyó
hablar de Jesús, vino por detrás
entre la multitud, y tocó
su manto.
Y estudiando las reglas ceremoniales, podemos
entender mas del catástrofe de la vida de esa hermana. Es que en Levítico, se habla mucho de la
sangre. Y por un flujo de sangre una
persona quedaba excluida de mucho.
Aprendimos muy temprano en este libro que
cuando uno presentaba una ofrenda de paz, que todo tenia que estar comida el
mismo día, o en algunos casos, en dos días.
Y con tanta comida para consumir, y
desfrutar, era inevitable que se invitaría a muchos, hasta a los pobres, si se
ofrecieron una vaca, e iban a consumir todo.
Así que estos eran eventos muy festivos, pausa,
pero la mujer con un flujo de sangre, seria excluida de todo, siendo
ceremonialmente inmunda.
En la cultura judía, esto era mucho mas que
un problema medico.
Con esto podemos empezar…
1-2) Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a
los hijos de Israel y diles: La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será
inmunda siete días; conforme a los días de su menstruación será inmunda.
Aquí tenemos otra persona excluida,
inmunda, y esta vez por ser madre.
Y dice que simplemente por estar en los días
de menstruación, la hermana era inmunda.
Es como dije, por la sangre, había muchas leyes y restricciones.
Dar luz a un bebé siempre es una bendición en
las escrituras, es obedecer el primero mandamiento de fructificad.
Génesis 1:28 Y
los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y
sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Y hasta en los Salmos, dice que es bueno
tener hijos, hasta muchos hijos.
Salmos 127:3-5 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima
el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente,
Así son los hijos habidos
en la juventud. Bienaventurado
el hombre que llenó su
aljaba de ellos; No será avergonzado
Cuando hablare con los
enemigos en la puerta.
Es una gran bendición, pero hay
complicaciones.
3) Y al octavo día se circuncidará al niño.
Los niños entraban por el pacto con su
circuncisión. Una marca en su carne,
recordando a todos que la carne puede causar problemas, la carne que hemos
recibido de Adán.
Como Cristo dijo a Nicodemo, hablando de la
necesidad de nacer de nuevo.
Juan 3:4-7 Nicodemo
le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?
¿Puede acaso entrar por segunda vez en el
vientre de su madre, y nacer? Respondió
Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer
de nuevo.
La carne, hasta la fecha, puede ser
problemática, hasta es un gran tema en la Guerra Espiritual.
4) Mas ella permanecerá treinta y tres días
purificándose de su sangre; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario,
hasta cuando sean cumplidos los días de su purificación.
Aquí podemos ver que la madre era muy excluida,
aunque no hizo nada malo.
Su inmundicia era por el flujo de sangre.
Pero ese pasaje puede estar un poco
controversial, porque muchos creen que hasta por el hijo, con una naturaleza
pecadora, hubo problemas. Dijo David…
Salmos 51:5 He
aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi
madre.
Esto no condenaba las relaciones intimas,
sino que la naturaleza de una nueva persona.
En un sentido podemos recordar el primer niño nacido de este mundo. ¿Sabes quien era?
Génesis 4:1 Conoció
Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a
Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido
varón.
¡El primer niño nacido de este mundo
terminaba como el primer asesino!
Así que lo que es nacido de carne, carne es,
y esto puede ser un problema.
5) Y si diere a luz hija, será inmunda dos
semanas, conforme a su separación, y sesenta y seis días estará purificándose
de su sangre.
Ahora entra mas controversia. ¿Por qué la inmundicia para un hijo era la
mitad de la inmundicia de una hija?
Ha habido mucha especulación, no solamente
entre los Cristianos sino los judíos también han gastado mucha tinta, tratando
de explicar esto.
El texto solamente habla de su flujo de
sangre pero muchos piensan en la ciada de Eva, y las consecuencias.
Génesis 3:16-19 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los
dolores en tus preñeces; con dolor darás a
luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la
voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de
él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los
días de tu vida.
Espinos y cardos te producirá, y comerás
plantas del campo.
Con el sudor de tu rostro comerás el pan
hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y
al polvo volverás.
Todo esto fue una maldición, por la rebelión,
que Samuel dijo, es como la adivinación, o como la brujería.
Y Eva llevaba su porción. Por consecuencia de la ciada, dando luz para
una mujer puede ser no solamente difícil, sino peligroso.
En la historia del mundo, muchas madres han
perdido sus vidas dando luz. Y aun
ahora, entre diferentes tribus de la gente indígena, una mujer puede estar en
peligro, de hemorragias, cuando no tiene la bendición de la ciencia medica.
Y sobre esto hay un incidente relevante en la
historia de Jacob. Jacob tenia dos
esposas, Lea y Raquel, pero Raquel era su gran amor.
Raquel era muy hermosa, pero se murió
bastante joven. Jacob estaba huyendo de
su suegro, Labán, pensando que seria imposible separar se de él de manera
amigable.
Génesis 31:25-35 Alcanzó, pues, Labán a Jacob; y éste había fijado su
tienda en el monte; y Labán
acampó con sus parientes
en el monte de Galaad.
Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho, que me
engañaste, y has traído a mis hijas como prisioneras de guerra?
¿Por qué te escondiste para huir, y me
engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con
cantares, con tamborín y arpa?
Pues ni aun me dejaste besar a mis hijos y
mis hijas. Ahora, locamente has hecho.
Poder hay en mi mano para haceros mal; mas el
Dios de tu padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Jacob
descomedidamente.
Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la
casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses?
Respondió Jacob y dijo a Labán: Porque tuve
miedo; pues pensé que quizá me quitarías por fuerza tus hijas.
Aquel en cuyo poder hallares tus dioses, no
viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y llévatelo.
Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.
Esto era un gran error, porque proclamaba mal
sobre su querida.
33 Entró Labán en la tienda de Jacob, en la
tienda de Lea, y en la tienda de las dos siervas, y no los halló; y salió de la
tienda de Lea, y entró en la tienda de Raquel.
Pero tomó Raquel los ídolos y los puso en una
albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán en toda la tienda,
y no los halló.
Si Raquel sabia de los ídolos, es evidente
que ella misma los robaba. Pero mira lo
que hace.
35 Y ella dijo a su padre: No se enoje mi
señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre
de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos.
¡Ella, o tenia su flujo de sangre, o se
fingía un flujo de sangre, mintiendo a su padre, robando le sus ídolos!
Y para el colmo, se perdió su vida, dando luz
a Benjamín.
Génesis 35:16-18 Después partieron de Bet-el; y había aún como media
legua de tierra para llegar a Efrata, cuando
dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto.
Y aconteció, como había trabajo en su parto,
que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo.
Y aconteció que al salírsele el alma (pues
murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín.
Así que todo esto de dar luz, con sus
problemas, y de un flujo de sangre, es muy presente en la Biblia. Y todo esto de Raquel era antes del tiempo de
Moisés.
Y no solamente en la fe judía, sino que en
todas las culturas antiguas, viendo el sufrimiento de las madres, y esto de la
sangre, se tenían sus leyes y sus costumbres de la inmundicia, y hasta la exclusión.
Ahora regresando al texto.
6-7) Cuando los días de su purificación
fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para
holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del
tabernáculo de reunión, al sacerdote; y él los ofrecerá delante de Jehová, y
hará expiación por ella, y será limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley
para la que diere a luz hijo o hija.
Bueno, llegando aquí, casi al fin, se ve que
lo de la carne, el pecado, y hasta la inmundicia ceremonial, tiene su
remedio. Había expiación por la sangre
de los animales inocentes, que era un anuncio de la Sangre de Cristo, muchos
siglos mas tarde.
En el ultimo estudio, teníamos muchas reglas
sobre la comida, y en este capitulo sobre dando luz a un niño, y continuando
habrá aun mas sobre diferentes enfermedades.
Es que nuestro Dios es muy Santo, pero él está
dispuesto a vivir en unión y comunión con nosotros.
Y la única manera en que esto puede
funcionar, es si estamos caminando en la santidad.
Y cuando viene el pecado, hay maneras de
arreglar nuestra relación con Dios, con el arrepentimiento y la corrección,
para no vivir mas en las trampas de la carne.
Y demos gracias a Dios que Cristo ha
eliminado esa colección dura, de un sinfín de reglas, que eran necesarias,
antes de su venida.
Ahora el ultimo verso del capítulo…
8) Y si no tiene lo suficiente para un
cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y
otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia.
¡Y será limpia! No hay simplemente problemas, sino que hay
remedios con Dios. Y aun los pobres
pueden alcanzar el remedio, y no quedar se excluidos.
Cristo mismo vino de una familia pobre, y su
familia participaba en estas leyes.
Lucas 2:21-24 Cumplidos
los ocho días para circuncidar al niño, le
pusieron por nombre JESÚS, el cual le había
sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.
Y cuando se cumplieron los días de la
purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén
para presentarle al Señor
(como está escrito en la ley del Señor: Todo
varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor,
y para ofrecer conforme a lo que se dice en
la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.
Hasta María, la madre de Jesús, era inmunda
por su flujo de sangre, aunque los teólogos del Catolicísimo Romano, jamás
aceptarán esa realidad.
*------------------------------- Doctrina
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Bueno, creo que podemos concluir que dando
luz es una gran bendición, aun con los problemas de la carne. Y con la medicina moderna, hemos eliminado
muchos de los peligros.
Pero aun así, debes de mantener siempre en
tus oraciones, nuestras hermanas embarazadas.
¿Amen?
En nuestras vidas, en nuestros cuerpos, en
nuestras familias hay problemas, pero en Cristo Jesús hay soluciones.
Y para cerrar, debo de cumplir la historia
con que empezábamos, con la mujer azotada con un flujo de sangre por doce años.
Porque por mas grande que sea tu problema de exclusión,
puedes encontrar tu remedio en Cristo.
Tenemos que recordar que muchas personas estaban alrededor de Cristo…
Marcos 5:25-34 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo
de sangre, y había sufrido
mucho de muchos médicos, y
gastado todo lo que tenía,
y nada había aprovechado, antes
le iba peor, cuando oyó
hablar de Jesús, vino por detrás
entre la multitud, y tocó
su manto.
Porque decía: Si tocare tan solamente su
manto, seré salva.
Y en seguida la fuente de su sangre se secó;
y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.
Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder
que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis
vestidos?
Sus discípulos le dijeron: Ves que la
multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?
Pero él miraba alrededor para ver quién había
hecho esto.
Entonces la mujer, temiendo y temblando,
sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le
dijo toda la verdad.
Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva;
ve en paz, y queda sana de tu azote.
Y esto es lo que Cristo quiere para ti, la
sanidad, de una forma u otra.
Y si tu quieres tocar su manto, por una
manera de hablar, llegando a él en fe, puedes pasar en unos momentos, y
oraremos contigo.
Vamos a Orar