20 de junio de 2021
Brillando En La Crisis
Hechos
27:1-44
Estamos ya en una temporada de mucha
celebración, para los que sientan como que la pandemia ha llegado, finalmente a
su fin. pausa
Muchos sientan como que ya, todo marcha
bien. Pero con esto, debemos de tener un
poco de cuidado.
Muchos pueden sentir ya, la realidad de los
precios que suban. Otros han visto la
cantidad de gente ya viviendo en las calles, en las ciudades mas grandes. Y sobre todo, estamos viviendo en una época
de mas y mas violencia.
Y estudiando el libro de Génesis, la
violencia era lo que traía el gran diluvio de Noé.
Génesis 6:11-13 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la
tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba
corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de
todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí
que yo los destruiré con la tierra.
Bueno, no soy uno de los pastores que siempre
habla del fin del mundo, mi único propósito en citar lo de Noé, es porque para
Dios, tanta violencia es insoportable.
Y por lo tanto aunque estamos celebrando en
el día de hoy, tenemos que reconocer que el tiempo de la crisis, de una
forma u otra, puede continuar.
Y queremos observar, en el día de hoy, cómo
un hombre de Dios, puede brillar, aun en la crisis.
1) Cuando se decidió que habíamos de navegar
para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado
Julio, de la compañía Augusta.
Hemos estudiado San Pablo delante de muchos
magistrados y hasta un rey, acusado por los judíos. Pero en realidad, nadie pudo comprobar nada
en su contra.
Pero habiendo apelado a Cesar, en su defensa,
para no estar entregado a los judíos asesinos, en el capitulo de hoy, su viaje
a Roma, va a empezar.
1) Cuando se decidió que habíamos de navegar
para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado
Julio, de la compañía Augusta.
Y aunque vimos mucho político entre los
gobernantes romanos, sus soldados, su centuriones, parecen hombres de gran
integridad en la Biblia.
2) Y embarcándonos en una nave adramitena que
iba a tocar los puertos de Asia, zarpamos, estando con nosotros Aristarco,
macedonio de Tesalónica.
Se puede ver claramente aquí, que Pablo no
estaba solo. Lucas, el autor de este
libro estaba con él, y otra gran Cristiano Aristarco.
Y esto es una prueba de que Pablo era bien
amado. Para Lucas y Aristarco, este
viaje pudiera poner sus vidas en gran peligro.
Pero siendo un gran líder, caminando con Dios, Pablo atraía esa forma de
lealtad.
3) Al otro día llegamos a Sidón; y Julio,
tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a los amigos, para ser
atendido por ellos.
Este Julio era muy cerca del Cesar. Pero se trataba bien a Pablo. Seguramente el gobernante Festo lo informaba
de que Pablo era un gran hombre, y merecía un tratamiento especial.
Era Festo el que declaraba que Pablo era
loco, pero esto era solamente porque su predicación del evangelio vino muy
cerca de la conciencia de Festo.
Y es otra prueba de que Pablo era muy amado,
el hecho de que los hermanos de Sidón deseaban atender lo.
4) Y haciéndonos a la vela desde allí,
navegamos a sotavento de Chipre, porque los vientos eran contrarios.
Esto simplemente está diciendo que la isla de
Chipre, era como una protección parcial, en contra de los vientos fuertes de
aquella temporada del año.
A estas alturas, tarde en la vida de San
Pablo, el apóstol ya tenia mucha experiencia viajando, y para guardar tiempo,
saliendo a Grecia o a Roma, era normal ir por el mar.
5-6) Habiendo atravesado el mar frente a
Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, ciudad de Licia. Y hallando allí el centurión una nave
alejandrina que zarpaba para Italia, nos embarcó en ella.
La transportación por el mar ya estaba bien
desarrollada, aun en los tiempos de Cristo.
Si uno tenia el dinero, casi siempre se
pudiera encontrar alguna barca que te tomaría, si tu destino coincidía con el
de ellos. Esto existía aun en los tiempo
de Jonás.
7) Navegando muchos días despacio, y llegando
a duras penas frente a Gnido, porque nos impedía el viento, navegamos a
sotavento de Creta, frente a Salmón.
Estaban empezando a enfrentar dificultades,
siendo tarde en el año. Pero tenían a
muchos hombres de experiencia, y estaban dispuestos a continuar.
8) Y costeándola con dificultad, llegamos a
un lugar que llaman Buenos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea.
Ahora la historia realmente va a
empezar. Y gran punto del mensaje de hoy
es una exhortación a los hermanos, a los padres, a aprender cómo un hombre de
Dios, puede brillar en una crisis.
La Biblia dice que el hombre es cabeza de su
casa. Y esto, siendo la verdad,
establecida por Dios, todo hombre debe de aprender los secretos de buen
liderazgo.
En vez de huir de sus responsabilidades, como
Jonás, en el principio de su libro, tenemos que confiar en Dios, de que podemos
aprender a brillar, aun durante una gran crisis.
9-10) Y habiendo pasado mucho tiempo, y
siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado ya el ayuno, Pablo les
amonestaba, diciéndoles: Varones, veo
que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento
y de la nave, sino también de nuestras personas.
El ayuno era una fiesta judía, que era tarde
en septiembre o aun en octubre. Y
pasando este punto en el calendario, no era nada seguro, meter su barca en los
vientos.
Y Pablo no solamente tenia mucha experiencia
ya, viajando a todas partes, sino que tenia el Espíritu Santo de Dios como su
guía.
Pero los hombre van a casi burlar de él
pensando algo como “!Tu profeta a tus profesáis, y deja a nosotros el manejo de
la barca!”
Y esto era precisamente el problema, Pablo
estaba profetizando.
11) Pero el centurión daba más crédito al
piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía.
El centurión, Julio, era un buen hombre, pero
tenemos que entender. Pablo solamente
era un prisionero, un acusado, detenido ya por años. Y era normal dar la preferencia a los
expertos del mar, y los que tenían grandes inversiones en la barca y su carga.
12) Y siendo incómodo el puerto para
invernar, la mayoría acordó zarpar también de allí, por si pudiesen arribar a
Fenice, puerto de Creta que mira al nordeste y sudeste, e invernar allí.
¡Ah! Era un poco incomodo invernar en Buenos
Puertos. Tal vez no tenia todo los
entrenamientos, que los hombres del mar buscaban, la música, las cantinas.
O tal vez seria incomodo en el puerto. Pero Pablo estaba ya acostumbrado a las
incomodidades. Pablo sabia como vivir
feliz, sean lo que sean sus circunstancias.
Y esto es algo que nuestros hermanos también tienen que aprender, si van
a brillar en la crisis.
Filipenses 4:11-13 Pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi
situación.
Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia;
en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener
hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Regresando a la historia…
13) Y soplando una brisa del sur,
pareciéndoles que ya tenían lo que deseaban, levaron anclas e iban costeando
Creta.
Ese verso es sumamente importante para
agarrar el mensaje de hoy.
Se rechazaban la palabra de Pablo, que
realmente era la palabra de Dios, y por esa brisa del sur, parecía que todo
marchaba bien. La brisa del sur, era
ideal para cumplir su viaje a otra puerta.
Pero tales confianzas pueden estar
falsas. Y por esto digo yo, que aun que
estamos en la época post pandemia, no quiere decir que hemos llegado al fin de
la crisis.
14) Pero no mucho después dio contra la nave
un viento huracanado llamado Euroclidón.
Bueno, se rechazaban el aviso del varón de Dios,
y ahora tenían su gran lio. Las vidas de
todos estaban en peligro.
15) Y siendo arrebatada la nave, y no
pudiendo poner proa al viento, nos abandonamos a él y nos dejamos llevar.
Esto dice básicamente que estaban perdiendo
el control de su nave. Y esto es lo que
tu tienes que aprender hermano.
En realidad, tu no estás en control, ni de tu
negocio, ni de tu familia. Sino que Dios
está en control de todo. Y es mejor
aprender esto, antes de encontrar te, en medio de otra, gran, crisis.
16) Y habiendo corrido a sotavento de una
pequeña isla llamada Clauda, con dificultad pudimos recoger el esquife.
El esquife es una lancha mas pequeña, que
usaban para el mantenimiento de la barca grande, y para llevar personas a la
tierra. Por el momento, dice que ganaban
otra vez un poco de control
17) Y una vez subido a bordo, usaron de
refuerzos para ceñir la nave; y teniendo temor de dar en la Sirte, arriaron las
velas y quedaron a la deriva.
Hay muchas palabras técnicas aquí, pero se
pusieron cables o sogas alrededor de la gran nave para hacer le mas fuerte.
18) Pero siendo combatidos por una furiosa
tempestad, al siguiente día empezaron a alijar, y al tercer día con nuestras
propias manos arrojamos los aparejos de la nave.
Esta es una buena promesa, que podemos
notar. ¿Quieres ignorar la palabra de
Dios, pensando que tu puedes hacer todo a tu manera? Bien, prepara te para una furiosa
tempestad. Porque Dios lo puede
mandar.
Y nótalo, para los dueños de esa nave, el
peligro era tan grave que tenían que arrojar herramientas costosas al agua.
Quieres poner tu negocio en la primera lugar,
de máxima prioridad de tu vida, ignorando tu relación con Dios. Puedes empezar a perder todo, en un instante.
Mientras los hombres de la palabra, se brillan,
en la crisis.
20) Y no apareciendo ni sol ni estrellas por
muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda
esperanza de salvarnos.
Toda esperanza de salvar sus vidas estaba perdida. Ahora la carga, el dinero, el grano, no
importaba nada. Solamente deseaban
escapar con sus vidas, pero esto parecía imposible.
Ahora podemos ver como el hombre de Dios,
puede brillar en la crisis.
21) Entonces Pablo, como hacía ya mucho que
no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto
conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para
recibir este perjuicio y pérdida.
Como que estaba diciendo, te lo dije, pero no
querían escuchar.
Y todo esto era el plan de Dios. Dios estaba estableciendo su propia credibilidad,
y la credibilidad de San Pablo.
Es que Dios sabe que hay hombres que jamás
van a tomar la mas mínima interés en su palabra hasta que se llegan a la crisis,
a la furiosa tempestad. ¡Y tu!
22-26) Pero ahora os exhorto a tener buen
ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de
la nave. Porque esta noche ha estado
conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo,
diciendo: Pablo, no temas; es necesario que
comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan
contigo. Por tanto, oh varones, tened
buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho. Con todo, es necesario que demos en alguna
isla.
Ahora, Pablo estaba brillando, en
la crisis.
Y aunque tu, hermano, no vas a tener
necesariamente un ángel apareciendo a tu lado en la noche, sí tienes la palabra
de Dios, y el consejo de otros hermanos de experiencia.
Pero la pregunta es si tu estás viviendo como
uno que es siervo de Dios, uno que pertenece al Señor, o solamente fingiendo tu
lealtad.
22-26) Pero ahora os exhorto a tener buen
ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de
la nave. Porque esta noche ha estado
conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo,
diciendo: Pablo, no temas; es necesario que
comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan
contigo. Por tanto, oh varones, tened
buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho. Con todo, es necesario que demos en alguna
isla.
Pablo ya estaba encargado de todo. El centurión, y el capitán solamente pudieron
observar al que realmente estaba dirigiendo ya.
Pero mira cómo todos iban a sobrevivir, por
causa de Pablo.
Y hay una muy importante observación en esto.
Hermanos, muchas veces los mundanos celebran,
si se pueden silenciar a los Cristianos.
Es que desean con todo su carne, evitar nuestras amonestaciones, y
nuestras llamadas al arrepentimiento.
Pero ellos solamente pueden continuar en sus
vidas, un día mas, porque nosotros aun estamos aquí. Esto fue muy claro en el caso de Lot, que
vivía en Sodoma y Gomorra.
Dios deseaba destruir todo de estas ciudades,
pero no pudo hacer nada hasta que Lot y su familia estaban quitados de allí.
27-29) Venida la decimacuarta noche, y siendo
llevados a través del mar Adriático, a la medianoche los marineros sospecharon
que estaban cerca de tierra; y echando la sonda, hallaron veinte brazas; y
pasando un poco más adelante, volviendo a echar la sonda, hallaron quince
brazas. Y temiendo dar en escollos,
echaron cuatro anclas por la popa, y ansiaban que se hiciese de día.
Tenían una manera de bajar sogas o cadenas
con algo pesado para medir la profundidad.
Y era claro que estaban llegando a la tierra de una isla. Exactamente como San Pablo dijo.
30) Entonces los marineros procuraron huir de
la nave, y echando el esquife al mar, aparentaban como que querían largar las
anclas de proa.
Esto es otro punto importante. Estos marineros deseaban escapar, y huir con
el esquife, o sea la lancha pequeña.
Y esto es exactamente como muchos padres en
nuestros tiempos, huyan de sus responsabilidades, cuando todo se pone difícil,
en la crisis.
Proverbios 25:19 Como diente roto y pie descoyuntado es la confianza en
el prevaricador en tiempo
de angustia.
Por esto, por esa actitud de
irresponsabilidad, hay muchos niños, y jóvenes que crezcan sin padre. Y muchas muchachas que cuando se casan, su
padre no aparece, y el tío, o su hermano tiene que entregar la al novio.
Pero hoy día, hermano, Dios está llamando te,
a vivir como uno que puede, brillar en la crises, y no huir.
30-32) Entonces los marineros procuraron huir
de la nave, y echando el esquife al mar, aparentaban como que querían largar
las anclas de proa. Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados:
Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros. Entonces los soldados cortaron las amarras
del esquife y lo dejaron perderse.
Pablo no dijo que se tenían que perder la
lanchita, pero los soldados no estaban jugando.
Se quitaron la tentación de una vez.
Porque esto era una situación de vida o muerte.
33) Cuando comenzó a amanecer, Pablo
exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es el decimocuarto día que
veláis y permanecéis en ayunas, sin comer nada.
Es que eran tan llenos de temor, que ni
tenían hambre, pero iban a necesitar sus fuerzas para ayudar a todos llegar a
la playa.
Salmos 102:4 Mi
corazón está herido, y seco como la hierba,
Por lo cual me olvido de comer mi pan.
¿Alguna vez has olvidado comer pan? Esto puede venir.
Regresando a Pablo…
34-35) Por tanto, os ruego que comáis por
vuestra salud; pues ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros
perecerá. Y habiendo dicho esto, tomó el
pan y dio gracias a Dios en presencia de todos, y partiéndolo, comenzó a comer.
Pablo estaba dirigiendo todo, y brillando
en la crisis.
36-37) Entonces todos, teniendo ya mejor
ánimo, comieron también. Y éramos todas las personas en la nave doscientas
setenta y seis.
Había muchas personas en la nave, que Dios
deseaba salvar, todos temporalmente, y seguramente muchos, eternamente.
Y terminando el libro de Jonás, Dios también
mencionaba números.
Dios y el profeta, andaban discutiendo hasta
el fin del libro…
Jonás 4:10-11 Y
dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la
cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer;
que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció.
¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella
gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir
entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?
Dios estaba cuidando de los niños y de los
animales, mientras el profeta Jonás se quejaba de su melón. Y si no sabes la historia, puedes leer el
libro corto en casa, con tus hijos.
38) Y ya satisfechos, aligeraron la nave,
echando el trigo al mar.
El negocio de esa barca era llevar el trigo
que vino de Egipto, a Roma, para una gran ganancia. Pero ya estaba echando el trigo como algo sin
valor.
39) Cuando se hizo de día, no reconocían la
tierra, pero veían una ensenada que tenía playa, en la cual acordaron varar, si
pudiesen, la nave.
Por una ultima vez van a intentar salvar la
nave, pero será inútil.
40-41) Cortando, pues, las anclas, las
dejaron en el mar, largando también las amarras del timón; e izada al viento la
vela de proa, enfilaron hacia la playa.
Pero dando en un lugar de dos aguas, hicieron
encallar la nave; y la proa, hincada, quedó inmóvil, y la popa se abría con la
violencia del mar.
Los hombres tenían gran experiencia, e
hicieron todo posible, pero en la predestinación de Dios, esa nave tenia que acabar,
perdida.
42) Entonces los soldados acordaron matar a
los presos, para que ninguno se fugase nadando.
Una vez mas la falta de gratitud entre los
mundanos. Para un soldado romano, si se
perdiera su prisionero, él mismo tenia que sufrir por su crimen.
Y después de estar salvado, solamente por la
presencia de San Pablo, ahora estaban dispuestos a matar lo. Esa es la locura de los mundanos.
43-44) Pero el centurión, queriendo salvar a
Pablo, les impidió este intento, y mandó que los que pudiesen nadar se echasen
los primeros, y saliesen a tierra; y los demás, parte en tablas, parte en cosas
de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra.
Bueno, hay mas de esta historia, y Pablo sí
va a llegar finalmente a Roma, pero esto es el fin del capitulo, y si quieres
ver cómo todo esto va a terminar, tendrás que regresar, para el próximo
eposidio.
*------------------------------- Conclusión ---------------------------
Es verdad que estamos viviendo ya en la
temporada post pandemia. Algunos tal vez
sientan que las brisas del sur ya vienen, o sea que
toda marcha bien.
Pero tales conclusiones pueden estar
falsas. Es posible que habrá mas crisis.
Y lo que Dios quiere es hombres, padres, ancianos,
que por su carácter y su conocimiento de la palabra, pueden brillar en la
crisis.
Y si tu quieres vivir así, cerca de Cristo,
perteneciendo a Dios, y por lo tanto siempre bajo su protección, pausa,
puedes pasar en unos momentos, y oraremos contigo.
Vamos a orar.