16 de mayo de 2021
Rescatado De La Rabia
Hechos
22:1-30
En el ultimo estudio, San Pablo regresaba a
Jerusalén, por ultima vez, aunque muchos hermanos trataban de detener lo. Llegando a la cuidad, Pablo aprendía que aun
muchos judíos que creían in Cristo, estaban en su contra, por lo que han
escuchado de él.
Y tomando la sugerencia del liderazgo de la
iglesia en Jerusalén, se fue con unos hermanos para cumplir un voto en el
templo, y casi se murió por un linchamiento.
La rabia allí era casi inmediata.
Hechos
21:27-31 Pero cuando estaban para
cumplirse los siete días,
unos judíos de Asia, al verle en el templo, alborotaron a toda la multitud y le
echaron mano,
dando voces: !!Varones israelitas, ayudad!
Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, la ley
y este lugar; y además de esto, ha metido a griegos en el templo, y ha
profanado este santo lugar.
Porque antes habían visto con él en la ciudad
a Trófimo, de Éfeso, a quien pensaban que Pablo había metido en el templo.
Así que toda la ciudad se conmovió, y se
agolpó el pueblo; y apoderándose de Pablo, le arrastraron fuera del templo, e
inmediatamente cerraron las puertas. Y
procurando ellos matarle, se le avisó al tribuno de la compañía, que toda la
ciudad de Jerusalén estaba alborotada.
Solamente estaba salvado del linchamiento,
por unos soldados romanos. Y en la
providencia de Dios, Pablo recibía su ultima oportunidad de ofrecer su defensa
a los judíos en Israel, y esto será el tema del mensaje de hoy.
Hechos
21:37-40 Cuando comenzaron a meter a
Pablo en la fortaleza,
dijo al tribuno: ¿Se me permite decirte algo? Y él dijo: ¿Sabes griego?
¿No eres tú aquel egipcio que levantó una
sedición antes de estos días, y sacó al desierto los cuatro mil sicarios?
Entonces dijo Pablo: Yo de cierto soy hombre
judío de Tarso, ciudadano de una ciudad no insignificante de Cilicia; pero te
ruego que me permitas hablar al pueblo.
Y cuando él se lo permitió, Pablo, estando en
pie en las gradas, hizo señal con la mano al pueblo. Y hecho gran silencio,
habló en lengua hebrea, diciendo:
Este oficio, sobre mil soldados romanos en
Jerusalén, deseaba entender la razón del linchamiento, y por la providencia,
Pablo aprovechaba de esa ultima oportunidad de dar su testimonio a sus hermanos
carnales.
1) Varones hermanos y padres, oíd ahora mi
defensa ante vosotros.
Aun con ese verso primero, hay aplicaciones
para nosotros. Eran silenciados
escuchando a Pablo hablar con el idioma exactamente como el suyo, pero también
por su manera de responder.
Es que ellos acaban de intentar matar lo, en
una rabia incontrolable.
Solamente las fuerzas romanas pudieran detener los, y cuando el pudo
hablar un poco con ellos, los llamaban varones, hermanos y padres.
Era muy respetuosos con ellos, y nosotros debemos
de aprender hacer el mismo, sea como sea la manera en que estamos maltratados.
Y también oramos de que las autoridades del
los gobiernos también nos extiendan sus protecciones.
1
Timoteo 2:1-2 Exhorto ante todo, a que
se hagan rogativas,
oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los
reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y
reposadamente en toda piedad y honestidad.
Para avanzar el reino de Dios, necesitamos
algo de paz, y no el alboroto constante como estamos viendo en el Israel de
hoy.
2-3) Y al oír que les hablaba en lengua
hebrea, guardaron más silencio. Y él les dijo: Yo de cierto soy judío, nacido
en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de
Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios,
como hoy lo sois todos vosotros.
Aquí Pablo trataba de corregir unas de las
calumnias en su contra. Pablo no era
antijudío, al contrario, Pablo amaba a los judíos. Pablo era muy educado, instruido por Gamaliel,
mas docto en la ley que casi todos. Y
Pablo aun estaba reconociendo los motivos que ellos tenían de matar lo, porque
el pasaba mucho tiempo en el mismo.
3-4) Yo
de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad,
instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros
padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros. Perseguía yo este Camino hasta la muerte,
prendiendo y entregando en cárceles a hombres y mujeres;
Pablo entendía su rabia, porque San
Pablo, antes caminaba en la misma rabia por mucho tiempo. Y tan feroz era su rabia, que no
solamente se maltrataba a los hermanos Cristianos, sino que también se atacaba
a las hermanas, sin misericordia alguna.
San Pablo daba evidencias de que él entendía
a ellos, y solamente pedía que ellos entendiesen un poco a su situación.
5) como el sumo sacerdote también me es
testigo, y todos los ancianos, de quienes también recibí cartas para los
hermanos, y fui a Damasco para traer presos a Jerusalén también a los que
estuviesen allí, para que fuesen castigados.
Pablo tenia mucho valor. A lo mejor los del liderazgo ya estaban
allí, y tal vez Nicodemo, o José de Arimatea.
Por esto Pablo deseaba estar presente durante las festividades, todos
estaban presentes, y Pablo dirigía su discurso a todos, sin temor a nadie.
Y que iban a decir los ancianos, todo el
mundo sabia que esto era la verdad.
6-7) Pero aconteció que yendo yo, al llegar cerca
de Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó mucha luz del cielo; y caí al
suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Ahora Pablo daba su testimonio, como hemos
visto en otros capítulos. Y también en
esto, hay aplicación para nosotros.
Muchos de nosotros también tenemos testimonios sobre la manera en que
Cristo entraba en nuestras vidas para tomar el control de nuestros destinos, y
estas historias son muy poderosas herramientas en el evangelismo.
Y nótalo, Cristo no acusa a Pablo de
perseguir a la iglesia, a los hermanos, o hasta a las hermanas. No, cristo pregunta ¿por qué me persigues a
mi? Los que ataquen a los hermanos,
atacan a Cristo. Es algo muy personal.
8) Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor?
Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues.
Para no confundir lo con otro Jesús, dice
Jesús de Nazaret, para que los judíos escuchando pudieran entender que esto fue
un anuncio desde el cielo, del Cristo resucitado. Así que en cada buen testimonio, hay
elementos del evangelio.
9) Y los que estaban conmigo vieron a la
verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba
conmigo.
Esto era un gran privilegio para Pablo, tener
a Cristo resucitado hablando personalmente con él. Ni Esteban tenia esto, en el momento de su
muerte.
10) Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me
dijo: Levántate, y ve a Damasco, y allí se te dirá todo lo que está ordenado
que hagas.
Muchos en su audiencia, sabían que Pablo era
un gran fariseo, que de repente estaba al lado de los Cristianos. Pero solamente escucharon los rumores. Hasta este momento no han escuchado los
detalles sobre cómo todo esto pasaba.
Por esto, y por el poder del espíritu Santo,
y los soldados romanos, Pablo pudo continuar un poco mas con su discurso.
11) Y como yo no veía a causa de la gloria de
la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, llegué a Damasco.
La luz estaba tan fuerte, que Pablo pasaba
tiempo como ciego. Y esto le ayudaba a
saber que en su persecución de la iglesia, era espiritualmente ciego.
Y hablando de testimonios, yo recuerdo que
hace muchísimos años, cuando yo estuve en Alemania, en el ejercito, antes de
ser Cristiano, un hermano trataba de evangelizar me, y como no pudo lograr nada
conmigo, me dijo, “Marcos, no entiendes, porque estás ciego”.
12-13) Entonces uno llamado Ananías, varón
piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí
moraban, vino a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y
yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré.
Hay tres hombres en el libro de hechos con el
nombre Ananías, y esto es el único bueno.
Pero era claro que este Ananías era también un judío con gran
testimonio, varón piadoso según la ley.
Así que lo que pensaban de los hermanos judíos, que eran anti-ley, era
una gran calumnia.
14) Y él dijo: El Dios de nuestros padres te
ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de
su boca.
Tenemos que entender que Pablo no buscaba a
Cristo. Pablo solamente luchaba en
contra de Cristo. Pero por la gracia de
Dios, y no por ningún merito, Pablo estaba escogido. Como todos nosotros.
Efesios 2:8-9 Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros, pues
es don de Dios; no por obras,
para que nadie se gloríe.
14) Y él dijo: El Dios de nuestros padres te
ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de
su boca.
Aunque muchos hermanos estaban en contra de
Pablo regresando a Jerusalén, dice aquí que Pablo conocía la voluntad del
Señor. Esto fue su destino.
Tiene que terminar en Roma, y hablar con
muchos magistrados y reyes en el proceso.
15) Porque serás testigo suyo a todos los
hombres, de lo que has visto y oído.
Se puede decir que esto no era ninguna
exageración, considerando todas las cartas de San Pablo y el contenido de este
libro de Hechos.
En este domingo, en todo continente del
mundo, hay hermanos, hermanas, estudiando el testimonio de San Pablo. Su testimonio, bajo el control del Espíritu
Santo, sigue cambiando al mundo.
16) Ahora, pues, ¿por qué te detienes?
Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.
Este verso ha sido la base de muchas
controversias. Pero creo que es porque
los hermanos modernos, tienen poco concepto del pacto de Dios.
Claro estamos lavados por la sangre de
Cristo, llegando a él en fe y en arrepentimiento. Pero el bautismo es la manera en que,
formalmente, te haces tu entrada en la iglesia de Cristo.
Así que no tiene nada de malo hablar así.
Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.
Y si tu aun no has sido bautizado, la
pregunta es para ti. ¿por qué te detienes?
17-18) Y me aconteció, vuelto a Jerusalén,
que orando en el templo me sobrevino un éxtasis. Y le vi que me decía: Date prisa, y sal
prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí.
Es posible que algunos llegaron a la fe,
escuchando este discurso, allá en Jerusalén, pero la gran mayoría de los juicios
entonces, como ahora, estaban duros en su incredulidad.
Yo conocí un Pastor, se llamaba Baruch, que
vino a un estudio Bíblico donde yo asisto, y era fundador de una iglesia
Cristina en Jerusalén.
Tenían hermanos judíos, alabando con hermanos
palestinos. Y si, en Cristo, se pudieron
vivir en paz.
Pero hasta la fecha, la gran mayoría allá en
Israel, tienen un odio por la fe Cristiana.
Y por esto, sus problemas persistan, y la rabia es incansable.
19-20) Yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba
y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; y cuando se derramaba
la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía
en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban.
Pablo siempre pensaba que su testimonio pudo
tener un gran impacto sobre aquellos judíos.
Pero el Señor sabia que aun no era su tiempo. Dice en Romanos 11 que en el futuro podemos
esperar muchos judíos llegando a la fe.
Pero como siervo file, Cristo consentía este
gran deseo que Pablo tenia de predicar a sus hermanos carnales. Pero el discurso estaba llegado a su fin, muy
rápidamente.
21) Pero me dijo: Ve, porque yo te enviaré
lejos a los gentiles.
Esto puso fin a todo. Con esto la bomba de la rabia
explotaba otra vez.
Es que, en Jerusalén entonces, y aun ahora,
se tenían un complejo de la superioridad.
Y por esto no se pudieron imaginar a los gentiles, entrando en el reino
de Dios, iguales a ellos.
22) Y le oyeron hasta esta palabra; entonces
alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a tal hombre, porque no conviene
que viva.
Otra vez, la rabia estaba encendida,
porque Pablo estaba extendiendo el reino de Dios, a los no judíos. Actualmente es algo peor, porque Cristo
prometía quitar el reino de estos judíos incrédulos y dar le a otros.
Terminando la parábola de los obreros malos,
Cristo dijo…
Mateo 21:42-44 ¿Nunca leísteis en las Escrituras:
La
piedra que desecharon los edificadores,
Ha venido a ser cabeza del ángulo.
El Señor ha hecho esto,
Y es cosa maravillosa a
nuestros ojos?
Por tanto os digo, que el reino de Dios será
quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él. Y el que cayere sobre esta piedra será
quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará.
Por esto, San Pablo estaba desesperado,
deseando hacer cualquier cosa, para traer los a Cristo. Como vimos en viernes con Moisés, Pablo
estaba dispuesto a poner se en la brecha para ellos.
Romanos 9:1-3 Verdad
digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da
testimonio en el Espíritu Santo, que tengo
gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.
Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis
hermanos, los que son mis parientes según la carne.
Pero estos judíos simplemente no pudieron
entender, sino que sus mentes estaban encendidas con la rabia.
23-24) Y como ellos gritaban y arrojaban sus
ropas y lanzaban polvo al aire, mandó el tribuno que le metiesen en la
fortaleza, y ordenó que fuese examinado con azotes, para saber por qué causa
clamaban así contra él.
Este gran oficio sobre mil soldados, aun no
entendía exactamente lo que Pablo ha hecho para provocar esa rabia. Y en aquellos tiempos tenían maneras muy
brutales de sacar las confesiones.
25) Pero cuando le ataron con correas, Pablo
dijo al centurión que estaba presente: ¿Os es lícito azotar a un ciudadano
romano sin haber sido condenado?
Pablo aun era muy calmado. Es que conocía todos sus derechos. Y también se mantenía la calma porque el
Espíritu Santo ha revelado por profecía que nada de esto iba a ser fácil. Pablo también tenía montones de hermanos
orando por él.
Pero no se quejaba de su maltrato,
simplemente se ofrecía una pregunta.
25-26) Pero cuando le ataron con correas,
Pablo dijo al centurión que estaba presente: ¿Os es lícito azotar a un ciudadano
romano sin haber sido condenado? Cuando
el centurión oyó esto, fue y dio aviso al tribuno, diciendo: ¿Qué vas a hacer?
Porque este hombre es ciudadano romano.
Pablo era romano, por nacimiento. Tal vez por algo que hizo su padre.
Y los romanos tenían ciertos derechos, y
Pablo, como una persona que estudiaba, conocía todos los detalles de sus
derechos.
No se invocaba esto antes, sino que se sufrió
mucho, pero ahora como romano, tenia que acabar, de una manera u otra, tarde o
temprano, en Roma.
27) Vino el tribuno y le dijo: Dime, ¿eres tú
ciudadano romano? El dijo: Sí.
El soldado centurión lo creía. Porque nadie diría que era romano como
mentira, porque las consecuencia de mentir sobre esto seria insoportable, tal
vez una crucifixión.
Pero el tribuno, que estaba sobre mil
soldados, deseaba preguntar.
27-29) Vino el tribuno y le dijo: Dime, ¿eres
tú ciudadano romano? El dijo: Sí. Respondió
el tribuno: Yo con una gran suma adquirí esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo:
Pero yo lo soy de nacimiento.
Así que, luego se apartaron de él los que le
iban a dar tormento; y aun el tribuno, al saber que era ciudadano romano,
también tuvo temor por haberle atado.
Pablo, como persona muy educada, sabia todos
los trucos. Y no podemos olvidar que el Espíritu
Santo también estaba con él.
Nosotros, conociendo la historia sabemos que
Pablo simplemente tiene que llegar a Roma, Cristo mismo dirá en el próximo
capitulo…
Hechos 23:11 Ten
ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en
Jerusalén, así es necesario
que testifiques también en
Roma.
Pablo iba a tener una gran influencia en el
centro, del control pagano.
30) Al día siguiente, queriendo saber de
cierto la causa por la cual le acusaban los judíos, le soltó de las cadenas, y
mandó venir a los principales sacerdotes y a todo el concilio, y sacando a
Pablo, le presentó ante ellos.
Y aquí también Pablo va a ejercer su poder de
intelectual, dividiendo el concejo entre fariseos y saduceos. Pero esto es el fin del capitulo, y si deseas
ver todo esto, tendrás que regresar la próxima semana.
*------------------------------- Conclusión ---------------------------
Una y otra vez, San Pablo estaba rescatado
de la rabia, de los judíos incrédulos.
Y era algo interesante para mi, estudiado todo esto, mientras en el
mundo entero, hay otra rabia explotando, entre judíos de Jerusalén y los
Palestinos.
El conflicto es muy complicado, y ayer habían protestas en las ciudades grandes en muchas partes
del mundo. Hasta en Japón, estaban protestando
sobre la rabia en Israel.
No voy a entrar ni en detalles, ni en las
especulaciones proféticas, pero una cosa es segura, los dos lados necesitan a
Cristo, porque solamente en Cristo, hay oportunidad de paz.
Y si tu estás en Cristo ahora, y no tienes la
paz en tu corazón, o en tu familia, pausa, yo quiero orar por ti. Porque la paz, es una de las grandes promesas
de la vida Cristiana.
Nosotros mas que todos, debemos de vivir, rescatados
de la rabia.
Vamos a orar.