5 de febrero de
21
El
Car‡cter Inalterable
ƒxodo
20:1-26
En el ultimo mensaje, hab’a mucha preparaci—n, para recibir la santa
ley, directamente de Dios.
Y ahora, la ley viene, por la boca de Dios mismo.
1-2) Y habl— Dios todas estas
palabras, diciendo:
Yo soy Jehov‡ tu Dios, que te saquŽ de
la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
Dios habla de esa redenci—n, porque con esto, Dios tenia dos bases de
su autoridad.
Antes que nada Dios era su creador, y el creador de todo. Por esto Dios tiene el derecho, y el
poder, y la sabidur’a de establecer las reglas.
Y en segundo lugar, Dios los sacaban de Egipto, fiel a su pacto. Y por esto el pueblo debe de obedecer,
tambiŽn por su gratitud, de no quedar se pudriendo en la esclavitud, como
propiedad del Fara—n.
Y como que en nuestra generaci—n, hay bastante confusi—n sobre el
concepto del la ley de Dios, unos puntos mas son necesarios.
Solamente Dios puede cambiar su ley, y lo ha hecho.
En el tiempo de Ad‡n y Eva, un joven pudo casar se con su
hermana. Los que burlan de las
escrituras, a veces preguntan a los hermanos, ÒDe donde consign—, Ca’n a su
esposa.Ó
Respuesta:
Se casaba con su hermana, y no hubo problema. La informaci—n genŽtica era
suficientemente pura entonces, que esto no tenia el resigo de defectos de
nacimiento como mas tarde.
Hasta Abraham estaba casado con su media hermana. Pero llegando al libro de Lev’tico, que
era mas tarde, Dios declaraba leyes en contra del las relaciones incestuosas.
Hubo un cambio, pero el cambio fue hecho por Dios, no por el hombre.
Deuteronomio 4:2 No
a–adirŽis a la palabra que yo os
mando, ni disminuirŽis de ella, para
que guardŽis los mandamientos de Jehov‡ vuestro Dios que yo os ordeno.
Si haya leyes que parecen extra–as, o duras, no es para el hombre
hacer cambios porque no le gusta el precepto de Dios.
Cristo manten’a esa postura rigorosamente.
Mateo 5:17-19 No pensŽis
que he venido para abrogar la ley o
los profetas; no he venido para
abrogar, sino para cumplir.
Porque de cierto os digo que hasta que
pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasar‡ de la ley, hasta
que todo se haya cumplido.
De manera que cualquiera que quebrante
uno de estos mandamientos muy peque–os, y as’ ense–e a los hombres, muy
peque–o ser‡ llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y
los ense–e, Žste ser‡ llamado grande en el reino de los cielos.
El hombre no tiene la autoridad de cambiar ni una jota, ni una
tilde, de lo que Dios nos ha dado.
Dios puede hacer cambios, y veremos unos cambios este domingo, cuando
Pedro va a la casa de Cornelio, entendiendo que ya puede comer todas las
comidas, hasta las que eran antes prohibidas.
3) No tendr‡s dioses ajenos delante de
m’.
Esto condena mucho. Todo
ateismo es sumamente malo, y severamente condenado.
Esto es una fuerte amonestaci—n en contra de la ignorancia.
Porque, por medio de la ignorancia muchos adoran lo que no ni saben,
porque ni saben como es Dios. Como
Cristo dijo a la mujer Samaritana.
Juan 4:22 Vosotros ador‡is lo
que no sabŽis; nosotros
adoramos lo que sabemos; porque la
salvaci—n viene de los jud’os.
Y hasta la fecha, estudiamos libros que han venido de los Jud’os,
porque Dios se revel— a si mismo, a ellos primeramente. Dios tenia el derecho de hacer esto,
porque Dios es soberano.
4) No te har‡s imagen, ni ninguna
semejanza de lo que estŽ arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las
aguas debajo de la tierra.
Esto no condena toda forma de arte. Solamente no se puede usar im‡genes, dibujos, estatuas en el
servicio de alabanza o devoci—n.
Es un crimen sumamente grave.
5-6) No te inclinar‡s a ellas, ni las
honrar‡s; porque yo soy Jehov‡ tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de
los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaci—n de los que me
aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis
mandamientos.
Dice en el libro de Deuteronomio, que se puede decir que los diez
mandamientos son el pacto.
Deuteronomio 4:13 Y
Žl os anunci— su pacto, el cual os
mand— poner por
obra; los diez
mandamientos, y
los escribi— en dos
tablas de piedra.
Unas de las caracter’sticas del pacto, nada popular en nuestros tiempos
pero muy f‡cil de probar en las escrituras, es que andando fiel al pacto hay
bendiciones, y rompiendo el pacto hay maldiciones.
Lo puedes ver muy claramente en estos dos vers’culos.
5-6) No te inclinar‡s a ellas, ni las
honrar‡s; porque yo soy Jehov‡ tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de
los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaci—n de los que me
aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis
mandamientos.
Los que evitan las im‡genes, alabando en obediencia ser‡n bendecidos
por muchas generaciones. Los que se
atreven a emplear las im‡genes en su alabanza, inclinando se a ellas, aborrecen
a Dios, y van a pagar no solamente ellos mismos , sino los suyos hasta la
tercera y cuarta generaci—n.
Es muy claro aqu’, que si amamos a Dios, lo expresaremos en nuestra
obediencia a su ley. Cristo
ense–aba el mismo.
Juan 14:15 Si
me am‡is, guardad mis mandamientos.
Un concepto simple, y muy antiguo.
5-6) No te inclinar‡s a ellas, ni las
honrar‡s; porque yo soy Jehov‡ tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de
los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaci—n de los que me
aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis
mandamientos.
La ignorancia, la tradici—n es muy peligrosa. Yo he visto iglesias, en la
extranjera con cientos de im‡genes.
Y la palabra dice que estos aborrecen a Dios, y van a pagar muy duramente.
San Pablo tambiŽn confirmaba la postura de Cristo de que el amor, se
expresa con el cumplimiento de la ley..
Romanos 13:8-10 No deb‡is a nadie
nada, sino el amaros
unos a otros; porque el que ama al
pr—jimo, ha cumplido la ley.
Porque: No adulterar‡s, no matar‡s, no
hurtar‡s, no dir‡s falso testimonio, no codiciar‡s, y cualquier otro mandamiento,
en esta sentencia se resume: Amar‡s a tu
pr—jimo como a ti mismo.
El amor no hace mal al pr—jimo; as’
que el cumplimiento de la ley es el amor.
Si dices que amas a Dios, mientras andas despreciando sus
mandamientos, est‡s severamente enga–ado, y esto puede costar te, muy caro.
7) No tomar‡s el nombre de Jehov‡ tu
Dios en vano; porque no dar‡ por inocente Jehov‡ al que tomare su nombre en
vano.
Aqu’ hay otra amonestaci—n, de maldici—n. Muchos de nuestros tiempos toman el nombre de Cristiano, mientras
vivan vidas mundanas. Esto es la religi—n
vana, que toma el nombre de Dios en vano.
Dice en el libro de Santiago.
Santiago 1:26 Si alguno se
cree religioso entre vosotros, y
no refrena su lengua, sino que enga–a
su coraz—n, la religi—n del tal es vana.
La religi—n vana puede ser una realidad. Y es muy comœn ahora.
Cuando yo estuve predicando en el aire libre en Santa Ana, conoc’a
muchos que predicaban en frente de las cl’nicas de aborto.
Y todos dec’an que cuando se trataban de persuadir a las parejas a no
matar a su bebe en el vientre de la mama, pausa,
muchos ahora dicen, ÒÁNo! Est‡ bien, nosotros somos Cristianos, y ya
sabemos que Dios est‡ bien con esto.Ó
Andan tomando el nombre de Dios en vano, y van a pagar.
Cristo dijo enÉ
Mateo 15:7-9 Hip—critas,
bien profetiz— de vosotros Isa’as,
cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su coraz—n est‡ lejos de m’.
Pues en vano me honran,
Ense–ando como doctrinas, mandamientos
de hombres.
Han abandonado la ley de Dios, para seguir los mandamientos de los
hombres. La hipocres’a es una
manera f‡cil de tomar el nombre de Dios en vano. pausa
Pero hay otros que todo el d’a dicen, ÒAy Dios m’oÓ, o en Ingles dicen
ÒOh my God, Jesus ChristÓ. Estos
van a pagar por cada ofensa porque Cristo dijoÉ
Mateo 12:36 Mas
yo os digo que de toda palabra ociosa que
hablen los hombres, de ella dar‡n
cuenta en el d’a del juicio.
8) AcuŽrdate del d’a de reposo para
santificarlo.
Parece aqu’ que Dios sabia que tarde o tempraneo ’bamos a olvidar de
esa ley. Y claro, hay una
ense–anza moderna que trata de abolir esto con unos versos del nuevo
testamento.
Colosenses 2:16-17 Por
tanto, nadie os juzgue en comida o en
bebida, o en cuanto a d’as de fiesta,
luna nueva o d’as de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero
el cuerpo es de Cristo.
Tratan de usar esto para eliminar el cuarto mandamiento. Pero es una doctrina muy nueva. Tiene menos de dos cientos a–os. Y en nuestros tiempos se hacen
cualquier cosa para atacar a la ley.
Pero est‡ hablando de las leyes ceremoniales que fueron establecidos
por MoisŽs, en que ten’an muchos d’as de reposo.
Y la ley ceremonial, con las leyes sobre la comida s’ fueron quitadas
por Dios. Pero el descansar un
d’a, despuŽs de trabajar seis, no empezaba con MoisŽs, sino con la creaci—n.
GŽnesis 2:2-3 Y acab— Dios
en el d’a sŽptimo la obra que
hizo; y repos— el d’a sŽptimo de toda
la obra que hizo.
Y vamos a ver mas sobre la creaci—n, en este mandamiento.
8-11) AcuŽrdate del d’a de reposo para
santificarlo.
Seis d’as trabajar‡s, y har‡s toda tu
obra;
mas el sŽptimo d’a es reposo para
Jehov‡ tu Dios; no hagas en Žl obra alguna, tœ, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu
siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que est‡ dentro de tus
puertas.
Porque en seis d’as hizo Jehov‡ los
cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y repos— en el
sŽptimo d’a; por tanto, Jehov‡ bendijo el d’a de reposo y lo santific—. (El origen de la
semana)
Es una ordenanza de la creaci—n, y no solamente algo del pacto
ceremonial de MoisŽs.
Otra cosa, la gran mayor’a de los Cristianos en este pa’s, ni creen
que Dios hizo el mundo en seis d’as.
Y no solamente tienen su guerra en contra de GŽnesis, sino que tienen
su guerra con estas tablas de piedra tambiŽn.
Poco a poco los Cristianos de Europa y de Los estados unidos, han
abandonado la palabra de Dios en lo mas fundamental, y por esto podemos ver la
ira y la maldici—n de Dios, cayendo sobro nosotros, en todos lados.
12) Honra a tu padre y a tu madre,
para que tus d’as se alarguen en la tierra que Jehov‡ tu Dios te da.
Otra vez, te puedes ver aqu’, la promesa de una bendici—n, por el
cumplimento, porque es parte del pacto.
Si un hijo desprecia a sus padres, tambiŽn tiene promesa.
Proverbios 30:17 El
ojo que escarnece a su padre
Y menosprecia la ense–anza de la
madre,
Los cuervos de la ca–ada lo saquen,
Y lo devoren los hijos del ‡guila.
13) No matar‡s.
Para entender bien la ley de Dios, hay que tomar todo en su
contexto. El asesino es condenado,
pero implementar la pena de muerte no es un asesino.
Hasta en GŽnesis despuŽs del diluvio diceÉ
GŽnesis 9:5-6 Porque
ciertamente demandarŽ la sangre de
vuestras vidas; de mano de todo animal
la demandarŽ, y de mano del hombre; de mano del var—n su hermano demandarŽ la
vida del hombre.
El que derramare sangre de hombre, por
el hombre su sangre ser‡ derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
Dios est‡ en favor de la pena de la muerte en muchos casos.
ÀY que dice el nuevo testamento sobre todo esto? Unos ejemplos.
1 Timoteo 1:8-10 Pero
sabemos que la ley es buena, si uno
la usa leg’timamente; conociendo esto,
que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y
desobedientes, para los imp’os y pecadores, para los irreverentes y profanos,
para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
para los fornicarios, para los
sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para
cuanto se oponga a la sana doctrina.
La ley es buena, y tiene su prop—sito, cuando est‡ bien usada.
Hebreos 2:2-3 Porque si la
palabra dicha por medio de los
‡ngeles fue firme, y toda
transgresi—n y desobediencia recibi— justa retribuci—n, Àc—mo escaparemos nosotros, si
descuidamos una salvaci—n tan grande? La cual, habiendo sido anunciada
primeramente por el Se–or, nos fue confirmada por los que oyeron.
Los modernos de hoy, a veces dicen que los castigos del testamento
antiguo eran crueles, excesivos, una barbaridad.
Pero dice aqu’ en Hebreos, nuevo testamento, toda transgresi—n y
desobediencia recibi— justa retribuci—n.
El comentario del nuevo testamento, sobre los castigos del viejo, es
que eran una justa retribuci—n.
Y antes de dejar la ley de Òno matarasÓ, hay que ir a É
1 Juan 3:15 Todo
aquel que aborrece a su hermano es
homicida; y sabŽis que ningœn homicida
tiene vida eterna permanente en Žl.
Hay una forma de asesinar, que pasa sin levantar un dedo en contra de
la persona.
14) No cometer‡s adulterio.
La ley quiere proteger a la familia. Y Cristo dijo que te puedes romper esa ley tambiŽn, con una
mirada.
Mateo 5:27-28 O’steis que
fue dicho: No cometer‡s adulterio.
Pero yo os digo que cualquiera que
mira a una mujer para codiciarla, ya adulter— con ella en su coraz—n.
Y claro, estudiando todo en su contexto, ver‡s que esa ley est‡ en
contra de la pornograf’a, de toda forma de perversi—n sexual, y hasta el sexo
con animales. Aqu’ en los diez
mandamientos es solamente un resuman.
15) No hurtar‡s.
La ley de Dios afirma la propiedad privada.
As’ que condena el comunismo contundentemente. Y por esto los comunistas siempre han
atacado a las iglesias Cristianas.
16) No hablar‡s contra tu pr—jimo
falso testimonio.
Esto condena las mentiras, especialmente en la corte, o en otra forma
de juicio, donde hay testigos.
Y ahora el ultimo, porque esto no es un estudio profundo sobre los
diez mandamientos, solamente estamos pasando por este capitulo, estudiando
Žxodo.
Se pudiera decir much’simo mas sobre cada uno de estas leyes.
17) No codiciar‡s la casa de tu
pr—jimo, no codiciar‡s la mujer de tu pr—jimo, ni su siervo, ni su criada, ni
su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu pr—jimo.
La codicia es la manera en que muchos pecados graves empiezan. David codiciaba la mujer de uno de sus
soldados, y se terminaba perdiendo cuatro hijos como consecuencia, y la espada
da–aba a su familia por toda la vida.
San Pablo tenia una moralidad casi intachable, por fuera, pero cuando
esa ley vino, le causaba la muerte.
Romanos 7:9 ÀQuŽ
diremos, pues? ÀLa ley es pecado? En
ninguna manera. Pero yo no conoc’ el
pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no
dijera: No codiciar‡s.
Mas el pecado, tomando ocasi—n por el
mandamiento, produjo en m’ toda codicia; porque sin la ley el pecado est‡
muerto.
Y yo sin la ley viv’a en un tiempo;
pero venido el mandamiento, el pecado revivi— y yo mor’.
Pablo, como gran intelectual tiene una manera sofisticada de decir las
cosas. El pensaba que viv’a bien,
pero vino la ley en poder, y mataba, su viejo hombre. Ojala esto ha pasado contigo tambiŽn.
Ahora podemos cumplir el capitulo, observando la manera en que el
pueblo reaccionaba.
18) Todo el pueblo observaba el estruendo
y los rel‡mpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viŽndolo
el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.
En el principio, se acercaba, por su curiosidad. Ahora deseaban ir corriendo.
19) Y dijeron a MoisŽs: Habla tœ con
nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no
muramos.
Escuchando la ley en su pureza, es algo espantoso. Es que ninguno de nosotros hemos
cumplido la ley como hemos sido mandados.
Fue claro que el hombre ca’do, tiene que tener un mediador entre el
hombre y su Dios.
En este momento su mediador era MoisŽs.
20) Y MoisŽs respondi— al pueblo: No
tem‡is; porque para probaros vino Dios, y para que su temor estŽ delante de
vosotros, para que no pequŽis.
El temor de Dios es una protecci—n. Evitando el pecado es la manera buena de vivir, aunque no
podemos hacer lo completamente.
Pero aqu’ hay dos formas del temor.
20) Y MoisŽs respondi— al pueblo: No
tem‡is; porque para probaros vino Dios, y para que su temor estŽ delante de
vosotros, para que no pequŽis.
No tem‡is, como que Dios te va a destruir, pero si vives en un temor
de reverencia, para Žl que ha establecido las reglas.
21-23) Entonces el pueblo estuvo a lo
lejos, y MoisŽs se acerc— a la oscuridad en la cual estaba Dios. Y Jehov‡ dijo a MoisŽs: As’ dir‡s a los hijos de Israel:
Vosotros habŽis visto que he hablado desde el cielo con vosotros. No hag‡is conmigo dioses de plata, ni
dioses de oro os harŽis.
Dios sabia que esto seria la gran tentaci—n, para ellos. Hacer Dioses de plata o de oro, era el
pecado de su generaci—n. De hecho
en poco tiempo iban a formar un becerro de oro. Pero esto iba a ser bien costoso para algunos de ellos.
24) Altar de tierra har‡s para m’, y
sacrificar‡s sobre Žl tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus
vacas; en todo lugar donde yo hiciere que estŽ la memoria de mi nombre, vendrŽ
a ti y te bendecirŽ.
Esto fue sobre los sacrificios, de animales inocentes, por lo cual,
los fieles pudieron ver algo del sacrificio de Cristo.
Por la sangre de un inocente, se pudieron alcanzar el perd—n.
25-26) Y si me hicieres altar de
piedras, no las labres de canter’a; porque si alzares herramienta sobre Žl, lo
profanar‡s. No subir‡s por gradas
a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a Žl.
Dios no deseaba altares elegantes en todos lados, porque iban a tomar
los mas tarde con supersticiones.
Y no deseaba que los sacerdotes se suban, exponiendo su cuerpo, porque
todo en la alabanza de Dios tiene que tener una pureza, y una dignidad.
========================= Conclusi—n ======================
Bueno, entendiendo bien el poder de la ley, que es una reflecci—n del car‡cter inalterable de Dios, el
pueblo gritaba por un mediador.
Y esto es exactamente lo que nosotros tenemos en Cristo.
1 Timoteo 2:5-6 Porque hay un
solo Dios, y un solo
mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre, el cual se dio a s’ mismo en rescate por todos, de lo cual
se dio testimonio a su debido tiempo.
Cristo tenia que morir, porque la santa ley de Dios tiene que recibir
su justo precio.
Y si tu quieres estar seguro de que Cristo ha pagado por tus
transgresiones, en contra de esa santa ley, puedes pasar al frente en unos
momentos y oraremos, contigo.
Vamos a Orar