22 de enero de 21
La
Reuni—n Familiar
ƒxodo
18:1-27
Parece como que MoisŽs ha estado viviendo lejos de su esposa y de sus
hijos, por un tiempo. Pero en el
capitulo de hoy, hay una gran reuni—n
familiar.
1-2) Oy— Jetro sacerdote de Madi‡n,
suegro de MoisŽs, todas las cosas que Dios hab’a hecho con MoisŽs, y con Israel
su pueblo, y c—mo Jehov‡ hab’a sacado a Israel de Egipto.
Y tom— Jetro suegro de MoisŽs a SŽfora
la mujer de MoisŽs, despuŽs que Žl la envi—,
Dice que Jetro era un sacerdote, pausa,
Àpero de que religi—n? No hay muchos detalles sobre esto, pero Jetro era tambiŽn
descendiente de Abraham, y tal vez tenia algœn conocimiento del Dios verdadero.
3-4) y a sus dos hijos; el uno se
llamaba Gers—n, porque dijo: Forastero he sido en tierra ajena; y el otro se
llamaba Eliezer, porque dijo: El Dios de mi padre me ayud—, y me libr— de la
espada de Fara—n.
Si MoisŽs ha pasado un tiempo largo, lejos de su esposa y sus hijos,
era un gran sacrificio.
Pero parece que hasta los disc’pulos de Cristo pasaban tiempo lejos de
sus seres queridos.
Mateo 19:29 Y
cualquiera que haya dejado casas, o
hermanos, o hermanas, o padre, o
madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibir‡ cien veces
m‡s, y heredar‡ la vida eterna.
5-6) Y Jetro el suegro de MoisŽs, con
los hijos y la mujer de Žste, vino a MoisŽs en el desierto, donde estaba
acampado junto al monte de Dios; y dijo a MoisŽs: Yo tu suegro Jetro
vengo a ti, con tu mujer, y sus dos hijos con ella.
Esto era un tiempo de gran gozo, una gran reuni—n familiar.
Pero la ultima vez que vimos la esposa de MoisŽs, las cosas no andaban
tan tranquilamente.
Es que MoisŽs, empezando a regresar a Egipto, casi fue matado por
Dios. Para muchos esto seria un
pasaje extra–o, pero una vez entendiendo la importancia del pacto, tiene mucho
sentido.
ƒxodo 4:24-26 Y aconteci—
en el camino, que en una posada
Jehov‡ le sali— al encuentro, y quiso
matarlo.
Entonces SŽfora tom— un pedernal
afilado y cort— el prepucio de su hijo, y lo ech— a sus pies, diciendo: A la
verdad tœ me eres un esposo de sangre.
As’ le dej— luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa
de la circuncisi—n.
Era claro que por el descuido de la circuncisi—n, la se–al del pacto,
Dios estaba sumamente enojado.
Y MoisŽs, a lo mejor estaba incapacitado por la presencia de la ira de
Dios, en su contra.
Por esto su esposa tenia que llevar acabo la circuncisi—n con rapidez,
pero despuŽs se quejaba mucho.
Parece que esto fue la causa de su separaci—n, pero esto era en el
pasado, y ahora era el momento de reconciliar se.
Pero podemos notar que los detalles del pacto, pueden ser tomados como
cosas de poca importancia para el hombre, pero para Dios, el pacto es todo.
7) Y MoisŽs sali— a recibir a su
suegro, y se inclin—, y lo bes—; y se preguntaron el uno al otro c—mo estaban,
y vinieron a la tienda.
Por las formalidades, los dos hombres se saludaron, y no dice nada,
aun, de MoisŽs y su esposa.
8) Y MoisŽs cont— a su suegro todas
las cosas que Jehov‡ hab’a hecho a Fara—n y a los egipcios por amor de Israel,
y todo el trabajo que hab’an pasado en el camino, y c—mo los hab’a librado
Jehov‡.
MoisŽs estaba dando su testimonio, o se puede decir que MoisŽs estaba
evangelizando su suegro.
Porque Jetro era un hombre de gran influencia, y su pueblo jam‡s iba a
salir como los enemigos del pueblo Hebreo.
9-10) Y se alegr— Jetro de todo el
bien que Jehov‡ hab’a hecho a Israel, al haberlo librado de mano de los
egipcios. Y Jetro dijo: Bendito sea Jehov‡, que os
libr— de mano de los egipcios, y de la mano de Fara—n, y que libr— al pueblo de
la mano de los egipcios.
Juntos, estaban alabando a Jehov‡ por todo lo que ha hecho en ese gran
liberaci—n. Y cuando se puede
alabar con otros, sobre las obras maravillosas de Dios, son momentos de alegr’a
y de gran celebraci—n.
11) Ahora conozco que Jehov‡ es m‡s
grande que todos los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleci—
contra ellos.
El Fara—n era muy orgulloso, pero Dios lo puso en su lugar, en la
tumba, en el infierno. Y era una
historia que el mundo jam‡s ha olvidado.
Santiago 4:6 Por esto
dice: Dios resiste a los soberbios,
y da gracia a los
humildes.
12) Y tom— Jetro, suegro de MoisŽs,
holocaustos y sacrificios para Dios; y vino Aar—n y todos los ancianos de
Israel para comer con el suegro de MoisŽs delante de Dios.
Era como un gran convivi—, despuŽs de algo como la Santa Cena, pero en
el testamento antiguo.
Y con todas las molestias en la vida de MoisŽs, guiando un pueblo
carnal por el desierto, pausa, estos
eran momentos muy refrescantes.
Pero el trabajo de MoisŽs tenia que continuar, aunque tenia visitante.
A veces puedes observar a hermanos en las iglesias, que si tienen familia
visitando, ni van a aparecer en la iglesia, tomando los visitantes como mas
importantes.
Pero MoisŽs no era as’, sino que aun con su suegro presente, se
continuaba sirviendo a su Dios.
Y era bien, porque Dios iba a usar este Jetro, para introducir unas correcciones. Y son muy relevantes a nosotros, con la
reuni—n anual ya tan cerca.
13) Aconteci— que al d’a siguiente se
sent— MoisŽs a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de MoisŽs desde la
ma–ana hasta la tarde.
Parece que ten’an muchos asuntos de arreglar entre los hermanos. Si estos hermanos se quejaban tanto de
las providencias de Dios, y si se estaban murmurando tanto en contra de MoisŽs,
seguramente ten’an contiendas entre si.
Y es una gran vergŸenza y esc‡ndalo, que un pueblo que ha sido
redimido por el poder de Dios, no puede vivir en paz, consigo mismo.
14) Viendo el suegro de MoisŽs todo lo
que Žl hac’a con el pueblo, dijo: ÀQuŽ es esto que haces tœ con el pueblo? ÀPor
quŽ te sientas tœ solo, y todo el pueblo est‡ delante de ti desde la ma–ana
hasta la tarde?
A veces aun los hombres muy talentosos, muy capaces en muchas ‡reas,
andan ciegos, en tŽrminos de algunas de sus practicas.
Y esto fue el caso con MoisŽs.
Estaba juzgando el pueblo, y resolviendo conflictos, pero lo hizo de una
manera que no tenia sentido.
15) Y MoisŽs respondi— a su suegro:
Porque el pueblo viene a m’ para consultar a Dios.
MoisŽs no lo tom— mal, pero simplemente trataba de explicar sus razones.
16) Cuando tienen asuntos, vienen a
m’; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus
leyes.
Era un gran error de parte de MoisŽs, pero muchos Pastores en las
iglesia modernas, repitan la misma locura.
Jetro va a estar un poco severo con su yerno, pausa, pero los dos ten’an un respeto mutuo, y MoisŽs no lo va a
tomar mal.
17) Entonces el suegro de MoisŽs le
dijo: No est‡ bien lo que haces.
Y ojala, muchos pastores modernos pudieron tomar este declaraci—n como
una llamada a ellos mismos, de parte del Esp’ritu Santo de Dios.
Continuando JetroÉ
18) Desfallecer‡s del todo, tœ, y
tambiŽn este pueblo que est‡ contigo; porque el trabajo es demasiado pesado
para ti; no podr‡s hacerlo tœ solo.
A lo mejor ten’an una cola muy larga, esperando que MoisŽs como juez,
escuchara sus casos.
Y hay algo ir—nico en todo esto, porque en el principio, no querr’an
escuchar sus consejos como vimos enÉ
ƒxodo 2:13-14 Al d’a
siguiente sali— y vio a dos hebreos que
re–’an; entonces dijo al que
maltrataba al otro: ÀPor quŽ golpeas a tu pr—jimo?
Y Žl respondi—: ÀQuiŽn te ha puesto a
ti por pr’ncipe y juez sobre nosotros? ÀPiensas matarme como mataste al
egipcio? Entonces MoisŽs tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido
descubierto.
En el principio, el problema era que nadie deseaba su consejo. Pero ahora el problema es que todos
desean su consejo, y no hay suficiente horas en el d’a para atender a todos.
Pero ya viene el consejo sabioÉ
19-20) Oye ahora mi voz; yo te
aconsejarŽ, y Dios estar‡ contigo. Est‡ tœ por el pueblo delante de Dios, y
somete tœ los asuntos a Dios. Y
ense–a a ellos las ordenanzas y las leyes, y muŽstrales el camino por donde
deben andar, y lo que han de hacer.
No fue el trabajo de MoisŽs, hacer nuevas leyes, sino que tenia que
aplicar las leyes de Dios que siempre han existido.
Pero no lo pudiera hacer solito, sino que tenia que ense–ar a otros,
que pudieron compartir el trabajo.
ÀPero quienes son los que pudieron ayudar? Pausa Y esa parte es sumamente importante.
21) Adem‡s escoge tœ de entre todo el
pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan
la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de
cincuenta y de diez.
Unas de las calificaciones era el temor de Dios. Porque cuando uno tiene el temor de
Dios, no va a hacer algo indebido, aun cuando nadie est‡ mirando, porque sabe
que Dios siempre est‡ mirando.
Vimos esto en el libro deÉ
Nehem’as 5:15 Pero los
primeros gobernadores que fueron
antes de m’ abrumaron al pueblo, y
tomaron de ellos por el pan y por el vino m‡s de cuarenta siclos de plata, y
aun sus criados se ense–oreaban del pueblo; pero yo no hice as’, a causa del
temor de Dios.
Esta es gran parte de la raz—n de que tenemos tantos problemas con los
gobiernos de hoy. Es que no hay
temor de Dios. Muchos j—venes
crecen sin padres, y no hay nadie para ense–ar les la verdad.
Y cuando los hombres o las mujeres llegan al gobierno, en vez de
aplicar las leyes de Dios, que est‡n llenas de sabidur’a, se desean inventar
sus propias leyes, conforme a las opiniones humanas.
Y por esto, en vez de tener un gobierno que pudiera ser una bendici—n,
tienen gobiernos que son nada mas que una maldici—n. Y as’ es, mayormente en el mundo de hoy.
22) Ellos juzgar‡n al pueblo en todo
tiempo; y todo asunto grave lo traer‡n a ti, y ellos juzgar‡n todo asunto
peque–o. As’ aliviar‡s la carga de sobre ti, y la llevar‡n ellos contigo.
Esto es como la promesa que Cristo dio a todos nosotros.
Mateo 11:28-30 Venid a m’ todos
los que est‡is trabajados y
cargados, y yo os harŽ descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de m’, que soy manso y humilde de coraz—n; y hallarŽis descanso para
vuestras almas; porque mi yugo es
f‡cil, y ligera mi carga.
Cuando haya hermanos, o ministros que andan muy cargados, quemados por
las presiones, es evidente que no est‡n siguiendo las instrucciones claras de
la palabra de Dios. ÀAmen?
23) Si esto hicieres, y Dios te lo
mandare, tœ podr‡s sostenerte, y tambiŽn todo este pueblo ir‡ en paz a su
lugar.
Lo que empezaba con unas familias, de los hijos de Jacob, ahora estaba
convertido en una naci—n. Y como
naci—n ten’an que tener un gobierno.
Un gobierno, conforme al dise–o de Dios, puede ser una
protecci—n. Pero cuando todo el
mundo quiere rechazar la palabra de Dios, el gobierno, normalmente en una
pesadilla.
24-25) Y oy— MoisŽs la voz de su
suegro, e hizo todo lo que dijo. Escogi—
MoisŽs varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el
pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.
El modelo est‡ bien, para un estado. Pero no es exactamente el modelo para la iglesia.
He conocido pastores que han tratado de implementar este modelo,
porque han deseado reinar sobre sus iglesias como emperadores.
Pero en el nuevo testamento se hablan mas bien de ancianos, y nos dan
requisitos semejantes.
Pero como vimos ya en el libro de hechos, la congregaci—n estaba
involucrada en la selecci—n de sus lideres.
26927) Y juzgaban al pueblo en todo tiempo;
el asunto dif’cil lo tra’an a MoisŽs, y ellos juzgaban todo asunto peque–o. Y despidi— MoisŽs a su suegro, y Žste
se fue a su tierra.
Todo terminaba bien, y despuŽs de esa gran reuni—n familiar, el pueblo tenia algo de un gobierno, mas bien
organizado.
========================= Conclusi—n ======================
Como dije, todo esto es muy relevante a nosotros con la reuni—n anual
tan cerca.
En el nuevo testamento, se ponen mucho Žnfasis en la necesidad de
tener ancianos. De Pastores no
dicen tanto.
Y veremos mas tarde en los estudios de HechosÉ
Hechos 14:23 Y
constituyeron ancianos en cada iglesia, y
habiendo orado con ayunos, los
encomendaron al Se–or en quien hab’an cre’do.
Y en el libro de Tito, dice algo semejante. Y en los dos lugares, no dicen que pusieron un anciano, sino
varios. Es que se gobernaban como
un consejo de ancianos.
Tito 1:5-11 Por
esta causa te dejŽ en Creta, para que
corrigieses lo deficiente, y
establecieses ancianos en cada ciudad, as’ como yo te mandŽ;
6 el que fuere irreprensible, marido
de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estŽn acusados de disoluci—n
ni de rebeld’a.
7 Porque es necesario que el obispo
sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no
dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
El anciano tiene que siempre guardar su reputaci—n.
8 sino hospedador, amante de lo bueno,
sobrio, justo, santo, due–o de s’ mismo,
Ahora es interesante como dice que el anciano debe de tener la
capacidad de defender la fe.
9 retenedor de la palabra fiel tal
como ha sido ense–ada, para que tambiŽn pueda exhortar con sana ense–anza y
convencer a los que
contradicen.
La lista tiene un poco en comœn con la lista de calificaciones en
nuestro capitulo de Žxodo, pero hay tambiŽn diferencias.
Pero hay otro pasaje que es muy relevante en el tercero capitulo de
primero Timoteo.
Pero para captar el contexto, quiero empezar en el capitulo dos.
1 Timoteo 2:11-14 La
mujer aprenda en silencio, con toda
sujeci—n.
Porque no permito a la mujer ense–ar,
ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
Por esto, por gran parte de la historia de la iglesia, no han tenido
mujeres en estos oficios. Pero
ahora mientras muchos abandonan las escrituras, todo es permisible, pausa, pero no aqu’.
Porque Ad‡n fue formado primero,
despuŽs Eva; y Ad‡n no fue enga–ado, sino que la mujer, siendo enga–ada,
incurri— en transgresi—n.
ÀPorque habla aqu’ de Ad‡n?
pausa
Es que en neutros tiempos dicen que antes las mujeres no pudieron
tomar estos oficios porque era otra cultura.
Pero Pablo dice que no es asunto de cultura, sino que es algo
establecido por la creaci—n.
Hoy en d’a muchos han abandonado hasta las doctrinas de la creaci—n, y
por esto todo es permisible, pausa,
pero no en esta iglesia. Aqu’
tenemos una gran reverencia por la palabra de Dios. ÀAmen?
Y para terminar, hay unos versos que sigan en el mismo contexto, la
separaci—n de cap’tulos siendo artificial.
1 Timoteo 3:1-7 Palabra
fiel: Si alguno anhela obispado,
buena obra desea.
Pero es necesario que el obispo sea
irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso,
hospedador, apto para ense–ar;
Dif’cil para una mujer, decir que es marido de una sola mujer. Pero ahora dir‡n cualquiera cosa.
3 no dado al vino, no pendenciero, no
codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;
4 que gobierne bien su casa, que tenga
a sus hijos en sujeci—n con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, Àc—mo cuidar‡
de la iglesia de Dios?);
Tal ves, en la providencia de Dios, MoisŽs ya tenia su esposa, y sus
hijos a su lado. Porque los
ancianos tienen que dar a todos, un buen ejemplo de c—mo gobernar la familia.
6 no un ne—fito, no sea que
envaneciŽndose caiga en la condenaci—n del diablo.
Con la gran responsabilidad, es f‡cil llenar se de orgullo.
Y el orgulloso no tiene ningœn lugar en el gobierno de la iglesia,
sino el humilde.
TambiŽn es necesario que tenga buen
testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrŽdito y en lazo del
diablo.
Como vimos en el libro de Tito, para el anciano, sobre todo su
reputaci—n es sumamente importante.
A veces hay hermanos que se aburran de estos asuntos, pero para vivir
en una iglesia sana y segura, tenemos que tener mucho cuidado, con todo esto.
Vamos a Orar