1 de enero de 21
Celebrando
La Victoria
ƒxodo
15:1-27
En el ultimo episodio, vimos la escena de pura destrucci—n, de los
Egipcios poderosos, con sus cuerpos, saliendo a las orillas del mar.
ƒxodo 14:29-30 Y los hijos de
Israel fueron por en medio del
mar, en seco, teniendo las aguas por
muro a su derecha y a su izquierda.
As’ salv— Jehov‡ aquel d’a a Israel de
mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del
mar.
ÀY ahora la pregunta era, c—mo responder? ÀQue es lo que uno debe de decir, en tal caso? pausa
Bueno, la respuesta viene en seguida.
1) Entonces cant— MoisŽs y los hijos
de Israel este c‡ntico a Jehov‡, y dijeron: CantarŽ yo a Jehov‡, porque se ha
magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete.
Como Cristianos, normalmente no sacamos gozo de una matanza, de una
escena de sangre y de la muerte. pausa Pero en este caso era correcto.
Los egipcios, en aquellos œltimos momentos eran sus enemigos
mortales. Y no eran aplastados por
ninguna fuerza humana, sino por el poder divino.
2) Jehov‡ es mi fortaleza y mi
c‡ntico,
Y ha sido mi salvaci—n.
Este es mi Dios, y lo alabarŽ;
Dios de mi padre, y lo enaltecerŽ.
Es que Dios, en su fidelidad, tenia que sacar su pueblo, porque estaba
cumpliendo la promesa a Abraham, siglos antes, de que iban a salir de Egipto, y
finalmente llegar a la tierra prometida, aun si otros estaban viviendo all’. La promesa de Dios, tiene que cumplir se,
y tiene que ser gloriosa.
3) Jehov‡ es var—n de guerra; Jehov‡
es su nombre.
Nuestro Dios tiene muchos nombres en el testamento antiguo, pero uno
es var—n de guerra. pausa
Conociendo el poder infinito de Dios, no tiene sentido entrar en un
conflicto con Žl.
Y como veremos en domingo, estudiando el libro de Hechos, aun los que
deseaban bloquear la predicaci—n de los ap—stoles, sabiendo que es una locura pelear
en contra del var—n de guerra, dejaron en paz, los ap—stoles, por un rato.
Dijo Gamaliel, uno de los fariseos grandes..
Hechos 5:38-39 Y ahora os digo:
Apartaos de estos hombres, y
dejadlos; porque si este consejo o
esta obra es de los hombres, se desvanecer‡; mas si es de Dios, no la podrŽis
destruir; no se‡is tal vez hallados luchando contra Dios.
Nadie, que tiene el sentido comœn, quiere terminar luchando contra
Dios.
4) Ech— en el mar los carros de Fara—n
y su ejŽrcito;
Y sus capitanes escogidos fueron
hundidos en el Mar Rojo.
Las fuerzas militares pueden ser las mas sofisticadas, ni modo, en contra
de Dios, son como insectos.
5) Los abismos los cubrieron;
Descendieron a las profundidades como
piedra.
En el agua, la piedra puede caer con gran rapidez, pausa, y esto ser‡ el efecto del pecado
no perdonado, en el d’a del juicio, los pecadores, cayeran, con rapidez en la
fosa del infierno.
Marcos 9:42 Cualquiera
que haga tropezar a uno de estos
peque–itos que creen en m’, mejor le
fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el
mar.
Con una piedra, gigantesca, atada al cuello, se puede imaginar la
velocidad con que uno bajar’a al fondo del mar.
6) Tu diestra, oh Jehov‡, ha sido
magnificada en poder;
Tu diestra, oh Jehov‡, ha quebrantado
al enemigo.
Dios no tiene que estar mostrando su poder as’ en cada generaci—n, para
estar alabado.
Sus obras est‡n escritas, en las escrituras que est‡n completamente
confiables.
Y aunque la mayor’a de nosotros hemos visto el poder de Dios, en
nuestras vidas personales, en las de nuestras familias, lo que est‡ escrito
debe de ser suficiente para alimentar nuestra fe.
De otra manera estamos viviendo en la presunci—n.
7) Y con la grandeza de tu poder has
derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumi— como a hojarasca.
El ejercito, mas fuerte, mas equipado del tiempo, no era nada, en
contra de la ira de Dios.
8) Al soplo de tu aliento se
amontonaron las aguas;
Se juntaron las corrientes como en un
mont—n;
Los abismos se cuajaron en medio del
mar.
Claro, esto es como una forma de poes’a como se hace en las canciones,
para preservar la historia para todos las generaciones que sigan.
Pero ten’an que intentar captar los sentimientos de los que estaban
finalmente libres, despuŽs de mas de cuatrocientos a–os.
9) El enemigo dijo:
PerseguirŽ, apresarŽ, repartirŽ
despojos; Mi alma se saciar‡ de ellos; SacarŽ mi espada, los destruir‡ mi mano.
Esto fue el orgullo, la soberbia, la sed por la sangre de las vidas
inocentes, no solamente de hombres, sino de mujeres, y de ni–os, y de animales.
Esta gran canci—n tambiŽn fue un testimonio a todos que desean avanzar
as’ por la pura crueldad, como los detr‡s de las cl’nicas de los abortos. Ellos tambiŽn tendr‡n sus luchas con
Dios.
10) Soplaste con tu viento; los cubri—
el mar;
Se hundieron como plomo en las impetuosas
aguas.
Vimos ya como una piedra puede caer con rapidez, Àpero cuanto mas el
plomo?
Y por esto es nuestro deseo estar libres de nuestros pecados por la
sangre de Cristo, porque en el d’a del juicio, el pecado es como el plomo, para
arrastrar uno abajo, con toda velocidad.
11) ÀQuiŽn como tœ, oh Jehov‡, entre
los dioses?
ÀQuiŽn como tœ, magn’fico en santidad,
Terrible en maravillosas haza–as,
hacedor de prodigios?
En todo el mundo del paganismo, tienen sus leyendas de dioses que
supuestamente han hecho cosas grandes, pero solamente en la fe B’blica, tenemos
un Dios que ha actuado en la historia, delante de grandes cantidades de
testigos.
12) Extendiste tu diestra; La tierra
los trag—.
Siguiendo la historia, no van a ver personas tragadas solamente por
agua, sino hasta por la tierra.
13) Condujiste en tu misericordia a
este pueblo que redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.
Ahora estamos entrando en el prop—sito de Dios en todo esto.
El pueblo estaba rescatado, porque Dios tiene un gran futuro para
ellos.
Se van a tomar control de la tierra prometida. Se van a expulsar a los pueblos que han
ca’do en lo mas sucio, para establecer una civilizaci—n santa, gobernada por la
ley de Dios.
Se van a desarrollar un gobierno con leyes justas y la capacidad de
acabar con los criminales que no aprendan.
Y todo el mundo sabia que esto estaba llegando. Y los que estaban ocupando aquellas
tierras, ya andaban en pavor.
14) Lo oir‡n los pueblos, y temblar‡n;
Se apoderar‡ dolor de la tierra de los
filisteos.
Los filisteos ser‡n enemigos feroces, y por muchas generaciones. Pero en contra del pueblo santo,
no hab’a manera de mantener se firmes.
15) Entonces los caudillos de Edom se
turbar‡n;
A los valientes de Moab les
sobrecoger‡ temblor;
Se acobardar‡n todos los moradores de
Cana‡n.
Estos tambiŽn, de las descendientes de Esaœ, y de los hijos de Lot,
iban a luchar como grandes enemigos, pero Dios estar’a en su contra, como hemos
visto, estudiando todo el testamento antiguo.
Y ya vimos la manera en que los cananitas temblaban por la llegada del
pueblo de Dios. La Ramera RahabÉ
JosuŽ 2:9-10 SŽ que
Jehov‡ os ha dado esta tierra; porque
el temor de vosotros ha ca’do sobre
nosotros, y todos los moradores del pa’s ya han desmayado por causa de
vosotros.
Porque hemos o’do que Jehov‡ hizo
secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y
lo que habŽis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado
del Jord‡n, a Seh—n y a Og, a los cuales habŽis destruido.
Ese gran evento del mar rojo, fue como un anuncio a todos alrededor,
de que no se pudiera, con este pueblo, porque aunque sus fuerzas militares no
eran muy grandes, pausa, ten’an su
Dios, peleando a su lado.
Y por esto, para ellos como para nosotros, vale la pena vivir bien con
Dios, y no provocar lo a dejar nos, a nuestras propias fuerzas. ÀAmen?
16) Caiga sobre ellos temblor y
espanto;
A la grandeza de tu brazo enmudezcan
como una piedra;
Hasta que haya pasado tu pueblo, oh
Jehov‡,
Hasta que haya pasado este pueblo que
tœ rescataste.
Considerando lo, era claro, sentido comœn, vivir en buenas relaciones
con este Dios. Porque sin su Dios,
este pueblo seria como cualquiera naci—n, comœn y corriente, como que cuando
fueron arrastrados a Babilonia por abandonar al pacto Santo.
17) Tœ los introducir‡s y los
plantar‡s en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tœ has
preparado, oh Jehov‡, En el santuario que tus manos, oh Jehov‡, han afirmado.
Ahora estaban cantando con fe, de que no solamente eran libres, sino
que iban a llegar a Cana‡n, y actualmente tomar la tierra, aunque estaba
habitada por hombres formidables.
18) Jehov‡ reinar‡ eternamente y para
siempre.
El poder y la soberan’a de Dios siempre es el mismo. Nada va a cambiar en su capacidad de
ayudar y de guiar.
19) Porque Fara—n entr— cabalgando con
sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Jehov‡ hizo volver las aguas
del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por en medio del
mar.
Fue correcto repetir los detalles, una y otra vez, para quemar la
realidad de todo esto en las mentes de las generaciones futuras.
20) Y Mar’a la profetisa, hermana de
Aar—n, tom— un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella
con panderos y danzas.
La mujeres tambiŽn han sufrido como esclavas por siglos, mirando a sus
hombres trabajando duro, para acabar con casi nada, empleando todas sus fuerzas
para enriquecer a otros.
Y ahora ellas tambiŽn deseaban expresar su gozo.
21) Y Mar’a les respond’a:
Cantad a Jehov‡, porque en extremo se ha
engrandecido;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.
DespuŽs de sacar todo de sus corazones, era el momento de seguir
adelante, lejos de Egipto.
Y lo que vamos a ver ahora, es que, aunque ellos ya han salido de
Egipto, no todo el Egipto ha salido de ellos.
22) E hizo MoisŽs que partiese Israel
del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres d’as por el
desierto sin hallar agua.
Pasaron un tiempo, en el desierto, en el calor, y no ten’an agua.
Fue una crisis, pero nada de esto pasaba por accidente. Dios sabia que les faltaban agua, y por
supuesto Dios aun estaba con ellos.
Pero era una prueba, para afinar sus esp’ritus, para desarrollar su
confianza en Dios, aun durante los tiempos duros.
23) Y llegaron a Mara, y no pudieron
beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de
Mara.
Cuando finalmente llegaban a un lugar de agua, el agua no era nada
potable. Y eran momentos de
frustraci—n.
24) Entonces el pueblo murmur— contra
MoisŽs, y dijo: ÀQuŽ hemos de beber?
Esta es la segunda vez que empezaban con sus quejas.
Acaban de cantar y bailar sobre su gran victoria, y en poco tiempo, eran otra vez fuentes de amargura. pausa
Como dije, han salido de Egipto, pero el Egipto aun estaba en muchos
de ellos. Y todo esto era parte de
su entrenamiento como un ejercito de Dios. Es que ten’an que empezar a madurar, y no caminar
siempre en la carne.
25) Y MoisŽs clam— a Jehov‡, y Jehov‡
le mostr— un ‡rbol; y lo ech— en las aguas, y las aguas se endulzaron. All’ les
dio estatutos y ordenanzas, y all’ los prob—;
Muchos han concluido que ese ‡rbol, era una representaci—n de la cruz
de Cristo, que puede aliviar las amarguras de esta vida que nosotros tenemos en
el desierto.
25-26) Y MoisŽs clam— a Jehov‡, y
Jehov‡ le mostr— un ‡rbol; y lo ech— en las aguas, y las aguas se endulzaron.
All’ les dio estatutos y ordenanzas, y all’ los prob—; y dijo: Si oyeres
atentamente la voz de Jehov‡ tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos,
y dieres o’do a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna
enfermedad de las que enviŽ a los egipcios te enviarŽ a ti; porque yo soy
Jehov‡ tu sanador.
Tan r‡pido, se empezaban el proceso de discipulado.
Dios mandaba pruebas, y siempre hab’a algo que aprender en las
pruebas. Si Dios quiere llevar te
por un tiempo dif’cil, hermano, tienes que confiar en que Dios tiene sus
razones, y que hay algo que tienes que aprender.
Y hay instrucci—n aqu’ en la santidad. Dios hablando de las enfermedades de Egipto, y la manera de
evitar las.
Es que cuando el pueblo de Dios abandone el camino de la santidad, se
pierde gran parte de su protecci—n.
Veremos algo aun mas claro en el libro de Deuteronomio, cuando Dios
promet’a a su propio pueblo, estas enfermedades si se abandonaban al pacto
sagrado.
Deuteronomio 28:59-60 Entonces
Jehov‡ aumentar‡
maravillosamente tus plagas y las
plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades
malignas y duraderas; y traer‡
sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te
dejar‡n.
El gozo que celebraban saliendo de Egipto era autentico, pero la
llamada a la santidad tambiŽn era autentica.
Como dice en..
Hebreos 12:14 Seguid la paz
con todos, y la santidad,
sin la cual nadie ver‡ al Se–or.
Bueno, una vez aprendiendo un poco, Dios los llevaba a un lugar de
descanso.
27) Y llegaron a Elim, donde hab’a
doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon all’ junto a las aguas.
Y as’ es nuestro Dios.
Hay tiempos duros de aprendizaje, despuŽs de lo cual hay tiempos de
descanso, donde tenemos casi todo en abundancia.
Con doce fuentes de agua, hab’a bastante para cada tribu. Y la palmeras, estaban seguramente
llenas de comida. Y con tantos
‡rboles, hab’a sombra para los ni–os de descansar y hasta para jugar.
Pero su viaje apenas estaba empezando. Iban a tener muchas luchas y muchas pruebas. Pero confiando en su Dios, todo estaba
posible.
========================= Conclusi—n ======================
Hermanos, la celebraci—n
por la victoria sobre Egipto que
hemos visto en este capitulo, es como nuestra celebraci—n sobre el mundo.
Ellos celebraban su escape de Fara—n, y nosotros celebramos nuestro
escape de las garras del diablo.
Ellos cantaban a al orilla del mar, pero nosotros cantamos cada
semana.
Ellos escaparon de una esclavitud temporal, pero nosotros tenemos un
escape eterno, que es mas digno de celebraciones constantes.
Y por esto, los Cristianos nunca cansamos de cantar y de celebrar. pausa
Pero si tu, en esta noche, aun te sientes atrapado en las redes de
este mundo, firmemente en las garras de enemigo, puedes pasar en unos momentos,
y oraremos contigo.
Vamos a Orar