20 de noviembre de 20
Proclamando Con Poder
Hechos 4:1-37
Unos meses antes de los
eventos de este capitulo, Pedro estaba negando a su Se–or, delante de una
muchacha criada, del sumo sacerdote.
Eran unos de los momentos
mas vergonzosos de su vida.
Pero ahora, habiendo
recuperado su dignidad por el perd—n, sus errores de antes, de negar a Cristo
tres veces, les ayudaban a estar ya, cada vez mas fuerte, y cada vez mas lleno
del poder.
Porque bajo el control del
Esp’ritu Santo de Dios, Pedro deseaba con todo su alma evitar algo semejante en
el futuro.
1) Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos
los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos,
Esto, claro es una
continuaci—n de lo que estudiamos la semana pasada, cuando sanaban a un hombre
delante del templo.
Hechos 3:6-9 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni
oro, pero lo
que
tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, lev‡ntate y anda.
Y
tom‡ndole por la mano derecha le levant—; y al momento se le afirmaron los pies
y tobillos;
y
saltando, se puso en pie y anduvo; y entr— con ellos en el templo, andando, y
saltando, y alabando a Dios.
Y
todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.
Era una obra maravillosa,
en el nombre de Jesœs, y por el poder del Esp’ritu Santo. Pero el liderazgo de los jud’os, los
que Cristo llamaban, Òhijos del diabloÓ, estaban celosos, y por esto se
empezaban los tiempos de las persecuciones.
1-2) Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos
los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, resentidos
de que ense–asen al pueblo, y anunciasen en Jesœs la resurrecci—n de entre los
muertos.
Estos fariseos y saduceos,
ya no querr’an escuchar nada mas de este Jesœs, que les causaba tantos
problemas antes.
Se pensaban que ya estaban
libres de Jesœs, habiendo lo mandado a la cruz. Pero ahora, otra vez su nombre estaba en la boca de todos.
Y nosotros, tambiŽn
vivimos en tiempos en que no quieren escuchar nada mas del Jesœs de la Biblia,
aunque se lo permitan, un poco, a veces, en un pesebre.
Y los saduceos, no quer’an
escuchar nada de la resurrecci—n de los muertos, porque ellos negaban el concepto
de una resurrecci—n.
Y estos hombres eran muy
poderosos, hasta sab’an c—mo manipular a los romanos, que ten’an el dominio
militar sobre aquellas regiones.
Pero hay que preguntarÉ
ÀSi Pedro se volvi—
cobarde, delante de una criada del sumo sacerdote, pausa, como iba a reaccionar ahora, delante de todos los poderes
m‡ximos de su gobierno?
3) Y les echaron mano, y los pusieron en la c‡rcel
hasta el d’a siguiente, porque era ya tarde.
En el libro de hechos, los
ap—stales pasen muchas noches en la c‡rcel. Porque cuando vienes proclamando con poder, las
verdades de las escrituras, eres intolerable para este mundo de oscuridad.
Juan 3:19 Y esta es la condenaci—n: que la luz vino al mundo,
y
los hombres amaron m‡s las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
4) Pero muchos de los que hab’an o’do la palabra,
creyeron; y el nœmero de los varones era como cinco mil.
Pilato, meses antes, sabia
que Cristo fue tra’do delante de su corte, porque los fariseos estaban celosos
de Žl. Y ahora con la iglesia
creciendo tan r‡pidamente, eran mas celosos que nunca, de su nuevo movimiento.
5-7) Aconteci— al d’a siguiente, que se reunieron en
JerusalŽn los gobernantes, los ancianos y los escribas,
y el sumo sacerdote An‡s, y Caif‡s y Juan y
Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes;
y poniŽndoles en medio, les preguntaron: ÀCon quŽ
potestad, o en quŽ nombre, habŽis hecho vosotros esto?
Era una situaci—n de
intimidaci—n. Y si Pedro se sent’a
intimidado, delante de las interrogaciones de una muchacha criada, ÀC—mo iba a
reaccionar ahora? pausa
Y si sabes la historia de
Mart’n Lutero, empezando la gran reforma, se pasaba por algo semejante.
Y es que no solamente
podemos sufrir las persecuciones por los que son afuera de las iglesias, pero
cuando la iglesia est‡ muy apartada de las escrituras, podemos sufrir
persecuciones que vienen de la misma iglesia.
5-7) Aconteci— al d’a siguiente, que se reunieron en
JerusalŽn los gobernantes, los ancianos y los escribas,
y el sumo sacerdote An‡s, y Caif‡s y Juan y
Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes;
y poniŽndoles en medio, les preguntaron: ÀCon quŽ
potestad, o en quŽ nombre, habŽis hecho vosotros esto?
Esto era el momento de la
verdad para Pedro. ÀSer‡ cobarde?
ÀO se va a comprobar que
Cristo le ha preparado bien?
8) Entonces Pedro, lleno del Esp’ritu Santo,
les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel:
Bueno, se empieza bien, proclamando
con poder.
9-10) Puesto que hoy se nos interroga acerca del
beneficio hecho a un hombre enfermo, de quŽ manera Žste haya sido sanado, sea
notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucit—
de los muertos, por Žl este hombre est‡ en vuestra presencia sano.
Supuestamente, estos
poderosos iban a juzgar a Pedro, pausa,
pero desde el primer momento, Pedro andaba juzgando a ellos por matar al Mes’as
que todos esperaban.
Y en cuanto a los saduceos
que no quer’an escuchar nada de la resurrecci—n, ni modo, Pedro, proclamando
con poder, insist’an en la verdad de la resurrecci—n, porque es el coraz—n
del mensaje del evangelio.
11) Este Jesœs es la piedra reprobada por vosotros
los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ‡ngulo.
Esto es algo sumamente
profundo, que hasta muchos Cristianos modernos no entiendan. Es una cita del salmo 118.
Pero Cristo mencionaba el
mismo condenando rotundamente la apostas’a de estos jud’os.
As’ que vamos a Mateo 21,
porque all’ Cristo anunciaba el fin del poder de estos jud’os, y por supuesto,
estos jud’os, enemigos de toda verdad, jam‡s deseaban recordar de esto.
Hablar de la piedra
angular, que sostiene todo el edificio, era como una declaraci—n de guerra para
estos.
Mateo 21:33-46 O’d otra par‡bola: Hubo un hombre, padre de
familia,
el cual plant— una vi–a, la cerc— de vallado, cav— en ella un lagar, edific—
una torre, y la arrend— a unos labradores, y se fue lejos.
Y
cuando se acerc— el tiempo de los frutos, envi— sus siervos a los labradores,
para que recibiesen sus frutos.
Mas
los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a
otro apedrearon.
B‡sicamente esto habla de
la historia de Dios mandando sus profetas a estos jud’os, ya por siglos,
solamente para verlos rechazando a todos.
36
Envi— de nuevo otros siervos, m‡s que los
primeros;
e hicieron con ellos de la misma manera.
Finalmente
les envi— su hijo, diciendo: Tendr‡n respeto a mi hijo.
38
Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre s’: Este es el
heredero; venid, matŽmosle, y apoderŽmonos de su heredad.
39
Y tom‡ndole, le echaron fuera de la vi–a, y le mataron.
Esto habla de la
crucifixi—n de Cristo, antes de que se pasaba.
Cuando
venga, pues, el se–or de la vi–a, ÀquŽ har‡ a aquellos labradores?
Le
dijeron: A los malos destruir‡ sin misericordia, y arrendar‡ su vi–a a otros
labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.
Jesœs
les dijo: ÀNunca le’steis en las Escrituras:
La piedra que desecharon
los edificadores,
Ha venido a ser cabeza del
‡ngulo.
El Se–or ha hecho esto,
Y es cosa maravillosa a
nuestros ojos?
Sin la piedra angular,
nada tendr’a sentido en el juda’smo, de hecho, despuŽs de la resurrecci—n de
Cristo, el juda’smo, que negaba a Cristo se convert’a en una religi—n falsa.
43
Por tanto os digo, que el reino de Dios ser‡ quitado de vosotros, y ser‡ dado a
gente que produzca los frutos de Žl.
44
Y el que cayere sobre esta piedra ser‡ quebrantado; y sobre quien ella cayere,
le desmenuzar‡.
45
Y oyendo sus par‡bolas los principales sacerdotes y los fariseos, entendieron
que hablaba de ellos.
46
Pero al buscar c—mo echarle mano, tem’an al pueblo, porque Žste le ten’a por
profeta.
As’ que, Pedro, recordando
todo esto, era como declarar la guerra en contra de estos religiosos de la
apostas’a.
ÁPero esto no era todo,
hay mas! Pedro solamente estaba
empezando.
12) Y en ningœn otro hay salvaci—n; porque no hay
otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
No solamente el juda’smo
sin Cristo es una religi—n falsa, sino todas las dem‡s religiones del mundo son
completamente inœtiles. Son
simplemente diferentes maneras de conducirte al infierno.
13) Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y
sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les
reconoc’an que hab’an estado con Jesœs.
Aun era una situaci—n de
intimidaci—n, pero ahora ellos, los lideres de JerusalŽn eran intimidados por
uno que, lleno del Esp’ritu Santo de Dios, se proclamaba con poder.
Y lo que pasaba con Pedro
mesas atr‡s, negando a su Se–or, actualmente estaba ayudando le, pausa, porque jam‡s quer’a regresar a
tal cobard’a. ÀY tu?
ÀAlguna vez has proclamado
con poder? Esperamos el mismo
de ti hermano, si tienes algo del Esp’ritu Santo de Dios.
14) Y viendo al hombre que hab’a sido sanado, que
estaba en pie con ellos, no pod’an decir nada en contra.
Tuvimos evidencia en
aquellos tiempos y tenemos evidencias en nuestros tiempos, de Dios contestando
a muchas oraciones. Y si no est‡s enterado
de c—mo Dios ha sido obrando entre nosotros, te invito a los viernes, donde los
hermanos dan sus testimonios. ÀAmen?
15-16) Entonces les ordenaron que saliesen del
concilio; y conferenciaban entre s’, diciendo: ÀQuŽ haremos con estos hombres? Porque
de cierto, se–al manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que
moran en JerusalŽn, y no lo podemos negar.
Los mundanos tienen
grandes l’os, cuando nosotros andamos llenos del Esp’ritu Santo.
17) Sin embargo, para que no se divulgue m‡s entre
el pueblo, amenacŽmosles para que no hablen de aqu’ en adelante a hombre alguno
en este nombre.
No se dan razones,
simplemente no quieren escuchar mas de Jesœs y la resurrecci—n, porque la doctrina tenia la capacidad de
revelar que estos lideres eran unos traidores en contra de la fe.
18) Y llam‡ndolos, les intimaron que en ninguna
manera hablasen ni ense–asen en el nombre de Jesœs.
Ahora vino otro momento de
la verdad. ÀQuŽ har’a Pedro, iba a
regresar a su cobard’a delante de la muchacha criada, meses antes? pausa
19-20) Mas Pedro y Juan respondieron diciŽndoles:
Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque
no podemos dejar de decir lo que hemos visto y o’do.
Esto fue la base de la
postura del gran hŽroe Juan MacArthur, que rechazaba el gobierno de este
estado, durante la pandemia, diciendo que no iba a cerrar su iglesia, porque
era mas importante obedecer a Dios, que obedecer al gobierno.
Pero mas sobre esto
cerrando.
21-22) Ellos entonces les amenazaron y les soltaron,
no hallando ningœn modo de castigarles, por causa del pueblo; porque todos
glorificaban a Dios por lo que se hab’a hecho, ya que el hombre en quien se hab’a hecho este milagro de
sanidad, ten’a m‡s de cuarenta a–os.
Esto siempre es el gran
problema para nuestros enemigos, es que nosotros tememos la verdad a nuestro
lado.
23) Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y
contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les hab’an
dicho.
Otro punto sobre el hŽroe
Juan MacArthur. ƒl estaba invitado a muchos programas de noticias, porque era
un poco extra–o, porque normalmente en este pa’s, todos los Cristianos se
portan como Pedro antes, como cobarde delante de la muchacha criada.
Pero en todas sus
entrevistas, Juan MacArthur proclamaba con poder el evangelio de Cristo,
si los periodistas deseaban escuchar o no. Y por el poder del Esp’ritu Santo, vimos en las
noticias este mismo a–o, algo como encontramos aqu’ en el libro de
Hechos.
Y hermanos, esperamos el
mismo de ti. ÀAmen?
No escucho muchos amnenes.
24-25) Y ellos, habiŽndolo o’do, alzaron un‡nimes la voz a Dios, y dijeron:
Soberano Se–or, tœ eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo
lo que en ellos hay;
que por boca de David tu siervo dijiste:
ÀPor quŽ se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?
Se citaban al Salmo dos,
que habla de los magistrados reprobados, y como Dios va a burlar de ellos.
26-27) Se reunieron los reyes de la tierra,
Y los pr’ncipes se juntaron en uno
Contra el Se–or, y contra su Cristo.
Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad
contra tu santo Hijo Jesœs, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los
gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo hab’an
antes determinado que sucediera.
Estos hermanos estaban muy
avanzados en sus oraciones, y podemos aprender algo de ellos. Entendieron algo de la soberan’a de
Dios, y hasta su predestinaci—n de lo que pasa.
Pero lo mas importante era
la manera en que se citaban las escrituras, como base de sus oraciones.
Hermanos si quieres orar, con
poder, hay que regresar a Dios, las promesas que el te ha dado en su
palabra.
29-30) Y ahora, Se–or, mira sus amenazas, y concede
a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra,
mientras extiendes tu mano para que se hagan
sanidades y se–ales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesœs.
Un gran milagro causaba
problemas para la iglesia. ÀY?
Es la naturaleza de
nuestra batalla, y se pidieron mas milagros.
Pero su oraci—n mas fiel,
mas potente, era la capacidad de proclamar con poder.
ÀEs esto a veces tu
oraci—n hermano, la capacidad de proclamar con poder, por los menos en
tu familia? O estas aun como
Pedro, antes, delante de la criada muchacha?
Otra vez, no escucho mucho
amenes.
31) Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban
congregados tembl—; y todos fueron llenos del Esp’ritu Santo, y hablaban con
denuedo la palabra de Dios.
Estuve aqu’ en miŽrcoles,
y la sala de oraci—n estaba llenando se.
pausa Y yo declaraba, ÒDios va a hacer algo
grande, porque muchos ya vienen a la oraci—n.Ó
Y as’ funciona nuestra
batalla hermanos. Con la oraci—n
recibimos nuestros recursos espirituales.
Sin la oraci—n, andamos en la bancarrota espiritual.
32) Y la multitud de los que hab’an cre’do era de un
coraz—n y un alma; y ninguno dec’a ser suyo propio nada de lo que pose’a, sino
que ten’an todas las cosas en comœn.
Cuando estamos en la
batalla, hay mas uni—n, y el compa–erismo es mas dulce.
33) Y con gran poder los ap—stoles daban testimonio
de la resurrecci—n del Se–or Jesœs, y abundante gracia era sobre todos ellos.
Esto es lo que
necesitamos, hermanos, con la pandemia acabando, necesitamos hermanos,
hermanas, j—venes que van a proclamar, con poder. Y no simplemente esconder se, como
cobardes.
34) As’ que no hab’a entre ellos ningœn necesitado;
porque todos los que pose’an heredades o casas, las vend’an, y tra’an el precio
de lo vendido, y lo pon’an a los pies de los ap—stoles; y se repart’a a cada
uno segœn su necesidad.
Es que llenos del Esp’ritu
Santo, las riquezas de este mundo ten’an menos importancia.
Y hay evidencias de que algo
de esto ha pasado en nuestra iglesia en que nadie recibe salario.
Pero hay muchos hermanos
dedicando su tiempo, cuando el tiempo realmente es dinero.
Si son del coro,
ensayando, o los que ense–an a los ni–os, o los que limpian el edificio, u otra
administraci—n, que es mucha. Y
toda la renta de estos lugares viene de las contribuciones de los
hermanos. As’ que hemos visto algo
de esto floreciendo aqu’ entre nosotros.
Y los que son miembros pueden ver lo que pasa con todo el dinero que han
dado.
36-37) Entonces JosŽ, a quien los ap—stoles pusieron
por sobrenombre BernabŽ (que traducido es, Hijo de consolaci—n), levita,
natural de Chipre, como ten’a una heredad, la vendi— y trajo el precio y lo
puso a los pies de los ap—stoles.
Todo esto era muy bonito,
pero nos lleva a la tragedia de Anan’as y Safira, que puedes experimentar, solamente
si regreses para el pr—ximo episodio.
======================== Observaciones ======================
Bueno, para cerrar, tengo
unos cuatro puntos breves.
1) El Esp’ritu Santo
2) La Desobediencia Civil
3) El Socialismo
4) La Exclusividad
1) El Esp’ritu Santo
Existan muchas ense–anzas
extra–as sobre el papel del Esp’ritu santo en las iglesias. Pero en este capitulo, en vez de hablar
de comportamientos extra–os, o de diferentes experiencias emocionales, los
hermanos pidieron el poder del Esp’ritu Santo para comunicar el mensaje que
hemos sido dados.
En otras palabras, se
pidieron el Esp’ritu Santo, para proclamar con poder. Cosa que muy pocos desean hacer, en
nuestros tiempos.
2) La Desobediencia Civil
El pastor, hŽroe, Juan
MacArthur, desafiaba al gobierno, rechazando el orden de cerrar la iglesia,
pero con todo esto, tenemos que tener mucho cuidado.
Para los Cristianos,
normalmente, obedecemos las autoridades.
La polic’a, como nosotros, normalmente pelean en contra de la
maldad. Y normalmente la polic’a
tienen buenas relaciones con las iglesias.
Puede pasar que haya
tiempos en que tengamos que desobedecer, pero es la excepci—n y no es la
regla. El mismo San Pedro dijo enÉ
1 Pedro 2:15-17 Porque esta es la voluntad de Dios: que
haciendo
bien, hag‡is callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen
la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.
Honrad
a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey.
3) El Socialismo
Siempre hay algunos que
creen que la ultima parte de este capitulo est‡ ense–ando el socialismo, o
hasta el comun’simo.
Hechos 4:34-35 As’ que no hab’a entre ellos ningœn
necesitado;
porque todos los que pose’an heredades o casas, las vend’an, y tra’an el precio
de lo vendido, y lo pon’an a los pies de los ap—stoles; y se repart’a a cada
uno segœn su necesidad.
ÀEs un apoyo para el
Marxismo?
No, por varias
razones. La Biblia apoya a la
propiedad privada, hasta es sagrada.
Por esto tenemos un mandamiento que dice no robar‡s, y otro que dice no
codiciar‡s.
Y cuando se vend’an las
propiedades, el dinero no fue al estado, sino a la iglesia. Y los Marxistas quieren todo para el
estado, porque el estado tiene el poder de exigir.
Y en el capitulo que
sigue, veremos que Anan’as y Safira no ten’an que vender a su casa, y vendida
no estaban obligados a donar nada a nadie.
Los socialistas siempre
buscan lugares de la Biblia para justificar sus barbaridades, pero aqu’, no lo
van a encontrar.
4) La Exclusividad
En este capitulo, Pedro proclamaba
con poder, que hay un solo plan de salvaci—n para el pecador.
Hechos 4:12 Y en ningœn otro hay salvaci—n;
porque no hay
otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Cristo mismo dijo en el
libro de JuanÉ
Juan 14:6 Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie
viene al Padre, sino por m’.
No es nada popular en
nuestros tiempos, hablar de la exclusividad, pero Pedro lo proclamaba con
poder.
Y Pablo hacia el mismoÉ
1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo
mediador
entre
Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
Hermano, esta vida es muy,
muy corta, y te puedes entrar en cualquier momento en la eternidad.
Y si pases al otro lado
sin Cristo, pasar‡s milenio tras milenio, en la tormenta mas exquisita.
No lo arriesgas, no dejes
ni un d’a mas, sin declarar tu fidelidad a Cristo.
Y si ni aun ha sido
bautizado, pausa, la primavera ya
viene, y la playa te espera.
Y cualquier hermano,
hermana, joven que tiene petici—n alguna de oraci—n puede pasar en unos
momentos, y oraremos contigo.
Vamos a orar