15 de noviembre de 20

Empezando La Gran Conquista

Hechos 1:1-26

 

Cuando Cristo resucitaba de los muertos, no se regresaba inmediatamente a la diestra del Padre, sino que se vino visitando a sus disc’pulos, preparando les, por unos cuarenta d’as, para empezar una gran conquista.

 

Mateo 28:18-20 Y Jesśs se acerc— y les habl— diciendo: Toda

potestad me es dada en el cielo y en la tierra.

 

Por tanto, id, y haced disc’pulos a todas las naciones, bautiz‡ndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Esp’ritu Santo;

 

ense–‡ndoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aqu’ yo estoy con vosotros todos los d’as, hasta el fin del mundo. AmŽn.

 

A estos pobres pescadores, y cobradores de impuestos, y otros hombres comunes y corrientes, Cristo les daba la tarea imposible de conquistar al mundo.  pausa

 

Pero claro, no vamos a cumplir esto con nuestros propios poderes, y tampoco emplearemos las armas carnales.

 

Pero de todos modos, con toda la resistencia, con toda la oposici—n, la tarea parece, algo imposible.

 

1)  En el primer tratado, oh Te—filo, hablŽ acerca de todas las cosas que Jesśs comenz— a hacer y a ense–ar,

 

El autor de este libro es San Lucas, y tambiŽn empezando su evangelio, se dedica el libro a ese hombre Te—filo.

 

Lucas 1:1-3    Puesto que ya muchos han tratado de poner en

orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciert’simas, tal como nos lo ense–aron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido tambiŽn a m’, despuŽs de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escrib’rtelas por orden, oh excelent’simo Te—filo.

 

Se creen que ese Te—filo era un hombre actual, un oficial eminente entre los Romanos, que ten’a un gran interŽs en la fe Cristiana, que ya estaba impactando al mundo.  pausa

 

Y Lucas mismo era una gran curiosidad.  No era jud’o, sino un griego, un medico por profesi—n.  Y Lucas escrib’a mas Biblia que San Pablo.

 

Claro, Pablo escrib’a mas libros, pero Lucas, con su Evangelio y los Hechos, se escribir‡ mas paginas.

 

Y llegando ya al libro de los hechos, veremos que, aunque Dios puede hacer todo con los hombres simples y comunes, pausa, su obra es para todos, y va a emplear hasta los acadŽmicos, los intelectuales, tambiŽn.

 

Lucas sabia c—mo escribir conforme a los estilos sofisticados de los griegos, y como medico, sabia c—mo evaluar las evidencias en los asuntos complicados.

 

Y San Pablo, despuŽs de su conversi—n, lleg— a ser el te—logo extraordinario del nuevo testamento.

 

Hasta Pedro tenia dificultad entendiendo todo lo escrito por Pablo.

 

2 Pedro 3:15-16 Y tened entendido que la paciencia de

nuestro Se–or es para salvaci—n; como tambiŽn nuestro amado hermano Pablo, segśn la sabidur’a que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus ep’stolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas dif’ciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como tambiŽn las otras Escrituras, para su propia perdici—n.

 

Pero para empezar la gran conquista, lo importante, lo esencial, era el poder del Esp’ritu Santo, y no la ayuda de los intelectuales, talentosos.

 

1-3)  En el primer tratado, oh Te—filo, hablŽ acerca de todas las cosas que Jesśs comenz— a hacer y a ense–ar, hasta el d’a en que fue recibido arriba, despuŽs de haber dado mandamientos por el Esp’ritu Santo a los ap—stoles que hab’a escogido;

 

a quienes tambiŽn, despuŽs de haber padecido, se present— vivo con muchas pruebas indubitables, apareciŽndoseles durante cuarenta d’as y habl‡ndoles acerca del reino de Dios.

 

Lucas, como medico, entend’a c—mo evaluar las evidencias, y las evidencias de la vida y de la resurrecci—n de Cristo eran indubitables, contundentes.

 

TambiŽn dice que los ap—stoles, no eran seleccionados por hombres, sino escogidos por Cristo mismo.

 

4) Y estando juntos, les mand— que no se fueran de JerusalŽn, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, o’steis de m’.

 

En el ultimo de Juan, vimos que Cristo mandaba a los ap—stoles a esperar en Galilea, Pero pedro, ansioso, dijo ŇVoy a pescar.Ó

 

Pero ahora todos est‡n mas serios, despuŽs de cuarenta d’as de la instrucci—n avanzada, y sabiendo que iban a empezar algo sumamente serio, que iba a trasformar al mundo entero.

 

5) Porque Juan ciertamente bautiz— con agua, mas vosotros serŽis bautizados con el Esp’ritu Santo dentro de no muchos d’as.

 

Estas son palabras rojas, en las Biblias con paginas, no las electr—nicas.  Es que Cristo mismo citaba a Juan Bautista, dando las palabras de Juan, la autoridad de las santas escrituras.

 

6) Entonces los que se hab’an reunido le preguntaron, diciendo: Se–or, Ŕrestaurar‡s el reino a Israel en este tiempo?

 

Es que aun hab’an errores que persist’an en sus mentes.  Todas sus vidas estaban ense–ados de que el Mes’as iba a levantar un reino terrenal, pero Cristo dijo a Pilato, ŇMi reino no es de este mundoÓ.

 

El reino de Dios est‡ en el mundo, pero no es del mundo.

 

Otros cre’an, y aun crean que Cristo iba a reinar en un trono terrenal en JerusalŽn.  Pero las escrituras dicen que Cristo tiene que sentar se ya, a la diestra de su Padre, hasta que sus enemigos sean postrados a sus pies.

 

 

Hebreos 10:11-13     Y ciertamente todo sacerdote est‡ d’a

tras d’a ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ah’ en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.

 

6) Entonces los que se hab’an reunido le preguntaron, diciendo: Se–or, Ŕrestaurar‡s el reino a Israel en este tiempo?

 

Sobre este texto, Juan Calvino dijo que los ap—stoles aqu’ eran como obradores, que deseaban recibir sus salarios, antes de empezar su trabajo.

 

El reino ya estaba en el mundo, pero la conquista iba a avanzar lentamente, con mucho costo, y hasta aflicci—n para  los hermanos.

 

6-8) Entonces los que se hab’an reunido le preguntaron, diciendo: Se–or, Ŕrestaurar‡s el reino a Israel en este tiempo?  Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;  pero recibirŽis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Esp’ritu Santo, y me serŽis testigos en JerusalŽn, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo śltimo de la tierra.

 

La perspectiva de los disc’pulos era demasiada restringida.  Ellos aun estaban pensando en los reinos terrenales como el de David o de Salom—n.

 

Pero el reino de Cristo iba a impactar al mundo entero.

 

9) Y habiendo dicho estas cosas, viŽndolo ellos, fue alzado, y le recibi— una nube que le ocult— de sus ojos.

 

A veces se llaman este instante, la ascensi—n de Cristo.  Y es un momento importante, porque hasta Daniel tenia visiones de este momento.

 

Daniel 7:13    Miraba yo en la visi—n de la noche, y he aqu’

con las nubes del cielo ven’a uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de d’as, y le hicieron acercarse delante de Žl.

 

Y en el contexto de Daniel, puedes leer all’ tambiŽn de un reino que fue como una piedra no cortada por manos, que rompi— una estatua de imperios humanos, y despuŽs fue convertido en una monta–a que llenaba toda la tierra.

 

No voy a entrar en los detalles de esto ahorra, pero si te interesa, seria un buen estudio de familia, en casa.

 

10-11) Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que Žl se iba, he aqu’ se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales tambiŽn les dijeron: Varones galileos, Ŕpor quŽ est‡is mirando al cielo? Este mismo Jesśs, que ha sido tomado de vosotros al cielo, as’ vendr‡ como le habŽis visto ir al cielo.

 

Aqu’ tenemos la promesa de la segunda venida de Cristo, que es otra doctrina importante, que tocaremos cerrando.

 

Pero no debemos de perder demasiado tiempo, mirando arriba, sino que debemos de estar trabajando como testigos.  ŔAmen?

 

12) Entonces volvieron a JerusalŽn desde el monte que se llama del Olivar, el cual est‡ cerca de JerusalŽn, camino de un d’a de reposo.

 

Tal vez te parece que no hay, realmente mucho pasando en este primer capitulo.  Pero estaban preparando se para empezar.  Y veremos grandes acciones en el segundo capitulo, gracias a las preparaciones aqu’.

 

13-14) Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, AndrŽs, Felipe, Tom‡s, BartolomŽ, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Sim—n el Zelote y Judas hermano de Jacobo.  Todos Žstos perseveraban un‡nimes en oraci—n y ruego, con las mujeres, y con Mar’a la madre de Jesśs, y con sus hermanos.

 

Ahora est‡n mas serios, y puedes estar seguro de que Pedro no va a buscar una barca para ir pescando otra vez por los peces.

 

Y aqu’ se mencionan a Mar’a, la madre de Cristo.  Ella era una gran hermana, y hay tradiciones que hablan mucho de ella, hasta venerando la, pausa, pero aqu’ es la ultima vez que est‡ mencionada en las escrituras.

 

 

15) En aquellos d’as Pedro se levant— en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en nśmero), y dijo:

 

La iglesia no era muy grande, unos ciento veinte, pero por toda su gran preparaci—n, y su oraci—n, iba a explotar, muy pronto.

 

15-17) En aquellos d’as Pedro se levant— en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en nśmero), y dijo: Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Esp’ritu Santo habl— antes por boca de David acerca de Judas, que fue gu’a de los que prendieron a Jesśs, y era contado con nosotros, y ten’a parte en este ministerio.

 

Lo de Judas, no era un error, sino parte del plan de Dios.

 

Y despuŽs de pasar mucho tiempo con Cristo, viendo a Cristo en el testamento antiguo, como Lucas nos ense–a sobre el camino de Emaus, Pedro entend’a que el numero doce, tenia mucha importancia.

 

Y por lo tanto, despuŽs de perder a Judas, ten’an que poner otro es su lugar.

 

18) Este, pues, con el salario de su iniquidad adquiri— un campo, y cayendo de cabeza, se revent— por la mitad, y todas sus entra–as se derramaron.

 

Esto es bastante grafico, y lo hacen as’ a veces en las pel’culas, pero es correcto.  El caso de Judas, existe para ense–ar a todos nosotros, y para ayudar nos a vivir cuidadosamente, tomando en serio la fe Cristiana.

 

19) Y fue notorio a todos los habitantes de JerusalŽn, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, AcŽldama, que quiere decir, Campo de sangre.

 

Judas mismo no compraba el campo, sino que cuando se devolvi— el dinero de sangre, a los fariseos, ellos compraban el campo para enterar a los desconocidos.

 

20) Porque est‡ escrito en el libro de los Salmos:

    Sea hecha desierta su habitaci—n,

    Y no haya quien more en ella; y:

    Tome otro su oficio.

 

Aqu’, se puede ver que Pedro ya realmente era otro.  Ahora se pudo ver a Cristo, lo de su vida, en cada parte del testamento antiguo.

 

Aqu’ se aplicaba dos salmos imprecatorios a la persona de Judas.  ŔBueno que son Ňsalmos imprecatoriosÓ?

 

Estos son los salmos que llaman por las consecuencias negativas a los enemigos del reino.

 

En un sentido, Judas ha sido uno de ellos, pero en otro sentido no.  Como dijo Juan a toda persona apostataÉ

 

1 Juan 2:19    Salieron de nosotros, pero no eran de

nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habr’an permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.

 

21-22) Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Se–or Jesśs entraba y sal’a entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el d’a en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrecci—n.

 

Todos estos detallŽis de administraci—n eran esenciales para la gran explosi—n que viene en el capitulo dos.

 

Y puedes ver aqu’, que un ap—stol tenia que ser testigo actual de la resurrecci—n de Cristo.  Por esto, aunque reconocemos misioneros ya, no nombramos ap—stoles.

 

23) Y se–alaron a dos: a JosŽ, llamado Barsab‡s, que ten’a por sobrenombre Justo, y a Mat’as.

 

Se buscaban hombres calificados para la posici—n.  Pero siendo una posici—n tan exaltada, no iban a escoger como hombres, sino dejar finalmente la decisi—n al Se–or.

 

24-25) Y orando, dijeron: Tś, Se–or, que conoces los corazones de todos, muestra cu‡l de estos dos has escogido,

para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cay— Judas por transgresi—n, para irse a su propio lugar.

 

Podemos eligir ancianos, pastores con la elecci—n de los hermanos, con mucha oraci—n, hasta con ayunos.  Pero seleccionar a un ap—stol, era diferente.

26) Y les echaron suertes, y la suerte cay— sobre Mat’as; y fue contado con los once ap—stoles.

 

En el testamento antiguo, esto era una manera de averiguar la voluntad de Dios.

 

Los que tratan de continuar esto, ahora han encontrado problemas en la historia de la iglesia, pero estaba permitido aqu’.

 

Proverbios 16:33     La suerte se echa en el regazo;

Mas de Jehov‡ es la decisi—n de ella.

 

======================== Aplicaci—n ========================

 

Para cerrar, quiero aplicar unos tres puntos.

 

1) El Esp’ritu Santo

2) La Segunda Venida

3) La Naturaleza del Pacto

 

1) El Esp’ritu Santo

 

En este libro, vamos a ver much’simo del Esp’ritu Santo.  Hemos recibido una gran tarea, una gran conquista en contra de toda forma de oposici—n.

 

Y la śnica manera en que podemos avanzar, es por el poder del Esp’ritu Santo.  ŔAmen?

 

En el libro de Juan, Cristo trataba mucho de hablar del Esp’ritu Santo que iba a mandar, pero los disc’pulos no querr’an escuchar esto, porque no querr’an perder la presciencia f’sica de Cristo.

 

Juan 16:7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me

vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendr’a a vosotros; mas si me fuere, os lo enviarŽ.

 

Antes, los disc’pulos no querr’an escuchar de esto, pero ahora, en este libro, van a sentir su poder.

 

Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os

enviarŽ del Padre, el Esp’ritu de verdad, el cual procede del Padre, Žl dar‡ testimonio acerca de m’.

 

 

Ellos necesitaban el Esp’ritu Santo para continuar, y es el mismo con nosotros.  Por esto estamos tanto en la oraci—n.

 

Sin el Esp’ritu, la gran conquista es simplemente imposible, especialmente durante estos tiempos, revueltos.

 

2) La Segunda Venida

 

La doctrina de la segunda venida de Cristo es sumamente importante, y debe de tener su impacto en nuestras vidas.

 

Hasta en la Santa Cena, se meditan en esto, que Cristo va a regresar, y es algo que no podemos olvidar.

 

1 Corintios 11:26    As’, pues, todas las veces que comiereis

este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Se–or anunci‡is hasta que Žl venga.

 

No dice, hasta que te mueres, sino hasta que Žl venga, esto debe de estar en nuestros pensamientos, porque puede impactar a nuestras vidas, muy positivamente.

 

Vimos tambiŽn, en el libro de JuanÉ

 

Juan 14:1-3    No se turbe vuestro coraz—n; creŽis en Dios,

creed tambiŽn en m’.

 

En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si as’ no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

 

Y si me fuere y os preparare lugar, vendrŽ otra vez, y os tomarŽ a m’ mismo, para que donde yo estoy, vosotros tambiŽn estŽis.

 

Es posible que hay una negligencia de esta doctrina en nuestros tiempos porque puede ser un poco controversial.

 

Todos creen que Cristo va a regresar, pero el desacuerdo viene sobre como ser‡.  Es popular creer, y puedes escuchar en la radio o el Internet, que Cristo, cuando viene, va a establecer un reino terrenal en JerusalŽn.  pausa

 

Pero San Pablo tenia una perspectiva muy clara sobre esto en el libro, de primero de Corintios.

 

 

 

1 Corintios 15:22-26 Porque as’ como en Ad‡n todos

mueren, tambiŽn en Cristo todos ser‡n vivificados.

 

Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.

 

Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.

 

Porque preciso es que Žl reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.

 

Y el postrer enemigo que ser‡ destruido es la muerte.

 

Segśn este pasaje, claro, cuando Cristo viene, es el fin.  Es el fin de la historia, es el d’a del juicio, es el rapto para los que aun vivan, y es la resurrecci—n para los dem‡s.

 

Esta es la manera mas f‡cil de entender las cosas finales, y ha sido la mas normal, en la historia de la iglesia.

 

Cristo est‡ al lado del Padre, reinando hasta que todos su enemigos estŽn debajo de sus pues, y cuando se levante, es el fin.

 

3) La Naturaleza del Pacto

 

Finalmente, vamos a concluir con este caso de Judas.  Dije que lo de Judas no era ningśn error, sino parte del plan de Dios.  Cristo dijo enÉ

 

Juan 6:70 ŔNo os he escogido yo a vosotros los doce,

          y uno de vosotros es diablo?

 

Pero Cristo, ŔC—mo es posible que oraste toda la noche antes de escoger a los doce, y uno es diablo?

 

(Si puedo hacer tal pregunta sin blasfemar)  pausa

 

Pero hay razones.  Judas Iscariote, el traidor, puede ayudar te hermano, hermana, joven.

El hecho de que est‡s en pacto con Dios, no es garant’a de que est‡s bien con Dios.  Hay que vivir cada d’a con cuidado.

 

San Pablo dijoÉ

 

1 Corintios 9:26-27  As’ que, yo de esta manera corro, no como

a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

 

No creo que se golpeaba su cuerpo f’sicamente, es metaf—rico.  Tenemos que dominar la carne.  Porque ni estar en el ministerio, como Judas, es una garant’a de que est‡s bien con Dios.

 

Mateo 7:21-23 No todo el que me dice: Se–or, Se–or, entrar‡

en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que est‡ en los cielos.

 

Muchos me dir‡n en aquel d’a: Se–or, Se–or, Ŕno profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

 

Y entonces les declararŽ: Nunca os conoc’; apartaos de m’, hacedores de maldad.

 

Dice en nuestro texto de hoy, que Judas, se fue a su propio lugar.  ŔPero que es el lugar de Judas?  pausa

 

Es el infierno, y Cristo no quiere verte, bajando al infierno, as’ que Judas puede ayudar te, a vivir con cuidado

 

Mateo 26:24    A la verdad el Hijo del Hombre va, segśn est‡

escrito de Žl, mas !!ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.

 

Y si tu quieres aprender a caminar en la santidad, con cuidado, sabiendo que tu Se–or va a regresar, y tu no sabes cuando, pausa, puedes pasar al frente en unos momentos, y orearemos contigo.

 

Vamos a orar