18 de octubre de 20
El Pacto Honrado
GŽnesis 9:13-15
Introducci—n
Hoy, queremos estudiar algo, brevemente, que es como una llave a todas
las doctrinas de la Biblia. pausa
Recuerdo una hermana, que ya no est‡ con nosotros, pero ella
confesaba, honestamente, que la Biblia es un libro que no es tan f‡cil de
entender.
Hay cosas en las escrituras que parecen paradojas, o hasta contradicciones. pausa
Pero el problema, no es con la Biblia, sino que el problema est‡ con
nosotros. La Biblia es consistente
consigo mismo, y no tiene contradicci—n alguna.
Pero para entender lo que la Biblia est‡ diciendo, desde GŽnesis hasta
Apocalipsis, tienes que mirar a las doctrinas, en la luz del pacto.
Desde el primer libro de la Biblia, se hablan del pacto que Dios ha hecho con su pueblo.
Y quiero empezar con la primera vez que el pacto est‡ mencionado, en
todas las escrituras.
1) La Primera Menci—n.
La primera vez que aparece la palabra pacto, est‡ en el libro de
GŽnesis, capitulo 6, durante el tiempo de NoŽ, antes del gran diluvio.
GŽnesis 6:17-18 Y he aqu’ que yo
traigo un diluvio de
aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya esp’ritu
de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morir‡.
Mas establecerŽ mi pacto
contigo, y entrar‡s en el arca tœ, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus
hijos contigo.
Es la primera vez que se hablan del pacto, en la Biblia.
Bueno, yo se que hay te—logos que han escrito mucho sobre el pacto con
Ad‡n y Eva en el huerto, y como se deben de llamar ese pacto, y la naturaleza
de este pasto. pausa
Pero podemos dejar todo aquello para otro d’a. Hoy quiero enfocar en la primera vez
que Biblia emplea la palabra porque podemos aprender algo valioso para lo que
estamos haciendo hoy d’a.
As’ que, despuŽs del gran diluvio, Dios hizo una promesa, sobre como
habr’a regularidad en el mundo hasta sus œltimos d’as.
GŽnesis 8:22 Mientras
la tierra permanezca, no cesar‡n la
sementera y la siega, el fr’o y el calor, el verano y el invierno, y
el d’a y la noche.
Y un poco mas tarde Dios dio una se–al, para recordar lo que ha sido
prometido.
GŽnesis 9:13-15 Mi arco he puesto en las nubes, el cual
ser‡ por se–al
del pacto entre m’ y la tierra.
Y suceder‡ que
cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejar‡ ver entonces mi arco en las
nubes.
Y me acordarŽ del
pacto m’o, que hay entre m’ y vosotros y todo ser viviente de toda
carne; y no habr‡ m‡s diluvio de aguas para destruir toda carne.
Y aun con este ejemplo antiguo, de la primera menci—n del pacto en la
Biblia, podemos sacar unos puntos valiosos de aprendizaje.
a) El pacto siempre contiene promesas, y cuando Dios promete algo,
est‡ siempre fiel a lo que promete.
b) Un pacto tiene algo visual, que puede recordar nos, de lo que hemos
comprometido. (disc de j—venes bautizados)
Hay cosas en la vida espiritual que no son visibles. No te puedes ver el Esp’ritu Santo
cuando anda trabajando, pero puedes observar los resultados.
Aprendimos en el libro de Juan, que el Esp’ritu es como el viento.
Juan 3:8 El viento sopla de
donde quiere, y oyes su
sonido; mas ni sabes de d—nde viene, ni a d—nde va; as’ es todo aquel
que es nacido del Esp’ritu.
Cuando uno est‡ nacido de nuevo, no es algo que tu puedes observar, es
algo invisible. pausa
Pero lo que s’ te puedes observar y hasta celebrar es el bautismo,
publico del hermano, la hermana, tocada por el Esp’ritu Santo.
Y cuando hablamos de las cosas visibles, con promesas, con testigos,
con certificados, con fotos, y con la comida, normalmente mucha, y buena
comida, pausa entonces estamos
hablando de un pacto. ÀAmen?
2) El Pacto Con Abraham.
El pacto que Dios hizo con Abraham, era un gran evento en la Biblia. Hab’an promesas, y hab’an cosas
visibles. As’ que leyendo lo brevemente,
trate de notar lo que fue prometido, y lo que es visible.
GŽnesis 17:1-10 Era Abram de edad
de noventa y nueve
a–os, cuando le apareci— Jehov‡ y le dijo: Yo soy el Dios
Todopoderoso; anda delante de m’ y sŽ perfecto.
Y pondrŽ mi pacto entre m’ y ti, y te multiplicarŽ en gran manera.
Entonces Abram se postr— sobre su rostro, y Dios habl— con Žl,
diciendo:
He aqu’ mi pacto es
contigo, y ser‡s padre de muchedumbre de gentes.
Y no se llamar‡ m‡s tu nombre Abram, sino que ser‡ tu nombre Abraham,
porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
Y te multiplicarŽ en gran manera, y harŽ naciones de ti, y reyes
saldr‡n de ti.
Y establecerŽ mi pacto
entre m’ y ti, y tu descendencia despuŽs de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el
de tu descendencia despuŽs de ti.
Y te darŽ a ti, y a tu descendencia despuŽs de ti, la tierra en que
moras, toda la tierra de Cana‡n en heredad perpetua; y serŽ el Dios de ellos.
Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardar‡s mi pacto, tœ y tu descendencia despuŽs de
ti por sus generaciones.
Este es mi pacto, que
guardarŽis entre m’ y vosotros y tu descendencia despuŽs de ti: Ser‡
circuncidado todo var—n de entre vosotros.
La circuncisi—n era la se–al del pacto,
y Dios habla de esa se–al, como que era el pacto mismo. Y es un punto importante que veremos en
el nuevo testamento tambiŽn.
Y ahora tenemos que entrar en algo que es un poco serio. Para el hombre, y especialmente el
hombre moderno, se puede despreciar los s’mbolos y las se–ales del pacto, como
que eran de poca importancia.
Pero veremos una y otra vez en la Biblia, que para Dios, su pacto, y los s’mbolos, las se–ales, los
sellos de su pacto, son sumamente
importantes.
Por ejemplo, mientras estamos hablando del pacto con Abraham,
consideraÉ
GŽnesis 17:14 Y el var—n
incircunciso, el que no hubiere
circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona ser‡ cortada de
su pueblo; ha violado mi pacto.
Aqu’ se ve una prueba de que para Dios, su pacto, las se–ales del pacto
son sumamente importantes, aunque el hombre, a veces no lo vea as’.
De hecho, estamos estudiando el libro del ƒxodo, en los viernes, al
cual est‡s invitado, pero vimos algo hace una semana, en el capitulo cuatro,
que era imposible de entender si no sabia algo del pacto.
Dios estaba invirtiendo mucho tiempo preparando a MoisŽs para
enfrentar al Fara—n poderoso, y algo extra–o pasaba.
ƒxodo 4:24 Y aconteci— en el
camino, que en una posada
Jehov‡ le sali— al encuentro, y quiso matarlo.
ÀComo es posible? ÀQue
quiere decir esto? MoisŽs era el
plan, para la redenci—n del pueblo Hebreo, estaba ya preparado con poderes, con
palabras para enfrentar el gran rey de Egipto, y de repente Dios estaba en su
camino, y quiso matar lo.
Pero las cosas extra–as como esta, se resuelve, pensando en el pacto honrado.
ƒxodo 4:24-26 Y aconteci—
en el camino, que en una posada
Jehov‡ le sali— al encuentro, y quiso matarlo.
Entonces SŽfora tom— un pedernal afilado y cort— el prepucio de su
hijo, y lo ech— a sus pies, diciendo: A la verdad tœ me eres un esposo de
sangre.
As’ le dej— luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la
circuncisi—n.
ÀComo podemos entender esto?
Bueno, MoisŽs tenia dos hijos, y parece como que uno estaba ya circuncidado,
pero el otro no. Es que viviendo
lejos del pueblo de Dios con su suegro, y como para ellos la circuncisi—n era
algo extra–o y repugnante, MoisŽs ya no estaba honrando al pacto ni a su se–al.
Para MoisŽs, la se–al del pacto
ya era poca cosa, un detalla no mas.
Pero para Dios era una gran cosas. ÁEnorme! Aqu’ estaba el redentor del pueblo, continuando el
pacto con Abraham, pero para ese gran hŽroe, el pacto no era algo de honrar,
y dice claramente Dios quiso matarlo.
Y normalmente fue el hombre que hizo ese rito de la circuncisi—n, pero
MoisŽs no pudo, a lo mejor estaba temblando tirado en el suelo, y su esposa
tenia que hacer lo con prisa, y finalmente Dios permiti— su siervo continuar en
su viaje.
Para Dios el pacto, con sus
se–ales es sumamente importante, y los hombres que descuidan todo esto, juegan
con fuego.
Ahora para el ultimo punto, y muy relevante a las actividades de este
d’a vamos a losÉ
3) S’mbolos Del Nuevo Pacto.
Con la llegada de Cristo, ya estamos bajo el nuevo pacto. La circuncisi—n f’sica ya no aplica a
nosotros. Pero en el nuevo
testamento si se habla de una circuncisi—n hecha sin manos.
Colosenses 2:11-12 En
Žl tambiŽn fuisteis circuncidados
con circuncisi—n no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo
pecaminoso carnal, en la circuncisi—n de Cristo;
sepultados con Žl en el bautismo, en el cual fuisteis tambiŽn
resucitados con Žl, mediante la fe en el poder de Dios que le levant— de los
muertos.
En el nuevo pacto, tenemos dos se–ales sumamente importantes, la Santa
Cena, y el Bautismo.
Vamos a empezar con la Santa Cena, y terminaremos el menaje con el
bautismo. Y terminaremos el d’a
con el bautismo.
Mateo 26:26-28 Y mientras com’an,
tom— Jesœs el pan, y
bendijo, y lo parti—, y dio a sus disc’pulos, y dijo: Tomad, comed;
esto es mi cuerpo.
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed
de ella todos; porque esto es
mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisi—n de los
pecados.
Estamos salvados por la sangre de Cristo, derramado en la cruz, pero
la Santa Cena es un s’mbolo, una se–al de este pacto.
Y como se–al del pacto, no
es algo que debemos de descuidar, ni de abusar, porque ya sabemos por el
incidente con MoisŽs que Dios no va a tolerar abusos de su pacto.
Y para confirmar lo que estoy diciendo, tenemos instrucciones actuales
sobre el asunto.
En el libro de primero de Corintios, estaban abusando la Santa Cena.
1 Corintios 11:20-22 Cuando,
pues, os reun’s vosotros,
esto no es comer la cena del Se–or.
Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno
tiene hambre, y otro se embriaga.
Pues quŽ, Àno tenŽis casas en que com‡is y beb‡is? ÀO menospreci‡is la
iglesia de Dios, y avergonz‡is a los que no tienen nada? ÀQuŽ os dirŽ? ÀOs
alabarŽ? En esto no os alabo.
En su ignorancia, como hombres, se faltaban respeto del pacto sagrado. Y Pablo, conociendo toda la historia
del pacto, sabia que esto era
sumamente peligroso, y tenia que amonestar los en serio.
Y desde este mismo contexto sacamos las amonestaciones para la
preparaci—n por nuestra santa cena.
Es que Pablo deseaba ver, el
pacto honrado.
1 Corintios 11:27-30 De manera
que cualquiera que
comiere este pan o bebiere esta copa del Se–or indignamente, ser‡
culpado del cuerpo y de la sangre del Se–or.
Por tanto, pruŽbese cada uno a s’ mismo, y coma as’ del pan, y beba de
la copa.
Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del
Se–or, juicio come y bebe para s’.
Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos
duermen.
Por no entender que el pacto
tiene que ser honrado, hab’an
enfermos, hab’an debilitados, y hasta algunos se perdieron sus vidas. As’ que esto del pacto no es un juego,
es serio. El pacto es algo que tenemos que dejar honrado.
Bueno, con todo este contexto B’blico, podemos ya terminar con otra
se–al del pacto, que es el bautismo.
Y lastimosamente hay muchos en la iglesia moderna, que realmente no honran al bautismo.
Un ejemplo.
La iglesia con que yo fue varias veces a Chiapas, como misionero
feliz, es una iglesia muy misionera.
Se tratan de tomar en serio lo que se llaman a veces Òla gran
comisi—nÓ, que aparece enÉ
Mateo 28:18-20 Y Jesœs se acerc—
y les habl— diciendo: Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced disc’pulos a todas las naciones, bautiz‡ndolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Esp’ritu Santo;
ense–‡ndoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aqu’
yo estoy con vosotros todos los d’as, hasta el fin del mundo. AmŽn.
Bueno hab’a un hermano, en aquella iglesia y era tambiŽn mi vecino, y era
muy activo en estas misiones.
Creo que ya vive lejos de aqu’, y lo voy a emplear como ejemplo.
Era un buen hombre, muy activo en las misiones, pero con cuatro a–os
como Cristiano, supuestamente, Áni estaba bautizado!
A mi me parec’a muy, pero muy extra–o, su manera de descuidar al pacto, y de llevar acabo la gran comisi—n
cuando el mismo ni estaba bautizado.
Bueno esa situaci—n extra–a finalmente estaba considerada por la
iglesia, y finalmente se bautizaba.
Pero en la Biblia, se empieza con el bautismo, es el primer paso, si
es tu deseo, empezar bien.
Jam‡s vas a ver algo en la Biblia que dice, Òrecibe a Cristo, camina
con el unos cuantos a–os, y mas tarde, si te conviene, te puedes considerar el
bautismoÓ. Esto seria el opuesto, del pacto honrado, pero es comœn en la
iglesia moderna.
Hay muchos ejemplos en el libro de hechos, de personas, familias,
siendo bautizadas inmediatamente, despuŽs de creer.
Antes que nada el d’a de PentecostŽs.
Hechos 2:38-42 Pedro les dijo:
Arrepent’os, y baut’cese
cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perd—n de los
pecados; y recibirŽis el don del Esp’ritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para
todos los que est‡n lejos; para cuantos el Se–or nuestro Dios llamare.
Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed
salvos de esta perversa generaci—n.
As’ que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se
a–adieron aquel d’a como tres mil personas.
Y perseveraban en la doctrina de los ap—stoles, en la comuni—n unos
con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
No dice que se recibieron a Cristo por una oraci—n y unos meses o unos
a–os mas tarde se bautizaban. No,
el mismo d’a se bautizaban, y estaban a–adidas a al iglesia.
Hechos 16:26-33 Entonces
sobrevino de repente un gran
terremoto, de tal manera que los cimientos de la c‡rcel se sacud’an; y
al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.
Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la c‡rcel,
sac— la espada y se iba a matar, pensando que los presos hab’an huido.
Mas Pablo clam— a gran voz, diciendo: No te hagas ningœn mal, pues
todos estamos aqu’.
El entonces, pidiendo luz, se precipit— adentro, y temblando, se
postr— a los pies de Pablo y de Silas; y sac‡ndolos, les dijo: Se–ores, ÀquŽ
debo hacer para ser salvo?
Ellos dijeron: Cree en el Se–or Jesucristo, y ser‡s salvo, tœ y tu
casa.
Y le hablaron la palabra del Se–or a Žl y a todos los que estaban en
su casa.
Y Žl, tom‡ndolos en aquella misma hora de la noche, les lav— las
heridas; y en seguida se bautiz— Žl con todos los suyos.
Y te seguro hermanos que pudiera producir muchos ejemplos mas, de San
Pablo, de Lidia y otros mas, solamente en el libro de Hechos, pausa, pero no quiero hacer el mensaje
muy largo, tenemos mucho que hacer en el d’a de hoy, para dejar, el pacto honrado.
*------------------------- Doctrina ----------------------*
Para cerrar, vamos a considerar c—mo el bautismo, es obviamente un
se–al del pacto.
a) La fe es algo invisible, pero el bautismo es ÁMUY PERO MUY VISIBLE!
Te vas a ver hoy, y algunos van a sentir el agua.
Habr‡ tœnicas blancas.
Todo ser‡ hecho delante de testigos.
Habr‡ fotos, ojala muchos fotos, fotos inolvidables.
Habr‡ mas tarde, certificados para estar firmados de parte de la
iglesia.
Y finalmente habr‡ comida, mucha buena comida.
b) Habr‡ promesas. Los
que se bautizan van a prometer que est‡n rechazando toda obra de Satan‡s,
dejando atr‡s ese mundo de enga–os y de vanidades. En fin, es muy claro, que est‡n entando en el pacto, sagrado.
*------------------------ Conclusi—n ---------------------*
Finalmente, si lo saben o no, los j—venes que hoy se van a bautizar,
van a hacer algo evangel’stico.
Hay muchos adultos, y hasta personas de la tercer edad que ya no est‡n
tan impresionados con los j—venes de hoy.
Parece a ellos, que muchos j—venes solamente est‡n entregados a sus
telŽfonos y a sus medios sociales.
Pero cuando vean a j—venes que se entregan voluntariamente sus vidas a
Cristo, en publico, sabr‡n que algo grande est‡ pasando aqu’, que el Esp’ritu Santo
est‡ moviendo, y que hay algo de esperanza aun en este mundo.
Ver‡n que Dios est‡ levantando lideres, pare el futuro.
Y finalmente, observando los bautismos emocionantes de hoy, muchos van
a recordar sus propios bautismos, aun si eran dŽcadas atr‡s, en el pasado.
Y en aquel gran momento, se pueden considerar si en realidad est‡n,
aun honrando al pacto, o no.
Y si es tu deseo, vivir de tal manera que se vean en ti, que el pacto est‡ honrado, puedes pasar en unos momentos, y oraremos contigo.
Vamos a orar