18 de septiembre de 20

 

Entrando La ƒpoca Dram‡tica

ƒxodo 1:1-22

 

 

El libro de ƒxodo es esencial para un entendimiento s—lido de las escrituras.  Todo el edificio de la Biblia, est‡ construido sobre el fundamento de GŽnesis, y de ƒxodo.

 

Cuando Cristo ense–aba sobre el divorcio, en Mateo 19, no se citaba a Deuteronomio, sino que se citaba a GŽnesis uno, y GŽnesis dos.

 

Mateo 19:4-6   ƒl, respondiendo, les dijo: ÀNo habŽis le’do

que el que los hizo al principio, var—n y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejar‡ padre y madre, y se unir‡ a su mujer, y los dos ser‡n una sola carne?

 

As’ que no son ya m‡s dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios junt—, no lo separe el hombre.

 

Los fariseos estaban reprendidos por no saber los libros mas fundamentales.   Y ƒxodo es otro libro fundamental que hablar‡, sobre todo, de la redenci—n de Dios

 

1-4)  Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entr— con su familia:

RubŽn, Sime—n, Lev’, Jud‡, Isacar, Zabul—n, Benjam’n,

Dan, Neftal’, Gad y Aser.

 

Estos hermanos ten’an a Abraham por bisabuelo.  Y por lo tanto iban a continuar, lo que Dios empezaba con Abraham, su pacto y las promesas que van con el pacto.

 

GŽnesis 15:12-16     Mas a la ca’da del sol sobrecogi— el

sue–o a Abram, y he aqu’ que el temor de una grande oscuridad cay— sobre Žl.

 

Entonces Jehov‡ dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morar‡ en tierra ajena, y ser‡ esclava all’, y ser‡ oprimida cuatrocientos a–os.

 

Mas tambiŽn a la naci—n a la cual servir‡n, juzgarŽ yo; y despuŽs de esto saldr‡n con gran riqueza.

 

Y tœ vendr‡s a tus padres en paz, y ser‡s sepultado en buena vejez.

 

Y en la cuarta generaci—n volver‡n ac‡; porque aœn no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aqu’.

 

Cuando Abraham recibi— el pacto santo con Dios, ya sabia que la tierra prometida no iba a ser tomada aun por siglos, porque Dios tenia que llevar acabo otros prop—sitos.

 

Abraham sab’a que sus descendientes iban a vivir como esclavos en otro pa’s, y que esto iba a durar cuatro cientos a–os.  Pero finalmente se saldr’an, y con muchas riquezas.

 

Y de esto tenemos que concluir que Dios no tiene gran prisa en lo que hace.  Nuestro Padre celestial tiene toda la historia del mundo para desplegar su gloria, cumpliendo las profec’as. ÀAmen?

 

5) Todas las personas que le nacieron a Jacob fueron setenta. Y JosŽ estaba en Egipto.

 

Y el numero de las naciones en GŽnesis era setenta, y estos del pacto iban a tomar el lugar de las sesenta que andaban en su ignorancia, y en su rebeli—n.

 

6) Y muri— JosŽ, y todos sus hermanos, y toda aquella generaci—n.

 

Cuando JosŽ estaba en el gobierno del fara—n, los hebreos ten’an una vida prospera en Egipto.  El gobierno de Egipto estaba bien establecido bajo su administraci—n.  Y de esto puedes confirmar, revisando los œltimos cap’tulos de GŽnesis.

 

Pero despuŽs de aquella generaci—n, las cosas cambiaban.  Y podemos preguntar Àpor quŽ?

 

ÀSer‡ posible que el pueblo santo se apartaba de su Dios durante los tiempos buenos?  ÀAcaso adoptaban algo de la idolatr’a de estos paganos, para provocar su Dios a activar las sanciones negativas del pacto?

 

7) Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llen— de ellos la tierra.

 

Sea lo que sea su estado espiritual, Dios estaba multiplicando el pueblo, de manera sobrenatural, para cumplir su promesa a Abraham, de una descendencia como la arena del mar o como las estrellas del cielo.

 

GŽnesis 22:17  De cierto te bendecirŽ, y multiplicarŽ tu

descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que est‡ a la orilla del mar; y tu descendencia poseer‡ las puertas de sus enemigos.

 

8-9) Entretanto, se levant— sobre Egipto un nuevo rey que no conoc’a a JosŽ; y dijo a su pueblo:  He aqu’, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y m‡s fuerte que nosotros.

 

El nuevo rey, estar‡ en su contra.  Y aunque no dice claramente si han ofendido a Dios, tenemos evidencias en otras partes, de que no se manten’an su separaci—n espiritual, como pasa con muchos j—venes entre las familias Cristianas ya.

 

Ezequiel 20:8  Mas ellos se rebelaron contra m’, y no

quisieron obedecerme; no ech— de s’ cada uno las abominaciones de delante de sus ojos, ni dejaron los ’dolos de Egipto; y dije que derramar’a mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto.

 

Es mas, Àcomo es posible que tan rapidito, decidieron construir un becerro de oro, cuando MoisŽs estaba recibiendo las tablas de los diez mandamientos?  ÀC—mo es que se fueron a la idolatr’a tan r‡pidamente?  Otro lugarÉ

 

JosuŽ 24:14    Ahora, pues, temed a Jehov‡, y servidle con

integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del r’o, y en Egipto; y servid a Jehov‡.

 

 

 

 

As’ que Dios estaba bien justificado en traer los tiempos duros, o sea, la Žpoca dram‡tica a su pueblo, por su infidelidad, como est‡ trayendo tiempos duros y la Žpoca dram‡tica sobre el mundo entero en nuestra generaci—n.

 

Otra vez el nuevo rey, habla como nuestro gobernador de este estado.

 

10) Ahora, pues, seamos sabios para con Žl, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, Žl tambiŽn se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra.

 

Ese rey buscaba pretextos para oprimir al pueblo de Dios.  Y como no ten’an nada como la pandemia Covid, simplemente tenia que inventar algo.

 

11) Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Fara—n las ciudades de almacenaje, Pit—n y RamesŽs.

 

De repente, un pueblo que entraba como libre, durante la vida de JosŽ, ahora estaba convirtiendo se en un grupo de esclavos, que exist’an bajo un duro tratamiento.

 

Los egipcios olvidaron de todo lo bueno que recibieron de JosŽ.

 

12) Pero cuanto m‡s los oprim’an, tanto m‡s se multiplicaban y crec’an, de manera que los egipcios tem’an a los hijos de Israel.

 

Esto es un verdad de todos los siglos.  Cuando se opriman ahora los Cristianos, casi siempre se aumentan los Cristianos.

 

Es mas, los hermanos falsos se apartan r‡pidamente bajo la persecuci—n.  Las iglesias pueden crecer mas r‡pidamente, y con hermanos que realmente tienen el Esp’ritu Santo de Dios.

 

13-14) Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza, y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor.

 

 

 

Es triste, pero a veces los hermanos necesitan un poco de opresi—n, para realmente motivar nos a tomar la gran tarea en serio.

 

En la gran prosperidad, a veces estamos muy flojos en los asuntos de Dios, y como una buena disciplina, Dios tiene que mandar, una Žpoca dram‡tica.

 

15) Y habl— el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fœa, y les dijo:

 

Ahora el capitulo va a terminar con algo muy interesante y es tambiŽn algo, un poco controversial.

 

15-16) Y habl— el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fœa, y les dijo: Cuando asist‡is a las hebreas en sus partos, y ve‡is el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva.

 

No se dan los nombres de todas las mujeres en las escrituras.  

Hablando de la mujer de Lot, esto es la manera en que se hablan de ella, sin nombre, aun en el nuevo testamento.  Jam‡s nos dan su nombre.

 

Lucas 17:31-32 En aquel d’a, el que estŽ en la azotea, y sus

bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atr‡s.  Acordaos de la mujer de Lot.

 

Ella miraba atr‡s, saliendo de Sodoma, porque su coraz—n aun estaba all’.  ÀY tu?

 

Pero nunca sabremos su nombre.  Pero estas parteras, si se dan sus nombres.

 

15-16) Y habl— el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fœa, y les dijo: Cuando asist‡is a las hebreas en sus partos, y ve‡is el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva.

 

Estas van a salir como hŽroes, pero como dije, el caso es un poco controversial.

 

17) Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mand— el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los ni–os.

 

Normalmente, los Cristianos, como los creyentes del testamento antiguo, honran al magistrado.  Hemos estado obedientes, delante de la autoridad del gobierno.  Pero existan ocasiones, en que es nuestro deber, desobedecer.

 

18) Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ÀPor quŽ habŽis hecho esto, que habŽis preservado la vida a los ni–os?

 

Estaban desobedientes al rey, pero fieles a Dios.  Y por esto conocemos sus nombres.

 

19) Y las parteras respondieron a Fara—n: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas.

 

Aqu’ entra parte de la controversia.  Hay hermanos que dicen que aqu’ estaban mintiendo, pero estaba bien, ten’an razones de mentir.

 

Otros dicen que estaban bien desobedecer al rey, pero no era correcto mentir.

 

Otros aun dicen que, a lo mejor ni estaban mintiendo porque las mujeres hebreas estaban produciendo hijos bajo un poder sobrenatural, y por esto se daban la luz f‡cilmente.

 

Y yo realmente no voy a tratar de resolver la controversia.  En esto tu tendr‡s que formar tu propia opini—n, poniendo toda la escritura delante de tu conciencia.

 

20) Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplic— y se fortaleci— en gran manera.

 

Las parteras salieron como hŽroes, delante del pueblo, y delante de Dios.  Por esto conocemos sus nombres.

 

21) Y por haber las parteras temido a Dios, Žl prosper— sus familias.

 

Como siempre con el pacto de Dios, la promesa de una forma de prosperidad vino como consecuencia de la obediencia.

 

Salmos 1:1-3   Bienaventurado el var—n que no anduvo en

consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehov‡ est‡ su delicia, Y en su ley medita de d’a y de noche.

 

Ser‡ como ‡rbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperar‡.

 

22) Entonces Fara—n mand— a todo su pueblo, diciendo: Echad al r’o a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.

 

La batalla ya iba a estar mas intensa, y como veremos, estaban, como nosotros, estaban entrando en la Žpoca dram‡tica.

 

*======================= Doctrina ========================*

 

Antes de cerrar, es importante considerar un poco, el tema de la desobediencia civil, de nuestros tiempos.  Normalmente los Cristianos siempre estamos fieles a las autoridades del gobierno.  Y por esto hasta en nuestra iglesia observamos las recomendaciones de seguridad durante la pandemia.

 

Romanos 13:1-5 SomŽtase toda persona a las autoridades

superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.

 

De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenaci—n para s’ mismos.

 

Porque los magistrados no est‡n para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ÀQuieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendr‡s alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.

 

Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por raz—n del castigo, sino tambiŽn por causa de la conciencia.

 

Y tambiŽn San Pedro dijo enÉ

 

1 Pedro 2:15-17 Porque esta es la voluntad de Dios: que

haciendo bien, hag‡is callar la ignorancia de los hombres insensatos;  como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.

Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey.

 

Esta es la regla normal, honramos, respetamos las autoridades del gobierno. pausa Pero existan ocasiones cuando esto no es posible.

 

Hechos 4:15-20 Entonces les ordenaron que saliesen del

concilio; y conferenciaban entre s’,  diciendo: ÀQuŽ haremos con estos hombres? Porque de cierto, se–al manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en JerusalŽn, y no lo podemos negar.

 

Sin embargo, para que no se divulgue m‡s entre el pueblo, amenacŽmosles para que no hablen de aqu’ en adelante a hombre alguno en este nombre.

 

Y llam‡ndolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni ense–asen en el nombre de Jesœs.

 

Mas Pedro y Juan respondieron diciŽndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y o’do.

 

Y esto es el texto que el famoso Pastor, John MacArthur, est‡ citando ahora en Los çngeles, desafiando al gobierno del estado, diciendo que ellos no tienen la autoridad de controlar las condiciones de alabanza en las iglesias.

 

 

 

Hoy sali— un reporte en que ese gran Pastor dijo que su gran hŽroe de las escrituras, aparte de Cristo, es San Pablo, y cuando San Pablo llegaba a una ciudad, no se preguntaba sobre los hoteles, como un pastor moderno, sino que deseaba saber las condiciones en la c‡rcel, porque los ap—stoles pasaban mucho tiempo all’.

 

Y el pastor John dijo que si el estado quiere meter se en la c‡rcel, adelante, pero no iba a obedecer el estado en esto.

 

Para muchos es un gran hŽroe, como las parteras, pero hay que tener cuidado, yo tengo amigos aqu’ cerca que no est‡n de acuerdo con Žl en esto.

 

Y mi punto principal es, que es un tema controversial entre los hermanos, y hay que tener cuidado.  No todos los hermanos interpretan la situaci—n de la misma manera.

 

Y en este caso no voy a decidir para ti, porque siempre ha sido un tema dif’cil, en toda la historia de la iglesia.

 

Voy a dar un ejemplo mas, y podemos cerrar.  Rahab, una prostituta en la l’nea directa de Cristo, tambiŽn se desobedec’a a su rey, y a lo mejor se ment’a a Žl.

 

JosuŽ 2:1-5    JosuŽ hijo de Nun envi— desde Sitim dos esp’as

secretamente, diciŽndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jeric—. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron all’.

 

Y fue dado aviso al rey de Jeric—, diciendo: He aqu’ que hombres de los hijos de Israel han venido aqu’ esta noche para espiar la tierra.

 

Entonces el rey de Jeric— envi— a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra.

 

Pero la mujer hab’a tomado a los dos hombres y los hab’a escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a m’, pero no supe de d—nde eran.

 

 

 

Y cuando se iba a cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres se salieron, y no sŽ a d—nde han ido; seguidlos aprisa, y los alcanzarŽis.

 

Tomando la cuidad de Jeric—, estaban en una situaci—n de guerra, y hay muchos hermanos que creen que durante las guerras, para proteger las vidas de los santos, te puedes mentir.  Otros dicen que no.

 

Pero la hermana Rahab, (y es curioso, conocemos su nombre) pero esa hermana Rahab, fue bendecida por Dios, por lo que hizo.

 

En fin, no es un tema sobre lo cual tenemos que estar muy dogm‡ticos.  Cada hermano tiene que luchar con la palabra, y con su propia conciencia.

 

Pero si tu quieres caminar con el pueblo de Dios, separado del mundo, honrando el pacto con tu Padres Celestial, y prosperando bajo su protecci—n, puedes pasar en un momento, y oraremos contigo.

 

 

Vamos a Orar