4 de septiembre de 20

 

Avalancha De Calamidades

Lamentaciones 4:1-22

 

Este gran pa’s de los estados unidos, ha tenido una historia de Žxitos, de poder y de prosperidad.  Aunque no ha sido perfecto, en sus tratos internacionales, y domŽsticos, pero ha sido el deseo de muchos que han venido aqu’, huyendo de sus pa’ses de origen, para encontrar, ojala, algo mejor.

 

Ha habido muchas iglesias fuertes aqu’, ya por siglos.  Hemos mandado misioneros a todas partes.  Hemos producido un mont—n de libros, de videos y de otras materiales para avanzar el evangelio.  pausa

 

Pero ya no es como antes.  Las iglesias, mayormente son mas dŽbiles, predicando menos respeto para la ley de Dios. Muchas familias han perdido sus hijos a una cultura corrompida, y a sus escuelas pŽsimas.

 

Ha crecido una sin fin de religiones falsas, y de ocultismos, como los s’quicos, los que tiran las cartas, los hechiceros, y la brujer’a.  Antes, todo esto era estrictamente ilegal.

 

Finalmente, toda forma de perversi—n sexual ha tenido que estar afirmada, por la fuerza, y los abortos no solamente aceptados, sino pagados con los impuestos de los hermanos.

 

Y por un tiempo, la sociedad funcionaba, mas o menos, con todos estos cambios de degeneraci—n, pero ahora estamos viendo que no va a continuar mas, pausa, porque Dios est‡ ya tomando cartas en el asunto.

 

Otra vez, ense–ando este capitulo, afirmo que los estados unidos no es Israel, sino un pa’s, con gran conocimiento de la palabra de Dios.   No somos el Israel del testamento antiguo, pero s’ podemos observar paralelos, en la manera en que Dios puede aplicar sus sanciones y sus represalias, a un lugar rebelde, que ha abandonado sus preceptos.

 

1) !!C—mo se ha ennegrecido el oro!

    !!C—mo el buen oro ha perdido su brillo!

    Las piedras del santuario est‡n esparcidas por las

    encrucijadas de todas las calles.

 

Esto haba de la destrucci—n del templo, de Salom—n, una de las maravillas del mundo antiguo.  Y su destrucci—n era algo que el pueblo antiguo estaba convencidos, de que jam‡s pudo ocurrir.

 

Nuestro pa’s jam‡s tuvo un templo central porque tenia lo que se llama la Ňlibertad religiosaÓ.  Y el prop—sito de esta era evitar una iglesia oficial, gobernando con el estado como en Europa.  Todas las denominaciones Cristianas estaban bienvenidas.

 

Y de alguna manera, se trabajaban juntas.  Pero esto no era una invitaci—n a los adoradores de Satan‡s, ni a la brujer’a, ni a toda forma de hechizo.  El concepto de la libertad de religi—n ha sido mayormente pervertido, por los enemigos, en los ultimo cien a–os, mientras las iglesias dŽbiles, estaban durmiendo.

 

Este pa’s, s’ tenia el oro por su dinero, hasta el siglo pasado cuando yo era ni–o, su pudiera convertir el dinero en una cantidad fija de oro o de plata.  Pero ya no.

 

Es que esto era demasiada disciplina para los del gobierno, que deseaban gastar mucho mas que ten’an.  Y se lograban empezar sus robos por medio de la inflaci—n.

 

2) Los hijos de Sion, preciados y estimados m‡s que el oro puro, !!C—mo son tenidos por vasijas de barro, obra de manos de alfarero!

 

En el pueblo de Dios, muchos j—venes eran fuertes, de buena apariencia, educados, con gran futuro.  Pero despuŽs de la invasi—n de los Babilonios, Jerem’as observaba que eran como vagabundos en las calles.

 

Como aqu’, hay mas y mas personas viviendo en sus tiendas en las calles, con grandes cantidades viciados con las drogas.

 

3) Aun los chacales dan la teta, y amamantan a sus cachorros;

La hija de mi pueblo es cruel como los avestruces en el desierto.

 

Estas son expresiones antiguas.  Es que cuando todo estaba acabando en JerusalŽn, las madres que ten’an hijos peque–os, no pudieron encontrar suficiente comida para ellos.

 

Otras ya ni se intentaban.  Se han perdido su amor natural para sus propios hijos como los avestruces en el desierto. 

 

En el libro de Job, se hablan de estos p‡jaros grandes.

 

Job 39:13-15   ŔDiste tś hermosas alas al pavo real,

O alas y plumas al avestruz?

 

El cual desampara en la tierra sus huevos,

Y sobre el polvo los calienta,

 

Y olvida que el pie los puede pisar,

Y que puede quebrarlos la bestia del campo.

 

Habla de una madre que ni est‡ tratando de cuidar de sus hijos, porque est‡ viviendo bajo tanto estrŽs, que se ha perdido toda forma de amor natural.

 

4) La lengua del ni–o de pecho se peg— a su paladar por la sed; Los peque–uelos pidieron pan, y no hubo quien se lo repartiese.

 

Es que sitiados, no hab’a nada de comida entrando en la cuidad, y poco a poco todo estaba acabando.  Estaban experimentando una avalancha de calamidades.

 

Y mi esposa me dice que en los mercados, casi no hay comida de lata.  Es que la gente tienen medio y quieren tener suficiente, comprando todo, no sabiendo lo que va a pasar.

 

Y en las cuidadse en que quieren despedir gran cantidad de polic’as, y cambiar su pago, pausa, los camioneros ya dijeron, que no van a entrar en estas cuidadse, por la falta de seguridad.  Porque saben que, como en Venezuela, se pueden estar f‡cilmente saqueados.  pausa

 

Y muchos dir’an que esto era imposible, aqu’ en los estados unidos, una naci—n tan grande y tan poderosa, pausa, pero ya estamos viendo cosas semejantes casi cada semana.  Los profetas nos ense–an que esto es normal y natural, para un pa’s que ha abandonado los preceptos de Dios.

 

5) Los que com’an delicadamente fueron asolados en las calles; Los que se criaron entre pśrpura se abrazaron a los estercoleros.

 

 

Esto habla de los que ten’an dinero.  En nuestros tiempos, serian los que com’an en los buenos restaurantes, antes de que se empezaron a cerrar.

 

Y habla de la gente que ten’an la ropa muy costosa.  Pero cuando todo empezaba a caer, pausa, ten’an que comer lo que se pudieron encontrar.  Se ten’an que acomodar se con algo muy diferente.

 

Y en este pa’s, han salido estad’sticas en esta semana, sobre millones de familias que ya, con la crisis, no tienen suficiente para comer.  Y esto es cuando ni est‡n pagando su renta.

 

6) Porque se aument— la iniquidad de la hija de mi pueblo m‡s que el pecado de Sodoma, Que fue destruida en un momento, sin que acamparan contra ella compa–’as.

 

Dios destru’a a Sodoma y Gomorra en un instante.  Estos eran perversos, pero no ten’an acceso a la palabra de Dios, y toda su instrucci—n.

 

Israel tenia una gran seria de profetas elocuentes, llamando les al arrepentimiento, impulsados por el Esp’ritu Santo de Dios.

 

Y su iniquidad, siendo mas grande que Sodoma, como la nuestra, se sufr’an lentamente, no en un golpe, sino a–o tras a–o, con una avalancha de calamidades.

 

7) Sus nobles fueron m‡s puros que la nieve, m‡s blancos que la leche; M‡s rubios eran sus cuerpos que el coral, su talle m‡s hermoso que el zafiro.

 

Los nobles pueden presentar un dibujo atractivo.  Muchas veces son fuertes, educados, buenos en los deportes, y llenos de ilusiones para el futuro.

 

8) Oscuro m‡s que la negrura es su aspecto; no los conocen por las calles; Su piel est‡ pegada a sus huesos, seca como un palo.

 

Pero viviendo en un lugar, aplastado por la ira feroz de Dios, estos nobles eran completamente transformados.  Han perdido su confianza.  Han abandonado sus sue–os de un futuro preopero, y exitoso.  pausa Y el mismo puede pasar aqu’, en este gran pa’s, si no haya un gran arrepentimiento general.

9) M‡s dichosos fueron los muertos a espada que los muertos por el hambre; Porque Žstos murieron poco a poco por falta de los frutos de la tierra.

 

Morir, poco a poco por la falta de comida, por la falta de todo, es una miseria mas intensa, que estar matado en un solo golpe.

 

Pero aqu’, el pueblo de Dios, ha ganado algo mas intenso, por su rechazo constante del pacto de Dios.

 

Y aqu’ podemos entrar en un poco de teolog’a.  El Dios de la Biblia es un Dios de amor, es un Dios de bendici—n, pero no cuando su pueblo est‡ constantemente avanzando en su rebeli—n.

 

Esto ha sido el mensaje de los profetas de Isa’as, Jerem’as, Ezequiel, y los otros como Amos, Nahum y Malaqu’as, y los dem‡s.

 

Cuando el pueblo de Dios, anda apartando se de su santa ley, de los tŽrminos de su pacto, vienen las consecuencias terribles.  Aunque muchos modernos no desean considerar esto.

 

Lev’tico 26:27-29    Si aun con esto no me oyereis, sino que

procediereis conmigo en oposici—n, yo procederŽ en contra de vosotros con ira, y os castigarŽ aśn siete veces por vuestros pecados.

 

Y comerŽis la carne de vuestros hijos, y comerŽis la carne de vuestras hijas.

 

Viendo esto muchos no lo pueden creer.  O piensan, bien Dios puede amenazar el canibalismo, pero esto no puede pasar.

 

En la las de maldiciones en el libro de Deuteronomio diceÉ

 

Deuteronomio 28:52-57     Pondr‡ sitio a todas tus ciudades,

hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tś conf’as, en toda tu tierra; sitiar‡, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehov‡ tu Dios te hubiere dado.

 

 

 

Y comer‡s el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehov‡ tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiar‡ tu enemigo.

 

El hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, mirar‡ con malos ojos a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren;

 

para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que Žl comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimir‡ en todas tus ciudades.

 

La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie intentar’a sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirar‡ con malos ojos al marido de su seno, a su hijo, a su hija,

 

al reciŽn nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comer‡ ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimir‡ en tus ciudades.

 

Y te puedo decir, que por mas asqueroso que suena esto, pausa, esto pasaba, mas de una vez en el pueblo de Dios, y pasa hasta en este capitulo.

 

ŔPienses que esto no es algo posible con tu Dios?, Entonces tu Dios no es el Dios de la Biblia.

 

10) Las manos de mujeres piadosas cocieron a sus hijos;

Sus propios hijos les sirvieron de comida en el d’a del quebrantamiento de la hija de mi pueblo.

 

Romper pacto con Dios, una y otra vez, a–o tras a–o, puede producir horrores, avalanchas de calamidades, y este Dios es el mismo, ayer, hoy y para siempre.

 

11) Cumpli— Jehov‡ su enojo, derram— el ardor de su ira;

Y encendi— en Sion fuego que consumi— hasta sus cimientos.

 

 

Esto tambiŽn era algo prometido siglos antes en el libro de Deuteronomio, por romper pacto, una y otra vez con el Dios tres veces santo.

 

Deuteronomio 32:22   Porque fuego se ha encendido en mi ira,

Y arder‡ hasta las profundidades del Seol; Devorar‡ la tierra y sus frutos,

Y abrasar‡ los fundamentos de los montes.

 

Es posible que el mundo tendr‡ que aprender otra vez que el pecado es destructivo y sumamente costoso.  Y la śnica manera de escapar de todo esto es un arrepentimiento general. Y casi nadie quiere escuchar esto ahora.  Tal vez cuando todo es bastante peor.

 

12) Nunca los reyes de la tierra, ni todos los que habitan en el mundo, Creyeron que el enemigo y el adversario entrara por las puertas de JerusalŽn.

 

Y el mismo en este pa’s.  Nadie creer’a que habr’a enemigos cerrando todo, quemando tiendas, matando gente en todos lados por la falta de polic’a.  Pero esto es lo que pasa cuando Dios, el Dios tres veces Santo, empieza a remover su protecci—n.

 

13) Es por causa de los pecados de sus profetas, y las maldades de sus sacerdotes, Quienes derramaron en medio de ella la sangre de los justos.

 

Y en nuestros tiempos, hemos tenido predicadores que dijeron que todo estaba bien, mientras nada estaba bien.

 

Y Jerem’as hablaba de esto en su otro libroÉ

 

Jerem’as 5:30-31     Cosa espantosa y fea es hecha en la

tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirig’an por manos de ellos; y mi pueblo as’ lo quiso. ŔQuŽ, pues, harŽis cuando llegue el fin?

 

Y ahora el fin de esa Žpoca de mentiras est‡ llegando.  Es tiempo de acabar con los que predican las doctrinas falsas, porque todo esto es demasiado caro.

 

Jerem’as 6:14  Y curan la herida de mi pueblo con liviandad,

diciendo: Paz, paz; y no hay paz.

 

Como estamos viendo en los evangelios en domingo, los fariseos eran los lideres religiosos, pero no estaban con Cristo sino que estaban constantemente en su contra.

 

Cristo dijo de ellos..

 

Mateo 15:14    Dejadlos; son ciegos gu’as de ciegos; y si el

ciego guiare al ciego, ambos caer‡n en el hoyo.

 

Y hemos tenido muchos semejantes en nuestros tiempos, especialmente entre predicadores de la televisi—n, que andan todo el d’a y toda la noche rogando dinero.

 

14-15) Titubearon como ciegos en las calles, fueron contaminados con sangre, De modo que no pudiesen tocarse sus vestiduras.  !!Apartaos! !!Inmundos! les gritaban; !!Apartaos, apartaos, no toquŽis! Huyeron y fueron dispersados; se dijo entre las naciones: Nunca m‡s morar‡n aqu’.

 

Dice que estos religiosos eran como los leprosos que segśn la ley, ten’an que gritar ŇinmundosÓ, anunciando a todos que eran contaminados.

 

Lev’tico 13:45 Y el leproso en quien hubiere llaga llevar‡

vestidos rasgados y su cabeza descubierta, y embozado pregonar‡: !!Inmundo! !!Inmundo!

 

16) La ira de Jehov‡ los apart—, no los mirar‡ m‡s;

No respetaron la presencia de los sacerdotes, ni tuvieron compasi—n de los viejos.

 

Esto habla de predicadores que no han respetado los verdaderos, porque practicaban sus ministerios para tener acceso al dinero, o a las mujeres, o hasta a los ni–os, para abusar de ellos.  Todo esto traer‡ maldici—n sobre el pueblo.

 

17) Aun han desfallecido nuestros ojos esperando en vano nuestro socorro; En nuestra esperanza aguardamos a una naci—n que no puede salvar.

 

Esta es otra cosa que aplica a nosotros.  En el contexto, el pueblo esperaba Egipto como su gran ayuda.  No confiaban en Dios pero s’ su confianza estaba en Egipto, pero Egipto jam‡s vino para ayudar les.

 

Y muchos en nuestros tiempos pongan su confianza en el gobierno, como que el gobierno tenia recursos infinitos.

 

Pero la gran mayor’a de los gobiernos del mundo ya est‡n al borde de la bancarrota.

 

Y los estados unidos ya tiene mas deuda que todos, que es otro aspecto de la maldici—n y la avalancha de calamidades, que hemos merecido.

 

Deuteronomio 28:43-44 El extranjero que estar‡ en medio de ti

  se elevar‡ sobre ti muy alto, y tś

  descender‡s muy abajo.

 

El te prestar‡ a ti, y tś no le prestar‡s a Žl; Žl ser‡ por cabeza, y tś ser‡s por cola.

 

Las deudas enormes siempre son la se–al de mas y mas de las avalanchas de calamidades.

 

18) Cazaron nuestros pasos, para que no anduviŽsemos por nuestras calles; Se acerc— nuestro fin, se cumplieron nuestros d’as; porque lleg— nuestro fin.

 

ňltimamente en el capital del pa’s, unos pol’ticos salieron de sus reuniones por la noche y estaban atacados.

 

Con pocos polic’as unos apenas salieron con sus vidas.  Y uno dijo ŇQue triste es que ni se puede caminar por las calles aqu’Ó.

 

Pero esto es lo que pasa, cuando vives bajo el juicio del Dios tres veces Santo.

 

18) Cazaron nuestros pasos, para que no anduviŽsemos por nuestras calles; Se acerc— nuestro fin, se cumplieron nuestros d’as; porque lleg— nuestro fin.

 

Parec’a el fin de todo, pero no era el fin.  Dios aun estaba con ellos, pero ten’an que aprender a regresar a sus preceptos.

 

19) Ligeros fueron nuestros perseguidores m‡s que las ‡guilas del cielo; Sobre los montes nos persiguieron, en el desierto nos pusieron emboscadas.

 

Ahora hay personas perdiendo sus vidas cada semana en las protestas violentas.  Y ahora, entrando en tres d’as libres, seguramente esto ser‡ un fin de semana de mucha sangre.

 

20) El aliento de nuestras vidas, el ungido de Jehov‡,

De quien hab’amos dicho: A su sombra tendremos vida entre las naciones, fue apresado en sus lazos.

 

Esto est‡ hablando de su rey, que fue capturado. Sedequ’as tenia sus ojos sacados, despuŽs de ver sus hijos matados delante de su cara.

 

Cuando el pueblo de Dios est‡ rebelde, a–o tras a–o, rompiendo pacto con Dios, los resultados ser‡n tr‡gicos.

 

Ahora cerrando, se va a hablar de Edom, como hemos visto en otros profetas.  Es un poco de alivio, viendo que aunque el juicio empezaba con la casa de Dios, pausa, finalmente la ira iba a pasar a otros.

 

21-22) G—zate y alŽgrate, hija de Edom, la que habitas en tierra de Uz; Aun hasta ti llegar‡ la copa; te embriagar‡s, y vomitar‡s.  Se ha cumplido tu castigo, oh hija de Sion;

Nunca m‡s te har‡ llevar cautiva.  Castigar‡ tu iniquidad, oh hija de Edom; Descubrir‡ tus pecados.

 

Un poquito de esperanza, terminando el capitulo, pero no mucho.

 

Y la copa de ira, es algo que Cristo tomaba de nuestra parte, y por esto no vamos a sufrir el castigo eterno.  Pero vivimos en una cultura, y s’ la cultura est‡ bajo castigo, nosotros podemos tambiŽn estar afectados, en esta vida, de lagrimas, y en esta avalancha de calamidades.

 

*======================= Conclusi—n ========================*

 

Tal vez alguien est‡ pensando, ŇŔBueno, pastor, cual es tu recomendaci—n despuŽs de un mensaje tan negro?Ó

 

Tenemos que rogar a Dios, y hablar con otros de un gran avivamiento, con una gran reforma.  Tenemos que rogar a Dios por su poder para acabar con la inmoralidad sexual, las perversiones sexuales, los s’quicos, los brujos los hechiceros practicando entre nosotros. 

 

Hay que orar por un regreso al respeto por la propiedad privada, la familia como instituci—n sagrada, un dinero y una econom’a mas honesta, sin robos por la inflaci—n.

 

Hay que pedir por un regreso a la ropa de modestia, el fin de tantos tatuajes, el honor por el d’a del Se–or.  Necesitamos una reforma enorme.

 

Y yo se que todo esto parece imposible, pausa, pero tenemos un Dios grande que ha hecho cosas semejantes en el pasado.

 

Toca a nosotros desear un regreso a la santidad, rogando por esto, so–ado por esto.

 

Porque si algo semejante no viene, y pronto, las cosas van a pasar del mal al peor, viendo mas y mas la avalancha de calamidades.

 

Vamos a Orar