28 de junio de 20
La Libertad Verdadera
Juan 8:31-59
Hoy d’a tenemos otro
dialogo, extendido entre Cristo y el pueblo jud’o. Habla un poquito, con los que estaban empezando a creer,
pero mayormente habla con su opositores.
Y parece que realmente no
est‡ logrando nada con estos fariseos, duros. Pero tenemos que recordar que muchas otras personas estaban
escuchando, y recibiendo la luz.
Y tambiŽn el Se–or sabia
que todo esto iba a estar grabado, preservado, para ense–ar a los creyentes,
por todos los siglos del mundo.
31-32) Dijo entonces Jesśs a los jud’os que hab’an
cre’do en Žl: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, serŽis verdaderamente
mis disc’pulos; y conocerŽis la
verdad, y la verdad os har‡ libres.
Hay mucho aqu’. Existan disc’pulos, aparentes, y hay
personas que son disc’pulos, verdaderamente.
Hay una necesidad de
permanecer en la palabra de Cristo.
Y los que realmente han nacido de nuevo, har‡n esto.
31-32) Dijo entonces Jesśs a los jud’os que hab’an
cre’do en Žl: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, serŽis verdaderamente
mis disc’pulos; y conocerŽis la
verdad, y la verdad os har‡ libres.
El mundo, la carne y el
diablo tienen a muchos en diferentes formas de servidumbre, o esclavitud, y te
puedes escapar de todo esto, si eres hermano, hermana de la fe.
Y daremos unos espec’ficos
mas tarde.
33) Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y
jam‡s hemos sido esclavos de nadie. ŔC—mo dices tś: SerŽis libres?
Cristo estaba ofreciendo
algo magnifico, como Dios en carne, como presentador de la pura verdad, pero se
encontraba la oposici—n fuerte, y constante.
Se pudo responder mucho
aqu’. ŔAcaso no son ya en
servidumbre de los romanos, y antes bajo Babilonia, y aun mas antes en Egipto?
Pero Cristo tenia otros
objetivos para su ense–anza.
34) Jesśs les respondi—: De cierto, de cierto os
digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
Esta es la esclavitud mas
peligrosa. Y no est‡ hablando de
la manera en que cada persona tiene sus fallas a veces.
Sino que est‡ hablando del
todo de sus vidas.
El rey David era
considerado como un justo, B’blicamente.
Aunque se ca’a, horriblemente en el caso de BetsabŽ. Pero esto no era el tono de su vida.
El Rey Saśl, al contrario,
est‡ presentado como un malvado, viviendo mas y mas en la rebeli—n, y
finalmente tomando su propia vida.
As’ que cuando habla del
que Ňhace pecadoÓ, es como el patr—n normal, natural de su vida.
El mismo Juan dijo en otro
lugarÉ
1 Juan 2:3-4 Y en esto sabemos que nosotros le
conocemos,
si
guardamos sus mandamientos.
4
El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso,
y la verdad no est‡ en Žl.
Esto tampoco habla de la perfecci—n. Los fariseos, daban una buena
apariencia, mientras mostraban en este capitulo, que actualmente se odiaban a
Dios.
35) Y el esclavo no queda en la casa para siempre;
el hijo s’ queda para siempre.
Cristo, como el hijo
verdadero de Dios, estaba realmente ofreciendo les la libertad, porque
amaba a la gente, y tenia el poder de entregar lo que se promet’a.
36) As’ que, si el Hijo os libertare, serŽis
verdaderamente libres.
Y es claro, que solamente
en Cristo, puedes encontrar la libertad verdadera. La libertad es un concepto
B’blico, y los modernos pueden hablar de la libertad, pero realmente no
es algo que para ellos, puede tener sentido.
2 Corintios 3:17 Porque el Se–or es el
Esp’ritu; y donde
est‡
el Esp’ritu del Se–or, all’ hay libertad.
Y como aprendimos en
G‡latasÉ
G‡latas 5:1 Estad, pues, firmes en la libertad
con que
Cristo
nos hizo libres, y no estŽis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
O enÉ
1 Corintios 7:23 Por precio fuisteis
comprados;
no
os hag‡is esclavos de los hombres.
Los fariseos, ciegos en el
extremo, interpretaban todo conforme a la carne. Por esto se repitieron mucho el hecho de que descendieron de
Abraham, como que esto pudiera ser la base de su salvaci—n.
37) SŽ que sois descendientes de Abraham; pero
procur‡is matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.
Cristo era un hombre
completamente inocente, y ellos deseaban matar le. Cristo hablaba la verdad, pero ellos no pudieron soportar
la verdad, como muchos en nuestros tiempos.
Pero nuestro Se–or no va a
suavizar su mensaje. Se mantendr‡
la calma, y la cortes normal, pero jam‡s va a cambiar su mensaje.
38) Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y
vosotros hacŽis lo que habŽis o’do cerca de vuestro padre.
Esto era la verdad, y
Cristo tenia la autoridad de decir la.
39) Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es
Abraham. Jesśs les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham
har’ais.
Ahora tenemos que preguntar,
ŔquŽ quiere decir esto, de ser un hijo de Abraham? Cristo ya ha reconocido que f’sicamente eran hijos de
Abraham. Pero Ismael, y Esaś
tambiŽn eran f’sicamente hijos de Abraham, pero eran muy lejos de Dios.
ŔQue es realmente un
jud’o, hablando B’blicamente?
Pablo dijo en el libro de
RomanosÉ
Romanos 2:28-29 Pues no es jud’o el que lo es
exteriormente,
ni es la circuncisi—n la que se hace exteriormente en la carne; sino que es jud’o el que lo es en lo
interior, y la circuncisi—n es la del coraz—n, en esp’ritu, no en letra; la
alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
Y Juan tambiŽn escribi—
las palabras de Cristo, cuando dijo en el libro deÉ
Apocalipsis 3:9 He aqu’, yo entrego de la sinagoga de
Satan‡s
a los que se dicen ser jud’os y no lo son, sino que mienten; he aqu’, yo harŽ
que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.
La doctrina es dura, pero
es verdadera. Uno puede ser
descendiente f’sica de Abraham, pero espiritualmente, del diablo.
Otra vez, Cristo hablando.
40) Pero ahora procur‡is matarme a m’, hombre que os
he hablado la verdad, la cual he o’do de Dios; no hizo esto Abraham.
Es que no estaban portando
se como Abraham, que era fiel, amigo de Dios, mientras estos se portaban como
los enemigos mas feroces de Dios.
Se ten’an la profesi—n de la fe, pero esto era todo, mientras Cristo
repita una y otra vez en este capitulo, pausa,
que ni conocieron a Dios.
Y aunque ellos no pudieron
entender lo que Cristo estaba diciendo, otros presentes, s’ entendieron, como
Nicodemo, y claro esto iba a formar una ense–anza poderosa, para todos los
siglos de la iglesia.
41) Vosotros hacŽis las obras de vuestro padre.
Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicaci—n; un padre
tenemos, que es Dios.
Cristo aqu’ solamente
insinuaba, no siendo tan crudo en sus expresiones. Pero ellos regresan con un insulto, como que Cristo era
nacido de fornicaci—n, porque era conocido, por los chismes, que su madre fue
embarazado antes de casar se, y no de JosŽ.
42-43) Jesśs entonces les dijo: Si vuestro padre
fuese Dios, ciertamente me amar’ais; porque yo de Dios he salido, y he venido;
pues no he venido de m’ mismo, sino que Žl me envi—.
ŔPor quŽ no entendŽis mi lenguaje? Porque no podŽis
escuchar mi palabra.
Era completamente
imposible para ellos entender lo que Cristo hablaba. Pero los que realmente conocieron a Dios, amaban a Cristo, y
s’ entendieron lo que dijo.
2 Corintios 4:3-4 Pero si nuestro evangelio
est‡ aśn
encubierto,
entre los que se pierden est‡ encubierto; en los cuales el dios de este siglo
ceg— el entendimiento de los incrŽdulos, para que no les resplandezca la luz
del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Y la triste realidad, es
que antes de nacer de nuevo, todo esto ser‡ una locura, para uno.
1 Corintios 2:14 Pero el hombre natural
no percibe las
cosas
que son del Esp’ritu de Dios, porque para Žl son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Cristo entend’a
perfectamente lo que estaba pasando aqu’, y por esto se manten’a la calma, y
simplemente continuaba ense–ando.
44) Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los
deseos de vuestro padre querŽis hacer. El ha sido homicida desde el principio,
y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en Žl. Cuando habla
mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
El diablo realmente
existe. Dios lo hizo como un ‡ngel
bueno, pero se ca’a, por su propia decisi—n. Como Ad‡n y Eva, fue creado como bueno, pero se ca’a, por su
rebeli—n.
Y el diablo tiene dos
caracter’sticas constantes, es mentiroso, y es asesino.
El diablo ama la
violencia, porque es asesino.
El diablo ama a los
abortos, porque es asesino.
Se ama la doctrina de la
evoluci—n, porque es mentiroso.
El diablo inspiraba la
muerta de la humanidad con su mentira en el huerto. En el tercer capitulo de la Biblia, puedes observar que es
cierto, es mentiroso, y es asesino.
DespuŽs en el capitulo
cuatro se empezaba con Ca’n.
El mismo Juan escribiendo
en otra parte.
1 Juan 3:12 No como Ca’n, que era del
maligno y mat— a su
hermano.
ŔY por quŽ causa le mat—? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano
justas.
Regresando a CristoÉ
45-16) Y a m’, porque digo la verdad, no me creŽis. ŔQuiŽn de vosotros me redarguye de
pecado? Pues si digo la verdad, Ŕpor quŽ vosotros no me creŽis?
Estos odiaban a Cristo sin
raz—n, aparte de su odio general por el Dios verdadero. Por esto no ten’an acusaciones validas
en contra de Cristo.
47) El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por
esto no las o’s vosotros, porque no sois de Dios.
Esto es muy
interesante. Los que oyen la
palabra de Dios, los que aman la palabra de Dios, aman al mismo Dios.
Si la palabra de Dios
realmente no te interesa, hay un problema grave en tu alma.
48) Respondieron entonces los jud’os, y le dijeron:
ŔNo decimos bien nosotros, que tś eres samaritano, y que tienes demonio?
Dos, insultos, pero Cristo
no va a decir nada de la acusaci—n de que era un samaritano, que eran bien
odiados por los jud’os.
Pero es claro que cuando
no se ten’an argumento alguno, solamente pueden lanzar sus insultos.
49) Respondi— Jesśs: Yo no tengo demonio, antes
honro a mi Padre; y vosotros me deshonr‡is.
Esto es muy bello. Cristo tenia el poder de pegar les con un
rel‡mpago, pero se quedaba tranquilo, estaba ense–ando.
San Pablo reaccionaba con
la misma calma en Hechos.
Y es una buena t‡ctica,
porque el rey con que hablaba, casi se convert’a.
Hechos 26:24-28 Diciendo
Žl estas cosas en su defensa, Festo
a
gran voz dijo: Est‡s loco, Pablo; las muchas letras te vuelven loco.
Mas
Žl dijo: No estoy loco, excelent’simo Festo, sino que hablo palabras de verdad
y de cordura.
Pues
el rey sabe estas cosas, delante de quien tambiŽn hablo con toda confianza.
Porque no pienso que ignora nada de esto; pues no se ha hecho esto en algśn
rinc—n.
ŔCrees,
oh rey Agripa, a los profetas? Yo sŽ que crees. Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser
cristiano.
Es una manera eficaz, de
evangelizar. QuŽdate tranquilo,
ignorando los insultos.
Otra vez Cristo..
50-51) Pero yo no busco mi gloria; hay quien la
busca, y juzga. De cierto, de
cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca ver‡ muerte.
Esto es algo maravilloso,
estamos libres de la muerte, y el temor de la muerte. Cuando viene la muerte f’sica,
pasaremos a la presencia del Se–or.
52) Entonces los jud’os le dijeron: Ahora conocemos
que tienes demonio. Abraham muri—, y los profetas; y tś dices: El que guarda mi
palabra, nunca sufrir‡ muerte.
Mas insultos, y mas
evidencia de que estos no entendieron nada. Pero Cristo lograba mucho, con otros que escuchaban.
53) ŔEres tś acaso mayor que nuestro padre Abraham,
el cual muri—? !!Y los profetas murieron! ŔQuiŽn te haces a ti mismo?
Cristo s’ era mayor que
Abraham, porque Cristo es el creador de Abraham. Como que Cristo era hijo de David, pero creador y Se–or de
David.
Mateo 22:41-46 Y estando
juntos los fariseos, Jesśs les
pregunt—,
diciendo: ŔQuŽ pens‡is del Cristo? ŔDe quiŽn es hijo? Le dijeron: De David.
El
les dijo: ŔPues c—mo David en el Esp’ritu le llama Se–or, diciendo:
Dijo
el Se–or a mi Se–or:
SiŽntate
a mi derecha,
Hasta
que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
Pues
si David le llama Se–or, Ŕc—mo es su hijo? Y nadie le pod’a responder palabra; ni os— alguno desde
aquel d’a preguntarle m‡s.
La sabidur’a de Cristo era
demasiada para ellos. Por esto
solamente se respond’an con sus insultos.
54-55) Respondi— Jesśs: Si yo me glorifico a m’
mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros
dec’s que es vuestro Dios. Pero
vosotros no le conocŽis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco,
ser’a mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra.
Otra vez Cristo dice a los
religiosos profesionales, que ni se conocieron a Dios. Y si Cristo estaba aqu’ hoy d’a lo
dir’a el mismo a muchos profesionales en este pa’s, aparte del hecho de que no
es posible, porque sus iglesias est‡n cerradas.
56) Abraham vuestro padre se goz— de que hab’a de
ver mi d’a; y lo vio, y se goz—.
Hay muchas maneras en que
Abraham vio el d’a de Cristo.
Abraham conoci— a Melquisedec, y Cristo es del mismo orden de
sacerdocio.
Abraham vio la muerte de
Cristo en el sacrifico de Isaac, que no pasaba, en el ultimo momento. Abraham no tenia que matar a su hijo
precioso, pero Dios s’ tenia que matar a lo suyo, para recatar a ti, y a mi.
57) Entonces le dijeron los jud’os: Aśn no tienes
cincuenta a–os, Ŕy has visto a Abraham?
58) Jesśs les dijo: De cierto, de cierto os digo:
Antes que Abraham fuese, yo soy.
No dijo yo fui, antes de
Abraham, sino, yo soy. Que es uno
de los nombres de Dios.
Cristo daba mas y mas
evidencias de que era Dios en carne, pero ellos no pudieron soportar lo mas,
porque ellos eran, pausa,
aborrecedores de Dios. ŔY tu?
59) Tomaron entonces piedras para arroj‡rselas; pero
Jesśs se escondi— y sali— del templo; y atravesando por en medio de ellos, se
fue.
Cristo no era cobarde,
sino que tenia que esperar su tiempo.
Tenia mas que ense–ar,
pero sabia que cuando era su tiempo, estos religiosos profesionales, iban a
matar le.
======================== Aplicaci—n
=========================
Esto ha sido unos de los
cap’tulos cl‡sicos del nuevo testamento.
Y podemos terminar con unas conclusiones.
1) No todos los hombres
son hijos de Dios. Esto es muy
claro en la Biblia, pero a veces es una sorpresa para los nuevos. En muchas religiones, en muchas sectas,
se ense–an que cada persona es hijo de Dios. Pero es complemente antib’blico.
El mismo Juan dijo enÉ
1 Juan 3:10 En esto se manifiestan los
hijos de Dios, y
los
hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano,
no es de Dios.
Es muy claro, que hay dos
grupos en el mundo, y solamente en uno de estos grupos son los hijos de Dios.
2) Es necesario perseverar
en la palabra de Cristo.
31-32) Dijo entonces Jesśs a los jud’os que hab’an
cre’do en Žl: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, serŽis
verdaderamente mis disc’pulos; y
conocerŽis la verdad, y la verdad os har‡ libres.
A veces hay padres, madres
que han tenido hijos que supuestamente hicieron una decisi—n para Cristo.
Pero ya han regresado al
mundo.
Si no est‡n continuando en
la palabra, no son disc’pulos. Y
tu, en vez de confiar en una decisi—n, del pasado, debes de estar aqu’ orando,
asistiendo a las vigilias, hasta ayunando para tu hijo, en vez de confiar en
algo del pasado que tal vez era solamente emocional.
Hebreos 3:14 Porque somos hechos participantes
de Cristo,
con
tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,
Y esto es lo que har‡n,
los que han nacido de nuevo en Cristo.
Nśmero tres y finalÉ
3) ŔEspec’ficamente de que
estamos libres ya?
Si vosotros permaneciereis en mi palabra,
serŽis verdaderamente mis disc’pulos;
y conocerŽis la verdad, y la verdad os har‡ libres
á
Estamos libres de toda la
culpabilidad de nuestros pecados, porque Cristo ha pagado el precio de ellos.
á
Estamos libres de los
errores de las religiones falsas, porque el Esp’ritu Santo nos gu’a en la
palabra.
á
Estamos libres de las
cadenas de los vicios, que antes ten’an el control sobre muchos de nosotros.
á
Estamos libres de las
tradiciones de los hombres, que tratan de esclavizar nos otra vez. Si se nos mandan algo que no es
B’blico, lo podemos rechazar, contundentemente, con la conciencia tranquila.
á
Estamos libres de la
pobreza. Esto no quiere decir que
todos seremos ricos, pero Dios s’ ha prometido suplir nuestras necesidades.
Filipenses
4:19 Mi Dios, pues, suplir‡ todo lo que os
falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesśs.
Y si esto es tu deseo,
andar en estas libertades, disfrutando tu vida Cristiana, puedes pasar
en unos momentos, y oraremos contigo.
Vamos a orar