12 de junio de 20

 ŔQuien Va A Ganar?

Am—s 7:1-17

 

Estamos r‡pidamente llegando al fin de este libro de Am—s.  Y estamos aprendiendo cosas practicas sobre los tiempos del juicio.  Digo practico, porque nosotros tambiŽn estamos viviendo en tiempos de juicio.

 

El problema del virus, supuestamente est‡ continuando, la bolsa de valore era un desastre ayer, muchos aun andan sin trabajo, y poco a poco estamos viendo una desintegraci—n del orden social.

 

1) As’ me ha mostrado Jehov‡ el Se–or: He aqu’, Žl criaba langostas cuando comenzaba a crecer el heno tard’o; y he aqu’ era el heno tard’o despuŽs de las siegas del rey.

 

Dios estaba preparando una variedad de juicios, pero como un ser misericordia, no hizo nada sin revelar lo antes a sus profetas. 

 

Am—s 3:7  Porque no har‡ nada Jehov‡ el Se–or,

sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.

 

Es que Dios prefiere no juzgar, juzgar segśn Isa’as, es su obra extra–a.  Dios prefiere bendicir, y por esto hay tantas exhortaciones al arrepentimiento en las escrituras.

 

Ezequiel 33:11 Diles: Vivo yo, dice Jehov‡ el Se–or, que no

quiero la muerte del imp’o, sino que se vuelva el imp’o de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; Ŕpor quŽ morirŽis, oh casa de Israel?

 

En nuestra generaci—n tenemos grandes plagas de langostas en el este de la çfrica.  No se escucha tanto de estas plagas porque estamos viviendo en tiempos de plagas innumerables.

Pero Am—s vio, por visiones, revelatorias, una plaga de langostas, en preparaci—n.

 

2-3) Y aconteci— que cuando acab— de comer la hierba de la tierra, yo dije: Se–or Jehov‡, perdona ahora; ŔquiŽn levantar‡ a Jacob? porque es peque–o.  Se arrepinti— Jehov‡ de esto: No ser‡, dijo Jehov‡.

Am—s tenia enemigos, como veremos en este capitulo, pero estos enemigos no se daban cuenta de que Am—s, con sus intercesiones, estaba deteniendo muchos problemas para el pueblo de Israel.

 

4) Jehov‡ el Se–or me mostr— as’: He aqu’, Jehov‡ el Se–or llamaba para juzgar con fuego; y consumi— un gran abismo, y consumi— una parte de la tierra.

 

Dios empleaba el fuego para Sodoma y Gomorra, pero tambiŽn en la antigźedad, cuando las fuerzas enemigas vinieron atacando, se empleaban la espada y el fuego.  Era un terror inolvidable.

 

Per el profeta aqu’ tambiŽn era muy activo en sus intercesiones.

 

5-6) Y dije: Se–or Jehov‡, cesa ahora; ŔquiŽn levantar‡ a Jacob? porque es peque–o.  Se arrepinti— Jehov‡ de esto: No ser‡ esto tampoco, dijo Jehov‡ el Se–or.

 

Podemos tomar un momento aqu’ para unas aplicaciones practicas.  Ahora, viviendo en medio de muchos juicios, debemos de estar orando mas que nunca.

 

Las reuniones de oraci—n deben de estar sśper llenas.  Yo asisto a una cada lunes, y ha crecido un poquito, pero ahora es el momento de dedicar se a la oraci—n con todo fervor.

 

Porque como hemos visto ac‡, Dios est‡ escuchando, y Dios puede responder, quitando los peligros de nuestro futuro.

ŔAmen?

 

7) Me ense–— as’: He aqu’ el Se–or estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano una plomada de alba–il.

 

La plomada de alba–il, era para medir si una muralla era derecha, o si estaba inclinado para caer.

 

Es un s’mbolo comśn en la Biblia.  La cuidad estaba medida, por medio de los preceptos, las leyes de Dios para ver si estaba s—lida, o al punto de caer.

 

Vimos algo semejante en el libro de Apocalipsis, cuando Cristo revelaba la destrucci—n del templo de JerusalŽn.

 

 

Apocalipsis 11:1-2   Entonces me fue dada una ca–a semejante a

una vara de medir, y se me dijo: Lev‡ntate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en Žl.

 

Pero el patio que est‡ fuera del templo dŽjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollar‡n la ciudad santa cuarenta y dos meses.

 

Tomando medidas con una vara, o con una plomada era algo sumamente espantoso en los profetas.  Y hasta hay otro ejemplo, bien conocido.  Esta vez enÉ

 

Daniel 5:25-28 Y la escritura que traz— es: MENE, MENE,

TEKEL, UPARSIN.  Esta es la interpretaci—n del

asunto: MENE: Cont— Dios tu reino, y le ha

puesto fin.

 

TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.

 

PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas.

 

Esta vez fue medido en balanza, y hallado falto.  Pero es cada vez el mismo, cuando viene el juicio, hay medidas, comparaciones con los preceptos de Dios.  ŔPero porque?

 

Es que Dios no es arbitrario.  Dios no va a juzgar simplemente porque ha ca’do en una rabia. No, Dios no es as’, sino que sus juicios est‡n cuidadosamente calculados.

 

8) Jehov‡ entonces me dijo: ŔQuŽ ves, Am—s? Y dije: Una plomada de alba–il. Y el Se–or dijo: He aqu’, yo pongo plomada de alba–il en medio de mi pueblo Israel; no lo tolerarŽ m‡s.

 

Cuando vienen estas medidas profŽticas, es espantoso, porque ya la misericordia ha llegado a su fin.  Por mucho tiempo podemos esperar en la misericordia, pero si no hay cambios en los malvados, el juicio tiene que venir.

 

Por esto Dios dice no lo tolerarŽ m‡s.

 

Ahora viene la profec’a.

9) Los lugares altos de Isaac ser‡n destruidos, y los santuarios de Israel ser‡n asolados, y me levantarŽ con espada sobre la casa de Jeroboam.

 

Tenemos que recordar que el pueblo estaba dividido en aquellos tiempos, Jud‡ en el sur, e Israel en el norte.  Amos vino al norte, como un desconocido, de Jud‡.

 

Pero en el norte se ten’an sus propios religiosos.  Y ya estaban hartos de Am—s.  La religi—n del norte era muy corrompida porque ten’an im‡genes de becerros y un sin fin de supersticiones e idolatr’as.

 

Y lo que dijo Am—s seria un fin de todas estas porquer’as espirituales.

 

Y como es normal con el diablo, cuando aparece un justo, se levanta adversarios.  Y en el resto del cap’tulo veremos un conflicto entre Am—s, y uno de estos sacerdotes de la religi—n falsa.

 

Pero antes, vimos algo semejante en el nuevo testamento.

 

Hechos 19:23-28 Hubo por aquel tiempo un disturbio no

peque–o acerca del Camino.  Porque un platero llamado Demetrio, que hac’a de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los art’fices;

 

a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabŽis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza;

 

pero veis y o’s que este Pablo, no solamente en Efeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasi—n, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.

 

Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino tambiŽn que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.

 

Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: !!Grande es Diana de los efesios!

 

Ahora, regresando a Am—s, para conocer su adversario.

 

10) Entonces el sacerdote Amas’as de Bet-el envi— a decir a Jeroboam rey de Israel: Am—s se ha levantado contra ti en medio de la casa de Israel; la tierra no puede sufrir todas sus palabras.

 

Antes que nada se acusa a nuestro profeta de la traici—n en contra del rey.  Su intenci—n era provocar al rey del norte en contra del profeta de Dios.

 

11) Porque as’ ha dicho Am—s: Jeroboam morir‡ a espada, e Israel ser‡ llevado de su tierra en cautiverio.

 

Esto no era exactamente lo que dijo Am—s, pero es normal en estos conflictos ver las palabras del var—n de Dios, bien distorsionadas.

 

Pero parece como que el rey no hizo nada en contra de Am—s.  Posiblemente el rey se sent’a incomodo atacando as’ el que representaba la palabra de Dios.

 

Pero este Amas’as, el sacerdote corrompido no era tan sabio.  Sino que se va a continuar en este conflicto con el var—n de Dios.  Y mi pregunta, y el titulo del mensaje de hoy es, ŔQuien Va A Ganar?

 

ŔAmas’as va a salir triunfante, se va a llenar nuestro profeta con temor?

 

12) Y Amas’as dijo a Am—s: Vidente, vete, huye a tierra de Jud‡, y come all‡ tu pan, y profetiza all‡;

 

Por lo menos se reconoce que es un profeta, porque se llama vidente.  Es profeta, pero no es su profeta, no es profeta para el norte.

 

Se inventa pretextos para silenciar la pura palabra de Dios.  ŔPero pregunto, esto va a funcionar?

 

12) Y Amas’as dijo a Am—s: Vidente, vete, huye a tierra de Jud‡, y come all‡ tu pan, y profetiza all‡;

Dice que se debe de abandonar los territorios del norte y regresar al sur, a los suyos.   All’ te puedes ganar un bien dinero, su pan, porque ellos est‡n a tu lado.

 

Se mencione los asuntos financieros, el pan, porque Žl era muy carnal y solamente pensaba en los asuntos carnales.

 

12-13) Y Amas’as dijo a Am—s: Vidente, vete, huye a tierra de Jud‡, y come all‡ tu pan, y profetiza all‡; y no profetices m‡s en Bet-el, porque es santuario del rey, y capital del reino.

 

De una manera u otra, durante los tiempos de juicio, los malvados desean silenciar a los que proclamen la verdad.

 

Aqu’ hay un conflicto, entre el profeta de Dios, y el sacerdote, de la secta inicua.  Pero  ŔQuien Va A Ganar?

 

14) Entonces respondi— Am—s, y dijo a Amas’as: No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y recojo higos silvestres.

 

ŔQue quiere decir esto?  pausa Muchos profetas vinieron de familias de profetas, o de las escuelas de profetas.  Pero Amos no tenia nada de esto.  Era un hombre del campo, y por esto se empleaba muchas ilustraciones de la agricultura.

 

Era campesino y se pensaba como campesino.  Y ni se necesitaba ganar dinero con sus predicaciones porque sabia trabajar, le gustaba trabajar.

 

Se pudo hacer cosas de valor, y ganar su pan con sus manos.

Y esto era una gran defensa de su oficio.

 

15) Y Jehov‡ me tom— de detr‡s del ganado, y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel.

 

Am—s no era ningśn religioso profesional, como muchos, sino que era un hombre rustico, con una llamada poderosa.

 

Vimos esto tambiŽn en el nuevo testamento.  Muchos de los disc’pulos de Cristo no eran te—logos profesionales, sino que eran pescadores.

 

 

 

 

Hechos 4:13    Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan,

y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconoc’an que hab’an estado con Jesśs.

 

As’ que a veces, durante los tiempos de juicio, es una evidencia de su llamamiento, cuando no tienes la preparaci—n normal, sino un toque fuerte del esp’ritu santo. ŔAmen?

 

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Y ahora podemos contestar la pregunta, sobre quien va a ganar en ese conflicto entre el profeta de Dios, y el sacerdote de las obras de Satan‡s.

 

Am—s va a hablarÉ

 

16) Ahora, pues, oye palabra de Jehov‡. Tś dices: No profetices contra Israel, ni hables contra la casa de Isaac.

 

Am—s no era un tonto.  Am—s sabia que Amas’as deseaba silenciar la pura palabra de Dios.

 

Y esto era una ofensa grave.  Pero continuando con la palabra, y no por nada personal, Amos va a acabar con la controversia.

 

17) Por tanto, as’ ha dicho Jehov‡: Tu mujer ser‡ ramera en medio de la ciudad, y tus hijos y tus hijas caer‡n a espada, y tu tierra ser‡ repartida por suertes; y tś morir‡s en tierra inmunda, e Israel ser‡ llevado cautivo lejos de su tierra.

 

B‡sicamente Amas’as tenia que perder todo, por tratar de silenciar la palabra de Dios.  Su esposa iba a ser una prostituta, una ramera, y ha dos posibilidades. 

 

Cuando vinieron los soldados del enemigo se pudieran abusar de ella, una y otra vez, para el castigo de su esposo.

 

Pero hay otra interpretaci—n.  Cuando andamos en la integridad, viviendo moralmente, es solamente porque Dios est‡ restringiendo a nuestra carne con su gracia.

 

Sin la gracia prevenida, cualquier de nosotros pudiŽramos vivir como el mas vil pecador.  Es Dios que nos gu’a a la santidad y la integridad.  Como vimos en domingoÉ

Juan 6:63 El esp’ritu es el que da vida; la carne para nada

aprovecha; las palabras que yo os he hablado son esp’ritu y son vida.

 

Quitando su gracia de la mujer de Amas’as, Dios pudo dejar la como las mujeres mas depravadas, para la miseria, y la vergźenza de ese hombre perverso.  Pero esto no es todo.

 

17) Por tanto, as’ ha dicho Jehov‡: Tu mujer ser‡ ramera en medio de la ciudad, y tus hijos y tus hijas caer‡n a espada, y tu tierra ser‡ repartida por suertes; y tś morir‡s en tierra inmunda, e Israel ser‡ llevado cautivo lejos de su tierra.

 

Sus hijos, que seguramente estaban instruidos en toda forma de superstici—n e idolatr’a, iban a perder sus vidas, para intensificar el dolor de ese hombre.

 

Y hemos visto que tales cosas pasaron en la ca’da de Israel, y de Jud‡.  pausa  Dios es misericordioso, pero para los que sigan y sigan en su oposici—n a sus profetas, solamente queda el juicio, y la maldici—n.

 

17) Por tanto, as’ ha dicho Jehov‡: Tu mujer ser‡ ramera en medio de la ciudad, y tus hijos y tus hijas caer‡n a espada, y tu tierra ser‡ repartida por suertes; y tś morir‡s en tierra inmunda, e Israel ser‡ llevado cautivo lejos de su tierra.

 

Am—s no tenia miedo, ni iba a huir, sino que se puso su rostro como pedernal, o como una piedra dura.

 

Isa’as 50:7    Porque Jehov‡ el Se–or me ayudar‡, por tanto

no me avergoncŽ; por eso puse mi rostro como

un pedernal, y sŽ que no serŽ avergonzado.

 

El profeta declaraba la destrucci—n total de Amas’as.

 

17) Por tanto, as’ ha dicho Jehov‡: Tu mujer ser‡ ramera en medio de la ciudad, y tus hijos y tus hijas caer‡n a espada, y tu tierra ser‡ repartida por suertes; y tś morir‡s en tierra inmunda, e Israel ser‡ llevado cautivo lejos de su tierra.

 

Siendo un hombre de avaricia tenia que perder todas sus tierras, y siendo un hombre de suciedad espiritual, iba a morir se en tierra inmunda.

Y concluyendo, creo que es muy claro la respuesta a la pregunta, ŔQuien Va A Ganar?

 

========================== Conclusi—n =======================

 

Hermanos, nosotros somos gente de la verdad, y en estos tiempos de juicio, no debemos de vivir tampoco en el temor, sino que debemos de proclamar la verdad, claramente, diga lo que diga los dem‡s, confiando en Dios para nuestra seguridad.

 

Mas que nunca, la gente necesitan a Cristo, como su salvador y su Se–or, y todos que sal’an evangelizando el s‡bado pasado, encontraron a la gente, mas dispuestas a escuchar. 

 

As’ que adelante con la verdad, y Dios estar‡ a nuestro lado.

 

Vamos a Orar