29 de mayo de 20

 Buscadme Y VivirŽis

Am—s 5:1-27

 

Los estados unidos, como pa’s, no es Israel.  Israel tuvo una trayectoria śnica en la historia del mundo. 

 

Pero podemos hacer comparaciones, especialmente en estos tiempos, podemos hacer comparaciones y observar paralelos.

 

pausa

 

Para un pa’s moderno, este pa’s es muy religioso.  Tiene muchas iglesias, y hay muchos que asistan a las iglesias de todas forma, y de toda tradici—n doctrinal.

 

En otros continentes como en Europa, mas y mas personas han abandonado las iglesias completamente.

 

Pero nosotros, aun con toda nuestra actividad religiosa, tenemos poca influencia, poco impacto sobre la cultura, que es cada vez mas corrompida, dentro y fuera de las iglesias.

 

1-2) O’d esta palabra que yo levanto para lamentaci—n sobre vosotros, casa de Israel.  Cay— la virgen de Israel, y no podr‡ levantarse ya m‡s; fue dejada sobre su tierra, no hay quien la levante.

 

El profeta anunciaba el fin de la naci—n.  En aquellos tiempos el pueblo de Dios estaba dividido en dos partes.

 

El norte era Israel, y el sur era Jud‡.  Las dos partes eran apartadas de la palabra, pero el norte era peor.

 

Y ahora, ha llegado su fin.  Estaban ca’dos y no iban a levantar se.   En Jerem’as, hemos visto como Dios dijo que ha dado un divorcios a Israel.

 

Fue llamada virgen, porque jam‡s ha sido conquistada antes.  Pero ahora, todo esto iba a cambiar.

 

3) Porque as’ ha dicho Jehov‡ el Se–or: La ciudad que salga con mil, volver‡ con ciento, y la que salga con ciento volver‡ con diez, en la casa de Israel.

 

En sus batallas militares, iban a sufrir un desastre. 

 

Sufrir‡n una derrota total, porque Dios estaba en su contra.

 

4-5) Pero as’ dice Jehov‡ a la casa de Israel: Buscadme, y vivirŽis; y no busquŽis a Bet-el, ni entrŽis en Gilgal, ni pasŽis a Beerseba; porque Gilgal ser‡ llevada en cautiverio, y Bet-el ser‡ deshecha.

 

Aqu’ se ve aun, la misericordia de Dios.  No todos iban a estar perdidos.  Dios siempre reservaba un remanente.

 

Y el remanente iba a estar fiel, al Dios verdadero, y a su palabra.

 

4-5) Pero as’ dice Jehov‡ a la casa de Israel: Buscadme, y vivirŽis; y no busquŽis a Bet-el, ni entrŽis en Gilgal, ni pasŽis a Beerseba; porque Gilgal ser‡ llevada en cautiverio, y Bet-el ser‡ deshecha.

 

Estas ciudades representaban sus lugares de idolatr’a.  Es que, la naci—n tenia mucha religi—n, muchas ofrendas, muchas ceremonias.  Pero todo para nada.

 

Las ciudades eran significantes hist—ricamente para Abraham, para Isaac para Jacob.  Eran como reliquias, lugares m‡gicas, para las peregrinajes.  Pero insisto, solamente serv’an para provocar a Dios mas y mas.  pausa

 

Pero el Se–or aun llamaba, a los que estaban dispuestos a o’r su palabra. Buscadme, y vivirŽis.

 

 

6) Buscad a Jehov‡, y vivid; no sea que acometa como fuego a la casa de JosŽ y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague.

 

Estaban en gran peligro, de la ira, el juicio de Dios.  Pero hasta el ultimo momento, Dios mandaba sus amonestaciones.

 

Y puede ser, que algo semejante est‡ pasando con nosotros.

 

7-9) Los que convert’s en ajenjo el juicio, y la justicia la ech‡is por tierra, buscad al que hace las PlŽyades y el Ori—n, y vuelve las tinieblas en ma–ana, y hace oscurecer el d’a como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehov‡ es su nombre;

 

que da esfuerzo al despojador sobre el fuerte, y hace que el despojador venga sobre la fortaleza.

 

Cuando hay mucha religi—n, muchos ritos, mucha superstici—n y mucha tradici—n, la gente creen que esto es lo que Dios quiere, pausa sacrificios y rituales.

 

Pero aqu’ dice claramente lo que Dios quiere, el juicio y la justicia.  No es muy complicado, la obediencia es mejor que el sacrificio.

 

Vimos en los estudios de Miqueas, una expresi—n clara de lo que Dios quiere de nosotros.

 

Miqueas 6:8    Oh hombre, Žl te ha declarado lo que es bueno,

y quŽ pide Jehov‡ de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

 

Jam‡s en la historia de este pa’s, se han cerrado todas las iglesias.  Es algo que simplemente no se hace.  Pero Dios lo ha permitido, como vimos antes en este libro.

 

Am—s 3:4-6 ŔRugir‡ el le—n en la selva sin haber presa?

ŔDar‡ el leoncillo su rugido desde su guarida, si no apresare?

 

ŔCaer‡ el ave en lazo sobre la tierra, sin haber cazador? ŔSe levantar‡ el lazo de la tierra, si no ha atrapado algo?

 

ŔSe tocar‡ la trompeta en la ciudad, y no se alborotar‡ el pueblo? ŔHabr‡ algśn mal en la ciudad, el cual Jehov‡ no haya hecho?

 

Parece mas y mas, como que estamos viviendo en tiempos de los juicios de Dios.  Y no podemos decir que no han sido justificados.

 

10) Ellos aborrecieron al reprensor en la puerta de la ciudad, y al que hablaba lo recto abominaron.

 

Es que muchos en este pa’s, simplemente no pueden soportar la verdad.  La palabra de Dios es insoportable para sus o’dos.

 

Cuando yo predicaba cada s‡bado en Santa Ana, por un rato predicaba tanto en Ingles como en Espa–ol. 

Siempre estuve bien recibido entre los que hablan Espa–ol, aun cuando denunciaba a las cl’nicas de aborto, que tienen all’ en muchas esquinas.

 

Estuve bien respetado, aun cuando denunciaba a las tiendas de hechicer’a, all‡ cera, la gente tomaban todo en serio.

 

Pero cuando predicaba en Ingles, hab’a una falta total de respeto, hasta vinieron corriendo para interrumpir me.

 

Es que como dice en este verso, de una naci—n antes de su ca’da, no se pudieron soportar una proclamaci—n de las verdad en su presencia. Es una s’ntoma de la muerta pronta, de una cultura contaminada.

 

10) Ellos aborrecieron al reprensor en la puerta de la ciudad, y al que hablaba lo recto abominaron.

 

La corrupci—n avanzada es una atracci—n para el juicio de Dios.

 

11) Por tanto, puesto que vej‡is al pobre y recib’s de Žl carga de trigo, edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitarŽis; plantasteis hermosas vi–as, mas no beberŽis el vino de ellas.

 

En este pa’s ahora, para solucionar los problemas, se gastan en grande, se gastan dinero que ni tienen.  Se inventan dinero imaginario.

 

Y el resultado de todo esto ser‡ la inflaci—n, y los impuestos mas altos.  Una irritaci—n para los ricos, pero una tragedia para los pobres.  Y esto tambiŽn provocar‡ a nuestro Dios.

 

Pero ahora hasta los pr—speros andan perdiendo trabajos bien pagados, tiendas, su jubilaci—n, y tal vez sus buenas ra’ces, casi cumpliendo este verso.

 

11) Por tanto, puesto que vej‡is al pobre y recib’s de Žl carga de trigo, edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitarŽis; plantasteis hermosas vi–as, mas no beberŽis el vino de ellas.

 

Israel, en aquellos tiempos estaba prosperando, como nosotros en a–os pasados, pero Dios promet’a un fin de su prosperidad.

 

ŔPero porque?  pausa  y las respuesta viene.

 

12) Porque yo sŽ de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados; sŽ que aflig’s al justo, y recib’s cohecho, y en los tribunales hacŽis perder su causa a los pobres.

 

Antes en este pa’s, Žramos conocidos por un gobierno de menos corrupci—n.  Pero esto ahora est‡ acabando, y con la corrupci—n viene todas sus consecuencias.

 

Es que poco a poco, apartando nos de la palabra de Dios, la integridad no es tanto la prioridad, como que cuando se tiene una sensatez a lo que Dios quiere.

 

Miqueas 6:8    Oh hombre, Žl te ha declarado lo que es bueno,

y quŽ pide Jehov‡ de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

 

13) Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo.

 

Ahora muchos simplemente ni intentan proclamar la verdad.  Porque el tiempo, es cada vez mas malo.

 

Aun Cristo dijo que no ese sabio tirar las perlas a los cerdos, y Solomon dijo que..

 

EclesiastŽs 3:7 Hay tiempo de callar, y tiempo de hablar;

 

Vino el momento en que Lot no pudo hablar mas con los habitantes de Sodoma, porque el tiempo era malo.

 

GŽnesis 19:7-9 Lot dijo: Os ruego, hermanos m’os, que no

hag‡is tal maldad.

 

He aqu’ ahora yo tengo dos hijas que no han conocido var—n; os las sacarŽ fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hag‡is nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.

 

Y ellos respondieron: Quita all‡; y a–adieron:

 

 

 

 

Vino este extra–o para habitar entre nosotros, Ŕy habr‡ de erigirse en juez? Ahora te haremos m‡s mal que a ellos. Y hac’an gran violencia al var—n, a Lot, y se acercaron para romper la puerta.

 

En el principio de esta crisis, yo estuve monitoreando la apariencia de los saqueos.  Hist—ricamente Argentina ha tenidos muchos saqueos por sus problemas econ—micos.

 

Y en los śltimos meses, hab’a un poco de esto en MŽxico, pero en poco tiempo estaba controlado.  pausa

 

Pero ahora, los saqueos mas grandes del mundo est‡n aqu’, en  los estados unidos, un pa’s cada vez mas fuera del control.

 

La situaci—n es grave, pero Dios nos llama a algo mejor.

 

14) Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viv‡is; porque as’ Jehov‡ Dios de los ejŽrcitos estar‡ con vosotros, como dec’s.

 

Es tarde, pausa pero no es demasiadamente tarde.  Dios aun nos llama a un avivamiento, a una gran reforma, espiritual.

 

14) Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viv‡is; porque as’ Jehov‡ Dios de los ejŽrcitos estar‡ con vosotros, como dec’s.

 

Dios nos llama no solamente a la religi—n, sino a la santidad.  Y vimos el mismo en el principio de Isa’as.

 

Isa’as 1:16-18 Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de

vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huŽrfano, amparad a la viuda.

 

Venid luego, dice Jehov‡, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve ser‡n emblanquecidos; si fueren rojos como el carmes’, vendr‡n a ser como blanca lana.

 

Existe esperanza, mucha esperanza, pero solamente cuando viene el regreso a Dios, con el arrepentimiento verdadero.

 

Una Cristiandad indiferente y tibia, no servir‡.

 

15) Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio; quiz‡ Jehov‡ Dios de los ejŽrcitos tendr‡ piedad del remanente de JosŽ.

 

Dios es bueno, y Dios seguir‡ clamando por su causa, hasta el ultimo momento.  Pero si la sociedad sigue en su rebeli—n, la ruina ser‡ inevitable, y todos van a sentir su impacto.

 

16) Por tanto, as’ ha dicho Jehov‡, Dios de los ejŽrcitos: En todas las plazas habr‡ llanto, y en todas las calles dir‡n: !!Ay! !!Ay!, y al labrador llamar‡n a lloro, y a endecha a los que sepan endechar.

 

Si no viene el avivamiento, la reforma, la ruina es segura.

 

17) Y en todas las vi–as habr‡ llanto; porque pasarŽ en medio de ti, dice Jehov‡.

 

El gran d’a de la Pascua, que perdimos este a–o, por primera vez en nuestra historia, pero la Pascua representaba a Dios pasando por encima de su pueblo, no dejando que la muerte se tocara.

 

Pero aqu’, en este verso, Dios no iba a pasar por encima de ellos, sin por medio de ellos, con su destrucci—n total.   Y no era una amenaza vac’a, sino que es algo que sabemos, hist—ricamente, sabemos que esto pasaba.

 

18) !!Ay de los que desean el d’a de Jehov‡! ŔPara quŽ querŽis este d’a de Jehov‡? Ser‡ de tinieblas, y no de luz;

 

Cuando yo vine a la fe, hace muchos a–os, hab’an muchos vendiendo libros sobre el regreso del Se–or, deseando ese gran d’a.

 

Pero aqu’ se reprendan ese anhelo.  Los jud’os anhelaban la llegada del Mes’as, pero para muchos de ellos era un desastre, porque despuŽs de matar a Cristo, Dios mandaba los Romanos para acabar con JerusalŽn.

 

 

 

 

 

18-19) !!Ay de los que desean el d’a de Jehov‡! ŔPara quŽ querŽis este d’a de Jehov‡? Ser‡ de tinieblas, y no de luz;

como el que huye de delante del le—n, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra.

 

Es como ahora, uno pierda su trabajo, solamente para descubrir que ha perdido su jubilaci—n, y su Aseguranza Medica. 

 

Otros pueden perder hasta sus casas, como muchos sufrieron en la ultima crisis econ—mica. 

 

Y otros, acostumbrados a vivir muy bien, pueden terminar pausa hasta en las calles.

 

No, el d’a del Se–or no es algo que se debe de pedir ni desafiar.  En el segundo de Pedro, se burlaban de la promesa del d’a del Se–or.

 

2 Pedro 3:4    ŔD—nde est‡ la promesa de su advenimiento?

Porque desde el d’a en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen as’ como desde el principio de la creaci—n.

 

Muchos, no viendo nada de los juicios de Dios, estaban convencidos de que Dios no hace nada, ni bien ni mal como vimos enÉ

 

Sofon’as 1:12  Acontecer‡ en aquel tiempo que yo escudri–arŽ

a JerusalŽn con linterna, y castigarŽ a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su coraz—n: Jehov‡ ni har‡ bien ni har‡ mal.

 

Pero ahora, Dios s’ est‡ empezando a actuar, y ojala, est‡s escuchando.

 

20) ŔNo ser‡ el d’a de Jehov‡ tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor?

 

El d’a del Se–or es algo terrible, porque Dios mismo dijoÉ

 

Romanos 12:19 M’a es la venganza, yo pagarŽ, dice el Se–or.

 

 

 

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Ahora llegando al fin, hay unos puntos mas.  Los ignorantes, los que no saben casi nada de las escrituras, creen que si Dios existe, seguramente ser‡ impresionado con los que, por lo menos practican algo de la religi—n.  ŔNo?

 

Esto es un gran enga–o del Diablo.  La religi—n en sus muchas formas puede estar sumamente peligrosa, como era para los fariseos, en los tiempos de Cristo.

 

Israel en este cap’tulo era muy religioso, pero vamos a ver c—mo Dios respond’a a su religi—n.

 

21) Aborrec’, abominŽ vuestras solemnidades, y no me complacerŽ en vuestras asambleas.

 

Dios no estaba nada impresionado.  Al contrario, se expresaba su odio por lo que se hac’an.

 

Y en nuestros tiempos, por primera vez, Dios permit’a que se cerrasen sus iglesias, por meses.  Tal vez Dios estaba un poco cansado con lo que ve’a.

 

22) Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibirŽ, ni mirarŽ a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados.

 

Es que Dios no estaba nada impresionado con sacrificios, como que estos pudieran producir una forma de merito, delante de sus ojos.

 

Nosotros encontramos nuestro merito en la sangre de Cristo, y no es los ritos o las ceremonias.

 

Pero es posible, viendo como nuestra cultura est‡ cada vez mas en llamas, y en escombros, que Dios no est‡ impresionado con mucho de lo que pasa, en las iglesias modernas.

 

23) Quita de m’ la multitud de tus cantares, pues no escucharŽ las salmodias de tus instrumentos.

 

ŔHasta la alabanza puede ser una molestia a nuestro Dios?  pausa   Depende del coraz—n del que canta.

 

 

 

Miqueas 6:8    Oh hombre, Žl te ha declarado lo que es bueno,

y quŽ pide Jehov‡ de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

 

24) Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.

 

Esto es lo que Dios quiere.  Que aprendemos de su justicia, y lo ponemos en practica.  Que confiemos en Cristo, y vivimos sirviendo lo, como la prioridad de nuestras vidas.

 

De otra manera, nosotros tambiŽn podemos desarrollar una regi—n, sin provecho.

 

Mateo 5:13-16  Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la

sal se desvaneciere, Ŕcon quŽ ser‡ salada? No sirve m‡s para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

 

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

 

Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que est‡n en casa.

 

As’ alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que est‡ en los cielos.

 

Y ahora Dios va a concluir, recordando la trayectoria de su pueblo, por todos sus a–os, hasta saliendo de Egipto.

 

25) ŔMe ofrecisteis sacrificios y ofrendas en el desierto en cuarenta a–os, oh casa de Israel?  Antes bien, llevabais el tabern‡culo de vuestro Moloc y Quiśn, ’dolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis.

 

ŔCual es el punto? pausa

 

Si alabamos a Dios, pero al mismo tiempo nuestros corazones est‡n corriendo tras las vanidades de este mundo, haciendo ’dolos de sus atracciones, entonces seremos con los jud’os en sus grandes fracasos, y la tragedia ser‡ insoportable.  Porque viene siempre con una promesa.

 

27) Os harŽ, pues, transportar m‡s all‡ de Damasco, ha dicho Jehov‡, cuyo nombre es Dios de los ejŽrcitos.

 

Y esto era una promesa que Dios cumpl’a, la naci—n era perdida.

 

========================== Conclusi—n =======================

 

El contenido de este capitulo no ha sido muy alentador.  Pero nos ayuda a tomar en serio, los tiempos en que estamos viviendo.

 

Y no era todo negativo, Dios ofrec’a la promesas de esperanza.

 

Am—s 5:4-5 Pero as’ dice Jehov‡ a la casa de Israel:

Buscadme, y vivirŽis; y no busquŽis a Bet-el,

ni entrŽis en Gilgal, ni pasŽis a Beerseba;

porque Gilgal ser‡ llevada en cautiverio, y

Bet-el ser‡ deshecha.

 

Pero tenemos que buscar a Dios en esp’ritu y en la verdad.

 

La Cristiandad superficial, indiferente y artificial ya no va a servir mas.

 

Si queremos continuar viendo el poder de Dios, ser‡ necesario seguir lo con celos honestos, y con diligencia.  pausa

 

Y si esto es tu deseo, buscar a Dios para vivir, sintiendo su poder en tu vida, y en tu familia, pausa, puedes pasar en unos momentos y oraremos contigo.

 

 

Vamos a Orar