1 de marzo de 20

Absolutamente Necesario

Juan 3:1-36

 

En el libro de Jon‡s, cuando el profeta estaba en el estomago del gran pez, dijo algo sumamente profundo, que los fariseos del tiempo de Cristo no entend’a.

 

Jon‡s 2:7-9    Cuando mi alma desfallec’a en m’, me acordŽ de

               Jehov‡, Y mi oraci—n lleg— hasta ti en tu

               santo templo.

 

Los que siguen vanidades ilusorias,

Su misericordia abandonan.

 

Mas yo con voz de alabanza te ofrecerŽ sacrificios; PagarŽ lo que promet’.

La salvaci—n es de Jehov‡.

 

Atrapado en el gran pez, pausa, Jon‡s sabia que no se pudo hacer nada para salvar a si mismo.  Si iba a estar salvado, esto tenia que ser una obra, soberana de Dios. 

 

En el tiempo de Cristo, los fariseos han perdido ese aspecto importante de la doctrina divina.

 

1)  Hab’a un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los jud’os.

 

Al mismo tiempo, San Pablo estaba vivo, aunque no vamos a escuchar nade de San Pablo hasta el libro de Hechos.

 

Pero Nicodemo y Pablo ten’an algo importante en comœn.  Los dos eran hombres bien educados en las escrituras.  Los dos eran hombres muy religiosos, y los dos eran b‡sicamente hombres morales.

 

Pero los dos estaban en rumbo al infierno, porque b‡sicamente eran hijos de Ad‡n, y no hijos de Dios.

 

Y mi punto es, que no es suficiente vivir una vida mas o menos moral, no es suficiente conocer algo de la Biblia, no es suficiente tener algo de la religi—n en tu vida. 

 

Como veremos en este capitulo famoso, hay otra cosa que es absolutamente necesaria.

 

2) Este vino a Jesœs de noche, y le dijo: Rab’, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas se–ales que tœ haces, si no est‡ Dios con Žl.

 

ÀPorque vino de noche?  Posiblemente no deseaba interrumpir a Cristo durante su d’a ocupada, o tal vez por la cobard’a, porque Cristo ya era un hombre controversial, y Nicodemo era un hombre muy alto entre los fariseos.  Tal vez vino de noche, porque era sabio.

 

No es claro si vino solo, por quŽ dice ÒsabemosÓ.

 

Pero Nicodemo vio un poder sobrenatural en Cristo, y entend’a que no era un poder malo, sino que Cristo tenia grandes poderes divinos.

 

3) Respondi— Jesœs y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

 

Cristo hablaba de manera extra–a.  Pero Cristo entend’a los problemas, con las doctrinas de los fariseos.

 

Los fariseos pensaban, que de alguna manera, por seguir sus ritos, por estar muy bien educados, se pudiera desarrollar su propia justicia, y con esta justicia humana, Dios tendr’a que aceptar los.

 

San Pablo hablaba de esto dŽcadas mas tarde en RomanosÉ

 

Romanos 10:1-3 Hermanos, ciertamente el anhelo de mi coraz—n,

y mi oraci—n a Dios por Israel, es para salvaci—n.

 

Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.

 

Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;

 

Cristo sabia que Nicodemo andaba en esto.  En una doctrina falsa en que el hombre, por su propia justicia, se convert’a a Dios en su deudor.

 

Y para sacar lo de su error, Cristo hablaba inmediatamente, del nuevo nacimiento.

 

3-4) Respondi— Jesœs y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.  Nicodemo le dijo: ÀC—mo puede un hombre nacer siendo viejo? ÀPuede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?

 

Para Nicodemo, lo que Cristo dijo no tenia sentido.  Y esto es normal.  Antes de andar en el Esp’ritu, hay muchas cosas que simplemente no son posibles de entender.

 

1 Corintios 2:14     Pero el hombre natural no percibe las

cosas que son del Esp’ritu de Dios, porque para Žl son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

 

Ahora Cristo poco a poco, va a mover el gran Nicodemo, del error de su tiempo, a la verdad B’blica.

 

5) Respondi— Jesœs: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Esp’ritu, no puede entrar en el reino de Dios.

 

Cristo va a insistir, en amor, que lo que dice es absolutamente necesario.  Y esto es algo que tu tambiŽn tienes que entender.

 

Cuando Cristo dice Òde cierto, de cierto te digoÓ, es como que est‡ jurando.  Esto no es ningœn juego, sino que es sumamente serio.

 

Es absolutamente necesario que uno naciere de nuevo.

 

Y ha habido diferentes opiniones sobre lo que quiere expresar con agua y del Esp’ritu, pero creo que esto ser‡ evidente en un momento.

 

6) Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Esp’ritu, esp’ritu es.

 

Nacido de mujer, eres hijo de Ad‡n, y en gran peligro.  Nacido de nuevo, por agua y Esp’ritu, eres hijo de Dios y seguro por toda la eternidad.

 

Un pastor famoso. que me gusta, aqu’ en los estados unidos, se llama Joel Beeke dijo, Òsi uno se muriera unos segundos antes de nacer de nuevo, se ir’a derechamente al infiero.

 

Si uno se muriera unos segundos despuŽs de nacer de nuevo, seria para siempre con Cristo en la gloria como el malhechor en la cruz al lado de Cristo.

 

Lucas 23:40-43 Respondiendo el otro, le reprendi—, diciendo:

ÀNi aun temes tœ a Dios, estando en la misma condenaci—n?

 

Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas Žste ningœn mal hizo.

 

Y dijo a Jesœs: AcuŽrdate de m’ cuando vengas en tu reino.

 

Entonces Jesœs le dijo: De cierto te digo que hoy estar‡s conmigo en el para’so.

 

Ese malhechor, con toda su falta de moralidad, estaba perdonado, se cre’a en Cristo, porque ha nacido de nuevo, en los œltimos momentos de su vida.

 

7-9) No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de d—nde viene, ni a d—nde va; as’ es todo aquel que es nacido del Esp’ritu.

 

El nuevo nacimiento es obra del Santo Esp’ritu de Dios.  Y puede ser algo misterioso.

 

Una hermana puede tener un esposo que no tiene realmente ningœn interŽs en la Biblia.

 

Pero llegando a la iglesia, escuchando algo, pegado por una vedad de las escrituras, de repente es otro, y todo ha cambiado en su vida.  Y como dice en este texto, puede ser algo misterioso, como el viento.

 

Pero el concepto est‡ ensa–ado en otras partes de la Biblia.

2 Corintios 5:17     De modo que si alguno est‡ en Cristo,

nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu’ todas son hechas nuevas.

 

Pero sin ese cambio, uno est‡ en gran peligro.  Est‡ en un peligro eterno.  Por esto Cristo insist’a tanto que es absolutamente necesario nacer de nuevo.  Tener un poco de la religi—n, vivir moralmente, conocer algo de la Biblia, simplemente no es suficiente.

9-10) Respondi— Nicodemo y le dijo: ÀC—mo puede hacerse esto?

Respondi— Jesœs y le dijo: ÀEres tœ maestro de Israel, y no sabes esto?

 

Aqu’ Cristo reprend’a, suavemente, al gran fariseo.  Nicodemo era sumamente alto en la iglesia al fin del testamento antiguo, pero Cristo era infinitamente mas alto, siendo Dios en carne.

 

Pero la conversaci—n va a continuar.

 

Y ahora podemos considerar esto del agua y Esp’ritu.  ÀPorque habla de agua, y que quiere decir?

 

Afortunadamente para la mayor’a de nosotros, acabamos de estudiar Ezequiel capitulo 36, el ultimo Noviembre.

 

Y quiero visitar el pasaje tan conocido, que era seguramente conocido por Nicodemo, pero leyendo el pasaje, acuŽrdate de lo que dijo Jon‡s desde el gran pez, las salvaci—n es de Jehov‡, es obra de Dios, y jam‡s es obra del hombre.

 

Ezequiel 36:25-28    EsparcirŽ sobre vosotros agua limpia, y

serŽis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ’dolos os limpiarŽ.

 

All’ est‡ el agua.

 

Os darŽ coraz—n nuevo, y pondrŽ esp’ritu nuevo dentro de vosotros; y quitarŽ de vuestra carne el coraz—n de piedra, y os darŽ un coraz—n de carne.

 

Es obra de Dios, no algo que el hombre pudiera jam‡s hacer.

 

Y pondrŽ dentro de vosotros mi Esp’ritu, y harŽ que andŽis en mis estatutos, y guardŽis mis preceptos, y los pong‡is por obra.

 

HabitarŽis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me serŽis por pueblo, y yo serŽ a vosotros por Dios.

 

Nicodemo deber’a de entender todo esto, como gran maestro.  Pero los errores de los fariseos ya han borrado la verdad. 

 

Y Cristo ahora va a restaurar la verdad en el coraz—n de Nicodemo.

 

11) De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recib’s nuestro testimonio.

 

Cristo estaba hablando claramente, con la autoridad infinita.

La gran mayor’a entonces como ahora, rechazaban complemente lo que Žl dec’a. 

 

Y por lo tanto, la doctrina del nuevo nacimiento jam‡s ha sido una doctrina muy popular.

 

12) Si os he dicho cosas terrenales, y no creŽis, Àc—mo creerŽis si os dijere las celestiales?

 

Cristo segu’a reprendiendo, suavemente.  pausa

 

Pero cabe mencionar que esto es un verso favorito para los que ense–an mucho del creacionismo, o sea de los primeros once cap’tulos de GŽnesis.

 

Si tu no crees en la historia de Ad‡n y Eva, y su ca’da, si tu no crees en lo que pasaba con NoŽ y su gran barca, si tu no crees en la torre de Babel, entonces Àcomo vas a creer al Dios misericordioso, cuando habla de cosas espirituales?

 

13) Nadie subi— al cielo, sino el que descendi— del cielo; el Hijo del Hombre, que est‡ en el cielo.

 

Aqu’ Cristo establec’a su autoridad infinita para proclamar la verdad.  Que quiere decir que el nuevo nacimiento es completamente necesario, y sin esto, tu, en esta ma–ana est‡s viviendo en gran peligro.

 

14-15) Y como MoisŽs levant— la serpiente en el desierto, as’ es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en Žl cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

 

Cristo no va abandonar a Nicodemo, sino que con la historia de la serpiente en el desierto, podemos decir que Cristo aqu’ predicaba a Cristo Crucificado, para conceder a Nicodemo la capacidad de entender.  Y hay mucha evidencia en este libro de que Nicodemo era finalmente salvado.

 

 

En el desierto, el pueblo estaba en una condici—n miserable por su rebeli—n.

 

Nœmeros 21:6-9 Y    Jehov‡ envi— entre el pueblo serpientes

ardientes, que mord’an al pueblo; y muri— mucho pueblo de Israel.

 

Entonces el pueblo vino a MoisŽs y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehov‡, y contra ti; ruega a Jehov‡ que quite de nosotros estas serpientes. Y MoisŽs or— por el pueblo.

 

Y Jehov‡ dijo a MoisŽs: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivir‡.

 

Y MoisŽs hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mord’a a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y viv’a.

 

Esto era algo que Nicodemo pudo entender, y poco a poco sus ojos estaban abriendo.  ÀY tu?

 

16) Porque de tal manera am— Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigŽnito, para que todo aquel que en Žl cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

 

Esto es un verso bien conocido, pero es importante que lo veas en su contexto original.

 

Y tienes que entender hermano, hermana, joven, que Dios no te ama porque Cristo muri— para ti, sino que Cristo muri— para ti, por el amor eterno que Dios siempre ha tenido para ti.

 

17) Porque no envi— Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Žl.

 

Cristo vino para salvar, el mundo ya estaba condenado por la obra de Ad‡n y Eva, y de todos sus descendientes.

 

18) El que en Žl cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha cre’do en el nombre del unigŽnito Hijo de Dios.

 

 

No hay esperanza en otra religi—n.  Ore mucho por los musulmanes, y los jud’os que rechazan a Cristo porque est‡n en gran, gran peligro.

 

19) Y esta es la condenaci—n: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron m‡s las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

 

Por esto oramos constantemente para los j—venes.  Y cada persona en el liderazgo de este iglesia debe de tener una lista de los j—venes, de nuestras familias, para orar por ellos.

 

Porque si algunos rechazan la fe que han recibido aqu’, su condenaci—n ser‡ eternamente insoportable.

 

20) Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

 

O la Biblia te separar‡ de tu pecado, o tu pecado te separar‡ de tu Biblia.

 

21) Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

 

Si tu vienes a la iglesia regularmente, adorando, creciendo, obrando, da gloria a Dios, porque has sido grandemente bendecido.

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Bueno, esto ha sido la primera parte del capitulo.  Pero lo que sigue es valioso, para entender la preeminencia de Cristo, en todo.

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22-24) DespuŽs de esto, vino Jesœs con sus disc’pulos a la tierra de Judea, y estuvo all’ con ellos, y bautizaba.  Juan bautizaba tambiŽn en En—n, junto a Salim, porque hab’a all’ muchas aguas; y ven’an, y eran bautizados.  Porque Juan no hab’a sido aœn encarcelado.

 

Aqu’, el evangelista autor, Juan, deseaba mostrar la manera en que los dos ministerios estaban operando al mismo tiempo.

 

Juan estaba obrando, bautizando, y el ministerio de Cristo estaba creciendo en otra parte.

 

25) Entonces hubo discusi—n entre los disc’pulos de Juan y los jud’os acerca de la purificaci—n.

Hab’an muchos lavamientos en la religi—n de los jud’os, y ellos por supuesto vinieron criticando el Bautismo Cristiano.

 

Y seguramente a algunos inmaduros que segu’an a Juan dijeron que el nuevo, ese Jesœs, ya estaba acabando con ellos, trayendo otro bautismo, que tal vez era mejor.

 

Los jud’os siempre aprovecharon de cualquiera oportunidad para molestar a las iglesias.

 

26) Y vinieron a Juan y le dijeron: Rab’, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jord‡n, de quien tœ diste testimonio, bautiza, y todos vienen a Žl.

 

Eran molestos, y celosos por el ministerio de Juan Bautista.  Y estos celos son la plaga de las iglesias en cada Žpoca. 

 

ÒMira, hay otra iglesia all‡ y est‡ creciendo r‡pidamente, seguramente andan robando de nuestro reba–oÓ.

 

Esta es la manera en que el diablo desea sembrar rencores y contiendas, pero los maduros siempre van a resistir esto.

 

27) Respondi— Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.

 

En otras palabras, dice Juan, Dios controlaba todo.

 

Juan entend’a que su ministerio estaba acabando, pero se aceptaba la providencia, y la predestinaci—n de Dios.

 

28) Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de Žl.

 

Juan era consistente.  Siempre dijo que Cristo era superior.

 

29) El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que est‡ a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; as’ pues, este mi gozo est‡ cumplido.

 

En una boda, el amigo del novio puede ayudar en traer la novia, pero el amigo no va a compartir la cama de los novios, sino que es gozoso ver el nuevo matrimonio, cumpliendo su trabajo.

 

Muchos se confundan creyendo que son el novio, y no simplemente el amigo del novio. 

Y en esto debemos aprender la humildad.

 

30) Es necesario que Žl crezca, pero que yo mengŸe.

 

Esta es una de las razones de que se dicen que Juan era el mas grande de todos los profetas.  pausa  Es que entend’a como siempre dar a Cristo el primero lugar.

 

As’ que te vez otro verso conocido, en su contexto natural.

 

31) El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos.

 

Juan tenia un mensaje poderoso, divino, pero cuando se compara las palabras de Juan, con las palabras de Cristo, Juan era infinitamente inferior.  Y lo sabia, y por esto era un hombre muy grande, libre de los rencores carnales.

 

32) Y lo que vio y oy—, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.

 

La palabra de Cristo, incluyendo la necesidad absoluta de nacer de nuevo, viene con la autoridad infinita.

 

Cuando dice que nadie recibe su testimonio, esta hablando relativamente, porque ese doctrina del nuevo nacimiento, jam‡s es popular, es que se humille mucho, al hombre en su incapacidad total.

 

33) El que recibe su testimonio, Žste atestigua que Dios es veraz.

 

Una vez nacido de nuevo, se ve claramente que la palabra de Dios es la pura verdad.

 

34-35) Porque el que Dios envi—, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Esp’ritu por medida.  El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.

 

Finalmente aqu’, Juan est‡ confirmando mas y mas, la autoridad de Cristo, como Cristo mismo dijo al fin del libro de Mateo.

 

Mateo 28:18    Y Jesœs se acerc— y les habl— diciendo:

               Toda potestad me es dada en el cielo y en la

               tierra.

 

En Cristo, est‡s seguro, pero fuera de Cristo, ojala has visto en este capitulo, est‡s viviendo en gran peligro.

 

36) El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehœsa creer en el Hijo no ver‡ la vida, sino que la ira de Dios est‡ sobre Žl.

 

Los que rechazan a Cristo, si son dentro o fuera de la iglesia, andan muy, muy cerca, de las llamas del infierno.

 

------------------------- Conclusi—n ------------------------

 

Bueno, ahora para pasar a la santa cena, es para los que realmente conocen a Cristo como su Se–or, su Rey, y que no est‡n persistiendo en pecados groseros.

 

De otra manera solamente estar‡ intensificando a tus peligros.

 

1 Corintios 11:27-31 De manera que cualquiera que comiere

este pan o bebiere esta copa del Se–or indignamente, ser‡ culpado del cuerpo y de la sangre del Se–or.

 

Por tanto, pruŽbese cada uno a s’ mismo, y coma as’ del pan, y beba de la copa.

 

Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Se–or, juicio come y bebe para s’.

 

Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.

 

Si, pues, nos examin‡semos a nosotros mismos, no ser’amos juzgados.

 

 

Vamos a orar