28 de febrero de
20
Por
Un Par De Zapatos
Am—s
2:1-16
Hemos visto en el primer estudio, que nuestro Dios es un Dios de gran
paciencia, que se puede aguantar mucho en su contra, hasta que viene el tiempo
en que se tiene que levantar se, para repartir consecuencias, a los que odian a
sus leyes y sus preceptos.
Y cuando vienen los juicios, por fin, pueden estar en contra de muchos
pueblos a la vez.
Por esto Am—s, que ni era profeta ni sacerdote por preparaci—n, estaba
equipado con una seria de or‡culos, en contra de diferentes reinos.
Y empezaba cada or‡culo, con la proclamaci—n, Ňpor tres pecados de un x
reino, y por el cuartoÓ.
Y esto era para comprobar que Dios no era tan f‡cil de irritar, que
Dios ya ha aguantado bastante, y por lo tanto se han llegado al limite de su
paciencia.
Hemos visto en otros estudios, que ha veces se tienen que llenar la
medida de su iniquidad, antes de que el juicio finalmente llegue.
Hablando con Abraham, siglos antes del Žxodo de Egipto, Dios dijo que
los hijos de Abraham iban a recibir la tierra, pero otra cosa tenia que pasar
antes.
GŽnesis 15:13-16 Entonces
Jehov‡ dijo a Abram: Ten por
cierto que tu descendencia morar‡ en
tierra ajena, y ser‡ esclava all’, y ser‡ oprimida cuatrocientos a–os.
Mas tambiŽn a la naci—n a la cual
servir‡n, juzgarŽ yo; y despuŽs de esto saldr‡n con gran riqueza. Y tś vendr‡s a tus padres en paz, y
ser‡s sepultado en buena vejez.
16 Y en la cuarta generaci—n volver‡n
ac‡; porque aśn no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aqu’.
A veces cuando Dios anda esperando, los malvados tienen que llenar la
medida de su maldad hasta el colmo, y despuŽs viene el furor de Dios, con todo
poder.
La Žpoca de Am—s era as’, pero el problema era que entre los que
estaban bajo el juicio, eran Jud‡, e Israel, los que eran formalmente el pueblo
de Dios, pero ahora totalmente entregados al mundo.
1) As’ ha dicho Jehov‡: Por tres
pecados de Moab, y por el cuarto, no revocarŽ su castigo; porque quem— los
huesos del rey de Edom hasta calcinarlos.
En este caso, el caso de Moab, ni estaban juzgado por ofensas en
contra del pueblo Santo, sino por una crueldad en contra de otro pueblo pagano.
Y esto nos muestra que todos est‡n bajo la jurisdicci—n de Dios, si
reconocen al Dios verdadero o no, no importa. Viviendo en la crueldad al hombre, pueden estar
candidatos para la destrucci—n.
2) PrenderŽ fuego en Moab, y consumir‡
los palacios de Queriot; y morir‡ Moab con tumulto, con estrŽpito y sonido de
trompeta.
Otra vez el palacio ser‡ el blanco de la furia de Dios porque Dios
siempre pedir‡ cuentas a los lideres.
Per era una misericordia publicar todo esto de antemano, para ver si
hab’a alguien que pudo arrepentir se, como los de N’nive, en el libro de Jon‡s.
3) Y quitarŽ el juez de en medio de
Žl, y matarŽ con Žl a todos sus pr’ncipes, dice Jehov‡.
Es normal para los seres humanos quejar se mucho de sus gobiernos,
pero en realidad un gobierno es una bendici—n.
Es una bendici—n estar protegidos de los delincuentes y de los
enemigos de afuera, por medio de un gobierno. Pero aun un gobierno malo puede ser mejor que ninguno. Pero aqu’ Dios dice que iba a quitar
todos de los lideres de Moab.
4) As’ ha dicho Jehov‡: Por tres
pecados de Jud‡, y por el cuarto, no revocarŽ su castigo; porque menospreciaron
la ley de Jehov‡, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus
mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres.
Ahora podemos ver claramente, que durante las temporadas de grandes
juicios, hasta el pueblo de Dios puede estar condenado.
Y Jud‡ era los de la familia de David, el autor de la gran mayor’a de
los Salmos. Y de Salom—n, que nos
escrib’a tanto sobre la sabidur’a.
Pero hasta los que andan en pacto con Dios, pueden llegar al momento
en que no vean la protecci—n de la santa ley, como algo deseable.
En el libro de Santiago, la ley de Dios est‡ llamada la perfecta ley
de la libertad, que nos ense–a, por el poder del Esp’ritu santo, c—mo vivir
libres del pecado destructivo.
Santiago 1:25 Mas el que
mira atentamente en la perfecta
ley, la de la libertad, y persevera en
ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, Žste ser‡
bienaventurado en lo que hace.
Pero cuando los del pueblo de Dios, andan mas y mas copiando las
practicas del mundo, entonces la Santa Ley de Dios ser‡ percibida como una
molestia, a ellos, y as’ es para muchos Cristianos en nuestros tiempos.
4) As’ ha dicho Jehov‡: Por tres
pecados de Jud‡, y por el cuarto, no revocarŽ su castigo; porque menospreciaron
la ley de Jehov‡, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus
mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres.
Cuando los Cristianos reciban su moralidad y sus conceptos de
alabanza, copiando el mundo, la Santa Ley tiene que ser mas y mas una molestia.
5) PrenderŽ, por tanto, fuego en Jud‡,
el cual consumir‡ los palacios de JerusalŽn.
Otra vez, Dios lanzando sus armas a los lideres, a los centros de
poder.
Pero esta vez, no de los paganos, sino de su propio pueblo, porque
Dios no hace acepci—n de personas.
Romanos 2:12-13 Porque todos los
que sin ley han pecado,
sin ley tambiŽn perecer‡n; y todos los
que bajo la ley han pecado, por la ley ser‡n juzgados; porque no son los
oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley ser‡n
justificados.
As’ que, estar parte del pueblo de Dios no te da una impunidad, un
permiso de pecar y vivir en la rebeli—n.
Al contrario, Cristo dijoÉ
Lucas 12:45-58 Mas si aquel
siervo dijere en su coraz—n: Mi
se–or tarda en venir; y comenzare a
golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse,
46 vendr‡ el se–or de aquel siervo en
d’a que Žste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigar‡ duramente, y le
pondr‡ con los infieles.
47 Aquel siervo que conociendo la
voluntad de su se–or, no se prepar—, ni hizo conforme a su voluntad, recibir‡
muchos azotes.
48 Mas el que sin conocerla hizo cosas
dignas de azotes, ser‡ azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado
mucho, mucho se le demandar‡; y al que mucho se le haya confiado, m‡s se le
pedir‡.
Es sumamente peligroso, estar enterado, con claridad de lo que Dios
nos manda, y despuŽs apartar te a la iniquidad del mundo.
Y las amonestaciones severas no solamente cayeron sobre los jud’os,
sino tambiŽn sobre los Cristianos.
Hebreos 10:28-30 El
que viola la ley de MoisŽs, por el
testimonio de dos o de tres testigos
muere irremisiblemente.
29 ŔCu‡nto mayor castigo pens‡is que
merecer‡ el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del
pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Esp’ritu de gracia?
30 Pues conocemos al que dijo: M’a es
la venganza, yo darŽ el pago, dice el Se–or. Y otra vez: El Se–or juzgar‡ a su
pueblo.
Bueno, hay muchos pastores que han predicado estos cap’tulos de Amos śltimamente,
con el temor de que si no hubiera un gran arrepentimiento, hasta los pa’ses del
occidente, que antes eran tan Cristianos, que hasta nosotros ’bamos a caer bajo
grandes juicios.
Pero ahora, hoy en d’a, con las plagas modernas, cada vez mas
presentes, como el corona virus, y sus impactos econ—micos, parece que
finalmente, los juicios ya est‡n empezando a caer.
Se anunciaron hoy que el virus ya est‡ en mas que sesenta pa’ses. Y los mercados de inversi—n, en todo el
mundo est‡n desplomando con rapidez.
Y todo esto est‡ pasando muy r‡pidamente. En poco tiempo, pudiŽramos estar en la crisis econ—mica, mas
grande de nuestras vidas. Con un
desastre, en los hospitales, que ser‡ casi imposible de manejar. pausa
En algunos pa’ses ya est‡n cerrando las escuelas, y hasta las
iglesias, como lugares peligroso de contagio.
Estamos entrando en una Žpoca que exige mucha oraci—n, y mucho
arrepentimiento. pausa
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Bueno hemos visto ya los primeros siete or‡culos, que el profeta Am—s
presentaba empezando con el dicho ŇPor tres pecados de x lugar, y por el cuartoÓ. Pero hay uno mas, y este ser‡ en contra
de Israel, tambiŽn pueblo de Dios.
Recordando que el pueblo era ahora dividi— en dos. Y Amos vino del sur, de Jud‡, y por
esto era importante que se juzgara a su propio pueblo primeramente, porque Dios
le mandaba principalmente a Israel del norte, aunque no era de all’. Y el resto del libro enfocar‡ en estos,
de Israel.
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6) As’ ha dicho Jehov‡: Por tres
pecados de Israel, y por el cuarto, no revocarŽ su castigo; porque vendieron
por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos.
Hab’a en Israel una gran corrupci—n en las cortes. Pagando un gran dinero a un juez, te
pudiera torcer las decisiones de la corte.
Y cuando uno empieza a vender se, tomando cohecho para desviar la
justicia en la corte, mas tarde lo har‡ por cualquier cosa, hasta por un par de zapatos.
Y vender a alguien por un par de zapatos puede estar relevante a nuestros
tiempos tambiŽn.
Muchos ahora est‡n reconsiderando nuestras relaciones econ—micas con
China, ya que los mercados est‡n en escombros.
Y est‡n confesando que hemos estado muy unido con el partido comunista
de China. Y estos tratan muy mal a
sus obreros, y los tratan casi como esclavos.
Pero esto no ha sido importante para los consentidos de los estados
unidos porque nosotros hemos podido comprar cosas bastante mas baratas,
ayudando a los comunistas oprimir a su propio pueblo, para nuestro propio beneficio.
Muchas compa–’as como Apple, como Nike, han tenido sus fabricas en
China para aprovechar se del labor casi de esclavos. Y la lista de compa–’as es bastante larga.
Pero no es irrazonable decir que muchos americanos han vendido a sus
hermanos Chinos por un par se zapatos,
o sea para los śltimos nuevos tenis de Nike.
6) As’ ha dicho Jehov‡: Por tres
pecados de Israel, y por el cuarto, no revocarŽ su castigo; porque vendieron
por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos.
Y ahora, no solamente los Chinos sufran, sino el mundo entero.
7) Pisotean en el polvo de la tierra
las cabezas de los desvalidos, y tuercen el camino de los humildes; y el hijo y
su padre se llegan a la misma joven, profanando mi santo nombre.
Cuando el pueblo empieza a olvidar de la Santa Ley, es muy f‡cil
oprimir y hasta abusar a los pobres.
Pero esto es algo que Dios no va a permitir.
Y claro, cuando se olvidan de la Santa ley de Dios, toda forma de
perversi—n sexual ser‡ evidente dentro y fuera de las iglesias.
Y esto del padre e hijo tomando la misma mujer estaba en el nuevo
testamento.
1 Corintios 5:1-2 De
cierto se oye que hay entre vosotros
fornicaci—n, y tal fornicaci—n cual ni
aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.
Y vosotros est‡is envanecidos. ŔNo
debierais m‡s bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de
vosotros el que cometi— tal acci—n?
Esto estaba pasando y la iglesia estaba envanecida, diciendo que
nosotros somos muy tolerantes, aceptando todo en amor. Y te puedes escuchar casi el mismo hoy
en d’a.
8) Sobre las ropas empe–adas se
acuestan junto a cualquier altar; y el vino de los multados beben en la casa de
sus dioses.
En la Santa Ley, si tu tomabas la ropa exterior de un hombre como garant’a
por una deuda, lo ten’a que devolver en la noche porque el pobre necesitaba esa
ropa como su bolsa de dormir.
Deuteronomio 24:12-13 Y
si el hombre fuere pobre, no te
acostar‡s reteniendo aśn su prenda.
Sin falta le devolver‡s la prenda
cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su ropa, y te bendiga; y te
ser‡ justicia delante de Jehov‡ tu Dios.
Pero aqu’, el pueblo estaba burlando de Dios, acostando se sobre esa
ropa, y bebiendo vino que era robada por casos fraudulentos en la corte.
Y los hicieron esto en sus templos, que eran para dioses falsos, pero
Dios lo tomaba como que estaban burlando de Žl
ŔPero que pasa cuando se anda burlando de Dios, como hacen muchos en
nuestros d’as?
G‡latas 6:7-8 No os
enga–Žis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare,
eso tambiŽn segar‡. Porque el que
siembra para su carne, de la carne segar‡ corrupci—n; mas el que siembra para
el Esp’ritu, del Esp’ritu segar‡ vida eterna.
Y hoy d’a, el mundo entero est‡ cosechando lo que ha sido sembrado.
9) Yo destru’ delante de ellos al
amorreo, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como una
encina; y destru’ su fruto arriba y sus ra’ces abajo.
Ahora Dios recordaba todo lo que Žl ha hecho por su pueblo,
protegiendo los de los enemigos.
10) Y a vosotros os hice subir de la
tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta a–os, para que
entraseis en posesi—n de la tierra del amorreo.
Dios hizo tanto por ellos, y eran actualmente ricos, en un sentido,
como nosotros, por la bendici—n de Dios, pero estaban bien malagradecidos.
Y por esto iban a pagar.
11) Y levantŽ de vuestros hijos para
profetas, y de vuestros j—venes para que fuesen nazareos. ŔNo es esto as’, dice
Jehov‡, hijos de Israel?
Dios levantaba predicadores poderosos entre ellos, como Isa’as, como
Jerem’as, como Daniel y como Ezequiel, pero todos estos estaban tratados con
desprecio, cuando el pueblo empezaba a despreciar la Santa Ley de Dios.
Se tiraban a Jerem’as en un pozo de lodo.
12) Mas vosotros disteis de beber vino
a los nazareos, y a los profetas mandasteis diciendo: No profeticŽis.
Los nazareos, hicieron votos de consagraci—n, pero el pueblo trataba
de poner tropiezos delante de ellos.
Los que predicaban bien, se trataban de silenciar. Como en nuestros tiempos, si te
predicas en contra de ciertas ofensas, dicen que eres culpable cr’menes de
odio.
As’ que el hecho de que los juicios est‡n llegando ya, no es nada
sorprendente.
En este mismo libro, van a tratar de silenciar el profeta.
Am—s 7:12-13 Y Amas’as
dijo a Am—s: Vidente, vete, huye a
tierra de Jud‡, y come all‡ tu pan, y
profetiza all‡; y no profetices m‡s en Bet-el, porque es santuario del rey, y
capital del reino.
13-14) Pues he aqu’, yo os apretarŽ en
vuestro lugar, como se aprieta el carro lleno de gavillas; y el ligero no podr‡
huir, y al fuerte no le ayudar‡ su fuerza, ni el valiente librar‡ su vida.
Ahora estamos apretados con el virus, y sus muchos afectos, sociales y
econ—micos.
Y lejos de llamar por un gran d’a de arrepentimiento, es mas probable
que todos van a poner su esperanza en los hombres, en los valientes, los
fuertes de este mundo. Pero esto
no es la respuesta.
15) El que maneja el arco no
resistir‡, ni escapar‡ el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvar‡
su vida.
Cuando tenemos a Dios en nuestra contra, como sociedad, ni los
ligeros, ni los fuerte tendr‡n la soluci—n, sino que es tiempo por un
arrepentimiento general, tal vez con ayunos.
16) El esforzado de entre los
valientes huir‡ desnudo aquel d’a, dice Jehov‡.
Hab’an unos esforzados en el libro de Hechos que deseaban pelear en
contra del diablo, aunque no eran creyentes en Cristo. Y ellos tambiŽn sal’an huyendo
desnudos.
Hechos 19:13-17 Pero algunos de
los jud’os, exorcistas
ambulantes, intentaron invocar el
nombre del Se–or Jesśs sobre los que ten’an esp’ritus malos, diciendo: Os
conjuro por Jesśs, el que predica Pablo.
Hab’a siete hijos de un tal Esceva,
jud’o, jefe de los sacerdotes, que hac’an esto.
Pero respondiendo el esp’ritu malo,
dijo: A Jesśs conozco, y sŽ quiŽn es Pablo; pero vosotros, ŔquiŽnes sois?
Y el hombre en quien estaba el
esp’ritu malo, saltando sobre ellos y domin‡ndolos, pudo m‡s que ellos, de tal
manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.
Y esto fue notorio a todos los que
habitaban en Efeso, as’ jud’os como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y
era magnificado el nombre del Se–or Jesśs.
*======================= Conclusi—n ========================*
Hermanos, estamos viviendo en tiempos hist—ricos, y ni sabemos quŽ
grave ser‡ este tiempo de juicios.
Pero si deseas estar bien, de hoy en adelante, tienes que estar
caminado en el poder de Cristo.
Y si esto es tu deseo, estar lleno del śnico poder que puede resistir
lo que ahora ha llegado, puedes pasar y oraremos contigo.
Habacuc 3:2 Oh
Jehov‡, he o’do tu palabra, y tem’.
Oh Jehov‡, aviva tu obra en medio de
los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuŽrdate de la
misericordia.
Vamos a Orar