2 de febrero de 20

La Redenci—n Extendida

Ezequiel 47:1-24

Introducci—n

 

Nuestro Se–or Cristo Jesœs, cuando andaba por esta tierra, comunicaba con muchas par‡bolas, y con expresiones metaf—ricas.

 

Una de las mas impactantes pasaba al fin de los tiempos festivos en JerusalŽn.

 

Juan 7:37-39   En el œltimo y gran d’a de la fiesta, Jesœs

se puso en pie y alz— la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a m’ y beba.

 

El que cree en m’, como dice la Escritura, de su interior correr‡n r’os de agua viva.

 

Esto dijo del Esp’ritu que hab’an de recibir los que creyesen en Žl; pues aœn no hab’a venido el Esp’ritu Santo, porque Jesœs no hab’a sido aœn glorificado.

 

Es que la gente ten’an que entender c—mo iban a estar transformados por su redenci—n, y c—mo esto mas tarde iba a impactar al mundo entero.

 

Los que conocieron a las escrituras, seguramente ten’an un concepto de estos r’os de agua viva, porque es una met‡fora

bien conocida en las escrituras.

 

Y el capitulo de hoy es un ejemplo del Esp’ritu Santo empleando esta met‡fora.

 

1) Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he aqu’ aguas que sal’an de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas descend’an de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar.

 

Hemos pasado semanas estudiando este templo misterioso, pero ya estamos llegando al fin.

 

Y dice aqu’, que hab’a agua saliendo del templo. ÀPero que quiere decir?

 

 

2) Y me sac— por el camino de la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por el camino exterior, fuera de la puerta, al camino de la que mira al oriente; y vi que las aguas sal’an del lado derecho.

 

Hab’an aguas, pero no eran muchas, tan cerca del templo.  Pero veremos que en este simbolismo que el agua representa la redenci—n que salio de Cristo Jesœs.

 

Es que nuestra redenci—n no es algo como un estanque, o un grupo de hermanos estancados.

 

ÁNo! Sino que cuando las aguas vivas entran en tu ser, se tienen que encontrar su salida.  Si te empieces a vivir como hermano, como hermana estancada, esto puede convertirse en una enfermedad espiritual.

 

Ayer mismo, vimos un gran numero de hermanas, hermanos, ni–os y j—venes, saliendo a la comunidad, repartiendo materiales sobre el evangelio, y la ley.

 

Repartimos datos sobre c—mo contactar a nuestra iglesia, o visitar nos.  Hasta regalamos peque–os objetos, con la direcci—n de este ministerio.

 

Y esto es normal, para los que andan creciendo en el Se–or. Las aguas vivas tienen que encontrar su salida.

 

Y claro, el evangelismo en las calles no es la œnica manera de hacer lo, hay otras opciones, pero el agua tiene que salir.  ÀAmen?

 

3) Y sali— el var—n hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midi— mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos.

 

El profeta estaba metiendo se en las aguas, para probar las, y esto tambiŽn es importante.  Cerca del origen las aguas no eran muy profundas.

 

Cuando Cristo empezaba, solamente tenia unos doce disc’pulos.  Mas tarde en el libro de hechosÉ

 

Hechos 1:15    En aquellos d’as Pedro se levant— en medio

de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en nœmero).

 

Algunos, y eran preparados, pero el r’o solamente estaba empezando.

Poco despuŽs, en el d’a de PentecostŽs, se a–adieron unos tres mil.

 

4) Midi— otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midi— luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos.

 

Saliendo de su origen, este r’o era cada vez mas profundo.  Hubo como un crecimiento.  Y esto era tambiŽn en las ense–anzas de Cristo.

 

Mateo 13:31-33 Otra par‡bola les refiri—, diciendo: El

reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tom— y sembr— en su campo; el cual a la verdad es la m‡s peque–a de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace ‡rbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.

 

Otra par‡bola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tom— una mujer, y escondi— en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.

 

En punto es hermano, hermana, la redenci—n de Cristo es una redenci—n extendida.  Por esto las iglesia siempre han tenido misiones y maneras de alcanzar o impactar a otros.

 

Regresando al textoÉ

 

5) Midi— otros mil, y era ya un r’o que yo no pod’a pasar, porque las aguas hab’an crecido de manera que el r’o no se pod’a pasar sino a nado.

 

Esta es la esperanza, la promesa de la profec’a de este capitulo. ÁY no olvide hermana, Cristo dijo que estos r’os de agua vida van a salir de ti!

 

ÀEsto est‡ pasando en tu vida ya, pausa, o estas ya, poco a poco convirtiendo te en una hermana estancada?

 

6) Y me dijo: ÀHas visto, hijo de hombre?

 

Es que hay un punto aqu’ que tenemos que captar.  La iglesia saludable es una iglesia activa, encontrando maneas de bendicir a los que sufren en la oscuridad, empezando siempre con el mensaje de la redenci—n en Cristo.

 

ÀPero que ser‡ el prop—sito de esta agua salut’feras?

 

7) Y volviendo yo, vi que en la ribera del r’o hab’a much’simos ‡rboles a uno y otro lado.

 

Las aguas van a producir vidas fruct’feras, una vida estancada jam‡s ser‡ su resultado.  Y el Esp’ritu santo estar‡ hablando de este tema, hasta el ultimo capitulo de las escrituras.

 

Apocalipsis 22:1-2   DespuŽs me mostr— un r’o limpio de agua

de vida, resplandeciente como cristal, que sal’a del trono de Dios y del Cordero.

 

En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del r’o, estaba el ‡rbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del ‡rbol eran para la sanidad de las naciones.

 

Y hermanos, debemos de estar participando en esto ya.  Hay muchas naciones que necesitan, desesperadamente la sanidad, la redenci—n extendida de Cristo.

 

Vimos algo semejante en el principio de Isa’as, pero en vez de agua, el conocimiento de Dios estaba saliendo, y el resultado era la paz.

 

Isa’as 2:2-4   Acontecer‡ en lo postrero de los tiempos,

que ser‡ confirmado el monte de la casa de Jehov‡ como cabeza de los montes, y ser‡ exaltado sobre los collados, y correr‡n a Žl todas las naciones.

 

Y vendr‡n muchos pueblos, y dir‡n: Venid, y subamos al monte de Jehov‡, a la casa del Dios de Jacob; y nos ense–ar‡ sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldr‡ la ley, y de JerusalŽn la palabra de Jehov‡.

 

Y juzgar‡ entre las naciones, y reprender‡ a muchos pueblos; y volver‡n sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzar‡ espada naci—n contra naci—n, ni se adiestrar‡n m‡s para la guerra.

 

Es que Dios no ha abandonado al mundo a las fuerzas del enemigo, sino que Dios ha mandado una redenci—n extendida al mundo, lleno de personas que deben de recibir su amor.

 

Juan 3:16 Porque de tal manera am— Dios al mundo, que ha

dado a su Hijo unigŽnito, para que todo aquel que en Žl cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

 

Aprendimos en viernes que cuando Cristo muri— en la cruz, que celebraremos en unos momentos en la Santa Cena, pero la cruz no era su derrota, sino que era su victoria, sobre la muerte, sobre la oscuridad, sobre el diablo.

 

Pero para llevar todo esto a un mundo podrido, oscuro y perverso, Dios va a usar a nosotros.  Por esto andamos estudiando tanto.  Como en el Salmo uno.

 

Salmos 1:1-3   Bienaventurado el var—n que no anduvo en

consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

 

Sino que en la ley de Jehov‡ est‡ su delicia, Y en su ley medita de d’a y de noche.

 

Ser‡ como ‡rbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo,

Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperar‡.

 

Es una de las promesas mas bellas de todas las escrituras, y hermano, hermana, joven, est‡ hablando de ti.  Tu puedes vivir como uno de estos ‡rboles, de sanidad, que tiene sus ra’ces firmemente plantadas en el amor de Cristo.

 

Como aprendimos en viernesÉ

 

Colosenses 2:7 Arraigados y sobreedificados en Žl, y

confirmados en la fe, as’ como habŽis sido ense–ados, abundando en acciones de gracias.

 

Si continœes fielmente en Cristo, estos r’os van a salir de ti.  Regresando a la introducci—n de este mensaje.

 

Juan 7:37-38   En el œltimo y gran d’a de la fiesta, Jesœs

se puso en pie y alz— la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a m’ y beba.

 

El que cree en m’, como dice la Escritura, de su interior correr‡n r’os de agua viva.

 

Ahora regresando a nuestro textoÉ

 

8) Y me dijo: Estas aguas salen a la regi—n del oriente, y descender‡n al Arab‡, y entrar‡n en el mar; y entradas en el mar, recibir‡n sanidad las aguas.

 

Aqu’ est‡ hablando del mar muerto, lleno se la sal que ca’a sobre Sodoma y Gomorra.  Pero por el poder de Dios, por la redenci—n extendida, hasta el mar muerto puede vivir. pausa

 

He escuchado las historias de los de la ultima caravana que sal’a de Honduras.  Es posible que algunos est‡n exagerando, pero creo que es verdad, que no hay vida, en sus pueblos.  No hay trabajo.  Sus hijos est‡n reclutados por las pandillas, y la delincuencia est‡ en todos lados.

 

Esto es como un mar muerto, que neciecita los r’os de agua vida.  Conozco un misionero que fue mandado all’.

 

9) Y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos r’os, vivir‡; y habr‡ much’simos peces por haber entrado all‡ estas aguas, y recibir‡n sanidad; y vivir‡ todo lo que entrare en este r’o.

 

Hermano, este pasaje est‡ ense–ando lo que tu realmente tienes en el evangelio de Cristo.  Los poderes del enemigo desean convencer te que no hay esperanza, que todo va de mal en peor, que la gente ya no quieren escuchar.

 

O el enemigo te dir‡ que las sectas, los musulmanes, los ateos est‡n cada vez mas poderosos, mientra nosotros somos cada vez mas dŽbiles.

 

ÁMentira, basura!, Tu y yo hermano, hermana, joven, estamos luchando por el equipo ganador.

 

Formamos parte de un r’o poderos’simo, que anda ganando mas y mas, y as’ ser‡ hasta el fin del mundo.  Cristo edificar‡ su iglesia y las puertas del infierno no prevaldr‡n contra ella.  Y en cuanto a las sectas y las regiones falsas, escuchamos a Cristo

 

Mateo 15:13    Pero respondiendo Žl, dijo: Toda planta que

no plant— mi Padre celestial, ser‡ desarraigada.

 

Regresando al texto.

 

10) Y junto a Žl estar‡n los pescadores, y desde En-gadi hasta En-eglaim ser‡ su tendedero de redes; y por sus especies ser‡n los peces tan numerosos como los peces del Mar Grande.

 

La sanidad espiritual producir‡ toda forma de prosperidad.

 

Habr‡ prosperidad espiritual, con familias que pueden vivir en paz, y hasta buenas relaciones entra las naciones.

 

Habr‡ acceso al cuidado medico, y dentistas, el cuidado de los ojos, y el dinero de pagar todos estas especialistas.

 

Todos estos son los efectos de la redenci—n extendida, pero todo tiene que empezar con la redenci—n en Cristo, y su llamada al arrepentimiento.

 

Y los que no quieren arrepentirse, no ser‡n parte de la redenci—n extendida.

 

11) Sus pantanos y sus lagunas no se sanear‡n; quedar‡n para salinas.

 

Este verso es triste.  Porque siempre habr‡ personas que no obedecen al evangelio, sino que se quedan en su incredulidad o en su indiferencia. 

 

Pero como dice en el libro de Apocalipsis, morir en este estado inmundo, ser‡ eternamente tr‡gico.

 

Apocalipsis 22:10-12 Y me dijo: No selles las palabras

de la profec’a de este libro, porque el tiempo est‡ cerca.

 

El que es injusto, sea injusto todav’a; y el que es inmundo, sea inmundo todav’a; y el que es justo, practique la justicia todav’a; y el que es santo, santif’quese todav’a.

 

He aqu’ yo vengo pronto, y mi galard—n conmigo, para recompensar a cada uno segœn sea su obra.

 

 

 

Y si tu aun no has respondido al evangelio con el bautismo, ahora es tu tiempo.  Puedes ser entre los primeros que se bautizan en este a–o.

 

A lo mejo el agua es un poco fr’o en la bah’a, pero la primavera viene ya.  ÀAmen?

 

12) Y junto al r’o, en la ribera, a uno y otro lado, crecer‡ toda clase de ‡rboles frutales; sus hojas nunca caer‡n, ni faltar‡ su fruto. A su tiempo madurar‡, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto ser‡ para comer, y su hoja para medicina.

 

Esto es otra vez un dibujo de ti, hermana, hermano, joven, con tus ra’ces firmemente plantadas en la sangre de Cristo, como celebraremos en unos momentos.

 

Por esto est‡s asimilando tanto de la palabra, para que en Cristo, recibieres las promesas del Salmo Uno.

 

Tu, en el amor de Dios, tu eres aquel ‡rbol.

 

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Bueno, esto fue la primera parte del capitulo.  Ahora llega unos puntos sobre el regreso del cautiverio.

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13) As’ ha dicho Jehov‡ el Se–or: Estos son los l’mites en que repartirŽis la tierra por heredad entre las doce tribus de Israel. JosŽ tendr‡ dos partes.

 

Para confirmar su animo, porque los hermanos son f‡cilmente desanimados, pero para confirmar su animo, habla de c—mo se hicieron en el primer Žxodo.

 

Iban a salir de Babilonia, para tomar sus tierras otra vez, y en orden, no con peleas sobre buenas ra’ces, que siempre son esc‡ndalos si pasan en el pueblo de Dios.

 

14) Y la heredarŽis as’ los unos como los otros; por ella alcŽ mi mano jurando que la hab’a de dar a vuestros padres; por tanto, esta ser‡ la tierra de vuestra heredad.

 

Dios promet’a que la tierra seria de ellos, y por lo tanto serian otra vez restauradas.  Pero hermanos, tenemos que entender que en la redenci—n extendida, lo que era en el medio oriente en el testamento antiguo, ahora abarca todo el mundo.

 

En el testamento antiguo, Abraham recibi— la promesa de las tierras del medio oriente.

 

Pro mira c—mo est‡ presentado en el nuevo testamento.

 

Romanos 4:13   Porque no por la ley fue dada a Abraham o a

su descendencia la promesa de que ser’a

heredero del mundo, sino por la justicia de

la fe.

 

O como Dios promet’a a Cristo en el salmo dos.

 

Salmos 2:8 P’deme, y te darŽ por herencia las naciones,

Y como posesi—n tuya los confines de la tierra.

 

ContinuandoÉ

 

15-16) Y este ser‡ el l’mite de la tierra hacia el lado del norte; desde el Mar Grande, camino de Hetl—n viniendo a Zedad, Hamat, Berota, Sibraim, que est‡ entre el l’mite de Damasco y el l’mite de Hamat; Hazar-hatic—n, que es el l’mite de Haur‡n.

 

Puede ser que estos nombres, estos lugares no significan mucho a nosotros, pero para Ezequiel eran nombres bien conocidos.

 

17-20) Y ser‡ el l’mite del norte desde el mar hasta Hazar-en‡n en el l’mite de Damasco al norte, y al l’mite de Hamat al lado del norte.  Del lado del oriente, en medio de Haur‡n y de Damasco, y de Galaad y de la tierra de Israel, al Jord‡n; esto medirŽis de l’mite hasta el mar oriental.

Del lado meridional, hacia el sur, desde Tamar hasta las aguas de las rencillas; desde Cades y el arroyo hasta el Mar Grande; y esto ser‡ el lado meridional, al sur.

Del lado del occidente el Mar Grande ser‡ el l’mite hasta enfrente de la entrada de Hamat; este ser‡ el lado occidental.

 

Todo esto era para animar a los jud’os en Babilonio que sent’an muy derrotados por lo que han perdido.  Y esta profec’a dice que iban a recuperar todo de nuevo.

 

Pero ahora viene algo un poco diferente, porque cuando JosuŽ entraba en la tierra prometida, solamente los jud’os recibieron la herencia, pero lo que viene ser‡ mas amplio, ser‡ una redenci—n extendida.

 

21-22) RepartirŽis, pues, esta tierra entre vosotros segœn las tribus de Israel.  Y echarŽis sobre ella suertes por heredad para vosotros, y para los extranjeros que moran entre vosotros, que entre vosotros han engendrado hijos; y los tendrŽis como naturales entre los hijos de Israel; echar‡n suertes con vosotros para tener heredad entre las tribus de Israel.

 

Los que prestaban atenci—n sabr’an que esto era algo nuevo, algo diferente.  Porque en la Žpoca de Cristo, no importa si es jud’o o no, todos pueden participar en la herencia, cuando llegan a la redenci—n en Cristo.

 

Ultimo versoÉ

 

23) En la tribu en que morare el extranjero, all’ le darŽis su heredad, ha dicho Jehov‡ el Se–or.

 

Ahora, el amor, la herencia est‡ abierta a todos. Solamente tienes que venir a Cristo, en fe, y en arrepentimiento, y ser‡ recibido con los brazos abiertos, como el hijo prodigo, que regresaba a su Padre.

 

======================== Doctrina ========================

 

Ojala este estudio sobre las aguas vivas, te ayudar‡ a entender todas las par‡bolas sobre la vida fruct’fera.

 

Est‡n en todos lados en las escrituras y no voy a revesar muchos ahora.

 

Pero si quiero terminar con una, para nuestra preparaci—n por la Santa Cena, as’ que vamos aÉ

 

Juan 15:1-11   Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el

labrador.

 

Todo p‡mpano que en m’ no lleva fruto, lo quitar‡; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiar‡, para que lleve m‡s fruto.

 

Ya vosotros est‡is limpios por la palabra que os he hablado.

 

Permaneced en m’, y yo en vosotros. Como el p‡mpano no puede llevar fruto por s’ mismo, si no permanece en la vid, as’ tampoco vosotros, si no permanecŽis en m’.

 

Yo soy la vid, vosotros los p‡mpanos; el que permanece en m’, y yo en Žl, Žste lleva mucho fruto; porque separados de m’ nada podŽis hacer.

 

El que en m’ no permanece, ser‡ echado fuera como p‡mpano, y se secar‡; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

 

Si permanecŽis en m’, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que querŽis, y os ser‡ hecho.

 

En esto es glorificado mi Padre, en que llevŽis mucho fruto, y se‡is as’ mis disc’pulos.

 

Como el Padre me ha amado, as’ tambiŽn yo os he amado; permaneced en mi amor.

 

Si guardareis mis mandamientos, permanecerŽis en mi amor; as’ como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

 

Estas cosas os he hablado, para que mi gozo estŽ en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.

 

La Santa Cena es para los que andan en uni—n y comuni—n con Cristo.  Si en este momento est‡s mas metido en el mundo que en el reino, tal vez esto no es para ti, en esta ma–ana.

 

O si eres un hermano, una hermana estancada en la fe, en una vida sin aguas vivas, que salgan te ti, tal vez hoy  d’a no el momento de participar en ese gran s’mbolo de nuestro uni—n y comuni—n con el gran Se–or y Salvador, Cristo Jesœs.

 

Vamos a Orar