3 de enero de 20
Como
Luminares En El Mundo
Filipenses
2:1-30
Cuando la iglesia empezaba a crecer, despuŽs de la resurrecci—n de
Cristo, se tenia la capacitad de transformar las culturas no solamente en el
medio oriente, sino en Europa, y en el norte de çfrica.
Es que los Cristianos eran diferentes, llenos de luz, llenos de gozo y
de amor, en medio de un mundo que fue antes muy lleno de oscuridad, de
violencia y de hechizos.
Es que cuando realmente hay algo diferente en nosotros, los del mundo
ser‡n sinceramente interesados, en nuestro mensaje.
Y veremos en este capitulo que esto era exactamente lo que Pablo
deseaba desarrollar en la iglesia de Filipo.
1-2) Por tanto,
si hay alguna consolaci—n en Cristo, si algśn consuelo de amor, si alguna
comuni—n del Esp’ritu, si algśn afecto entra–able, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo,
teniendo el mismo amor, un‡nimes, sintiendo una misma cosa.
Empieza diciendo ÓPor tantoÓ, porque es una continuaci—n, de su
mensaje del Capitulo anterior sobre su situaci—n de encarcelado.
No estaba quejando, de la providencia de Dios, pero deseaba saber, que
la iglesia de estos hermanos estaba andando en la unidad, que estaba fuerte,
que pudo continuar atrayendo nuevos, por el ambiente santo y puro, entre ellos.
Pablo tenia ya mucha experiencia con las iglesias, y sabia la manera
en que unos, orgullosos, en su ego’smo pudieran causar grandes da–os, hasta
divisiones.
3) Nada hag‡is
por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a
los dem‡s como superiores a Žl mismo;
Es una gran exhortaci—n, pero no era irrazonable, porque estos
hermanos estaban en Cristo, y por lo tanto eran nuevas criaturas.
El poder del Esp’ritu Santo de Dios, estaba operando entre ellos, como
esta operando en ti, hermano, hermana, y por lo tanto ellos pudieron entender
el valor de la unidad, y el peligro de andar en la carne.
3-4) Nada hag‡is
por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a
los dem‡s como superiores a Žl mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio,
sino cada cual tambiŽn por lo de los otros.
Cuando ese amor est‡ presente, la atracci—n es aun mas fuerte, para
los que visitan. Afuera en el
mundo el ego’smo es muy natural, aun entre los que tratan de esconder lo.
Pero cuando una iglesia funciona como una familia de gran amor, y de
perd—n y de ayuda mutua, es casi irresistible para los nuevos.
Y es tambiŽn irresistible para el diablo, que en poco tiempo tratar‡
de estorbar la, plantando las envidias o los rencores en algunos.
5) Haya, pues, en
vosotros este sentir que hubo tambiŽn en Cristo Jesśs,
Para continuar con la exhortaci—n, Pablo presentar‡ el ejemplo
m‡ximo. pausa Tal vez algunos,
que estaban hundiendo se en el legalismo, pensaron que la humildad era
demasiado pedir.
Pero para intentar convencer a todos, Pablo empleaba nuestro ejemplo
m‡ximo. Y claro, Cristo Jesśs, es mucho
mas que nuestro ejemplo, habiendo derramado su sangre en rescate de muchos,
pero es un ejemplo para nosotros tambiŽn.
5-6) Haya, pues,
en vosotros este sentir que hubo tambiŽn en Cristo Jesśs, el cual, siendo en
forma de Dios, no estim— el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
Esto est‡ diciendo que Cristo es Dios, que tenia que vaciar se de algo
de su gloria, por un rato, para cumplir su tarea en este mundo. En una parte dijoÉ
Juan 10:30 Yo y el Padre uno somos.
No hay duda de su deidad.
7) sino que se
despoj— a s’ mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
Tenemos que entender, despuŽs de pasar por una temporada de la
navidad, tenemos que entender que simplemente venir como un hombre, antes de
todo sufrimiento, era una humillaci—n enorme, infinita.
Cuando uno ha existido para siempre, servido por los ‡ngeles mas
sublimes, simplemente bajar al mundo podrido, para existir como hombre era una
humillaci—n extraordinaria.
Cuando su muerte se acercaba Cristo dijoÉ
Juan 17:5 Ahora pues, Padre,
glorif’came tś al lado tuyo, con
aquella
gloria que tuve contigo antes que el mundo
fuese.
Cristo recordaba su existencia con el Padre en la gloria y en la
santidad inexpresable. Pero estaba
dispuesto a dejar lo, para servir aqu’, para salvar a ti, y a mi.
Y esto es el punto aqu’ en esta exhortaci—n. ŔSi tu Se–or y Salvador era tan preparado de sacrificar para
ti, no es razonable que tu te humilles, y te sacrificas algo para Žl.?
ŔNo es razonable para ti, poner la unidad de la iglesia como una de
tus prioridades mas altas? pausa
Pero la humildad de Cristo era mas extensoÉ
8) y estando en
la condici—n de hombre, se humill— a s’ mismo, haciŽndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz.
Cristo sabia que la śnica manera de salvar te de la corrupci—n de tu
carne, de tu servicio al diablo, y de los montones de transgresiones, era
sufrir, tomando tu lugar en una muerte vergonzosa, en la cruz.
Esto fue la magnitud de su amor para ti. pausa ŔY ahora no
es razonable pedir un poco de sacrificio de tu parte, bajando tu orgullo, tus
rencores con otros, para el bien de la casa de Dios?
Y el ejemplo tambiŽn nos muestra la manera de conseguir el Žxito en la
vida Cristiana.
Bajando te para otros, sacrificando te para otros, Dios siempre de
levantar‡ mas tarde.
9-11) Por lo cual
Dios tambiŽn le exalt— hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo
nombre, para que en el nombre de Jesśs se doble toda rodilla de los que est‡n
en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese
que Jesucristo es el Se–or, para gloria de Dios Padre.
Todos van a reconocer a Cristo, como Se–or. Muchos en esta vida, llegando a la fe, otros, cuando sea muy
tarde, en el d’a del juicio, justamente antes de estar tirado en el infierno. Pero cada ser humano, o angŽlico, va a
reconocer que Žl es Se–or. Los
demonios lo reconoc’an en este mundo, y Santiago dice que se creen y se
tiemblan.
Lucas 4:41 TambiŽn sal’an
demonios de muchos, dando voces
y diciendo: Tś eres el Hijo de Dios.
Pero Žl los reprend’a y no les dejaba hablar, porque sab’an que Žl era el
Cristo.
Lucas 4:33-34 Estaba en la
sinagoga un hombre que ten’a un
esp’ritu de demonio inmundo, el cual
exclam— a gran voz, diciendo: DŽjanos; ŔquŽ tienes con nosotros, Jesśs nazareno?
ŔHas venido para destruirnos? Yo te conozco quiŽn eres, el Santo de Dios.
Santiago 2:19 Tś crees que
Dios es uno; bien haces.
TambiŽn los demonios creen, y
tiemblan.
Muchos pueden burlar de la fe en Cristo ahora, pero cuando viene su
juicio, ellos van a estar temblando, con sus compa–eros eternos, los demonios.
Es que la gloria de Cristo es infinita.
9-11) Por lo cual
Dios tambiŽn le exalt— hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo
nombre, para que en el nombre de Jesśs se doble toda rodilla de los que est‡n
en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese
que Jesucristo es el Se–or, para gloria de Dios Padre.
El punto es que, en la econom’a de Dios, se sube, bajando.
No se puede simplemente agarrar una posici—n en el reino, porque eres
ambicioso, sino que te empieces bajando te para subir. Unos ejemplos.
Lucas 22:24-26 Hubo tambiŽn entre
ellos una disputa sobre
quiŽn de ellos ser’a el mayor. Pero Žl les dijo: Los reyes de las
naciones se ense–orean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son
llamados bienhechores; mas no as’ vosotros, sino sea el mayor entre vosotros
como el m‡s joven, y el que dirige, como el que sirve.
Y el primer servicio que te puedes ofrecer es guardar y proteger la
unidad, la confraternidad entre los hermanos.
Con esto, San Pablo tiene mas exhortaciones, razonables.
12-13) Por tanto,
amados m’os, como siempre habŽis obedecido, no como en mi presencia solamente,
sino mucho m‡s ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvaci—n con temor y
temblor, porque Dios es el que en
vosotros produce as’ el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Todo esto es posible, es razonable, porque Dios est‡ obrando dentro de
tu ser. Seria terrible resistir lo
que Dios est‡ produciendo dentro de ti.
Por esto dice que ocuparemos en nuestra salvaci—n con temor y
temblor. Dios est‡ haciendo algo
muy bello dentro de ti, y toca a ti cooperar, aprendiendo la santidad y las
dimensiones de la vida fruct’fera.
Y tambiŽn es importante continuar y no abandonar el camino de la
justicia, por un tiempo oscuro.
Hebreos 2:3-4 ŔC—mo
escaparemos nosotros, si descuidamos una
salvaci—n tan grande? La cual,
habiendo sido anunciada primeramente por el Se–or, nos fue confirmada por los
que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con se–ales y prodigios y
diversos milagros y repartimientos del Esp’ritu Santo segśn su voluntad.
As’ que todas estas exhortaciones son razonables, cuando estamos en
Cristo. Y no ser‡ algo duro, ni
una carga pesada.
1 Juan 5:3 Pues este es el amor a
Dios, que guardemos sus
mandamientos;
y sus mandamientos no son
gravosos.
14-15) Haced todo
sin murmuraciones y contiendas, para que se‡is irreprensibles y sencillos,
hijos de Dios sin mancha en medio de una generaci—n maligna y perversa, en
medio de la cual resplandecŽis como luminares en el mundo;
Cuando se aprende vivir sin las quejas ni la murmuraciones que son tan
comunes, es algo tan diferente, tan superior a los mundanos, que es como que est‡s
resplandeciendo la luz a todos en
tu alrededor.
Y tu familia, tu iglesia y hasta tu trabajo ser‡ un lugar mas
saludable, mas c—modo.
Estar‡s realmente viviendo como la sal y la luz, como Cristo te ha
pedido.
Mateo 5:14-16 Vosotros sois la
luz del mundo; una ciudad
asentada
sobre un monte no se puede esconder.
Ni se enciende una luz y se pone
debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que est‡n en
casa.
As’ alumbre vuestra luz delante de los
hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que
est‡ en los cielos.
16) asidos de la
palabra de vida, para que en el d’a de Cristo yo pueda gloriarme de que no he
corrido en vano, ni en vano he trabajado.
Pablo ya ha invertido mucho tiempo con ellos, y seria una gran desilusi—n
si ellos poco a poco se apartaban de la fe.
O seria una gran tristeza si por la carnalidad la iglesia tenia que
estar partida, o hasta cerrada, como se ve en muchas partes en nuestro tiempo.
Son pocas las veces cuando Pablo se ped’a algo para si mismo, pero
aqu’ lo hace, deseaba ver ellos persistiendo en la fe y en el amor hasta el
fin, confirmando su propio gozo.
17) Y aunque sea
derramado en libaci—n sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y
regocijo con todos vosotros.
Pablo no sabia si realmente iba a salir bien de la c‡rcel, o si tenia
que perder su vida compartiendo la fe.
Pero estaba dispuesto a aceptar lo. Pero seria mas f‡cil, si ellos se manten’an la unidad, no
dejando que el diablo se entre, arruinado todo.
18) Y asimismo
gozaos y regocijaos tambiŽn vosotros conmigo.
Esta es una carta de gozo, aunque cosas tristes estaban pasando. Se sab’an que Dios tenia todo bajo
control.
Veremos en el capitulo cuatro que hab’an dos hermanas, fuertes en la
fe, y que hab’a algo de rencores entre ellas.
Filipenses 4:2 Ruego a Evodia y a
S’ntique, que sean de un
mismo sentir en el Se–or.
Pablo sab’a, que estas diferencias pueden ser la grieta por lo cual el
diablo puede entrar, y por lo tanto se llamaba mas y mas por la unidad.
Pero ahora va a hablar de unos hermanos, que ojala se pudiera mandar.
19-20) Espero en
el Se–or Jesśs enviaros pronto a Timoteo, para que yo tambiŽn estŽ de buen
‡nimo al saber de vuestro estado; pues a ninguno tengo del mismo ‡nimo, y que
tan sinceramente se interese por vosotros.
Timoteo estaba entrenado personalmente por Pablo, y por lo tanto sabia
c—mo sacrificar, como orar, y como poner en practica lo que la Biblia nos
ense–a.
Pero ahora Pablo va a decir algo muy dram‡tico.
21) Porque todos
buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesśs.
Ojala esto fue una forma de exageraci—n. pausa O tal vez Pablo estaba pensando en la
dos hermanas fuertes en el capitulo cuatro, que ten’an su contienda.
Porque cuando las hermanas, o los hermanos, andan en la carne, es f‡cil
para ellos siempre pensar, que la otra persona est‡ equivocada, y yo, por supuesto
tengo la raz—n.
Una actitud que ha cerrado muchas iglesias, y Pablo lo conoc’a por
experiencia.
Ahora hablando mas de TimoteoÉ
22) Pero ya
conocŽis los mŽritos de Žl, que como hijo a padre ha servido conmigo en el
evangelio.
Se trabajaban casi como padre e hijo, y as’ Timoteo aprend’a del gran
Ap—stol.
23) As’ que a
Žste espero enviaros, luego que yo vea c—mo van mis asuntos; y conf’o en el
Se–or que yo tambiŽn irŽ pronto a vosotros.
No pudo decir por seguro, que el mismo iba a venir, pero era su
deseo. Como en el libro de
Santiago, los hermanos aprendieron decir ŇSi Dios quiere.Ó
Santiago 4:13-15 !!Vamos
ahora! los que dec’s: Hoy y
ma–ana iremos a tal ciudad, y
estaremos all‡ un a–o, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabŽis lo que ser‡ ma–ana. Porque ŔquŽ es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se
desvanece.
En lugar de lo cual deber’ais decir:
Si el Se–or quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Ahora va a hablar de otro hermano, fiel en la fe.
25-26) Mas tuve
por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compa–ero de
milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; porque Žl ten’a
gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angusti— porque hab’ais
o’do que hab’a enfermado.
Los hermanos se enfermaron.
Aunque Dios usaba a los ap—stoles para sanar, comprobando la autoridad
de sus palabras, no se sanaban todos, siempre. En esto tambiŽn ten’an que orar, ŇH‡gase tu voluntadÓ
Porque no todo hermano, o hermana era siempre sanada.
2 Timoteo 4:20 Erasto se qued— en
Corinto,
y
a Tr—fimo dejŽ en Mileto enfermo.
Escuchando algunos predicadores modernos, se preguntar’an a Pablo ŇPorque
te dejabas a Tr—fimo en Mileto enfermoÓ, y porque no lo sanaba, si la sanidad
es para todos, todo el tiempo.
Pero evidentemente, las sanidades no eran universales, sino que eran
se–as, que Dios empleaba, estableciendo su poder.
27) Pues en
verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de Žl, y
no solamente de Žl, sino tambiŽn de m’, para que yo no tuviese tristeza sobre
tristeza.
Seguramente muchos estaban orando, y Dios continua sanando, pero
oramos, en petici—n, en suplica, y Dios no tiene que siempre hacer la cosas
conforme a nuestros deseos.
28) As’ que le
env’o con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocŽis, y yo estŽ con
menos tristeza.
Otra vez, la carta es de grande gozo, gozo en Cristo, aun en medio de diferentes
tragedias.
29-30) Recibidle,
pues, en el Se–or, con todo gozo, y tened en estima a los que son como Žl; porque
por la obra de Cristo estuvo pr—ximo a la muerte, exponiendo su vida para
suplir lo que faltaba en vuestro servicio por m’.
Ahora podemos ver por quŽ el hermano estaba enfermo. Estaba arriesgando su vida, su salud
para el avance del evangelio.
Estaba dispuesto a gastar y estar gastado para el reino de Dios.
Como Pablo dijo en otro lugarÉ
2 Corintios 12:15 Y
yo con el mayor placer gastarŽ lo m’o,
y aun yo mismo me gastarŽ del todo por
amor de vuestras almas, aunque am‡ndoos m‡s, sea amado menos.
Y as’ se termina el capitulo.
Hab’a grande gozo, en medio de grandes dificultades.
*-------------------------- Aplicaci—n
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Pudimos ver algo de la iglesia primitiva en este capitulo, y la manera
en que los lideres estaban dispuestos a sacrificar, y todos estaban dispuestos
a escuchar, e intentar poner en practica lo que las escrituras exhortaban.
Y por esto, el evangelio avanzaba de un pa’s a otro. El reino de Dios y su justicia estaba
importante para casi todos.
Y no se trabajaban para ganar una posici—n con Dios, o para producir
meritos en los ojos de Dios, sino que se trabajaban en amor, y en la gratitud
por Cristo, que s’ pagaba el precio completo de su salvaci—n.
Cuando Cristo dijo, Ň!Consumado es!Ó, desde la cruz, estaba
anunciando, hermano, que toda tu deuda con Dios, el castigo completo de todos
los pecados que tu ibas a cometer en tu vida, era pagado.
Y que cualquiera ira que Dios pudiera tener por tus rebeliones estaba
agotada, satisfecha, por el sacrificio de Cristo, en tu lugar.
Y cuando los hermanos de las iglesias primitivas entendieron esto,
estaban dispuestos a servir, no para ganar, sino par expresar su gratitud, y su
gran amor por su Salvador. ŔY tu?
Si es tu deseo, en este a–o, servir a tu Se–or, por gratitud,
disfrutando cada momento, puedes pasar y oraremos para ti, en unos momentos.
Vamos a Orar