25 de agosto de 19

Lo Mejor De Todo

Ezequiel 27:1-36

Introducci—n

Durante el reinado de Salom—n, Israel era uno de los pa’ses mas ricos, mas poderosos del mundo.

 

2 Cr—nicas 9:22-24   Y excedi— el rey Salom—n a todos los

reyes de la tierra en riqueza y en sabidur’a.

 

Y todos los reyes de la tierra procuraban ver el rostro de Salom—n, para o’r la sabidur’a que Dios le hab’a dado.

 

Cada uno de Žstos tra’a su presente, alhajas de plata, alhajas de oro, vestidos, armas, perfumes, caballos y mulos, todos los a–os.

 

Y al norte del pueblo de Dios, Salom—n tenia un amigo, un socio, en muchos proyectos, hasta en la construcci—n del templo glorioso.

 

Y ese socio, Hiram, era el rey de Tiro.  Los dos eran sumamente ricos, y sumamente sabios.

 

Claro, llegando al tiempo de Ezequiel, somos muchos siglos mas adelante.  El pueblo de Dios ca’a terriblemente, Dios mismo mandando enemigo tras enemigo, para ojala despertar lo.

 

Pero el reino de Tiro, al norte del pueblo de Israel, continuaba creciendo en poder y en riqueza.  Y llegando a este capitulo, Tiro, y su pr’ncipe ten’an lo mejor de todo.

 

1-2) Vino a m’ palabra de Jehov‡, diciendo: Tœ, hijo de hombre, levanta endechas sobre Tiro.

 

Dios puso en la mente de Ezequiel, endechas, elogiando a Tiro, como que ya estaba muerto.  Es como que este capitulo es sufuneral.

 

3) Dir‡s a Tiro, que est‡ asentada a las orillas del mar, la que trafica con los pueblos de muchas costas: As’ ha dicho Jehov‡ el Se–or: Tiro, tœ has dicho: Yo soy de perfecta hermosura.

Aqu’ se ve uno de sus problemas, su orgullo.  Hablando de si mismo dijo, ÒYo soy de perfecta hermosuraÓ.  Y ten’an razones de decir esto, no era un pa’s perfecto, pero s’ ten’an lo mejor de todo. 

 

La semana pasada vimos otro error que realmente provocaba a Dios.

 

Ezequiel 26:2  Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro contra

JerusalŽn: Ea, bien; quebrantada est‡ la que era puerta de las naciones; a m’ se volvi—; yo serŽ llena, y ella desierta.

 

Se regocijaban con la ca’da del pueblo de Dios, no por las enemistades como otros de sus vecinos, sino porque esto iba a amplificar su pode en los mercados.

 

El antiguo amistad con Salom—n era bien olvidado, y como muchos en el mundo de hoy, para Tiro, el poder econ—mico era todo.  A esto solamente estaban dedicados, y el reino de Dios, el pueblo de Dios, no eran nada para ellos.

 

Y en el pr—ximo capitulo, veremos otro de sus problemas.

 

Ezequiel 28:2-3 Hijo de hombre, di al pr’ncipe de Tiro:

As’ ha dicho Jehov‡ el Se–or: Por cuanto se enalteci— tu coraz—n, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tœ hombre y no Dios), y has puesto tu coraz—n como coraz—n de Dios; he aqu’ que tœ eres m‡s sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto.

 

Es como que algo de la gran sabidur’a de Salom—n, se quedaba con los de Tiro, y por esto eran sumamente pr—speros, pero por su orgullo, se llegaron ya a su fin.

 

Interesante que Daniel estaba vivo, durante todo esto, y tambiŽn era conocido como un gran sabio.

 

4-6) En el coraz—n de los mares est‡n tus confines; los que te edificaron completaron tu belleza.  De hayas del monte Senir te fabricaron todo el maderaje; tomaron cedros del L’bano para hacerte el m‡stil.  De encinas de Bas‡n hicieron tus remos; tus bancos de pino de las costas de Quitim, incrustados de marfil.

 

Tiro tenia barcos, posiblemente miles de barcos, de los mas sofisticados del tiempo.  Y con estos barcos se ten’an relaciones comerciales, con todas partes del mundo conocido.

 

Y como en cualquier funeral, porque Tiro ya estaba muerto en la mente de Dios, pero en cualquier funeral, es normal elogiar los detalles buenos del fallecido.

 

7) De lino fino bordado de Egipto era tu cortina, para que te sirviese de vela; de azul y pœrpura de las costas de Elisa era tu pabell—n.

 

Sus barcas, con sus velas, eran los mas costosos y gloriosos.  Cuando una de sus barcas se acercaba a una puerta lejana, todos sab’an que era de Tiro, porque eran tan gloriosas en su llegada.

 

Eran ricos y gloriosos, y esto esta reconocido en este gran funeral.  Es que ten’an lo mejor de todo.

 

8-9) Los moradores de Sid—n y de Arvad fueron tus remeros; tus sabios, oh Tiro, estaban en ti; ellos fueron tus pilotos.  Los ancianos de Gebal y sus m‡s h‡biles obreros calafateaban tus junturas; todas las naves del mar y los remeros de ellas fueron a ti para negociar, para participar de tus negocios.

 

Como sabio, el pr’ncipe de Tiro, sabia c—mo dar empleo siempre a los mejores, los mas sofisticados de su campo.

 

Y tenemos que recordar, hermanos, que Ezequiel no tenia ninguna experiencia en estos asuntos.

 

Ezequiel era un sacerdote, que fue arrastrado a Babilonia cuando era muy joven.  El no tenia conocimiento de los negocios avanzados del Mediterr‡neo, sino que todo esto fue  revelado por el Esp’ritu de Dios, que s’ est‡ observando todo lo que pasa en el mundo de negocios.

 

10) Persas y los de Lud y Fut fueron en tu ejŽrcito tus hombres de guerra; escudos y yelmos colgaron en ti; ellos te dieron tu esplendor.

 

Teniendo los recursos casi infinitos, se compraban la mejor seguridad.  Y cuando vino Nabucodonosor, ni Žl se pudo derribar los completamente.  Es que ten’an aliados en todos lados, socios de grandes negocios.  La derrota total tenia que esperar el tiempo de Alejandro Magno.

11) Y los hijos de Arvad con tu ejŽrcito estuvieron sobre tus muros alrededor, y los gamadeos en tus torres; sus escudos colgaron sobre tus muros alrededor; ellos completaron tu hermosura. 

 

Aqu’ el esp’ritu de Dios reconoce que s’, eran gloriosos. Ten’an lo mejor de todo.  Pero viviendo solamente para lo material, como muchos en nuestros tiempos, su gloria tenia que llegar a su fin.

 

12) Tarsis comerciaba contigo por la abundancia de todas tus riquezas; con plata, hierro, esta–o y plomo comerciaba en tus ferias.

 

Tarsis era bastante lejos.  Estaba en la Pen’nsula ibŽrica, lo que es ahora Espa–a.

 

13-15) Jav‡n, Tubal y Mesec comerciaban tambiŽn contigo; con hombres y con utensilios de bronce comerciaban en tus ferias.  Los de la casa de Togarma, con caballos y corceles de guerra y mulos, comerciaban en tu mercado.  Los hijos de Ded‡n traficaban contigo; muchas costas tomaban mercader’a de tu mano; colmillos de marfil y Žbano te dieron por sus pagos.

 

Es que Tiro era una cuidad sumamente antigua, se conocieron que hay muchas formas de mercanc’a que son baratas en una parte, pero pueden estar vendidas por mucho mas en otra parte.  Y ellos eran los expertos en la transportaci—n oce‡nica.

 

Mucho de lo que se hicieron era del gran valor, y una buena contribuci—n al bienestar del mundo.  Y por esto est‡ mencionado aqu’.  Pero en este funeral, no dice nada de su amor por Dios, ni de una compasi—n por los pobres.

 

Solamente se exist’an para avanzar, econ—micamente.  ÀY tu?

 

16-17) Edom traficaba contigo por la multitud de tus productos; con perlas, pœrpura, vestidos bordados, linos finos, corales y rub’es ven’a a tus ferias.  Jud‡ y la tierra de Israel comerciaban contigo; con trigos de Minit y Panag, miel, aceite y resina negociaban en tus mercados.

 

Es que eran los maestros de negocio, y viv’an siempre, con lo mejor de todo.  Y no tiene nada de malo, la prosperidad, siempre y cuando Dios est‡ antes de todo en tu vida.

 

 

18-20) Damasco comerciaba contigo por tus muchos productos, por la abundancia de toda riqueza; con vino de Helb—n y lana blanca negociaban.  Asimismo Dan y el errante Jav‡n vinieron a tus ferias, para negociar en tu mercado con hierro labrado, mirra destilada y ca–a arom‡tica.  Ded‡n comerciaba contigo en pa–os preciosos para carros.

 

Habla mucho de sus ferias comerciales, que deber’an de estar gloriosas.  Seguramente eran como los de las vegas, cuando tienen grandes eventos para diferentes industrias.

 

La gente vienen de muy lejos, se muestran sus productos, sus servicios, y en las noches, muchos salgan en busca de los placeres carnales.

 

21-22) Arabia y todos los pr’ncipes de Cedar traficaban contigo en corderos y carneros y machos cabr’os; en estas cosas fueron tus mercaderes.  Los mercaderes de Sab‡ y de Raama fueron tambiŽn tus mercaderes; con lo principal de toda especier’a, y toda piedra preciosa, y oro, vinieron a tus ferias.

 

Estos eran maestros de comercio.  Y esto en si no tiene nada de malo.  Tampoco era malo estar muy proficientes en todo esto.

 

Y no es nada malo prosperar econ—micamente, como hermano, puedes ser una gran bendici—n de Dios.  Pero tiene sus peligros.

 

En el nuevo testamento, se presupone, que habr’an hermanos ricos en las iglesias.

 

1 Timoteo 6:17-19    A los ricos de este siglo manda que no

sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.  Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para s’ buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.

 

En cada generaci—n ha habido hermanos ricos, y a veces sumamente ricos.  Y se pueden ser una gran bendici—n, siempre y cuando Dios es el primero, en sus vidas.

 

Ahora regresando al funeral de Tiro.

23) Har‡n, Cane, EdŽn, y los mercaderes de Sab‡, de Asiria y de Quilmad, contrataban contigo.  Estos mercaderes tuyos negociaban contigo en varias cosas; en mantos de azul y bordados, y en cajas de ropas preciosas, enlazadas con cordones, y en madera de cedro.

 

El Esp’ritu de Dios est‡ dando mucho lugar a todos estos detalles.  Y como dije la semana pasada, muchos pastores prefieren, simplemente saltar sobre todo esto.  Pero Dios tiene sus razones por su inclusi—n.

 

Los mas grandes, los mas poderosos del mundo, si ignoran su creador pueden caer en poco tiempo.

 

Ayer ten’an una reuni—n en Europa de lideres de las econ—micas mas grandes del mundo.

 

Brasil estaba all’, pero tienen grandes problemas con los fuegos amaz—nicos.

 

Inglaterra estaba presente, pero est‡n al borde de su Brexit.

 

Francia estaba presente, pero su pueblo casi siempre est‡ en las calles protestando.

 

Alemania tambiŽn participaba, pero est‡ cayendo en recesi—n.

 

Los estados unidos, estaba presente, pero tiene su guerra econ—mica con los Chinos, que esta ahora desplomando los mercados de todos.  (Jap—n, bancos al borde de la quiebra)

 

Y esto es lo que pasa cuando vives mayormente por los logros econ—micos, ignorando el avance del reino de Cristo.

 

25) Las naves de Tarsis eran como tus caravanas que tra’an tus mercanc’as; as’ llegaste a ser opulenta, te multiplicaste en gran manera en medio de los mares.

 

Los de Tiro pudieron decir, con toda honestidad, ÒHemos llegado, tenemos lo mejor de todo, mientras Dios iba a responder, Òhan llegado si, pero han llegado a la fin de tu existenciaÓ.

 

26) En muchas aguas te engolfaron tus remeros; viento solano te quebrant— en medio de los mares.

 

Ahora viene la manera en que eran destruidos.

Sus remeros, aqu’, habla metaf—ricamente de la manera en que sus lideres, les llevaban a peligros con Nabucodonosor, que fue el principio de su fin.

 

27) Tus riquezas, tus mercader’as, tu tr‡fico, tus remeros, tus pilotos, tus calafateadores y los agentes de tus negocios, y todos tus hombres de guerra que hay en ti, con toda tu compa–’a que en medio de ti se halla, caer‡n en medio de los mares el d’a de tu ca’da.

 

Como una barca en naufrago, Dios iba a hundir todos, reaccionando a su orgullo y su soberbia.

 

28) Al estrŽpito de las voces de tus marineros temblar‡n las costas.

 

Cuando los grandes caigan, otros est‡n afectados.  Es que un mercado est‡ afectado por otro.  Y cuando Dios acaba con un poder del mercado, un poder grande, muchos otros pueden estar afectados.

 

29) Descender‡n de sus naves todos los que toman remo; remeros y todos los pilotos del mar se quedar‡n en tierra,  y har‡n o’r su voz sobre ti, y gritar‡n amargamente, y echar‡n polvo sobre sus cabezas, y se revolcar‡n en ceniza.

 

Si Alemania se caiga terriblemente en recesi—n, se va a arrastrar gran parte de Europa consigo, llorando.

 

Si Hong Kong se caiga a los brazos de los Chinos comunistas, toda Asia ser‡ afectada.

 

As’ es en el mundo de negocios, todos est‡n interconectados.  Pero cuando Dios tiene que juzgar, lo va a juzgar, cuesta lo que cuesta a los dem‡s.

 

31) Se raer‡n por ti los cabellos, se ce–ir‡n de cilicio, y endechar‡n por ti endechas amargas, con amargura del alma.

 

Esto es un funeral de mucho luto, porque la gente lloran por su ’dolo mas fuerte, el dinero.

 

32) Y levantar‡n sobre ti endechas en sus lamentaciones, y endechar‡n sobre ti, diciendo: ÀQuiŽn como Tiro, como la destruida en medio del mar?

 

 

 

 

Eran realmente gloriosos.  Ten’an lo mejor de todo.  Pero como otros gran imperios, su tiempo de reinar llegaba a su fin, cuando eran juzgados como arrogantes, en los ojos de Dios. 

 

El punto es, que los grandes s’, hasta los grandes pueden caer.

 

33-34) Cuando tus mercader’as sal’an de las naves, saciabas a muchos pueblos; a los reyes de la tierra enriqueciste con la multitud de tus riquezas y de tu comercio.  En el tiempo en que seas quebrantada por los mares en lo profundo de las aguas, tu comercio y toda tu compa–’a caer‡n en medio de ti.

 

Para Dios, lo mas importante es su gloria, y su reino, y los poderes humanos que no quieren reconocer esto, siempre vivan en peligros, mortales.

 

35-36) Todos los moradores de las costas se maravillar‡n sobre ti, y sus reyes temblar‡n de espanto; demudar‡n sus rostros.  Los mercaderes en los pueblos silbar‡n contra ti; vendr‡s a ser espanto, y para siempre dejar‡s de ser.

 

Ahora muchos ni han escuchado de Tiro.  Si no fuera por la luz de las escrituras, seria casi olvidada como cuidad.

 

Pero es propio recordar lo que pasaba con ellos, meditando en lo que Cristo dijo, para vivir en la seguridad.

 

Mateo 6:31-33  No os afanŽis, pues, diciendo: ÀQuŽ

comeremos, o quŽ beberemos, o quŽ vestiremos?

 

Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenŽis necesidad de todas estas cosas.

 

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os ser‡n a–adidas.

 

======================== Conclusi—n =======================

Si tu, hermano, hermana, joven, deseas vivir con las prioridades correctas, bajo la provisi—n, y la protecci—n de Dios, durante estos tiempos cada vez mas inciertos, puedes pasar en un momento, y oraremos contigo.

 

Vamos a Orar