18 de agosto de 19

Los Tiempos Turbulentos

Ezequiel 26:1-21

Introducci—n

Hoy d’a hay otra enorme protesta en Hong Kong, un pa’s que es un centro comercio, antes conocido por su estabilidad, y sus finanzas.  Dicen que la propiedad en Hong Kong, es el mas caro del mundo.

 

Pero mientras los chinos, con su comunismo, tomen el control sobre su futuro, ahora todo est‡ en duda, y hay reportes de las familias muy poderosas, ricas, saliendo del pa’s para vivir o en Inglaterra, o en Canad‡.

 

Por mucho tiempo, Hong Kong ha sido como una puerta econ—mica entre el oriente y el occidente, pero ahora, Ŕquien sabe?

 

Y hay muchas otras cosas extra–as pasando en el mundo de hoy.

 

Inglaterra en poco tiempo, va tener su Brexit, saliendo supuestamente de la Uni—n Europea, con grandes impactos financieros.

 

Al mismo tiempo, la pol’tica ha cambiado otra vez en Argentina, con otro gran desplomo de su bolsa de valores.

 

Y un detalle mas est‡ teniendo su impacto.  En muchas partes de Europa, y en otros pa’ses, han bajado tanto la tasa de interŽs, que ahora es, menos de cero.

 

En vez de recibir interŽs dejando tu dinero con los bancos, tienes que pagar interŽs.

 

Y los que pidan prŽstamo, en vez de pagar interŽs, se reciban interŽs. ÁCosas bien extra–as!

 

Y para acabar con esa introducci—n sobe los tiempos turbulentos, aqu’ en los estados unidos, en miŽrcoles, se baj— 800 dolerse en la bolsa de valores mas conocida en este pa’s, inspirando en muchos, el temor de una gran recensi—n, que sin duda afectar’a a todos.

 

ŔQue tiene que ver todo esto con nuestro capitulo de Ezequiel?  Mucho, porque como antes, nada de estas cosas pasan por accidente, sino que son juicios del Dios que controla todo lo que pasa.

1-2) Aconteci— en el undŽcimo a–o, en el d’a primero del mes, que vino a m’ palabra de Jehov‡, diciendo: Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro contra JerusalŽn: Ea, bien; quebrantada est‡ la que era puerta de las naciones; a m’ se volvi—; yo serŽ llena, y ella desierta;

 

El capitulo de hoy hablar‡ de la destrucci—n de Tiro.  Y es curioso, porque en el capitulo anterior, se hablaban de los descendientes de Esaś, los de Lot, tambiŽn de los filisteos, pausa, pero ahora, el Esp’ritu Santo va a dedicar unos tres cap’tulos enteros sobre el pa’s de Tiro.

 

Muchos predicadores prefieren simplemente saltarse sobre estas partes, creyendo que es demasiado, pero el Esp’ritu Santo de Dios tiene sus razones de pasar algo de tiempo aqu’.

 

Es que Tiro, era un centro comercial, en algunos sentidos como Hong Kong, una puerta entre el occidente, y el oriente.

 

Y Tiro era sumamente rico.

 

1-2) Aconteci— en el undŽcimo a–o, en el d’a primero del mes, que vino a m’ palabra de Jehov‡, diciendo: Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro contra JerusalŽn: Ea, bien; quebrantada est‡ la que era puerta de las naciones; a m’ se volvi—; yo serŽ llena, y ella desierta;

 

Tiro, como los pa’ses de la semana pasada se regocijaba sobre la destrucci—n de Israel, pero por razones diferentes.

 

Durante el tiempo de David y de Solomon, el rey de Tiro, tenia muy buenas relaciones con los reyes de Israel, hasta supliendo la madera, y otras cosas para el templo.

 

Pero ahora, en tiempos turbulentos, se ve’a a Israel como un rival econ—mico.

 

Y con la derrumbe de Israel, ellos pudieron dominar los mercados.

 

Pero no les importaba nada, el hecho que era el pueblo de Dios que ha ca’do.

 

Y claro, para esto, y para otras razones, Dios estaba provocado.  Hay que recordar que Jezabel vino de estas partes, de Tiro y Sid—n.

3) por tanto, as’ ha dicho Jehov‡ el Se–or: He aqu’ yo estoy contra ti, oh Tiro, y harŽ subir contra ti muchas naciones, como el mar hace subir sus olas.

 

Dios no iba a mandar una sola naci—n en contra de Tiro, sino muchas.  Es que eran sumamente fuertes, por su dinero, y por su influencia alrededor el mar mediterr‡neo.

 

Hasta el gran Nabucodonosor iba a tener dificultades derrumbando los.

 

Ahora es una pen’nsula, al norte de Israel, en L’bano.  Pero antes la parte mas segura, era una isla.

 

4) Y demoler‡n los muros de Tiro, y derribar‡n sus torres; y barrerŽ de ella hasta su polvo, y la dejarŽ como una pe–a lisa.

 

Sobre esto ha habido controversias, porque ni Nabucodonosor, pudo hacer todo esto, sino que las olas de ataque, ten’an que venir por siglos hasta que Alejandro Magno cumpli— la profec’a.

 

5) Tendedero de redes ser‡ en medio del mar, porque yo he hablado, dice Jehov‡ el Se–or; y ser‡ saqueada por las naciones.

 

Hasta la profec’a reconoce que iba a tomar mas de una naci—n, para derrumbar.

 

Es que eran potentes, en Tiro.  Se viv’an por el dinero.  Los tesoros materiales eran su ’dolo, y estaban llenos de poder, y por esto llenos de la soberbia.

 

ÁAh! OlvidŽ mencionar que otro gran centro comercial, la econom’a mas fuerte de Europa, Alemania, ya est‡ entando en recesi—n, en estos tiempo turbulentos.

 

6) Y sus hijas que est‡n en el campo ser‡n muertas a espada; y sabr‡n que yo soy Jehov‡.

 

Sus hijas aqu’, son ciudades.  Es que Tiro era mayormente una isla, en el mar, cerca de la orilla, pero sus cuidades en la costa produc’an grandes cantidades de comida para los ricos en la isla.

 

Nabucodonosor pudo acabar con ellas, pero tomar la isla completamente fue demasiadamente hasta para el gran rey de reyes.

7) Porque as’ ha dicho Jehov‡ el Se–or: He aqu’ que del norte traigo yo contra Tiro a Nabucodonosor rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos y carros y jinetes, y tropas y mucho pueblo.

 

Interesante que en la Biblia, hay dos personas que llevan ese nombre, rey de reyes.

 

Uno era Nabucodonosor, y el otro era Cristo Jesśs.

 

Apocalipsis 19:15-16 De su boca sale una espada aguda,

para herir con ella a las naciones, y Žl las regir‡ con vara de hierro; y Žl pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.

 

Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SE„OR DE SE„ORES.

 

Es que Nabucodonosor, era un gran emperador, sobre muchos reinos.  DespuŽs de Žl, conforme a la estatua en Daniel, vino Pesia, y despuŽs Grecia, despuŽs Roma, y despuŽs de Roma, vino Cristo.

 

Y Cristo est‡ reinando ya, sobres los tiempos buenos, y sobre los tiempos turbulentos.

 

8) Matar‡ a espada a tus hijas que est‡n en el campo, y pondr‡ contra ti torres de sitio, y levantar‡ contra ti baluarte, y escudo afirmar‡ contra ti.

 

Nabucodonosor, era el principio e hizo mucho, pero la profec’a misma dice que las naciones iban a venir como olas del mar.  Y todo esto tomaba su tiempo.

 

Pero tengo que repetir que este pa’s, Tiro, viv’a para el comercio, para el poder econ—mico.  Este pa’s est‡ mencionado mucho en las escrituras, pero a veces ni lo notamos.

 

Cuando Nehem’as, deseaba observar correctamente el d’a de reposo, acabando con las actividades comerciales, Ŕa quien tenia que amonestar?

 

Tenia que resistir a los que viv’an para el dinero, y el poder de las riquezas materiales.

 

Nehem’as 13:16-19    TambiŽn hab’a en la ciudad tirios que

tra’an pescado y toda mercader’a, y vend’an en d’a de reposo a los hijos de Jud‡ en JerusalŽn.

 

Y reprend’ a los se–ores de Jud‡ y les dije: ŔQuŽ mala cosa es esta que vosotros hacŽis, profanando as’ el d’a de reposo?

 

ŔNo hicieron as’ vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad? ŔY vosotros a–ad’s ira sobre Israel profanando el d’a de reposo?

 

Sucedi—, pues, que cuando iba oscureciendo a las puertas de JerusalŽn antes del d’a de reposo, dije que se cerrasen las puertas, y ordenŽ que no las abriesen hasta despuŽs del d’a de reposo; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en d’a de reposo no introdujeran carga.

 

Para los de Tiro, el d’a de reposo no significaba nada, como muchos en el mundo ahora, dentro y fuera de las iglesias.

 

Y cuando Jud‡ finalmente se ca’a, lo tirios lo tomaban como un buen cambio en el mercado, dando mas para ellos.

 

Y por esto, Dios deseaba acabar con ellos.

 

9-10) Y pondr‡ contra ti arietes, contra tus muros, y tus torres destruir‡ con hachas.  Por la multitud de sus caballos te cubrir‡ el polvo de ellos; con el estruendo de su caballer’a y de las ruedas y de los carros, temblar‡n tus muros, cuando entre por tus puertas como por portillos de ciudad destruida.

 

Los que vivan para el dinero, y solamente para el dinero, van a acabar tr‡gicamente.  Puede ser que por un rato, vivir‡n en la gloria de su riqueza, pero como estamos viendo en el mundo de hoy, esto no puede continuar.

 

11) Con los cascos de sus caballos hollar‡ todas tus calles; a tu pueblo matar‡ a filo de espada, y tus fuertes columnas caer‡n a tierra.

Dios juzgaba en el pasado, y Dios puede juzgar en el presente.

 

Y cuando Dios anda juzgando, todos vivan en los tiempos turbulentos.

 

12) Y robar‡n tus riquezas y saquear‡n tus mercader’as; arruinar‡n tus muros, y tus casas preciosas destruir‡n; y pondr‡n tus piedras y tu madera y tu polvo en medio de las aguas.

 

Cuando vino esa profec’a, parec’a algo imposible.  Es que estos tirios eran tan poderosos.

 

Pero delante de nuestros ojos, ahora, estamos viendo la ca’da de Alemania, de Hong Kong, y posiblemente de Londres, todos, centros poderos’simos e la econom’a hasta ahora.

 

13) Y harŽ cesar el estrŽpito de tus canciones, y no se oir‡ m‡s el son de tus c’taras.

 

Siendo tan ricos, y tan poderosos, en Tiro pasaban mucho tiempo cantando, celebrando sus Žxitos.  Pero aqu’ Dios promete que todo esto tenia que acabar.

 

Los que no tienen ni la menor interŽs en el pueblo de Dios, ni en el reino de Dios, vivan en peligros constantes.

 

14) Y te pondrŽ como una pe–a lisa; tendedero de redes ser‡s, y nunca m‡s ser‡s edificada; porque yo Jehov‡ he hablado, dice Jehov‡ el Se–or.

 

La pe–a lisa, no vino hasta el tiempo de Alegando Magno, y por esto los ateos critican.  TambiŽn hay edificios ahora en el lugar que antes era Tiro.

 

Pero no tienen nada que ver con el Tiro de antes.  Es como que hay edificios en roma, pero no es el antiguo imperio romano.

 

15) As’ ha dicho Jehov‡ el Se–or a Tiro: ŔNo se estremecer‡n las costas al estruendo de tu ca’da, cuando griten los heridos, cuando se haga la matanza en medio de ti?

 

Esto dice que cuando Dios acababa con Tiro, muchos otros iban a estar afectados.  As’ funcionan las econom’as.  Cuando los grandes se caigan, muchos otros est‡n impactados.

Y si Hong Kong se caiga por las intervenciones de China, esto tambiŽn puede afectar las econom’as de todo el oriente.

 

Y hasta en Europa, y en los estados unidos se van a sentir el impacto.

 

16) Entonces todos los pr’ncipes del mar descender‡n de sus tronos, y se quitar‡n sus mantos, y desnudar‡n sus ropas bordadas; de espanto se vestir‡n, se sentar‡n sobre la tierra, y temblar‡n a cada momento, y estar‡n at—nitos sobre ti.

 

Es que si Tiro pudo caer, bajo el poder de Dios, Tiro, el poderoso por muchos siglos, cuanto mas pudo otros caer, que solamente viv’an por la prosperidad material.

 

17) Y levantar‡n sobre ti endechas, y te dir‡n: ŔC—mo pereciste tś, poblada por gente de mar, ciudad que era alabada, que era fuerte en el mar, ella y sus habitantes, que infund’an terror a todos los que la rodeaban?

 

Con su poder, con su arrogancia por sus riquezas, se inspiraban temor entre los que eran menos avanzados.

 

Pero todo esto iba a terminar.  Dios lo hizo, aunque era algo muy grande, aun para Nabucodonosor.

 

18) Ahora se estremecer‡n las islas en el d’a de tu ca’da; s’, las islas que est‡n en el mar se espantar‡n a causa de tu fin.

 

En la ultima crisis financiera, hab’an muchos suicidios.

 

Hasta en las iglesias Cristianas hab’an personas tomando sus propias vidas.

 

Es que aunque todos profesan su fe, su amor para Dios, pausa, cuando pierdan sus casas, sus ahorros, su jubilaci—n, a veces se muestran a todos, en donde su confianza realmente reposaba.

 

19) Porque as’ ha dicho Jehov‡ el Se–or: Yo te convertirŽ en ciudad asolada, como las ciudades que no se habitan; harŽ subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te cubrir‡n.

 

El punto aqu’, es la realidad de que hasta los mas fuertes pueden caer. 

Y van a caer, si el reino de Dios no significa nada para ellos.

 

20) Y te harŽ descender con los que descienden al sepulcro, con los pueblos de otros siglos, y te pondrŽ en las profundidades de la tierra, como los desiertos antiguos, con los que descienden al sepulcro, para que nunca m‡s seas poblada; y darŽ gloria en la tierra de los vivientes.

 

Los juicios de Dios son serios.  Cuando vienen, son irresistibles.

 

Y cuando vienen los tiempos turbulentos, aunque es fatal solamente para algunos, todos se sientan el impacto.

 

21) Te convertirŽ en espanto, y dejar‡s de ser; ser‡s buscada, y nunca m‡s ser‡s hallada, dice Jehov‡ el Se–or.

 

Como dije antes, el lugar de Tiro existe como una pen’nsula, como una atracci—n para los turistas, pero el gran imperio econ—mico de la antigźedad, ha desaparecido, para siempre.

 

======================== Conclusi—n =======================

 

La Biblia es un libro lleno de la historia del mundo.  Y por medio de la historia, se puede entender hasta lo que pasa en el presente.

 

Porque la naturaleza humana, con su codicia, realmente no ha cambiado mucho, aparte de los que han sido redimidos en Cristo.

 

Si vienen otra vez sobre nosotros los tiempos turbulentos, tenemos que estar flexibles, adaptando a las nuevas circunstancias, aprovechado nos de las nuevas oportunidades para avanzar el reino de Cristo.

 

Y sobre todo, tenemos que recordar que Cristo est‡ reinando ahora como REY DE REYES Y SE„OR DE SE„ORES.  Y Žl est‡ llevando acabo los eventos para el beneficio de su reino.

 

Oramos en el Padre Nuestro,

 

Mateo 6:10 Venga tu reino. H‡gase tu voluntad,

como en el cielo, as’ tambiŽn en la tierra.

 

 

 

Pero para hacer esto, los tiempos turbulentos a veces est‡n necesarios.  Y aunque puede ser espantoso, Dios cuidar‡ de los suyos.

 

Y aunque parece misterioso lo que Dios hace con su providencia, podemos confiar en la gran promesaÉ

 

Romanos 8:28   Y sabemos que a los que aman a Dios, todas

las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su prop—sito son llamados.

 

Y si tu quieres vivir con esa confianza, de que est‡s en el grupo que ama a Dios, pasa lo que pasa, puedes pasar al frente en unos momentos, y oraremos para ti.

 

 

Vamos a Orar