2 de agosto de 19

 

Luchando Por La Verdad

ƒxodo 20:16

Con toda nuestra tecnolog’a moderna, hay cosas que simplemente no cambian.

 

Manteniendo el perverso sexual, Jeffrey Epstein, en la c‡rcel, los fiscales daban la llamada a todas las mujeres  que posiblemente han sido abusadas por el rico.

 

Es que para echar el perverso en la c‡rcel por el resto de su vida, ser‡ necesario producir testigos honestos, dispuestos a testificar, pœblicamente, en la corte.  pausa

 

Y fue el mismo en este lado del pa’s, con Naas—n Joaqu’n Garc’a, el l’der del grupo ÒLuz Del Mundo.Ó

 

Nuestro fiscal general, de California Xavier Becerra, por la noticias, daba nœmeros telef—nicos que las familias pueden llamar, para ser testigos en contra del peligro publico de aquel abusador.

 

Como en los siglos antes de Cristo, tambiŽn en nuestro mundo moderno, para buscar la justicia en la corte, es necesario tener pruebas, y la prueba mas contundente es un testigo, honesto dispuesto a revelar lo que sabe.

 

Y no es nada f‡cil, porque hoy en d’a, por temor, o por la molestia de ir a la corte, muchas personas que saben algo, cuando se le pidan, se dicen, ÒYo no se nadaÓ, o ÒYo no vi nada.Ó

 

Pero en estos casos graves, es necesario luchar por la verdad.  Y nuestro mandamiento para hoy, viene con el contexto de una corte.

 

ƒxodo 20:16 No hablar‡s contra tu pr—jimo falso testimonio.

 

Normalmente se dan el testimonio formal en la corte.  Pero no es siempre en la corte.  Ha veces los ni–os, en un sentido dan testimonio cuando sus padres preguntan sobre un asunto serio. 

 

O hasta en la iglesia, si los ancianos tienen que investigar un problema grave, y pidan algo de unos hermanos en privado, esto tambiŽn es como una forma de testimonio.

Y podemos ver en la Santa Ley de Dios, que en estos casos, Dios exige la verdad.

 

Efesios 4:25   Por lo cual, desechando la mentira, hablad

verdad cada uno con su pr—jimo; porque somos miembros los unos de los otros.

 

Y en los casos graves, es aun mas importante.

 

Proverbios 19:9 El testigo falso no quedar‡ sin castigo,

Y el que habla mentiras perecer‡.

 

Salom—n, el autor de los proverbios sabia algo de la justicia, que era evidente en su juicios sobre las dos prostitutas que luchaban por un hijo, las dos diciendo que el ni–o era suyo.  No ten’an testigos en aquel entonces y Salom—n tenia que hacer algo extraordinario, amenazando que iba a partir el bebŽ en dos.  Pero normalmente se resuelvan estos asuntos con testigos, confiables.

 

Se repita el mismo en otro proverbioÉ

 

Proverbios 19:5 El testigo falso no quedar‡ sin castigo,

Y el que habla mentiras no escapar‡.

 

Y en la leyÉ

 

Lev’tico 19:12 Y no jurarŽis falsamente por mi nombre,

profanando as’ el nombre de tu Dios. Yo Jehov‡.

 

Por esto, normalmente en la corte tienes que jurar, de que est‡s diciendo la verdad.

 

Es que en la antigŸedad, no se gastaban tanto tiempo en la corte, haciendo rico los abogados.

 

En poco tiempo, se decidieron el caso, con la ayuda de los testigos, y el criminal pudo perder su vida luego, luego.

 

Por esto, el testimonio de los testigos honestos era tan crucial.

 

Deuteronomio 17:6    Por dicho de dos o de tres testigos

morir‡ el que hubiere de morir; no morir‡ por el dicho de un solo testigo.

 

Un testigo falso pudo estar sumamente peligroso.

Nœmeros 35:30  Cualquiera que diere muerte a alguno, por

dicho de testigos morir‡ el homicida; mas un solo testigo no har‡ fe contra una persona para que muera.

 

Hubo mucha posibilidad de abusar la situaci—n.  Y supongo que uno de los abusos mas flagrantes era en la vida de Jezabel.

 

1 Reyes 21:1-15 Pasadas estas cosas, aconteci— que Nabot

de Jezreel ten’a all’ una vi–a junto al palacio de Acab rey de Samaria.

 

Y Acab habl— a Nabot, diciendo: Dame tu vi–a para un huerto de legumbres, porque est‡ cercana a mi casa, y yo te darŽ por ella otra vi–a mejor que esta; o si mejor te pareciere, te pagarŽ su valor en dinero.

 

Y Nabot respondi— a Acab: Gu‡rdeme Jehov‡ de que yo te dŽ a ti la heredad de mis padres.

 

Nabot era un hombre bueno y justo, que sabia que conforme a la ley de Dios, la propiedad tenia que quedar se como la herencia de la familia.

 

Acab era un rey malvado que no daba la menor importancia de la Santa Ley de Dios.

 

4 Y vino Acab a su casa triste y enojado, por la palabra que Nabot de Jezreel le hab’a respondido, diciendo: No te darŽ la heredad de mis padres. Y se acost— en su cama, y volvi— su rostro, y no comi—.

 

5 Vino a Žl su mujer Jezabel, y le dijo: ÀPor quŽ est‡ tan deca’do tu esp’ritu, y no comes?

 

6 El respondi—: Porque hablŽ con Nabot de Jezreel, y le dije que me diera su vi–a por dinero, o que si m‡s quer’a, le dar’a otra vi–a por ella; y Žl respondi—: Yo no te darŽ mi vi–a.

 

Entonces como ahora, los poderosos pensaban que se pudieron tener lo que deseaban, diga lo que diga los dem‡s.

7 Y su mujer Jezabel le dijo: ÀEres tœ ahora rey sobre Israel? Lev‡ntate, y come y alŽgrate; yo te darŽ la vi–a de Nabot de Jezreel.

 

Es que la malvada, Jezabel, ni era de Israel, sino que vino de un pueblo pagano, que no sabia nada de la justicia.

 

8 Entonces ella escribi— cartas en nombre de Acab, y las sell— con su anillo, y las envi— a los ancianos y a los principales que moraban en la ciudad con Nabot.

 

9 Y las cartas que escribi— dec’an as’: Proclamad ayuno, y poned a Nabot delante del pueblo; y poned a dos hombres perversos delante de Žl, que atestigŸen contra Žl y digan: Tœ has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo para que muera.

 

A la malvada, la corte, los testimonios simplemente eran otra manera de manipular.  Por esto Dios declaraba que su cuerpo seria comido por los perros.

 

11 Y los de su ciudad, los ancianos y los principales que moraban en su ciudad, hicieron como Jezabel les mand—, conforme a lo escrito en las cartas que ella les hab’a enviado.

 

12 Y promulgaron ayuno, y pusieron a Nabot delante del pueblo.

 

13 Vinieron entonces dos hombres perversos, y se sentaron delante de Žl; y aquellos hombres perversos atestiguaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo llevaron fuera de la ciudad y lo apedrearon, y muri—.

 

Aqu’ se ve que con testigos, el asunto estaba decidido con rapidez.  No se quedaba 32 meses en la c‡rcel para preparar otros intentos en otras cortes.

 

Y el testimonio entonces como ahora era una gran responsabilidad, que pudo afectar el futuro de uno.

14 DespuŽs enviaron a decir a Jezabel: Nabot ha sido apedreado y ha muerto.

 

15 Cuando Jezabel oy— que Nabot hab’a sido apedreado y muerto, dijo a Acab:

 

Lev‡ntate y toma la vi–a de Nabot de Jezreel, que no te la quiso dar por dinero; porque Nabot no vive, sino que ha muerto.

 

Las personas como ella, que no ten’an la menor reverencia por la verdad, pueden pasar su eternidad en la parte mas caliente del infierno.

 

Los que declaren la guerra en contra de la verdad, tambiŽn tienen su guerra con Dios.

 

2 Reyes 9:30-37 Vino despuŽs Jehœ a Jezreel; y cuando

Jezabel lo oy—, se pint— los ojos con antimonio, y atavi— su cabeza, y se asom— a una ventana.

 

31 Y cuando entraba Jehœ por la puerta, ella dijo: ÀSucedi— bien a Zimri, que mat— a su se–or?

 

32 Alzando Žl entonces su rostro hacia la ventana, dijo: ÀQuiŽn est‡ conmigo? ÀquiŽn? Y se inclinaron hacia Žl dos o tres eunucos.

 

33 Y Žl les dijo: Echadla abajo. Y ellos la echaron; y parte de su sangre salpic— en la pared, y en los caballos; y Žl la atropell—.

 

34 Entr— luego, y despuŽs que comi— y bebi—, dijo: Id ahora a ver a aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey.

 

35 Pero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella m‡s que la calavera, y los pies, y las palmas de las manos.

 

 

 

36 Y volvieron, y se lo dijeron. Y Žl dijo: Esta es la palabra de Dios, la cual Žl habl— por medio de su siervo El’as tisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comer‡n los perros las carnes de Jezabel, y el cuerpo de Jezabel ser‡ como estiŽrcol sobre la faz de la tierra en la heredad de Jezreel, de manera que nadie pueda decir: Esta es Jezabel.

 

Los malvados odian la verdad, porque su amo, el diablo es padre de la mentira.

 

Pero toca a nosotros, los que aman a Cristo, toca a nosotros luchar por la verdad.

 

ÀPorque tenemos que luchar?  Es que la verdad est‡ siempre bajo ataque.

 

En las escuelas del gobierno atacan a tus hijos, diciendo que Dios no era el creador de ellos, sino que se aparecieron por la evoluci—n.

 

En la cultura popular, atacan las escrituras diciendo que solamente son palabra de hombre, y anticuadas en el extremo.

 

Van a decir a tus j—venes que el matrimonio no es necesario, pueden simplemente vivir juntos sin problema, y hasta puede tener como amante, alguien del mismo genero.

 

Y si no se sienten c—modo con su propio genero, lo puede cambiar, buscando su nueva identidad.

 

En los tiempos de apostas’a general la verdad est‡ atacada con toda cosa absurda.  Por esto vimos en el libro de Isa’as, tambiŽn tiempos de locura extrema, que el profeta dijoÉ

 

Isa’as 5:20-21 !!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo

bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!

 

!!Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de s’ mismos!

 

Hermanos, como Cristianos es nuestro deber luchar por la verdad, porque para nosotros la verdad es una persona.

 

Juan 14:6 Jesœs le dijo: Yo soy el camino,

y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por m’.

 

Y no olvides hermano que cuando pongas la armadura de Dios, que el primer elemento de la armadura.  Es la verdad.

 

Efesios 6:12-14 Porque no tenemos lucha contra sangre y

carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

 

Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que pod‡is resistir en el d’a malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

 

Estad, pues, firmes, ce–idos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia.

 

Si vas a salir de las luchas como vencedor y como mas que vencedor, tienes que estar bien firme en la verdad.

 

Por esto estudiamos tanto la palabra. Hay iglesias en donde puedes encontrar mas espect‡culo, mas dramatizaci—n, mas entretenimiento, pero nosotros tratamos de avanzar en la verdad, sabiendo que vivimos en los tiempos peligrosos.

 

1 Timoteo 4:1  Pero el Esp’ritu dice claramente que en los

postreros tiempos algunos apostatar‡n de la fe, escuchando a esp’ritus enga–adores y a doctrinas de demonios.

 

Y en Efesios, cuando se habla del prop—sito de los dones espirituales, diceÉ

 

Efesios 4:11-15 Y Žl mismo constituy— a unos, ap—stoles;

a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificaci—n del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un var—n perfecto,

a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos ni–os fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para enga–ar emplean con astucia las artima–as del error,

 

sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.

 

ÀHermana, hermano, est‡s avanzando en tu conocimiento de la verdad?  Si no es as’, quiero orar para ti, terminando el servicio.

 

Ahora para cerrar, quiero regresar al tema del testimonio, formal, como en la corte.

 

Dios estaba tan serio, que cuando uno vino como testigo falso, como la malvada Jezabel, que el testigo falso pudo recibir el castigo que trat— de poner sobre la persona justa.

 

Deuteronomio 19:16-21     Cuando se levantare testigo falso

contra alguno, para testificar contra Žl, entonces los dos litigantes se presentar‡n delante de Jehov‡, y delante de los sacerdotes y de los jueces que hubiere en aquellos d’as.

 

Y los jueces inquirir‡n bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano, entonces harŽis a Žl como Žl pens— hacer a su hermano; y quitar‡s el mal de en medio de ti.

 

Y los que quedaren oir‡n y temer‡n, y no volver‡n a hacer m‡s una maldad semejante en medio de ti.

 

Y no le compadecer‡s; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.

 

La mentira es algo que Dios no puede soportar.  Porque Dios es amante de la verdad.  Dijo Salom—n en otra parte de sus proverbiosÉ

Proverbios 6:16-19   Seis cosas aborrece Jehov‡,

Y aun siete abomina su alma:

 

Los ojos altivos, la lengua mentirosa,

Las manos derramadoras de sangre inocente, El coraz—n que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos.

 

Y si tu vida ha sido llena de la mentira, œltimamente, quiero orar para ti.  No olvides que la Santa Cena viene en dos d’as.

 

ƒxodo 20:16 No hablar‡s contra tu pr—jimo falso testimonio.

 

------------------------ Conclusi—n -----------------------

 

En fin, la mentira es algo grave, que puede arrastrar uno al infierno si es su modo de vida.  Esto fue enfatizado, llegando al fin de las escrituras.

 

Apocalipsis 21:8     Pero los cobardes e incrŽdulos, los

abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los id—latras y todos los mentirosos tendr‡n su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

 

Y en el ultimo capituloÉ

 

Apocalipsis 22:14-15 Bienaventurados los que lavan sus

ropas, para tener derecho al ‡rbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.

 

Mas los perros estar‡n fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los id—latras, y todo aquel que ama y hace mentira.

 

Hermano, hermana, si es tu deseo, abandonar toda forma de mentira, y vivir, luchando por la verdad, puedes pasar en unos momentos, y oraremos para ti.

 

Vamos a Orar