26 de junio de 19
La Herencia De Los Mansos
ƒxodo 20:15
Yo recuerdo, unas de la primeras veces que fui a
Chiapas, cerca de San Crist—bal de las casas, estuvimos hablando de la
persecuci—n entre la gente ind’gena, cuando se conviertan a la fe.
Y un hermano muy cerca de todo me explicaba, que cuando
una tribu vendr’a al Se–or, a veces toda la tribu a la vez, otros que aun viv’an
en la oscuridad se sent’an una gran envidia.
Es que vieron la manera en que Dios estaba
bendiciendo mas y mas. Y se
observaban la manera en que con una vida nueva, una vida limpia, lo nuevos
hermanos andaban prosperando.
Y los que se quedaban en las tinieblas de repente sent’an
una rabia sat‡nica, deseando robar y hasta asesinar, a los hermanos benditos.
El problema es muy antiguo, y por esto fue
codificado en los diez mandamientos, diciendoÉ
ƒxodo 20:15 No hurtar‡s.
Y podemos considerar algo de lo que Dios desea
lograr con esto, considerando lo que se llaman en la Biblia, los mansos.
Hay una relaci—n entre los mansos y la propiedad.
Y Dios siempre est‡ protegiendo a los suyos. ÀPero quienes son los
mansos?
Antes que nada, Cristo se identificaba a si mismo
como un manso.
Mateo 11:29 Llevad
mi yugo sobre vosotros, y aprended de
m’, que soy manso y
humilde de coraz—n; y hallarŽis descanso para vuestras almas.
ÀPero que quiere decir? ÀEra Cristo manso cuando se echaba a los vendedores del
templo, con un latigazo?
MoisŽs se declaraba el hombre mas manso de su tiempo.
Nœmeros 12:3 Y
aquel var—n MoisŽs era muy manso,
m‡s que
todos los hombres que
hab’a sobre la tierra.
Pero MoisŽs oraba por la destrucci—n del pueblo de Amalec,
cuando ten’an que sostener sus brazos.
ƒxodo 17:11 Y
suced’a que cuando alzaba MoisŽs su mano,
Israel prevalec’a; mas
cuando Žl bajaba su mano, prevalec’a Amalec.
ÀComo podemos entender ese concepto de los mansos, en la teolog’a de la
Biblia? pausa
//En la Biblia, los
mansos son los que se humillan, y est‡n sujetados a la Santa Ley de Dios//. pausa
Cristo era manso,
porque vino para vivir la vida perfecta, debajo de la ley. MoisŽs era manso porque se presentaba a nosotros toda la ley de Dios, si
parec’a duro o no. Y tiene algo
que ver con la propiedad porque Cristo dijo, en el segundo de los
bienaventurados.
Mateo 5:5 Bienaventurados
los mansos,
porque
ellos recibir‡n la tierra por heredad.
Existe una herencia
para los mansos. Y no solamente en la vida venidera,
sino ahora, en esta vida, como mencionŽ entre los hermanos de Chiapas, saliendo
de la oscuridad, para seguir a Cristo.
Cuando Cristo dijo esto, estaba citando a Salmo 37.
Salmos 37:8-13 Deja
la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera
alguna a hacer lo malo. Porque los
malignos ser‡n destruidos,
Pero los que esperan en
Jehov‡, ellos heredar‡n la tierra.
Pues de aqu’ a poco no
existir‡ el malo;
Observar‡s su lugar, y no
estar‡ all’.
//Pero
los mansos heredar‡n la tierra//,
Y se recrear‡n con
abundancia de paz.
Maquina el imp’o contra el
justo,
Y cruje contra Žl sus
dientes;
El Se–or se reir‡ de Žl;
Porque ve que viene su
d’a.
Los
mansos tienen una herencia,
y Dios lo va a proteger con esta ley.
ƒxodo 20:15 No hurtar‡s.
Los malvados como el Chapo Guzm‡n, como Jeffrey
Epstein, como el l’der de la secta ÒLuz del mundoÓ, pueden perder todo, pero los mansos, segœn Dios, tienen la
tierra por herencia.
Y cuando la ley dice no hurtar‡s, no es solamente
para los seres humanos, sino para las organizaciones, como las corporaciones,
las iglesias, los gobiernos.
Los gobiernos pueden robar f‡cilmente con la
inflaci—n, con las manipulaciones de la tasa de interŽs, con los impuestos
confiscatorios, o el socialismo o comunismo.
En la Biblia, Dios quiere ver la propiedad en la
posesi—n de las familias. Los
gobiernos tendr‡n lo que necesitan, y las iglesias, pero la gran mayor’a de la
propiedad se queda con las familias, los
mansos que Dios est‡ prosperando.
Proverbios 10:22 La
bendici—n de Jehov‡ es la que
enriquece,
Y no a–ade tristeza con ella.
Proverbios 13:22 El
bueno dejar‡ herederos a los hijos de
sus
hijos; Pero la riqueza del pecador
est‡
guardada para el justo.
Y los mansos
acumulan sus herencias, con el
trabajo honesto.
Proverbios 13:11 Las
riquezas de vanidad disminuir‡n;
Pero el que recoge con
mano laboriosa las aumenta.
Por esto veamos en la noticias, hombres poderosos
perdiendo todo. La palabra de Dios
es cierta. Tome tiempo a veces,
pero los juicios vienen.
Especialmente en las culturas que honran la Santa Ley de Dios, aun un
poquito.
Cuando uno viene a la fe, se aprende a cambiar‡ su
vida a algo mas productivo.
Efesios 4:28 El
que hurtaba, no hurte m‡s, sino trabaje,
haciendo con sus manos lo
que es bueno, para que tenga quŽ compartir con el que padece necesidad.
El trabajo de los mansos puede ser la fuente de grandes bendiciones, ayudando a los
menos afortunados.
Pero los que quedan en la vida del enga–o, del robo,
y de la violencia, pueden f‡cilmente terminar mal.
Robando personas, en la Biblia, siempre llevaba la
pena de la muerte.
ƒxodo 21:16 Asimismo
el que robare una persona y la
vendiere, o si fuere
hallada en sus manos, morir‡.
Robar una persona, es sumamente grave.
Deuteronomio 24:7 Cuando
fuere hallado alguno que hubiere
hurtado a uno de sus
hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido,
morir‡ el tal ladr—n, y quitar‡s el mal de en medio de ti.
Los que llegaban a una nueva vida, arrepentidos,
ten’an que devolver lo que se robaban.
Y encima, se ten’an que hacer una restituci—n.
ƒxodo 22:2-4 Si
el ladr—n fuere hallado forzando una casa,
y fuere herido y muriere,
el que lo hiri— no ser‡ culpado de su muerte.
Pero si fuere de d’a, el
autor de la muerte ser‡ reo de homicidio. El ladr—n har‡ completa restituci—n;
si no tuviere con quŽ, ser‡ vendido por su hurto.
Si fuere hallado con el
hurto en la mano, vivo, sea buey o asno u oveja, pagar‡ el doble.
No era suficiente, simplemente devolver la propiedad
a los mansos, sino que tenia pagar
algo mas, por la molestia que causaba a los preciosos de Dios.
ƒxodo 22:1 Cuando
alguno hurtare buey u oveja, y lo
degollare o vendiere, por
aquel buey pagar‡ cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas.
Y vimos esto muy claramente en el caso de Zaqueo en
el libro de Lucas. Era evidente
que Žl era realmente regenerado, salvado, transformado, porque estaba dispuesto
a pagar por sus errores. Las
palabras son baratas, pero ese hombre, Zaqueo, pagaba en el efectivo.
Lucas 19:1-10 Habiendo
entrado Jesœs en Jeric—, iba pasando
por la ciudad.
Y sucedi— que un var—n
llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quiŽn era
Jesœs; pero no pod’a a causa de la multitud, pues era peque–o de estatura.
Y corriendo delante, subi—
a un ‡rbol sic—moro para verle; porque hab’a de pasar por all’.
Cuando Jesœs lleg— a aquel
lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende,
porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.
Entonces Žl descendi—
aprisa, y le recibi— gozoso. Al
ver esto, todos murmuraban, diciendo que hab’a entrado a posar con un hombre
pecador.
Entonces Zaqueo, puesto en
pie, dijo al Se–or: He aqu’, Se–or, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y
si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Jesœs le dijo: Hoy ha
venido la salvaci—n a esta casa; por cuanto Žl tambiŽn es hijo de Abraham.
Porque el Hijo del Hombre
vino a buscar y a salvar lo que se hab’a perdido.
La persona realmente redimida, tendr‡ un respeto
para la ley de Dios. Pero los que
sigan robando, actualmente pueden terminar en el infierno.
1 Corintios 6:9-11 ÀNo
sabŽis que los injustos no heredar‡n
el reino de Dios? No errŽis;
ni los fornicarios, ni los id—latras, ni los adœlteros, ni los afeminados, ni
los que se echan con varones, ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los
estafadores, heredar‡n el reino de Dios.
Y esto erais algunos; mas
ya habŽis sido lavados, ya habŽis sido santificados, ya habŽis sido
justificados en el nombre del Se–or Jesœs, y por el Esp’ritu de nuestro Dios.
Si esto est‡ en tu pasado, gloria a Dios si ahora
est‡s redimido. Pero si sigues
robando, enga–ando, quiero orar para ti, porque el d’a de la Santa Cena viene
muy pronto.
Para cerrar, vamos a considerar la manera en que
muchos andan rompiendo esa importante Ley de Dios.
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Ejemplos -----------------------
1) En el trabajo.
Muchos hoy en d’a, juegan con sus telŽfonos, cuando
deben de estar trabajando, esto es un robo. Se gastan el tiempo mientras el jefe, est‡ pagando por cada
minuto.
Otros hacen fotocopias, toman materiales de los
negocios donde trabajan, o herramientas, clavos, madera, si es de construcci—n,
y se creen que nadie sabe. Pero
Dios est‡ observando todo esto.
Y si est‡s robando a uno de los mansos de Dios, peor para ti.
Pero ni hay raz—n de robar de uno aun si es malo.
ƒxodo 20:15 No hurtar‡s.
2) Las tiendas
Cuando compres algo en la tienda, mas de 5 por
ciento del precio aqu’, es para pagar para la mercanc’a robada.
Toda la gente honesta pagan un impuesto terrible
para el costo de los robos.
Y cuando yo compro algo como la tinta para la
impresora de la computadora, es muy dif’cil sacar lo del pl‡stico, casi
cortando mis manos, porque tienen que gastar una fortuna tratando de prevenir otros
robos, da–ando a nosotros.
Mi esposa me dijo que hay mujeres que compran un
vestido muy costoso para un evento especial, y despuŽs del evento, lo
devuelvan, diciendo que no lo desean, despuŽs de todo.
Siendo ya usado, ha perdido su valor, es un robo, y
los mansos, que honran la ley
terminan pagando por todo.
3) El tiempo
Escuche un testimonio de una novia de una boda
grande y cuando todos vinieron con puntualidad para el ensayo, ten’an que
esperar casi una hora, por la novia insensata.
Pero el pastor entend’a el robo y dijo a la se–orita
consentidaÉ
ƒxodo 20:15 No hurtar‡s.
Es que ella estaba robando el tiempo de los dem‡s, y
muchos hacen esto en su ego’smo extremo.
Es un robo, y es pecado.
4) Cosas perdidas
Hay hermanos ignorantes que creen que si se
encuentra una billetera o un celular costoso, que ha sido perdido, que es suyo. O por lo menos van a sacar los billetes
de la billetera.
Pero esto es un robo, si hay posibilidades de
devolver la propiedad al manso.
Esto fue claramente presentado en la leyÉ
Deuteronomio 22:1-4 Si
vieres extraviado el buey de tu
hermano, o su cordero, no
le negar‡s tu ayuda; lo volver‡s a tu hermano.
Y si tu hermano no fuere
tu vecino, o no lo conocieres, lo recoger‡s en tu casa, y estar‡ contigo hasta
que tu hermano lo busque, y se lo devolver‡s.
As’ har‡s con su asno, as’
har‡s tambiŽn con su vestido, y lo mismo har‡s con toda cosa de tu hermano
que se le perdiere y tœ la hallares; no podr‡s negarle tu ayuda.
Si vieres el asno de tu
hermano, o su buey, ca’do en el camino, no te apartar‡s de Žl; le ayudar‡s a
levantarlo.
As’ que en la Biblia, la propiedad privada es
sagrada. ÀAmen?
5) Copias ilegales
Hay personas, hasta hermanos, que hacen copias
ilegales de CDs, de DVDs de toda forma de programaci—n para la computadora.
Y hasta se creen que si lo hacen para Dios, todo
est‡ bien.
Pero no es cierto, robando materiales as’, te da–as a
tu testimonio.
Romanos 3:8 ÀY
por quŽ no decir (como se nos calumnia, y
como algunos, cuya
condenaci—n es justa, afirman que nosotros decimos): Hagamos males para que
vengan bienes?
ÀHermanos, vamos a hacer males para que vengan
bienes?
Esto no tiene sentido.
ƒxodo 20:15 No hurtar‡s.
6) Impuestos
ÀY cuantos entre nosotros, no estamos completamente
honestos con los impuestos?
Y especialmente cuando Cristo nos dijoÉ
Marcos 12:17 Dad
a CŽsar lo que es de CŽsar, y a Dios lo
que es de Dios. Y se
maravillaron de Žl.
Y claro los que van a intentar robar a Cesar, probablemente
intentar‡n robar a Dios.
7) Diezmos
Malaqu’as 3:8-12 ÀRobar‡
el hombre a Dios? Pues vosotros
me habŽis robado. Y
dijisteis: ÀEn quŽ te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
Malditos sois con
maldici—n, porque vosotros, la naci—n toda, me habŽis robado.
Traed todos los diezmos al
alfol’ y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehov‡ de los
ejŽrcitos, si no os abrirŽ las ventanas de los cielos, y derramarŽ sobre
vosotros bendici—n hasta que sobreabunde.
ReprenderŽ tambiŽn por
vosotros al devorador, y no os destruir‡ el fruto de la tierra, ni vuestra vid
en el campo ser‡ estŽril, dice Jehov‡ de los ejŽrcitos.
Y todas las naciones os
dir‡n bienaventurados; porque serŽis tierra deseable, dice Jehov‡ de los
ejŽrcitos.
ÀQuienes son los hermanos que tomen en serio el
concepto del de’smo? Les voy a
decir. Son los mansos, porque son humildes y sujetados a lo que la ley de Dios
dice.
Y por esto tienen una herencia, una gran herencia.
Mateo 5:5 Bienaventurados
los mansos,
porque
ellos recibir‡n la tierra por heredad.
ƒxodo 20:15 No hurtar‡s.
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Conclusi—n -----------------------
En fin, hermano, hermana, si tu has vivido como que
el robo, el enga–o era poca cosa, y si has sentido algo del poder de la ley de
Dios en este breve mensaje, puedes pasar en un momento y oraremos para ti.
O si toda tu vida ha sido un gran robo, un hurto
tras otro, un enga–o perpetuo, hay esperanza para ti en Cristo, puedes empezar
una vida nueva.
2 Corintios 5:17 De
modo que si alguno est‡ en Cristo,
nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aqu’ todas son hechas nuevas.
Si tu quieres unir te con los mansos benditos, protegidos por el omnipotente Dios, tendr‡s tu
oportunidad, en unos momentos.
Vamos a Orar