19 de julio de 19
ÁCorre Del Peligro!
ƒxodo 20:14
Introducci—n:
En el libro de GŽnesis, JosŽ sufr’a muchas
injusticias y muchas pruebas. Pero
de una de las pruebas mas severas, se sali— como un hŽroe eterno.
GŽnesis 39:2-12 Mas
Jehov‡ estaba con JosŽ, y fue var—n
pr—spero; y estaba en la
casa de su amo el egipcio.
Y vio su amo que Jehov‡
estaba con Žl, y que todo lo que Žl hac’a, Jehov‡ lo hac’a prosperar en su
mano.
JosŽ en Egipto, un pa’s pagano, era como Daniel mas
tarde, otro joven que se encontraba en tierra de iniquidad y de idolatr’a. Pero los dos estaban levantados a ser formidables,
en gobiernos poderosos.
4 As’ hall— JosŽ gracia en
sus ojos, y le serv’a; y Žl le hizo mayordomo de su casa y entreg— en su poder
todo lo que ten’a.
5 Y aconteci— que desde
cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que ten’a, Jehov‡ bendijo la
casa del egipcio a causa de JosŽ, y la bendici—n de Jehov‡ estaba sobre todo lo
que ten’a, as’ en casa como en el campo.
6 Y dej— todo lo que ten’a
en mano de JosŽ, y con Žl no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que
com’a. Y era JosŽ de hermoso semblante y bella presencia.
Y cuando los astutos de cualquier cultura vean que
la bendici—n est‡ contigo, no te sorprendes si de repente est‡s puesto en una
posici—n de gran autoridad.
7 Aconteci— despuŽs de
esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en JosŽ, y dijo: Duerme conmigo.
A lo mejor eso era algo normal entre los
egipcios. Como ya entregados al
diablo con todos sus hechizos, esa esposa seguramente pensaba que seria normal,
tener una aventura con el joven siervo, cuando su esposo era ausente.
Pero JosŽ era hombre de Dios, o sea hombre del
pacto.
8 Y Žl no quiso, y dijo a
la mujer de su amo: He aqu’ que mi se–or no se preocupa conmigo de lo que hay
en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.
9 No hay otro mayor que yo
en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tœ eres su
mujer; Àc—mo, pues, har’a yo este grande mal, y pecar’a contra Dios?
Con toda cortes’a, JosŽ empezaba razonando con ella,
tratando de recordar la de sus obligaciones con su esposo, y como todo esto era
una infamia, y sobre todo, hasta se mencionaba el nombre de Dios y como no era
sabio pecar en su contra.
10 Hablando ella a JosŽ
cada d’a, y no escuch‡ndola Žl para acostarse al lado de ella, para estar con
ella, aconteci— que entr— Žl un d’a en casa para hacer su oficio, y no hab’a
nadie de los de casa all’. Y ella
lo asi— por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces Žl dej— su ropa en las
manos de ella, y huy— y sali—.
Tenemos que recordar que JosŽ era muy joven, con mas
o menos veinte a–os. Ella,
seguramente era muy guapa, llevando poca ropa, y cubierta de perfumes
ex—ticos. pausa
El peligro era palpable, pero Àque hizo? Se
corr’a del peligro. Esto no
era el momento de orar, o de citar versos a si mismo. Sino que tenia que correr,
con toda prisa.
Por esto dice en el nuevo testamentoÉ
1 Corintios 6:18 Huid de la fornicaci—n. Cualquier otro
pecado que el hombre
cometa, est‡ fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo
peca.
Los sabios, los que van a sobrevivir van a huir, van a correr, no van a jugar ni un momento mas con el peligro, porque saben las consecuencias
de un pecado tan grave.
2 Timoteo 2:22 Huye tambiŽn de las pasiones juveniles,
y
sigue la justicia, la fe,
el amor y la paz, con los que de coraz—n limpio invocan al Se–or.
Job era otro justo, y tambiŽn se entend’a el peligro.
Job 31:1 Hice
pacto con mis ojos;
ÀC—mo,
pues, hab’a yo de mirar a una virgen?
Y cuando dice ÒmirarÓ, quiere decir fijar en una
mujer joven, para codiciar la.
Cuando la tentaci—n vino, Job se recordaba a si mismo diciendo, ÒNo, ya
estoy ya decidido, no voy a caer en esto.Ó
Y el autor del Salmo mas grande en la Biblia dijoÉ
Salmos 119:9-11 ÀCon
quŽ limpiar‡ el joven su camino?
Con
guardar tu palabra.
Con todo mi coraz—n te he
buscado;
No me dejes desviarme de
tus mandamientos.
En mi coraz—n he guardado
tus dichos,
Para no pecar contra ti.
El punto de todo esto es de que los que van a
sobrevivir la tentaci—n, y salir como vencedores, y mas que vencedores, van a
estar determinados, en sus corazones, antes que todo esto pasa.
Dios ha dado el sŽptimo mandamiento para proteger la
familia como sagrada, para su gloria, para el testimonio de los hermanos, y
para el bienestar de los ni–os.
El pecado mas peligroso en nuestra generaci—n, para
los hombres, para los pastores y otros lideres, es el adulterio, la infidelidad
en relaciones con otras mujeres.
Yo conozco pastores, personalmente que han ca’do,
han perdido sus ministerios, por la violaci—n del sŽptimo mandamiento.
ƒxodo
20:14 No cometer‡s
adulterio.
Ahora un poco de an‡lisis.
Proverbios 18:22 El
que halla esposa halla el bien,
Y alcanza la benevolencia
de Jehov‡.
El que tiene una esposa tiene una bendici—n,
especialmente si ella es hermana de la fe. pausa
Pero hermano, no lo tome mal,
pero tu esposa no es perfecta.
Y tambiŽn a las hermanas puedo decir te, y ya bien
lo sabes, que tu esposo no es perfecto.
Tiene sus defectos.
Pero tienes la pareja que Dios ha escogido para
ti. En la gran providencia, en el
plan de Dios, que viene de la sabidur’a infinita, tienes la pareja que tienes.
Y si viene el diablo tratando de convencer te a
buscar la satisfacci—n en otros lados, fuera de tu matrimonio, pensando que no
est‡s satisfecho con la persona con que estas casado, pausa, en realidad est‡s sintiendo una satisfacci—n con tu Dios,
porque tienes la persona que Dios ha predestinada para ti. ÀAmen?
Cuando est‡s satisfecho, lleno, gozoso con Cristo,
entonces te puedes encontrar el poder de vivir con una persona imperfecta,
amando la, como Dios quiere.
ƒxodo
20:14 No cometer‡s adulterio.
Los que buscan su satisfacci—n en otras partes, no
est‡n pensando en la eternidad, sino que solamente se fijan en el momento. Sus mentes se fijan en un momento
pasajero, de placer que ser‡ infinitamente costoso.
Como David aprendi—, con BetsabŽ. Sali— de la situaci—n con el perd—n de
Dios, pero las consecuencias estaban sufridas, por el resto de su vida.
David se quedaba fijando en la bella, ba–ando se
sobre el techo, cuando en realidad, deber’a de estar corriendo del peligro.
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Doctrina -----------------------
Bueno, esto es un gran tema, y seria imposible
cubrir todo en un estudio breve, pero vamos a escuchar algo de las ense–anzas
de los mas grandes de la Biblia; Cristo, San Pablo, Salom—n y MoisŽs.
1) Cristo
Como vimos la semana pasada con el odio y el
asesino, Cristo ense–aba que todo empieza en el coraz—n, y que el hecho, es
solamente la evidencia de una guerra perdida en la mente.
Mateo 5:27-30 O’steis
que fue dicho: No cometer‡s adulterio.
28 Pero yo os digo que
cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulter— con ella en su
coraz—n.
Los fariseos trataban de cuidar del externo, pero
Cristo dijo que tienes que tener el coraz—n transformado, o estar‡s jugando con
fuego cada d’a.
Simplemente mirando a las muchachas que llevan poca
ropa, deseando las es una forma de adulterio. Pasando tu tiempo mirando la pornograf’a, las pel’culas
sensuales, o escuchando ciertas formas de la mœsica mundana, puede hundir te en
este pecado. Es mejor correr del peligro, de todo esto.
29 Por tanto, si tu ojo
derecho te es ocasi—n de caer, s‡calo, y Žchalo de ti; pues mejor te es que se
pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
30 Y si tu mano derecha te
es ocasi—n de caer, c—rtala, y Žchala de ti; pues mejor te es que se pierda uno
de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Muchos creen que el adulterio era fuertemente
castigado en el testamento antiguo, pero ahora es poca cosa. Pero Cristo dice claramente que
viviendo en este pecado, puede plantar te en el infiero.
2) San
Pablo
San Pablo tenia que luchar en contra de la
carnalidad que aparec’a en muchas iglesias del primer siglo, porque se viv’an
en tiempos muy corruptos como los nuestros. Dijo en una parteÉ
1 Corintios 6:9-10 ÀNo
sabŽis que los injustos no heredar‡n
el reino de Dios? No
errŽis; ni los fornicarios, ni los
id—latras, ni los adœlteros, ni los
afeminados, ni los que se echan con varones,
ni los ladrones, ni los
avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredar‡n el
reino de Dios.
Todos estos son pecados sumamente peligrosos para los que vivan en ellos.
Pero hay esperanza para los que decidan romper con
estos pecados y aprender a odiar los.
1 Corintios 6:9-11 ÀNo
sabŽis que los injustos no heredar‡n
el reino de Dios? No
errŽis; ni los fornicarios, ni los id—latras, ni los adœlteros, ni los
afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni
los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredar‡n el reino de
Dios.
Y esto erais algunos; mas
ya habŽis sido lavados, ya habŽis sido santificados, ya habŽis sido
justificados en el nombre del Se–or Jesœs, y por el Esp’ritu de nuestro Dios.
Los que aprendan a huir de todo esto, corriendo
del peligro, pueden encontrar su seguridad en Cristo. Pero los que sigan viviendo en estas
suciedades, tienen muy poca esperanza de la vida eterna.
En otra parte San Pablo dijo que el matrimonio era
como una protecci—n de muchos pecados.
1 Corintios 7:1-5 En
cuanto a las cosas de que me
escribisteis, bueno le
ser’a al hombre no tocar mujer; pero a causa de las fornicaciones, cada uno
tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.
El marido cumpla con la
mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.
La mujer no tiene potestad
sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad
sobre su propio cuerpo, sino la mujer.
No os neguŽis el uno al
otro, a no ser por algœn tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos
sosegadamente en la oraci—n; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente
Satan‡s a causa de vuestra incontinencia.
En fin, sin entrar en detalles mas gr‡ficos, es
sumamente sabio, encontrar tu satisfacci—n, con tu pareja, que Dios te ha dado,
en vez de buscar algo emocionante por afuera.
Y si te quieres quejar de que tu pareja es una
persona bien imperfecta, pausa,
cuidado de que no te terminas murmurando en contra de tu Dios.
Encuentra tu satisfacci—n perfecta en Cristo el
perfecto, y la pareja imperfecta ser‡ tambiŽn el gozo de tu vida. ÀAmen?
3) Salom—n
Salom—n escrib’a mucho sobre el amor rom‡ntico en el libro de Cantares, y no
voy a repetir todo eso ahora.
Pero el tambiŽn tenia algo que decir sobre el adulterio
en el libro de Proverbios.
Proverbios 6:30-33 No
tienen en poco al ladr—n si hurta
Para saciar su apetito
cuando tiene hambre;
Pero si es sorprendido,
pagar‡ siete veces; Entregar‡ todo el haber de su casa.
Mas el que comete
adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace.
Heridas y vergŸenza
hallar‡,
Y su afrenta nunca ser‡
borrada.
El hombre, o la mujer que caiga en el adulterio, no
tiene un plan cuando viene el peligro.
No ha escuchado la palabra de Dios, sino que su mente est‡ llena de las
palabras del diablo, quiz‡s entregadas por medio de la mœsica mundana, que te exhorta
a arriesgar todo por unos momentos del placer pasajero. pausa Salom—n tiene mucho mas que decir sobre
el tema, pero te puedes encontrar lo estudiando a los proverbios,
cuidadosamente, en casa.
Ahora una ultima doctrina, que vino de MoisŽs. Pero
tienes que entender que lo que MoisŽs dijo, era, actualmente la Ley de Dios.
MoisŽs
Deuteronomio 22:22 Si
fuere sorprendido alguno acostado con
una mujer casada con
marido, ambos morir‡n, el hombre que se acost— con la mujer, y la mujer
tambiŽn; as’ quitar‡s el mal de Israel.
En el pueblo de Dios, ese crimen recib’a la pena de
la muerte. ÀPero porque?
Es que fue una ataque en contra de la familia, y una
gran infidelidad. Hermanos,
Dios es fiel a sus pactos, y nosotros, llevando el imagen de Dios, y como
Cristianos llevando el nombre de Dios, debemos de vivir como files a nuestros
pactos.
Ahora el adulterio no lleva la misma pena, pero
hemos visto en las ense–anzas de Cristo, que esto puede llevar te al infierno, si
sigues en el pecado, que es miles de veces peor.
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Unos puntos breves..
Lo que mires por televisi—n o cine
Si caigas en las tentaciones con los Netflix, o con
el cable, tal vez no puedes tener esto en tu casa.
Si las tentaciones son fuertes para ti en el
Internet o el telŽfono, ahora ha productos que pueden bloquear el contenido
grafico, dejando te huir del peligro.
Su manera de vestirse – La hermanas y hasta
los hermanos tienen que tener cuidado en su manera de vestir se, sabiendo que
cuando hay una falta de modestia, otros lo van a tomar como una invitaci—n.
Y finalmente cu’date con tus amigos, si tus amigos
ya est‡n en la inmoralidad, y tu te quedas con ellos, es solamente un asunto de
tiempo, hasta que tu, tambiŽn, caigas con ellos.
Y si quieres oraci—n sobre todo esto, puedes pasar
en unos momentos y oraremos contigo.
Vamos a Orar