16 de junio de 19
El Bast—n De Mando
Ezequiel 19:1-14
Introducci—n
Ayer en Espa–a, siguiendo sus elecciones municipales,
ten’an ceremonias en que los nuevos alcaldes, o alcaldesas recibieron
su bast—n de mando.
ÀQue es el bast—n de mando? Es una vara de madera, que simboliza un
cetro, de un rey o de un gobernador.
Hasta el presidente actual de MŽxico, AndrŽs Manuel L—pez Obrador, fue
presentado con un bast—n de mando de
parte de gente ind’gena, en otra ceremonia antigua, que ha persistida hasta el
d’a de hoy.
Tan antigua es este s’mbolo que aparecer‡ en nuestro texto de hoy.
1) Y tœ, levanta endecha sobre los
pr’ncipes de Israel.
Ayer en Espa–a, todo era mayormente alegre, estaban celebrando. Pero el capitulo de hoy es lejos de una
celebraci—n, es una endecha, o sea, una forma de lamentaci—n.
No es muy largo, es breve, pero es una meditaci—n relevante para
nuestras celebraciones de hoy.
2) Dir‡s: !!C—mo se ech— entre los
leones tu madre la leona! Entre los leoncillos cri— sus cachorros,
Los leones en la Biblia, pueden representar algo bueno, o algo malo, dependiendo
del contexto. El le—n puede
representar a Cristo, el le—n de Jud‡, o puede representar a Satan‡s, el le—n
rugiente.
Pero en cada caso, es uno que tiene gran dominio, fuerza y poder. Y por esto, en este capitulo, la
palabra est‡ aplicada a los pr’ncipes, y hasta a su madre.
2) Dir‡s: !!C—mo se ech— entre los
leones tu madre la leona! Entre los leoncillos cri— sus cachorros,
Sabiendo el contexto aqu’, los leones representan una fuerza mala, de
tiran’a, de crueldad, y finalmente de fracaso.
3) e hizo subir uno de sus cachorros;
vino a ser leoncillo, y aprendi— a arrebatar la presa, y a devorar hombres.
La madre, la leona, pensaba como otras bestias de su vecindad. Para ejercer su poder, no estaba
siguiendo a Dios, sino a la sabidur’a de abajo, como dice SantiagoÉ
Santiago 3:14-15 Pero
si tenŽis celos amargos y
contenci—n en vuestro coraz—n, no os jactŽis, ni mint‡is contra la
verdad; porque esta sabidur’a no
es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diab—lica.
4) Y las naciones oyeron de Žl; fue
tomado en la trampa de ellas, y lo llevaron con grillos a la tierra de Egipto.
Ese l’der, ese hombre de mando,
en el pueblo de Dios, era tan peligroso, que hasta sus vecinos ayudaban en
capturar lo y mandar lo a Egipto con grillos.
2 Reyes 24:2 Pero
Jehov‡ envi— contra Joacim tropas de
caldeos, tropas de sirios, tropas de
moabitas y tropas de amonitas, los cuales
envi— contra Jud‡ para que la
destruyesen,
conforme a la palabra de Jehov‡ que
hab’a
hablado por sus siervos los profetas.
El capitulo de hoy es una endecha, una lamentaci—n, porque un
pr’ncipe, un gobernador, que ha recibido el
bast—n de mando, puede ser una gran bendici—n a su pueblo.
Si tiene sabidur’a, si tiene astucia, puede traer seguridad y hasta
prosperidad a su pueblo. Y si anda
gobernando sobre el pueblo de Dios, puede guiar bajo la bendici—n rica de Dios.
Pero el profeta aqu’ tiene que levantar endecha, porque lejos de
proteger su pueblo, el hombre hizo el opuesto, pensando como uno del mundo, y
hasta creyendo las mentiras destructivas de Satan‡s.
5) Viendo ella que hab’a esperado
mucho tiempo, y que se perd’a su esperanza, tom— otro de sus cachorros, y lo
puso por leoncillo.
Aqu’, la madre, Jud‡, la leona, pensando como mundana, va a intentar
el mismo, esperando un resultado diferente.
Todo esto es lamentable, porque el pueblo de Dios tenia la palabra de
Dios, pero en vez de seguir la, se actuaban como mundanos.
Se esperaban prosperar as’, con su sabidur’a terrenal, animal,
diab—lica. Pero por supuesto,
estaban equivocados.
6) Y Žl andaba entre los leones; se
hizo leoncillo, aprendi— a arrebatar la presa, devor— hombres.
Se levantaba como otro ejemplo de la cruel tiran’a. Andaba entre los leones, los poderosos
del mundo, aprendiendo sus modos de pensar y de manipular.
Y claro, todos bajo su mando
iban a terminar, sufriendo.
7) Saque— fortalezas, y asol—
ciudades; y la tierra fue desolada, y cuanto hab’a en ella, al estruendo de sus
rugidos.
Este hombre que tenia el mandato,
fue otro desastre, siguiendo al mundo, creyendo otra vez las mentiras
destructivas del enemigo, con su mente muy, muy lejos de la verdad de Dios, aunque
se gobernaba sobre el pueblo de Dios.
Endecha es esta, y de endecha servir‡.
8) Arremetieron contra Žl las gentes
de las provincias de alrededor, y extendieron sobre Žl su red, y en el foso fue
apresado.
El hombre era una bestia, y ten’a que estar cazado como una
bestia. Otra vez, hasta sus
vecinos incrŽdulos, ten’an que estar empleados, para acabar con sus tiran’as.
9) Y lo pusieron en una jaula y lo
llevaron con cadenas, y lo llevaron al rey de Babilonia; lo pusieron en las
fortalezas, para que su voz no se oyese m‡s sobre los montes de Israel.
Poniendo a un hombre en una jaula, tambiŽn es una practica, antigua,
para mostrar, gr‡ficamente la derrota de uno.
Yo recuerdo hace muchos a–os, cuando se captaron a Abimael Guzm‡n, el
comunista terrorista, cuyos tropas quemaron iglesias Cristianas en los montes
de Perœ. Fue capturado y
presentado en una jaula, para mostrar a todo el mundo su derrota total.
Y si te crees que todo esto est‡ muy lejos de nosotros, yo conozco a
hermanos que han terminado en la c‡rcel, y no por cosas buenas.
Conozco hermanos que han recibido, el bast—n de mando, sobre un ministerio, o sobre una familia santa,
y han terminado en las llamas del esc‡ndalo.
Esto puede pasar cuando la persona no se da cuenta, de que tiene un
gran enemigo, que desea llenar la mente con conceptos mundanos, enga–osos. Pero siendo muy lejos del
discernimiento, se caigan en la trampa, como un le—n en el foso, para ir a la
jaula de la derrota.
10) Tu madre fue como una vid en medio
de la vi–a, plantada junto a las aguas, dando fruto y echando v‡stagos a causa
de las muchas aguas.
Esto habla del pueblo de Dios empezando muy bien, muy prospero,
seguro, y feliz, en los tiempos de David, y la primera parte del mandato de Salom—n.
Tan gloriosa era, que la reina del sur tenia que venir de muy lejos,
para ver con sus propios ojos, la gloria de un mandato del hombre bendecido por Dos.
11) Y ella tuvo varas fuertes para
cetros de reyes; y se elev— su estatura por encima entre las ramas, y fue vista
por causa de su altura y la multitud de sus sarmientos.
Aqu’ est‡ la referencia al
bast—n de mando. Estas varas
fuertes representan gobiernos buenos, magistrados astutos que son una bendici—n
para sus sœbitos.
Estos saben c—mo gobernar con astucia, sobre personas y sobre recursos
econ—micos. Saben c—mo organizar
tu tiempo, y c—mo guiar su pueblo a los logros cada vez mas altos, con la
bendici—n de Dios.
Son hombres que estudian.
Antes que nada estudian la palabra de Dios, y despuŽs estudian lo que
pertenece a sus negocios.
Son hombres de disciplina, o hasta se pudiera decir que son
disc’pulos. Y los que vivan debajo
de sus mandos, se sientan seguros,
protegidos, bendecidos.
Y hermanos, esto es lo que Dios desea para nosotros.
12) Pero fue arrancada con ira,
derribada en tierra, y el viento solano sec— su fruto; sus ramas fuertes fueron
quebradas y se secaron; las consumi— el fuego.
Esto habla, por supuesto de la ciada del pueblo de Dios, de la manera
peor, algo que hemos estudiado mucho con este profeta Ezequiel.
El pueblo fue derrotado porque tenia sobre si, hombres que han
recibido el bast—n de mando, pero
solamente gobernaban conforme a sus deseos carnales, ignorantes de la gran
guerra espiritual que se peleaban en su alrededor.
13) Y ahora est‡ plantada en el
desierto, en tierra de sequedad y de aridez.
Triste. Pero Dios nos ha
preservado todo esto en su palabra, para informar nos, que como hombres, somos
responsables. Y si no tomamos en
serio, nuestras responsabilidades, nosotros tambiŽn podemos caer.
14) Y ha salido fuego de la vara de
sus ramas, que ha consumido su fruto, y no ha quedado en ella vara fuerte para
cetro de rey. Endecha es esta, y
de endecha servir‡.
Cuando no hay gobierno sabio, sobre un pa’s, sobre una iglesia, sobre una
familia, se puede terminar sin gobierno alguno. Y por lo tanto, muchos seres queridos se quedan expuestos,
al ataque.
Endecha es esta,
y de endecha servir‡.
======================== Conclusi—n =======================
Empiezo con una..
Objeci—n: Tal
vez alguien est‡ penando, ÒPero yo vine aqu’
hoy d’a para celebrar el d’a de los
padres. ÀquŽ tiene que ver todo
esto con ese d’a de alegr’a?Ó
Respuesta: Tiene mucho que ver.
Es cierto que el capitulo es triste. Pero Dios lo tiene aqu’ con un
prop—sito. San Pablo dijo en el
nuevo testamento, hablando de los fracasos de los de antesÉ
1 Corintios 10:11 Y estas cosas les acontecieron como
ejemplo, y est‡n escritas para amonestarnos
a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.
Hermano, como padre, tu has recibido el
bast—n de mando sobre tu familia.
Hay personas preciosas que dependan de ti.
Y ojala, tu entiendes que tienes un enemigo
fuerte que desea tomar control sobre tus pensamientos.
Hubo otro le—n activo en este capitulo que
no era mencionado directamente.
1 Pedro 5:8 Sed
sobrios, y velad; porque vuestro
adversario el diablo, como le—n rugiente,
anda alrededor buscando a quien devorar;
El le—n, normalmente va a atacar al dŽbil,
al que no es tan alerto, al que es, en otras palabras, la presa f‡cil.
Y como evidencia de que los padres son el
blanco de muchos ataques, solamente tenemos que pensar en las bodas. pausa
Normalmente, en una boda sagrada, el padre,
que ha llevado el bast—n de mando, se presente a su hija al novio, el
nuevo posesor del bast—n de mando.
ÀPero cuantas veces hemos visto que en la
actualidad, el padre simplemente no est‡ presente? Y un hermano, u otro pariente puede hacer esto.
Tan perversa es la situaci—n que hoy en d’a,
me encuentro felicitando a la novia rara, que actualmente tiene su padre
presente, para llevar acabo ese momento critico de la vida de la novia.
Pero normalmente, el padre simplemente no
viene, por razones de separaci—n, o porque la madre era leona, y el padre un
le—n, separados hasta mucho tiempo, y ni pueden estar en la presencia, el uno
del otro.
Endecha es esta,
y de endecha servir‡.
Y hermano, yo pudiera multiplicar los
ejemplos de hombres, hermanos, que han tenido que ir a la c‡rcel, por poco o
por mucho tiempo.
U otros que han tenido que abandonar
ministerios, por causa de esc‡ndalo.
Es que muchos, simplemente no estaban
enterados de la guerra feroz, la guerra espiritual en que hemos sido puestos.
Muchos no han avanzado en su conocimiento de
las escrituras. Esto jam‡s ha sido
una prioridad para ellos, y cuando vino el ataque, el le—n, en contra de la
presa f‡cil, todo se termin—, con rapidez.
Tienes que entender hermanos, que no
solamente tengo evidencias de todo esto en las escrituras.
Sino que cuando el hermano se fracase,
derrotado por el enemigo, los detalles vienen a mi, normalmente, en las
sesiones de la conserjer’a.
En fin, estamos aqu’ para celebrar a los
padres, pero por supuesto el Padre Celestial, y su gloria viene delante de
todo. Y por esto, tratamos de
estar files a su palabra.
Y hermano, padre, pausa, abuelo, hoy d’a queremos celebrarte, y tus Žxitos en llevar el
bast—n de mando, con todo Žxito.
Pero para hacer lo, te exhorto a progresar, en tus estudio, y tu
compa–erismo con otros padres de experiencia. Tal vez en la reuni—n de hombres. ÀAmen?
Porque jam‡s deseamos o’r una historia como
este capitulo, sobre tu vida.
Porque si esto pasa, y pasa mucho en estos tiempos, ser‡ inevitable
decir de tu vida tambiŽn.
Endecha es esta,
y de endecha servir‡.
Pero si es tu deseo, terminar bien. Proteger a sus hijos preciosos, a la
hermana querida con que est‡s casado, si es tu deseo, estar presente en las
bodas de tu hija o tus hijas, como Dios manda, puedes pasar en unos momentos y
oraremos para ti.
Por la Sangre de Cristo Jesœs, tu vida puede
terminar como un gran Žxito, lejos del le—n rugiente, que siempre anda buscando,
a quien devorar.
Vamos a Orar