9 de junio de 19

ÁNo Es Justo!

Ezequiel 18:1-32

Introducci—n

Hemos llegado a una porci—n de Ezequiel que no es muy hist—rica, sino que est‡ llena de doctrinas practicas.  Es un capitulo largo, pero no es muy complicado.  Es mas, se repita mucho.

 

B‡sicamente, el pueblo tenia un refr‡n, en que estaban quejando, sutilmente sobre la ÒinjusticiaÓ de Dios.

 

1-2) Vino a m’ palabra de Jehov‡, diciendo: ÀQuŽ pens‡is vosotros, los que us‡is este refr‡n sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera?

 

ÀPero que quiere decir?  El pueblo estaba sufriendo mucho, unos ya viviendo en Babilonia, y otros en JerusalŽn, al borde de grandes juicios.

 

Y b‡sicamente, con este refr‡n, estaban diciendo que s’, estaban bajo la disciplina fuerte de Dios, pero esto no tenia nada que ver con ellos, sino que sus padres, sus abuelos arruinaron todo, y ahora ellos ten’an que pagar las consecuencias.

 

Y Dios ya estaba harto de este refr‡n.  Porque, en un sentido estaban diciendo, que lo que Dios hace, no es justo.

 

Y el mismo refr‡n estaba enÉ

 

Jerem’as 31:29-30    En aquellos d’as no dir‡n m‡s: Los

padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera,

sino que cada cual morir‡ por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendr‡n la dentera.

 

Y esto es una doctrina muy necesaria en nuestros tiempos, especialmente en este pa’s de los estados unidos.

 

Es que mucha gente vienen a la conserjer’a diciendo, ÒMira, yo se que estoy en gran pecado, pero estoy as’ porque mis padres, me golpearon mucho, mi padre se abandonaba la casa. ÀQue esperes de una persona tan abusada?Ó.

Es que muchos creen que no est‡n responsables por sus vidas.  Escuchar‡s a homosexuales diciendo, ÒTienes que entender que yo no escog’a esto, as’ nac’, o as’ Dios me hizo.

 

Y claro es muy comœn echar la culpa a otros en nuestros tiempos, como se hicieron con el refr‡n sobre las uvas agrias.

 

Y esa mentirosa manera de pensar tienen otros efectos.  Vas a ver madres y padres, que cuando sus hijos caigan en graves pecados, llorando en frente de sus hijos claman, ÒQue hice mal, pero en quŽ he fracasado, hice todo posible para guiar a mi hijo correctamente, y ahora estoÓ.

 

Como que el hijo no tenia nada de responsabilidad por sus propias acciones, y por lo tanto puede responder diciendo, ÒÁNo es mi culpa, ya escuchaste, fue fracaso de mi madre!Ó.

 

La doctrina de hoy tiene la capacidad de corregir toda esa locura.

 

3) Vivo yo, dice Jehov‡ el Se–or, que nunca m‡s tendrŽis por quŽ usar este refr‡n en Israel.

 

Dios, jurando en su propio nombre dice, basta con esta locura, estoy harto de esa falta de responsabilidad, y les voy a explicar porque.

 

Y es una gran misericordia que Dios aun tome el tiempo de corregir todo esto.

 

4) He aqu’ que todas las almas son m’as; como el alma del padre, as’ el alma del hijo es m’a; el alma que pecare, esa morir‡.

 

Dios anuncia que es soberano, en la posici—n de un juez, y que va a juzgar a cada persona por sus propios pecados.

 

Puedes actuar como que no eres responsable ahora, pero en el d’a del juicio, esto no ser‡ posible.

 

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Ahora Dios va a dar unos ejemplos, teorŽticos, como que hab’an tres generaciones, un abuelo, un padre, y finalmente un hijo.

 

 

 

5-6) Y el hombre que fuere justo, e hiciere segœn el derecho y la justicia; que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ’dolos de la casa de Israel, ni violare la mujer de su pr—jimo, ni se llegare a la mujer menstruosa,

 

Dios estaba explicando su manera de evaluar la justicia de uno.  Dios, siendo el due–o de toda alma, tiene el derecho de establecer la ley y declarar lo que es justo o no.

 

Por esto es necesario saber algo de su ley, y te invito a los estudios de viernes en que hemos empezado una seria sobre los diez mandamientos.

 

Pero el punto aqu’ es que Dios tiene la autoridad de juzgar la gente, conforme a la ley que nos ha dado.

 

7) ni oprimiere a ninguno; que al deudor devolviere su prenda, que no cometiere robo, y que diere de su pan al hambriento y cubriere al desnudo con vestido,

 

Todos estos son aspectos de su ley.  Por ejemplo dice enÉ

 

Deuteronomio 24:14   No oprimir‡s al jornalero pobre y

menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades.

O

 

ƒxodo 22:26    Si tomares en prenda el vestido de tu

pr—jimo, a la puesta del sol se lo devolver‡s.

 

Dios, con su ley, nos ha dado la inteligencia para levantar una cultura bendita, pero el hombre en su apostas’a tiene otros conceptos.  Pero de todos modos ser‡ juzgado por la Santa Ley de Dios.

 

8) que no prestare a interŽs ni tomare usura; que de la maldad retrajere su mano, e hiciere juicio verdadero entre hombre y hombre,

 

En la ley de Dios, no se pudiera abusar a su pr—ximo cobrando intereses muy altos.  Esto era una manera de aprovechar se de un hermano debilitado.

 

Se pudiera cobrar interŽs a los que estaba fuera del pacto, pero aun esto tenia sus limites.

 

9) en mis ordenanzas caminare, y guardare mis decretos para hacer rectamente, Žste es justo; Žste vivir‡, dice Jehov‡ el Se–or.

 

Bueno, este es el primer hombre, y podemos llamar lo, para este estudio, el abuelo.  Este es el abuelo bueno, que conoc’a la ley de Dios y se guardaba la ley de Dios, pase lo que pase en la cultura apostata en su alrededor.

 

Ser‡ juzgado como bueno, porque era responsable por sus acciones, intentaba siempre caminar en lo que es agradable a Dios.

 

Y podemos asumir, que no era perfecto, basado en otras escrituras.  Pero esto era el tono de su vida.  Se guardaba la ley, los preceptos de Dios, y Dios lo recibe como un justo.

 

No ser‡ castigado ni condenado por las acciones de los que viv’an antes de Žl

 

*---- Ahora vamos a pasar a la pr—xima generaci—n. -------

 

10) Mas si engendrare hijo ladr—n, derramador de sangre, o que haga alguna cosa de estas,

 

Bueno, tenemos que parar aqu’ y notar algo.  Ese padre era bueno, era un buen ejemplo, una buena influencia, pero de todos modos, su ni–o era ladr—n, y asesino.

 

ÀComo puede ser?  ÀAcaso no dijo Salom—nÉ?

Proverbios 22:6 Instruye al ni–o en su camino,

Y aun cuando fuere viejo no se apartar‡ de Žl. 

 

Si, dijo esto, y es un proverbio bueno, pero es un principio general, que va a funcionar normalmente, pero no es una promesa absoluta.

 

Y si el hijo se sale mal, la madre no tiene que sacar su pelo gritando, ÒÀPero que hice mal?  ÀEn donde fracasŽ?Ó

 

Sino que se puede poner su dedo en la cara de su hijo diciendo.  ÒHijo hice todo lo que pudo para darte un buen ejemplo, y una buena ense–aza, perd—name en donde me equivoquŽ, pausa, pero yo no soy responsable por tus malas decisiones, sino que tu tendr‡s que dar cuenta a tu Dios, y en esto hay esperanza, arrepiŽntete, antes que sea muy tarde para ti.

Porque si los padres toman toda la responsabilidad, hundiendo se el la culpabilidad, est‡n dejando sus hijos sin esperanza.  Es que eliminando la responsabilidad, que hacen en la sicolog’a moderna, se eliminan tambiŽn toda la esperanza.

 

Por esto Dios daba otro refr‡n en este capitulo.

 

El Alma Que Pecare, Esa Morir‡

 

Ahora continuando con el hijo maloÉ

 

11) y que no haga las otras, sino que comiere sobre los montes, o violare la mujer de su pr—jimo, al pobre y menesteroso oprimiere, cometiere robos, no devolviere la prenda, o alzare sus ojos a los ’dolos e hiciere abominaci—n, prestare a interŽs y tomare usura; Àvivir‡ Žste? No vivir‡. Todas estas abominaciones hizo; de cierto morir‡, su sangre ser‡ sobre Žl.

 

Esto es Dios hablando.  El hijo malo, con el padre bueno, tiene que morir.  Es que Dios est‡ estableciendo la responsabilidad de cada persona por sus acciones delante de su Santa Ley.

 

Y no olvide que esto fue anunciado, ense–ado  durante tiempos de gran apostas’a.  Y esto es importante porque nosotros vivimos en tiempos de gran apostas’a, en que muchos desean echar la culpa a todos los dem‡s, incluyendo a sus padres o hasta a Dios mismo se echan la culpa, como empezaba con las respuestas de Ad‡n.

 

GŽnesis 3:9-12 Mas Jehov‡ Dios llam— al hombre, y le dijo:

ÀD—nde est‡s tœ?  Y Žl respondi—: O’ tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escond’.

 

Y Dios le dijo: ÀQuiŽn te ense–— que estabas desnudo? ÀHas comido del ‡rbol de que yo te mandŽ no comieses?

 

Y el hombre respondi—: La mujer que me diste por compa–era me dio del ‡rbol, y yo com’.

 

Es el mismo, con el principio del pecado, como que Ad‡n estaba diciendo, ÒS’, yo com’, pero por causa de la mujer, pausa, que tu me disteÓ.  Parece absurdo aqu’, pero lo aceptan hoy en d’a cuando el homosexual diceÉ

 

ÒNo es mi culpa, Dios me hizo as’, y si me juzga por esto, simplemente NO ES JUSTO

 

O la mujer que dice en la conserjer’a, ÒMira mis padres eran terribles, Àque esperes de una persona tan da–ada? No es mi culpa, lo que hago, y si Dios me juzga por esto, NO ES JUSTO

 

Pero Dios dice en este capitulo que s’ es justo.  El due–o de cada alma, va a pedir cuentas a cada persona.

 

Ahora vamos al nieto, que tenia un abuelo bueno, y un padre miserable.  ÀTiene que salir mal, porque su padre era un desastre?

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14) Pero si Žste engendrare hijo, el cual viere todos los pecados que su padre hizo, y viŽndolos no hiciere segœn ellos;

 

El nieto ha visto todo lo que su padre malo hizo, y a lo mejor se sufr’a por los cr’menes de su padre.  Pero esto no quiere decir que tiene que hacer el mismo, saliendo con el pretexto que no tenia de otra.

 

Continuando con el nieto buenoÉ

 

15-16) no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ’dolos de la casa de Israel; la mujer de su pr—jimo no violare, ni oprimiere a nadie, la prenda no retuviere, ni cometiere robos; al hambriento diere de su pan, y cubriere con vestido al desnudo;

 

Ese hijo bueno, observaba la Santa Ley de Dios, entend’a la Ley y era mas que oidor, era hacedor.

 

17) apartare su mano del pobre, interŽs y usura no recibiere; guardare mis decretos y anduviere en mis ordenanzas; Žste no morir‡ por la maldad de su padre; de cierto vivir‡.

 

Y otra vez podemos concluir que no era perfecto.  Pero cuando se ca’a, se rectificaba sus errores r‡pidamente.

 

Pero no tomaba a su padre malo por excusa, porque el hombre justo, siempre tomar‡ la responsabilidad por sus acciones, y por esto, puede vivir en gran esperanza, sabiendo que Dios no es solamente justo, sino que es misericordioso tambiŽn, y dispuesto a ayudar. ÀAmen?

18) Su padre, por cuanto hizo agravio, despoj— violentamente al hermano, e hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he aqu’ que Žl morir‡ por su maldad.

 

El padre era malo, y se sufr’a, era condenado por su maldad, pero el hijo, escog’a otro camino, y sali— bien.

 

Romanos 6:16   ÀNo sabŽis que si os sometŽis a alguien como

esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecŽis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?

 

19) Y si dijereis: ÀPor quŽ el hijo no llevar‡ el pecado de su padre? Porque el hijo hizo segœn el derecho y la justicia, guard— todos mis estatutos y los cumpli—, de cierto vivir‡.

 

Ahora bien, tenemos que entender por quŽ los jud’os pensaron que ese ultimo hijo deber’a de sufrir.  Todo esto venia del segundo mandamiento que estaremos estudiando este viernes, y otra vez te invito.  Pero al mandamientoÉ

 

ƒxodo 20:4-6   No te har‡s imagen, ni ninguna semejanza de

lo que estŽ arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

 

No te inclinar‡s a ellas, ni las honrar‡s; porque yo soy Jehov‡ tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaci—n de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

 

El gran punto aqu’ sobre generaciones, es que los que aman a Dios tienen bendiciones por mil generaciones.  Pero los jud’os no enfocaban en esto, sino en la manera en que la maldad estaba visitada hasta la tercera y cuarta generaci—n de los ni–os.

 

Y es cierto que los padres tienen una influencia, y esto es muy evidente cuando se aconsejan a personas que han tenido padres o abuelos en el ocultismo.

 

Pero en la misma conserjer’a, los hijos que sufran pueden clamar a Dios que todo esto sea cancelado, cuando se reciban a Cristo como Se–or y como Salvador.

La mala influencia est‡, pero el hijo bueno puede escapar, si quiere dar su vida a Cristo y caminar en la luz.   Y bajo ninguna circunstancia puede el hijo echar la culpa a la abuela curandera, por sus propios pecados.

 

Todo esto puede estar cancelado en el nieto, porque hay esperaza y Dios es misericordioso.

 

Se puede rechazar, cancelar todos los hechizos del pasado, y empezar una nueva tradici—n familiar en la luz, y en la limpieza.  ÀAmen?

 

La conclusi—n es, que cada persona es responsable.  Como Dios va a confirmar ahora.

 

20) El alma que pecare, esa morir‡; el hijo no llevar‡ el pecado del padre, ni el padre llevar‡ el pecado del hijo; la justicia del justo ser‡ sobre Žl, y la impiedad del imp’o ser‡ sobre Žl.

 

Se puede tomar el caso de JosŽ en GŽnesis, que estaba vendido a la esclavitud por sus propios hermanos.  ÀSe hizo pretextos por esto, de que no pudo jam‡s hacer nada con su vida?

 

No, claro que no, sino que se subi—, en el poder de Dios, se subi— sobre casi todo el gobierno de Egipto.

 

Muchas veces en la conserjer’a de parejas, de j—venes o de ni–os, es muy popular en estos tiempos de gran apostas’a, es muy comœn escuchar el refr‡n.  ÒNo puedoÓ.

 

Se explique sus responsabilidades B’blicas y se dicen.   ÒÁNo puedo!Ó y si pides esto de mi no es justo.

 

pausa

 

Pero la respuesta es muy f‡cil.  pausa

 

Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

 

No olvides hermano, que con la responsabilidad viene la esperanza, y sin responsabilidad, no hay esperanza.

 

Regresando al texto.

21) Mas el imp’o, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere segœn el derecho y la justicia, de cierto vivir‡; no morir‡.

 

 

22) Todas las transgresiones que cometi—, no le ser‡n recordadas; en su justicia que hizo vivir‡.

 

Hay misericordia con Dios, pero uno tiene que arrepentirse.   Muchos hermanos modernos, desean los beneficios de un creyente, pero no quieren arrepentirse.

 

Pero esto no es la manera de alcanzar el perd—n.  El perd—n viene con el arrepentimiento.

 

Proverbios 28:13     El que encubre sus pecados no

prosperar‡; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzar‡ misericordia.

 

Aqu’ muchos modernos gritan, ÁNO ES JUSTO!, yo quiero la misericordia de Dios pero quedando en mis pecados, no es justo que Dios exige mi arrepentimiento.

 

Pero todo el capitulo de hoy est‡ refutando esa locura.

 

Ahora Dios hablandoÉ

23) ÀQuiero yo la muerte del imp’o? dice Jehov‡ el Se–or. ÀNo vivir‡, si se apartare de sus caminos?

 

Si se apartare, es condicional, y Dios te dar‡ el poder de hacer lo.

 

24) Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones que el imp’o hizo, Àvivir‡ Žl? Ninguna de las justicias que hizo le ser‡n tenidas en cuenta; por su rebeli—n con que prevaric—, y por el pecado que cometi—, por ello morir‡.

 

Esto es para los que vienen a Cristo, caminan con Žl por un rato, y despuŽs se regresan al mundo.

 

No pienses que tales van a recibir ninguna consideraci—n positiva en el d’a del juicio.  Ser‡ muy, pero muy mal para ellos.

 

Y hay evidencias de esto en el nuevo testamento tambiŽn.

 

Mateo 24:13    Mas el que persevere hasta el fin,

Žste ser‡ salvo.

 

Pero esto no es el œnico.

 

 

 

Hebreos 3:14   Porque somos hechos participantes de Cristo,

con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,

 

Y una manera de mostrar que est‡s en serio es pasar por el bautismo luego, luego, y no esperar.

 

Hebreos 10:35-36     No perd‡is, pues, vuestra confianza,

que tiene grande galard—n; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obteng‡is la promesa.

 

El perro que regrese a su vomito, no ser‡ bien recibido.

 

25) Y si dijereis: No es recto el camino del Se–or; o’d ahora, casa de Israel: ÀNo es recto mi camino? Àno son vuestros caminos torcidos?

 

Todo lo que dice Dios en este capitulo es recto, es justo.  Los apostatas pueden gritar NO ES JUSTO, NO ES JUSTO, cuantas veces que quieren.

 

Pero ni modo, Dios es la definici—n de justicia, y Dios pedir‡ cuentas a cada persona, por sus acciones, y no habr‡ manera de echar la culpa a otros.

 

26) Apart‡ndose el justo de su justicia, y haciendo iniquidad, Žl morir‡ por ello; por la iniquidad que hizo, morir‡.  Y apart‡ndose el imp’o de su impiedad que hizo, y haciendo segœn el derecho y la justicia, har‡ vivir su alma.

 

28) Porque mir— y se apart— de todas sus transgresiones que hab’a cometido, de cierto vivir‡; no morir‡.

 

Lo importante, hermano es que te arrepientes ya, si hay pecado en tu vida.  Y que te sigues con el Se–or, toda tu vida.

 

Y si te crees que esto es solamente una doctrina del viejo testamento, San Pablo dijo el mismo en el segundo capitulo de Romanos.

 

Romanos 2:6-11 El cual pagar‡ a cada uno conforme a sus

obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,

 

pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulaci—n y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el jud’o primeramente y tambiŽn el griego,

 

pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al jud’o primeramente y tambiŽn al griego; porque no hay acepci—n de personas para con Dios.

 

Objeci—n: Pero mi querido pastor, me parece salvaci—n por

obras, lo que tu estas diciendo.

 

Respuesta: Estoy citando Romanos, el discurso supremo

sobre la salvaci—n por la gracia, por medio de la fe.

 

Pero la fe verdadera, siempre va a producir estos cambios.

 

Otra Objeci—n: Pero me estas exigiendo cosas imposibles

para un vil pecador como yo. No puedo, por lo tanto NO ES JUSTO.

 

Otra Repuesta: Cuando Dios mandaba a MoisŽs a partir el mar

rojo, se pidi— algo imposible.  Pero con el mandado vino el poder.

 

ƒxodo 14:21    Y extendi— MoisŽs su mano sobre el mar, e

hizo Jehov‡ que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvi— el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.

 

Si tu me dices, no puedo, no puedo, no es justo, solamente te voy a citar el verso otra vez.

 

Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

 

El hombre es completamente responsable, y Dios te ayudar‡ cumplir tus responsabilidades.

 

29) Si aœn dijere la casa de Israel: No es recto el camino del Se–or; Àno son rectos mis caminos, casa de Israel? Ciertamente, vuestros caminos no son rectos.

 

 

 

ÁSi quieres discutir con el Dios de la palabra, te garantizo, vas a perder en esto, y Dios saldr‡ como ganador, y tu el perdedor para siempre!

 

30) Por tanto, yo os juzgarŽ a cada uno segœn sus caminos, OH casa de Israel, dice Jehov‡ el Se–or. Convert’os, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os ser‡ la iniquidad causa de ruina.

 

La œnica conclusi—n es que el hombre tiene que arrepentirse, y continuar caminando en la luz.  Y esto no es nada irrazonable.

 

31) Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habŽis pecado, y haceos un coraz—n nuevo y un esp’ritu nuevo. ÀPor quŽ morirŽis, casa de Israel?

 

Producir un nuevo coraz—n en tu pecho es imposible para ti, pero puedes pedir a Dios, y Žl, lo har‡.  Pero tu tienes que desear lo, y rogar lo.

 

32) Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehov‡ el Se–or; convert’os, pues, y vivirŽis.

 

======================== Conclusi—n =======================

 

Bueno, esto es todo.  No hay nada mas que decir, Dios quiere el bueno para ti, pero tu tienes que sep‡rate de tus pecados, y tal vez, separarte te un poco mas del mundo.

 

Y si esto es tu deseo, puedes pasar en un momento, y oraremos contigo.

 

 

Vamos a Orar