7 de junio de 19
El Mandamiento Primero Y Peligroso
ƒxodo 20:1-3
Durante la gran reforma, en los tiempos de Juan Calvino,
Mart’n Lutero, y muchos otros, la fe Cristiana estaba recuperando de una
porquer’a de corrupci—n.
Y para ayudar al hombre comœn, a entender la sana
doctrina, se formaban cinco solas, que hasta la feche pueden ayudar nos a
evitar errores en la doctrina, y errores en la practica.
La lemas sabias de la gran reforma, en Lat’n.
1)Sola scriptura
– Nos recordaba que la autoridad m‡xima para toda la doctrina Cristiana
es la Biblia, y que no necesitamos profetas modernos ni nuevas revelaciones de
‡ngeles.
2)Sola fide
– Nos mantienen plantados en la justificaci—n por la fe, sin pensar que nuestras
obras pueden jam‡s generar merito, para de alguna manara comprar una posici—n
con el Se–or.
3)Sola gratia
– Nos llena de la gratitud sabiendo que la salvaci—n del alma ha sido don
de Dios, no por obras para que nadie se glor’e.
4)Solus
Christus – Nos recuerda que Cristo es el œnico mediador entre el
hombre y su Dios. Y que ni Mar’a,
ni otros llamados ÒsantosÓ, pueden funcionar en esta capacidad.
Y finalmente, el mas importante para el mensaje de
hoyÉ
5)Soli
Deo gloria – Que dice que jam‡s, bajo ningunas
condiciones podemos dar gloria, a nadie mas que nuestro Dios.
Es que estamos empezando hoy, una seria sobre los
diez mandamientos, y hoy, abriremos
el primero, que es el sumamente
peligroso. Y examinaremos unos
ejemplos.
Pero para vivir en la seguridad, es bueno memorizar
esa lema, y aplicar la a los ejemplos que veremos hoy d’a, que vienen de la
historia de le fe, y aun uno que viene de la vida moderna, ahora.
Bueno, vamos al textoÉ
1) Y
habl— Dios todas estas palabras, diciendo:
Hay que notar, que esto no es simplemente la opini—n
de MoisŽs, sino que esto es la pura palabra de Dios, dado a los jud’os, en la
antigŸedad, pero igualmente aplicable a nosotros en este momento.
2) Yo
soy Jehov‡ tu Dios, que te saquŽ de la tierra de Egipto, de casa de
servidumbre.
El pueblo de Dios viv’a por siglos en la esclavitud
de Egipto, y Dios siendo el poderoso que redimi— su pueblo tiene tambiŽn el
derecho de dictar sobre c—mo van a vivir, para vivir de manera saludable, y
para vivir de una manera que glorifica a su Dios.
Recuerde, Soli Deo gloria, vivimos para
glorificar a nuestro Dios, no a nosotros mismos, y ciertamente no para
glorificar a ningœn hombre.
Esa era la introducci—n, y ahora al mandamiento.
3) No
tendr‡s dioses ajenos delante de m’.
No es nada complicado. Hasta un ni–o peque–o de la escuela dominical puede entender
lo. pausa
Pero no te enga–es hermano, ese mandamiento es sumamente peligroso. Y veremos la manera en que muchos han
sido destruidos, y hasta est‡n sufriendo horriblemente en estos momentos, por
no haber tomado en serio, este peque–o mandamiento.
Un ejemplo.
pausa
A veces aparece uno que dice que es ateo, pero
siendo ateo, es buena persona, que tiene una excelente moralidad. ÀCual es el problema?
Es que no se da cuenta de que est‡ golpeando su pu–o
en la roca s—lida, en el asfalto, del primer mandamiento.
Es que no entiende lo mas minino sobre la moralidad
porque anda rompiendo el primero, el fundamental, mandamiento bajo toda forma de moralidad.
Negando el Dios de la ley, no tiene el derecho ni de
mencionar la moralidad, porque ya se ha descalificado a si mismo completamente.
Cuando el mandamiento dice ÒNo tendr‡s dioses ajenos
delante de m’Ó, est‡ diciendo que no puedes levantar ningœn ’dolo de ninguna
forma delante de sus ojos.
Pero claro, tienes que reconocer a Žl, y honrar a Žl
en todo lo que haces.
Cuando Cristo hablaba de la ley era muy claro.
Mateo 22:35-38 Y
uno de ellos, intŽrprete de la ley, pregunt—
por tentarle, diciendo: Maestro,
Àcu‡l es el gran mandamiento en la ley?
Jesœs le dijo: Amar‡s al Se–or tu Dios con todo tu coraz—n, y con toda
tu alma, y con toda tu mente. Este
es el primero y grande mandamiento.
Estamos mirando al primero, lo fundamental, y por esto, estamos hablando de algo
sumamente peligroso.
Bueno, hay muchas maneras de ense–ar sobre este mandamiento, y muchos predicadores
ense–an semana tras semana sobre ese vers’culo tres.
Pero creo que ser‡ mas eficaz en nuestro caso,
simplemente enfocar en cuatro ejemplos que abrir‡n los peligros de este peque–o verso.
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Ejemplos -----------------------
1) El
becerro de oro.
Esto viene del contexto del capitulo, porque pas—
cuando MoisŽs recib’a los mandamientos.
Pero no es ningœn pretexto decir que aun no ten’an la ley.
Dios quemaba a Sodoma y Gomorra, por sus violaciones
del sŽptimo mandamientos, siglos antes de escribir sobre las tablas con su
propio dedo.
Pero vamos al becerro.
ƒxodo 32:1 Cuando
el pueblo vio que MoisŽs tardaba en
bajar del monte, la gente
se congreg— alrededor de Aar—n, y le dijeron: Lev‡ntate, haznos un dios que
vaya delante de nosotros; en cuanto a este MoisŽs, el hombre que nos sac— de la
tierra de Egipto, no sabemos quŽ le haya acontecido.
Estaban reaccionando conforme a la cultura que se
conoc’an. Como han vivido por
siglos, donde hab’an dioses en todos lados, naturalmente deseaban esto.
ƒxodo 32:6-10 Y
al d’a siguiente se levantaron temprano y
ofrecieron holocaustos y
trajeron ofrendas de paz; y el pueblo se sent— a comer y a beber, y se levant—
a regocijarse. Entonces el Se–or
habl— a MoisŽs: Desciende pronto, porque tu pueblo, que sacaste de la tierra de
Egipto, se ha corrompido. Bien
pronto se han desviado del camino que yo les mandŽ. Se han hecho un becerro de
fundici—n y lo han adorado, le han ofrecido sacrificios y han dicho: ÒEste es
tu dios, Israel, que te ha sacado de la tierra de Egipto.Ó Y el Se–or dijo a MoisŽs: He visto a
este pueblo, y he aqu’, es pueblo de dura cerviz. Ahora pues, dŽjame, para que se encienda mi ira contra ellos
y los consuma; mas de ti yo harŽ una gran naci—n.
Ojala puedes ver el peligro. Copiando al
mundo, haciendo su becerro, se empezaron a festejar de la manera mas repugnante
en los ojos de Dios.
Dios dice se
ha corrompido, porque olvidando a nuestra lema, Soli Deo gloria,
toda su santidad se desaparec’a.
Estaban contaminados, espiritualmente sucios, como uno que va a un
hechicero.
Lev’tico 19:31 No
os volv‡is a los encantadores ni a los
adivinos; no los
consultŽis, contamin‡ndoos con ellos. Yo Jehov‡ vuestro Dios.
En el caso del becerro, dice mas tarde que Dios les
mandaba una plaga. Se puede leer
mas de esto en casa. Pero el punto
es, que el hombre, copiando al mundo, puede caer f‡cilmente en el gran peligro que cargar‡ sobre los que
olvidan, la lema poderosa, Soli Deo gloria.
Ahora tu puedes pensar, ÒBueno, ese pueblo era
ignorante, no ten’an las informaciones que nosotros tenemos, seguramente nosotros
no estamos en peligro de algo semejante.Ó
pausa
Pero vamos a nuestro segundo ejemplo. Que no es sobre un ignorante, sino que
se trata del hombre mas sabio de toda la historia de la humanidad aparte de
Cristo.
2)
Los errores de Salom—n.
La ley es muy simple, pero es tambiŽn muy f‡cil de
olvidar.
No tendr‡s dioses ajenos delante de m’.
O como lo expresamos en la lema santaÉ, para
intentar recordar.
Soli
Deo gloria
1 Reyes 11:1-8 Pero
el rey Salom—n am—, adem‡s de la hija de
Fara—n, a muchas mujeres
extranjeras; a las de Moab, a las de Am—n, a las de Edom, a las de Sid—n, y a
las heteas;
gentes de las cuales
Jehov‡ hab’a dicho a los hijos de Israel: No os llegarŽis a ellas, ni ellas se
llegar‡n a vosotros; porque ciertamente har‡n inclinar vuestros corazones tras
sus dioses. A Žstas, pues, se junt— Salom—n con amor.
Y tuvo setecientas mujeres
reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su coraz—n.
Salom—n era muy rico, muy famoso, muy poderoso. Y hundiendo se en sus lujos, se empezaba
a olvidar de lo mas b‡sico. Se
sali— de su mente, la santa lemaÉ Soli
Deo gloria
Y cuando Salom—n era ya
viejo, sus mujeres inclinaron su coraz—n tras dioses ajenos, y su coraz—n no
era perfecto con Jehov‡ su Dios, como el coraz—n de su padre David.
Porque Salom—n sigui— a
Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ’dolo abominable de los amonitas.
E hizo Salom—n lo malo
ante los ojos de Jehov‡, y no sigui— cumplidamente a Jehov‡ como David su
padre.
Entonces edific— Salom—n
un lugar alto a Quemos, ’dolo abominable de Moab, en el monte que est‡ enfrente
de JerusalŽn, y a Moloc, ’dolo abominable de los hijos de Am—n.
As’ hizo para todas sus
mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrec’an sacrificios a sus
dioses.
Ahora bien, tu puedes pensar, ÒBueno el hombre se
equivocaba en su vejes, nadie es perfectoÓ. pausa
Pero es mucho mas grave. Por esto Dios mandaba una guerra civil, a la casa de David.
Y dividiendo el pueblo, la idolatr’a se multiplicaba
mas y mas. Hasta que Dios,
sumamente provocado se levantaba enemigos en contra del pueblo santo.
Y finalmente llegando al tiempo de Ezequiel, como
estamos estudiando en domingo, era un desastre. Dios dijo que eran peor que Sodoma, y finalmente muchos
muriendo por el hambre, gente comiendo miembros de sus propias familias para
sobrevivir.
La ley es muy simple, No tendr‡s dioses ajenos delante de m’.
Pero olvidando la, te puedes soltar una avalancha de
consecuencias.
Ahora vamos a un ejemplo del testamento nuevo.
3)
Herodes consumido por gusanos.
Hechos 12:21-24 Y
un d’a se–alado, Herodes, vestido de
ropas reales, se sent— en
el tribunal y les areng—.
Seguramente Herodes era un hombre preparado, con
ciertos dones de elocuci—n. Y el
pueblo era muy impresionado con su discurso.
22 Y el pueblo aclamaba
gritando: !!Voz de Dios, y no de hombre!
Al momento un ‡ngel del
Se–or le hiri—, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expir— comido de
gusanos. Pero la palabra del Se–or
crec’a y se multiplicaba.
El rey Herodes era orgulloso, dijeron que ten’an la
voz de Dios, y no de hombre. Y
recibiendo esa gloria, provocando al Dios tres veces santo, se expir— en poco
tiempo, cubierto de gusanos, que expresaban la opini—n que Dios tenia de Žl.
Lo vez hermanos, el mandamiento es breve, entendible para los ni–os mas peque–os, pero
olvidando lo es sumamente peligroso.
No tendr‡s dioses ajenos delante de m’.
O, tambiŽn con esa buena lemaÉ
Soli
Deo gloria
Ahora para concluir, tengo un ejemplo mas. Y no es algo del pasado, sino es de
nuestros tiempos. De hecho es de
esta misma semana, noticias que salieron este miŽrcoles pasado.
4) La
Iglesia Luz Del Mundo.
Antes que nada, es casi una blasfemia llamar ellos
una iglesia. Y es peor decir que
son el Òluz del mundoÓ. Mas bien
representan la oscuridad del mundo.
Y ahora tengo que robar algo del tiempo de
testimonios.
Estuve predicando a–os, por aire libre, en una
esquina en Santa Ana, y en los œltimos dos a–os, miembros de ese grupo,
falsamente llamado ÒIglesia, Luz del mundoÓ empezaban a aparecer en nuestra
esquina, porque tienen una llama ÒtemploÓ muy cerca.
Y no me malentiendan, no los odio, he orado por
ellos ya por a–os (mi esposa es mi testigo), habiendo tenido mucho contacto con
ellos, y habiendo investigado su organizaci—n mucho, antes de este ultimo
esc‡ndalo por 26 cargos que van desde actos lascivos a ni–os, pornograf’a
infantil, violaci—n y abuso sexual, etc.
He sentido lastima, profunda por ellos, ya por a–os,
porque tienen Biblias, y hasta cantan nuestros himnos, en publico.
Auque en sus templos cantan a veces al mismo, Naas—n
Joaqu’n Garc’a, a quien se dan la gloria.
Cuando hablan con la gente en la calle, casi no
hablan de Cristo, sino que se hablan de Joaqu’n, hasta diciendo, ÒTu tienes que
recibir a Joaqu’n, de otra manera tu fe no se vale.Ó
Tienen las escrituras pero han torcido las
escrituras, para dar siempre la preeminencia a Joaqu’n.
Han sido atrapados en nuestro peque–o mandamiento.
No tendr‡s dioses ajenos delante de m’.
Y en nuestra lema saludable de la gran reforma.
Soli
Deo gloria
Y por esto est‡n en un gran peligro, y pido que ores por ellos, para que muchos se salgan a lo
que realmente es la luz, porque andan atrapados.
Van a defender a su ’dolo, tienen que hacer lo,
Naas—n Joaqu’n Garc’a, es todo para ellos.
Y no tienes que solamente tomar mis experiencias
sobre todo esto, puedes hacer tus propias investigaciones sobre lo que ense–an,
lo que han ense–ado ya por a–os, antes de este ultimo esc‡ndalo, porque hab’a
otro sec‡ndolo semejante en la vida de su padre, el otro ’dolo.
Levantando a un hombre, muy alto, para recibir la
gloria es muy provocante a nuestro Dios, y no van a salir con la suya.
Pero no es la primera vez Joseph Smith, el fundador
de los mormones era un hechicero como Joaqu’n, un perverso sexual, pero hasta
la fecha sus seguidores lo levantan.
Se muri— tratando de escapar de la c‡rcel, pero en
los ojos de sus victimas, es un m‡rtir, hombre de Dios siempre digno de su
respeto.
Doy gracias a Dios que muchas veces estuve
predicando a ellos en Santa Ana, en nuestra esquina, con sistema de sonido,
todo grabado, y lo puedes escuchar en el Internet, con un coro de sus j—venes,
cantando al mismo tiempo, detr‡s de mi predicaci—n. Todo captado en la grabaci—n.
La mejor vez era cuando predicaba, por ellos, del textoÉ
1 Timoteo 2:5 Porque
hay un solo Dios, y un solo mediador
entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre,
Ojala esto plantaba algo se semilla doctrinal en el
coraz—n de unos de estos j—venes.
Pero s’galo, en la noticias o escuchan a sus
seguidores en el youtube. Inocente
o culpable, soltado o puesto en la prisi—n por toda la vida, van a defender lo,
tienen que hacer lo, y todo esto tiene sentido, porque Naas—n Joaqu’n Garc’a es
todo para ellos.
Pero llegando al tercer mandamiento, tendrŽ que
denunciar que cuando ellos dicen que su Joaqu’n es el Òap—stol de CristoÓ,
est‡n arrastrando el nombre de Cristo por el lodo del trafico humano, de la
violaci—n de menores, de la pornograf’a, y mucho mas, hundiendo se mas y mas en
el hoyo que han cavado.
ƒxodo 20:7 No
tomar‡s el nombre de Jehov‡ tu Dios en
vano; porque no dar‡ por
inocente Jehov‡ al que tomare su nombre en vano.
Pero insisto, no los odio, estoy orando por la
redenci—n de muchos de ellos.
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Conclusi—n -----------------------
Hermanos, este primer mandamiento es simple, f‡cil de entender, pero tambiŽn f‡cil de
olvidar y caer en las manos de un Dios enfurecido.
Si tu quieres vivir seguro, jam‡s ofendiendo este
gran Dios, as’, puedes pasar en un momento, y oraremos contigo.
Y no olvides jam‡s esa lema sagrada.
Soli
Deo gloria
Vamos a Orar