31 de mayo de 2019
Vencedores Bajo Fuego
Zacar’as 14:1-21
Hemos llegado al fin de este gran, y miserioso
libro. Y hoy ser‡ mas misterioso
aun.
Pero tenemos que recordar el contexto y el prop—sito
de esa revelaci—n.
El pueblo era dŽbil, peque–o, los jud’os que en fe,
regresaron de Babilonia, a un lugar destruido, para poco a poco reconstruir.
Hab’a mucha oposici—n, y hab’a desanimo. Y Dios mandaba a Zacar’as para ense–ar
el pueblo de que eran vencedores,
aun si a veces eran vencedores bajo
fuego, y bajo aflicciones.
Pero ten’an que continuar, porque su obra ser’a un
Žxito, no en vano, su obra iba preparar el mundo para Cristo Jesśs, y
finalmente esa obra iba a cambiar al mundo entero.
1-2)
He aqu’, el d’a de Jehov‡ viene, y en medio de ti ser‡n repartidos tus
despojos. Porque yo reunirŽ a
todas las naciones para combatir contra JerusalŽn; y la ciudad ser‡ tomada, y
ser‡n saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad ir‡
en cautiverio, mas el resto del pueblo no ser‡ cortado de la ciudad.
ŔQue manera de dar animo es esta? pausa
Pero as’ se abre el capitulo. Voy a reconocer desde el principio que
no todos, los te—logos, los predicadores, han estado de acuerdo sobre los
tiempos ni el significado de los eventos de este capitulo.
Yo he ido con los mas antiguos, de siglos atr‡s que
hablan de esto como la destrucci—n de JerusalŽn despuŽs de la vida de Cristo.
Es que los vencedores,
los firmes en la fe, ten’an que saber que el pueblo jud’o seria otra vez
aplastado, aunque ellos no iban a caer con ellos.
3)
DespuŽs saldr‡ Jehov‡ y pelear‡ con aquellas naciones, como pele— en el d’a de
la batalla.
Esto hemos visto mucho en los profetas. Dios mandaba enemigos feroces en contra
de su pueblo, en forma de disciplina.
Pero como no era la intenci—n de estos pueblo ayudar
a Dios, sino vivir por su crueldad, ellos mismos, generalmente eran castigados
despuŽs.
Cuando Roma atacaba a Israel, despuŽs de la vida de
Cristo, se empezaba su declinaci—n como poder.
4) Y
se afirmar‡n sus pies en aquel d’a sobre el monte de los Olivos, que est‡ en
frente de JerusalŽn al oriente; y el monte de los Olivos se partir‡ por en
medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y
la mitad del monte se apartar‡ hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.
Muchos modernos, buenos hermanos, toman esto como
Cristo regresando y actualmente dividiendo la geograf’a en el medio oriente. Pero esa posici—n es muy nueva en la
historia y no bien fundada.
Hay grandes cosas en el libro de GŽnesis, sobre la
creaci—n del mundo, o como el gran diluvio, que debemos de tomar literalmente
porque la literatura all’ es hist—rica.
Pero los profeta hablan mucho con expresiones
apocal’pticas.
Por ejemplo en el tiempo de PentecostŽs, se dijeron.
Hechos 2:16-20 Mas
esto es lo dicho por el profeta Joel:
Y en los postreros d’as,
dice Dios,
DerramarŽ de mi Esp’ritu
sobre toda carne,
Y vuestros hijos y
vuestras hijas profetizar‡n; Vuestros j—venes ver‡n visiones,
Y vuestros ancianos
so–ar‡n sue–os;
Y de cierto sobre mis
siervos y sobre mis siervas en aquellos d’as DerramarŽ de mi Esp’ritu, y
profetizar‡n.
Y darŽ prodigios arriba en
el cielo, Y se–ales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; El sol
se convertir‡ en tinieblas,
Y la luna en sangre, Antes que venga el
d’a
del
Se–or, Grande y manifiesto.
La luna jam‡s se convert’a en sangre, pero estas
eran las expresiones, las maneras de hablar. El libro de Apocalipsis esta llena de estas expresiones, que
nadie est‡ tomando literalmente.
Apocalipsis 13:1 Me
parŽ sobre la arena del mar, y vi
subir del mar una bestia
que ten’a siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre
sus cabezas, un nombre blasfemo.
Nadie est‡ tomando esto literalmente, sino que se
interpretan como un l’der malvado.
Y tambiŽn hemos visto muchas de estas figuras profŽticas en el principio
del libro de Ezequiel.
4-5)
Y se afirmar‡n sus pies en aquel d’a sobre el monte de los Olivos, que est‡ en
frente de JerusalŽn al oriente; y el monte de los Olivos se partir‡ por en
medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y
la mitad del monte se apartar‡ hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. Y huirŽis al valle de los montes,
porque el valle de los montes llegar‡ hasta Azal; huirŽis de la manera que
huisteis por causa del terremoto en los d’as de Uz’as rey de Jud‡; y vendr‡
Jehov‡ mi Dios, y con Žl todos los santos.
Dios estaba, de alguna forma, sobre el monte de
Olivos, no para cambiar la geograf’a de la regi—n, sino para abrir un escape
para sus fieles.
Sus fieles siempre son vencedores, pero pueden ser vencedores
bajo fuego.
6-7)
Y acontecer‡ que en ese d’a no habr‡ luz clara, ni oscura. Ser‡ un d’a, el cual es conocido de
Jehov‡, que no ser‡ ni d’a ni noche; pero suceder‡ que al caer la tarde habr‡
luz.
Al caer la tarde, habr‡ luz. Tampoco sobre cuando esto pas—, o va a
pasar, tampoco hay mucho acuerdo.
Pero ni modo, podemos sacar su aplicaci—n.
A veces en la historia de los vencedores, hay temporadas muy oscuras, como durante la esclavitud
en Egipto, cuando ten’an que hacer ladrillos, sin paja. Era muy duro.
O antes de la gran reforma, cuando hab’a mucha
corrupci—n en la iglesia de Roma y no hab’a otras alternativas.
Pero los vencedores,
aun bajo fuego, se manten’an firmes,
y en la oscuridad de la noche, aparec’a luz. A veces cuando todos estaban al borde de tirar la toalla.
ŔQuien sabe?
Tal ves nosotros estamos viviendo en una de estas Žpocas.
8)
Acontecer‡ tambiŽn en aquel d’a, que saldr‡n de JerusalŽn aguas vivas, la mitad
de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en
verano y en invierno.
Esta es una par‡bola muy comśn. Cristo dijo que los que creen en Žl
tendr‡n r’os de agua viva saliendo de sus seres.
Juan 7:37-39 En
el śltimo y gran d’a de la fiesta, Jesśs se
puso en pie y alz— la voz, diciendo: Si
alguno
tiene sed, venga a m’ y beba.
El que cree en m’, como
dice la Escritura, de su interior correr‡n r’os de agua viva.
Esto dijo del Esp’ritu que
hab’an de recibir los que creyesen en Žl; pues aśn no hab’a venido el Esp’ritu
Santo, porque Jesśs no hab’a sido aśn glorificado.
La ilustraci—n es muy bella, y no es nada literal,
sino que habla de la manera en que tu puedes impactar grandemente las vidas,
las familias, el futuro de otras personas.
Y veremos mas tarde en Ezequiel algo semejante con
grandes cantidades de agua saliendo del pueblo de Dios.
Ezequiel 47:1-9 Me
hizo volver luego a la entrada de la
casa; y he aqu’ aguas que
sal’an de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la fachada de
la casa estaba al oriente, y las aguas descend’an de debajo, hacia el lado
derecho de la casa, al sur del altar.
2 Y me sac— por el camino
de la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por el camino exterior, fuera
de la puerta, al camino de la que mira al oriente; y vi. que las aguas sal’an
del lado derecho.
Y sali— el var—n hacia el
oriente, llevando un cordel en su mano; y midi— mil codos, y me hizo pasar por
las aguas hasta los tobillos.
Midi— otros mil, y me hizo
pasar por las aguas hasta las rodillas. Midi— luego otros mil, y me hizo pasar
por las aguas hasta los lomos.
Midi— otros mil, y era ya
un r’o que yo no pod’a pasar, porque las aguas hab’an crecido de manera que el
r’o no se pod’a pasar sino a nado.
Y me dijo: ŔHas visto,
hijo de hombre? DespuŽs me llev—, y me hizo volver por la ribera del r’o.
Y volviendo yo, vi que en
la ribera del r’o hab’a much’simos ‡rboles a uno y otro lado.
Y me dijo: Estas aguas
salen a la regi—n del oriente, y descender‡n al Araba, y entrar‡n en el mar; y
entradas en el mar, recibir‡n sanidad las aguas.
Y toda alma viviente que
nadare por dondequiera que entraren estos dos r’os, vivir‡; y habr‡ much’simos
peces por haber entrado all‡ estas aguas, y recibir‡n sanidad; y vivir‡ todo lo
que entrare en este r’o.
Esto es una continuaci—n de las doctrinas del animo,
para la sanidad que iba a salir del pueblo de Dios. El profeta Zacar’as vino despuŽs de Ezequiel y empleaba
mucho, sus ense–as.
Pero en el futuro, habr‡ mas y mas sanidad tra’da
por el poder del evangelio. Y hay
hermanos aqu’, en esta noche que han recibido sanidad, espiritual, y f’sica en
algunos casos, por el poder del evangelio.
9) Y
Jehov‡ ser‡ rey sobre toda la tierra. En aquel d’a Jehov‡ ser‡ uno, y uno su
nombre.
En un sentido, Jehov‡, Cristo Jesśs, ya es rey sobre
toda la tierra, pero no est‡ reconocido as’.
Pero como veremos en el resto de este capitulo, esto
va a cambiar.
10)
Toda la tierra se volver‡ como llanura desde Geba hasta Rim—n al sur de
JerusalŽn; y Žsta ser‡ enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de
Benjam’n hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del Angulo, y
desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.
Otra vez, no estoy de acuerdo con los que intentan
tomar esto como un cambio en la geolog’a del medio oriente.
Cristo dijo que el Žnfasis de Israel geogr‡ficamente
iba a desaparecer. Como dijo a la
mujer Samaritana.
Juan 4:20-22 Nuestros
padres adoraron en este monte, y
vosotros dec’s que en
JerusalŽn es el lugar donde se debe adorar.
Jesśs le dijo: Mujer,
crŽeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en JerusalŽn adorarŽis al
Padre.
Vosotros ador‡is lo que no
sabŽis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvaci—n viene de los
jud’os.
ŔEl punto entonces? Habr‡ vencedores,
vencedores bajo fuego que estar‡n
sirviendo en las iglesias en todas partes del mundo. Y cuando los hermanos andan en la santidad, la iglesia ser‡
enaltecida, y muy visible.
Y esto no es una exclusi—n de los jud’os, porque los
jud’os en el futuro van a venir mas y mas a Cristo, como San Pablo ense–aba en
el 11 de Romanos.
Romanos 11:11-12 Digo,
pues: ŔHan tropezado los de Israel
para que cayesen? En
ninguna manera; pero por su transgresi—n vino la salvaci—n a los gentiles, para
provocarles a celos.
Y si su transgresi—n es la
riqueza del mundo, y su defecci—n la riqueza de los gentiles, Ŕcu‡nto m‡s su
plena restauraci—n?
Los jud’os no van a estar separados de Cristo para
siempre, sino que, segśn San Pablo, ser‡n restaurados.
No puedo desarrollar esto mucho ahora, pero si
quieres ver mas sobre esto puedes leer el capitulo 11 de Romanos.
11) Y
morar‡n en ella, y no habr‡ nunca m‡s maldici—n, sino que JerusalŽn ser‡
habitada confiadamente.
Cuando haya hermanos, jud’os y no jud’os trabajando,
los jud’os, como el gran evangelista, Rey Comfort, que es jud’o, Cristiano, y
no vive muy lejos de aqu’, pero ellos van a ayudar nos a entender aun mejor,
como funcione la palabra de Dios.
Porque ellos son, como dice san Pabla, la ramas
naturales.
Y con muchos de ellos entrando, las iglesias van a
subir muy alto tanto en su influencia, como en su santidad.
12) Y
esta ser‡ la plaga con que herir‡ Jehov‡ a todos los pueblos que pelearon
contra JerusalŽn: la carne de ellos se corromper‡ estando ellos sobre sus pies,
y se consumir‡n en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshar‡ en su boca.
La interpelaci—n moderna, muy popular, es que esto
est‡ hablando de bombas at—micas.
Pero esto solamente est‡ diciendo que Cristo no va a
permitir que el mundo sigue atacando a sus iglesias.
Aun en nuestros tiempos de gran oscuridad, hay un
poco de luz brillando, porque unos estados con muchos Cristianos est‡n ya implementando
leyes otra vez en contra de los abortos.
ŔPorque?
Es que entre los muchos cobardes, existan unos vencedores, y se pelean, aun cuando son vencedores bajo fuego.
13) Y
acontecer‡ en aquel d’a que habr‡ entre ellos gran p‡nico enviado por Jehov‡; y
trabar‡ cada uno de la mano de su compa–ero, y levantar‡ su mano contra la mano
de su compa–ero.
Esto pasaba mucho en la historia de los enemigos de
los Cristianos. Cuando los
musulmanes se levantan en contra de nosotros, de repente los Chi’tas pelean en contra
de los Sunis, y otra vez, hay luz, saliendo durante la noche mas oscura. Y hay muchos otros ejemplos.
14) Y
Jud‡ tambiŽn pelear‡ en JerusalŽn. Y ser‡n reunidas las riquezas de todas las
naciones de alrededor: oro y plata, y ropas de vestir, en gran abundancia.
Esto habla de conflictos dentro de la iglesia, un
grupo contra otro. Y es algo que
Dios ha permitido, a cada cuando.
Es que estamos ganando, pero nada de esto es f‡cil.
Es que somos vencedores,
pero vencedores bajo fuego.
1 Corintios 11:19 Porque
es preciso que entre vosotros haya
disensiones, para que se
hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.
Los grandes credos y confesiones de la iglesia
vinieron por peleas sobre doctrina.
Era fea, pero la iglesia avanzaba por todo esto, bajo fuego.
15)
As’ tambiŽn ser‡ la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de
los asnos, y de todas las bestias que estuvieren en aquellos campamentos.
Los que ataquen al pueblo de Dios est‡n sujetados a
muchas plagas.
16) Y
todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra JerusalŽn,
subir‡n de a–o en a–o para adorar al Rey, a Jehov‡ de los ejŽrcitos, y a
celebrar la fiesta de los tabern‡culos.
Peleando con la iglesia, muchos vean el poder de la
iglesia y mas tarde desean unirse son nosotros.
Habla de la fiesta de tabern‡culos porque est‡ fiesta
est‡ llena de alegr’a.
Nehem’as 8:17 Y
toda la congregaci—n que volvi— de la
cautividad hizo tabern‡culos, y en tabern‡culos habit—;
porque desde los d’as de JosuŽ hijo de Nun hasta aquel d’a, no hab’an hecho as’
los hijos de Israel. Y hubo alegr’a muy grande.
17) Y
acontecer‡ que los de las familias de la tierra que no subieren a JerusalŽn
para adorar al Rey, Jehov‡ de los ejŽrcitos, no vendr‡ sobre ellos lluvia.
Y claro, en la antigźedad cuando no hab’a agua, no
hab’a nada porque casi todos trabajaban en la agricultura, y depend’an mucho de
la lluvia.
Hermanos, Cristo no vino a este mundo haciendo
sugerencias sobre los que tal vez iban a seguir le, sino que Cristo es la śnica
esperanza.
Cuando San Pablo predicaba a los griegos en Atenas,
dijo que Dios ahora mandaba a todo que se arrepientan de una vez.
Hechos 17:30 Pero
Dios, habiendo pasado por alto los
tiempos de esta
ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.
18) Y
si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habr‡ lluvia;
vendr‡ la plaga con que Jehov‡ herir‡ las naciones que no subieren a celebrar
la fiesta de los tabern‡culos.
Los de Egipto pudieron pensar que no serian
afectados sin la lluvia porque tomaban su agua del r’o.
Pero si no hab’a lluvia en el norte de la çfrica,
hasta el Nilo pudiera estar muy bajo.
Y si los de Egipto ten’an un poco de memoria, deber’an
de recordar que Dios habla en serio, cuando se habla de plagas.
19)
Esta ser‡ la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que
no subieren para celebrar la fiesta de los tabern‡culos.
Vendr‡n un tiempo, cuando ser‡ muy costoso no unirse
con la iglesia de Cristo, y si tu hermano, hermana aun no ha sido bautizado,
podemos poner un d’a especial para ti.
20)
En aquel d’a estar‡ grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A
JEHOVç; y las ollas de la casa de Jehov‡ ser‡n como los tazones del altar.
En el testamento antiguo dijeron esto solamente del
sumo sacerdote. Pero un d’a
vendr‡, en que todo ser‡ considerado, como consagrado, a Cristo, hasta el
equipo de los caballos.
Todo lo que hacemos ser‡ para el Se–or. Ultimo verso del capitulo, y del libro.
21) Y
toda olla en JerusalŽn y Jud‡ ser‡ consagrada a Jehov‡ de los ejŽrcitos; y
todos los que sacrificaren vendr‡n y tomar‡n de ellas, y cocer‡n en ellas; y no
habr‡ en aquel d’a m‡s mercader en la casa de Jehov‡ de los ejŽrcitos.
Est‡ hablando de un tiempo de gran purificaci—n en
la iglesia, como cuando Cristo vino echando los vendedores del templo.
La gran hipocres’a, no puede permanecer.
San Pablo entend’a esto porque dijo enÉ
1 Corintios 10:31 Si,
pues, comŽis o bebŽis, o hacŽis otra
cosa, hacedlo todo para la
gloria de Dios.
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Aplicaci—n -----------------------
ŔBueno, que es el punto de todo esto? El profeta fue mandado para animar al
pueblo, a convencer el pueblo de que somos vencedores,
aunque a veces bajo fuego.
Cuando las iglesias faltan mucho en la santidad, se
faltan tambiŽn en el poder. Pero
con gran santidad, hay gran poder.
Y cuando los jud’os entran, se entran trayendo
claridad sobre muchos puntos, y cuando muchos de ellos entran, habr‡ una
transformaci—n.
Romanos 11:15 Porque
si su exclusi—n es la reconciliaci—n
del mundo, ŔquŽ ser‡ su
admisi—n, sino vida de entre los muertos?
Los jud’os aun no han regresado a la fe en grandes
nśmeros, pero cuando esto pasa, la iglesia va a acelerar, avanzando su dominio
en el mundo.
Y si tu quieres jugar una parte en todo esto, como
un vencedor, aunque seguramente un vencedor bajo fuego, puedes pasar al
frente en unos momentos y oraremos contigo.
Vamos a Orar