28 de abril de 19
òtil Como Le–a
Ezequiel 15:1-8
Introducci—n
Recordando el contexto, el profeta Ezequiel estaba en Babilonia. JerusalŽn ha sido atacado ya varias
veces, por las tropas de Nabucodonosor, y Dios ha anunciado que los que
quedaban en la tierra santa, iban a estar destruidos.
Y parece ahora, que no solamente los jud’os en Babilonia, sino hasta
el profeta mismo sent’a como que los juicios de Dios, en todo esto, eran bien
duros.
Y por lo tanto, en este breve capitulo, Dios va a justificar lo que
hace. pausa
Aunque Dios no est‡ bajo obligaci—n a nadie, de explicar sus razones,
pero amando a los que est‡n en pacto con Žl, lo va a hacer.
1) Vino a m’ palabra de Jehov‡,
diciendo:
Es bueno empezar el capitulo as’, recordando nos que nada de esto era
simplemente la opini—n del profeta.
Sino que esto es la palabra de Dios, revelado por medio de Ezequiel.
2) Hijo de hombre, ÀquŽ es la madera
de la vid m‡s que cualquier otra madera? ÀQuŽ es el sarmiento entre los ‡rboles
del bosque?
Aqu’ Dios empieza hablando de cierta forma de planta. La vid, aunque es una planta muy
valiosa, no produce una madera muy œtil.
No se pudiera sacar tablas de madera, de esa planta, ni tablas muy
peque–as.
Y tenemos que recordar hermanos, que en la antigŸedad no ten’an un
Home Depot en cada cuidad como ahora.
Y por lo tanto, se usaban toda la madera que ten’an. Era costoso cortar ‡rboles llevar los
de lejos.
Era como con la vaca, empleaban toda forma de carne, de lengua, de
tripas, de buche, sesos.
Aun hoy en d’a, hay tacos favoritos de muchas carnes diferentes, pero
esto empezaba cuando ten’an que emplear todo, y no malgastar nada, por la
necesidad.
De la misma manera, trataban de emplear cada forma de madera para
algo.
2) Hijo de hombre, ÀquŽ es la madera
de la vid m‡s que cualquier otra madera? ÀQuŽ es el sarmiento entre los ‡rboles
del bosque?
El sarmiento del bosque era otra planta con madera muy torcida,
peque–a, que no tenia utilidad alguna.
3) ÀTomar‡n de ella madera para hacer
alguna obra? ÀTomar‡n de ella una estaca para colgar en ella alguna cosa?
Ahora Dios est‡ realmente entrando en su argumento. La madera de la vid, no es muy œtil. Aunque si te buscas alguna manera de
emplear la, no va a funcionar.
Ni para algo muy simple como una estaca, para colgar un abrigo o los
utensilios de la cocina. pausa
Cuando yo pensaba en esto, estudiando, solamente entraba en mi mente
la le–a, porque como he visitado a la
gente ind’gena de Chiapas, he visto hermanas cocinando con le–a.
Y los pedazos peque–os de madera, que parecen totalmente inœtiles,
para los carpinteros, pueden servir de algo, como el combustible en la cocina.
4) He aqu’, es puesta en el fuego para
ser consumida; sus dos extremos consumi— el fuego, y la parte de en medio se
quem—; Àservir‡ para obra alguna?
ÀSi era bastante inœtil antes de ser quemada, cuanto menos va a servir
para algo cuando era parcialmente consumido?
5) He aqu’ que cuando estaba entera no
serv’a para obra alguna; Àcu‡nto menos despuŽs que el fuego la hubiere
consumido, y fuere quemada? ÀServir‡ m‡s para obra alguna?
Creo que es claro que esto forma parte de una par‡bola.
Como cuando Cristo Jesœs, empelaba toda forma de agricultura para
ense–ar sus puntos espirituales, el Esp’ritu Santo est‡ haciendo el mismo aqu’.
6) Por tanto, as’ ha dicho Jehov‡ el
Se–or: Como la madera de la vid entre los ‡rboles del bosque, la cual di al
fuego para que la consumiese, as’ harŽ a los moradores de JerusalŽn.
Ahora Dios estaba entrando en su justificaci—n.
Israel ya ha sido fuertemente atacado dos veces por los soldados de
los caldeos. Era ya como la madera
inœtil dos veces quemada.
ÀSi era un pueblo ya inœtil en los ojos de Dios para cualquier obra
buena, cuanto mas despuŽs eran mas inœtiles?
Y hemos visto ya por los primeros catorce cap’tulos, que ese pueblo no
produc’a nada fruct’fera para Dios, por mucho tiempo.
As’ que el pueblo era como la madera de la vid, muy torcita, solamente
œtil como le–a, pero no para ninguna
obra buena.
Y si has estudiado tu Biblia algo, sabes que el pueblo de Dios est‡
presentado mucho como una vid.
En el Salmo 80 por ejemploÉ
Salmos 80:8-11 Hiciste venir una
vid de Egipto;
Echaste las naciones, y la plantaste.
Limpiaste sitio delante de ella,
E hiciste arraigar sus ra’ces, y llen— la tierra.
Los montes fueron cubiertos de su sombra,
Y con sus sarmientos los cedros de Dios.
Extendi— sus v‡stagos hasta el mar,
Y hasta el r’o sus renuevos.
Y como una planta, era muy costoso mantener la vid. La vid exige mucho cuidado. Esto hemos visto en el libro de Isa’as.
Isa’as 5:1-4 Ahora
cantarŽ por mi amado el cantar de mi
amado a su vi–a. Ten’a mi amado una vi–a en una ladera fŽrtil.
La hab’a cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; hab’a
edificado en medio de ella una torre, y hecho tambiŽn en ella un lagar; y
esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres.
Ahora, pues, vecinos de JerusalŽn y varones de Jud‡, juzgad ahora
entre m’ y mi vi–a.
ÀQuŽ
m‡s se pod’a hacer a mi vi–a, que yo no
haya hecho en ella? ÀC—mo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas
silvestres?
Era muy costoso cuidar de una vid. Y si no produc’a el fruto esperado, la uvas, los jugos el
vino y vinagre y otros productos, todo era una gran frustraci—n.
Y esta era exactamente la queja de Dios sobre su pueblo antes,
durante, y despuŽs del cautiverio.
Y podemos aplicar el mismo a nosotros. ÀCuanto cuidado ha Dios gastado para ti, hermano, hermana,
joven?
Para los j—venes Dios ha levantado Padres, que trabajan para cuidar de
las necesidades de sus hijos.
Muchos han orado por sus j—venes constantemente, y ojala se han tratado
de instruir los en la palabra.
Pero hablando a todos.
ÀCuantas gallinas, y vacas, y peces ha Dios producido para ti? ÀCuantos libros de su Biblia ha
escrito, y preservado para ti?
ÀCuantos pastores y ancianos, y autores Cristianos han sido puestos en
tu camino, para ojala, tener una cosecha de frutos de servicio, y de
santidad? pausa
Pregunta: ÀEst‡ todo esto
funcionando en tu vida? Eres un
hermano, hermana, un joven fruct’fero,
pausa, o
eres, en realidad, solamente œtil, para le–a?
Ahora, Dios habiendo justificado a si mismo, mostrando que sus juicios
no eran ni duros ni crueles, va a cerrar con su aplicaci—n.
7) Y pondrŽ mi rostro contra ellos;
aunque del fuego se escaparon, fuego los consumir‡; y sabrŽis que yo soy
Jehov‡, cuando pusiere mi rostro contra ellos.
Estaban ya como madera quemada por dos lados.
Esto significaba sus dos ataques, que eran como una disciplina. Y ni esto produc’a ningœn cambio en
ellos.
Esto es como los hermanos que sufren tribulaciones y en vez de
acercarse mas a Dios, por esto, sabiendo que Žl ha ordenado todo, se pongan aun
mas fuertes en su rebeli—n.
Y se terminan infructuosos, aun habiendo sido disciplinados, y como la
madera torcida, y peque–a, se terminan, solamente, œtiles para le–a.
8) Y convertirŽ la tierra en
asolamiento, por cuanto cometieron prevaricaci—n, dice Jehov‡ el Se–or.
En fin, eran el pueblo de Dios, pero ahora muy pero muy rebeldes,
apartados, hundiendo se en la apostas’a.
El fruto de servicio, de alabanza y de santidad no estaba presente, y
eran solamente œtiles para le–a.
Bueno, esto era el capitulo breve, pero hay mucho que podemos sacar de
esto.
========================= Doctrina =======================
Lo que Dios espera de su pueblo, es personas
fruct’feras. Dios ha gastado mucho
para levantar su gente, con la esperanza de ver personas productivas.
Bueno, una objeci—n puede presentar se
inmediatamente.
Objeci—n: Alguien
puede pensar: Hay hermano, estos pasajes
del testamento antiguo son muy negros, duros
y de poco animo. ÀCuando vamos a
regresar a los pasajes de amor con Cristo Jesœs? Pausa
Respuesta: ÀPero
no hablaba Cristo de la misma manera?
Por ejemplo
en el capitulo 15 de Juan
Juan 15:1-7 Yo
soy la vid verdadera, y mi Padre es el
labrador.
ÁAll’ en el libro de Juan, otra vez tenemos
la vid!
Todo p‡mpano que en m’ no lleva fruto, lo
quitar‡; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiar‡, para que lleve m‡s fruto.
Ya vosotros est‡is limpios por la palabra
que os he hablado.
Permaneced en m’, y yo en vosotros. Como el
p‡mpano no puede llevar fruto por s’ mismo, si no permanece en la vid, as’
tampoco vosotros, si no permanecŽis en m’.
Yo soy la vid, vosotros los p‡mpanos; el que
permanece en m’, y yo en Žl, Žste lleva mucho fruto; porque separados de
m’ nada podŽis hacer.
El que en m’ no permanece, ser‡ echado fuera
como p‡mpano, y se secar‡; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
Otra vez, la rama de la vid que no es
fruct’fera, ser‡ quemada porque no sirve mas para nada, sino tal vez para la
le–a. Pero para los
fruct’feros es diferente.
7 Si permanecŽis en m’, y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid todo lo que querŽis, y os ser‡ hecho.
Hermanos yo se que suena un poco duro decir
que hay hermanos, j—venes, hasta iglesias que no sirven para nada, pero esto es
la doctrina de Cristo. Por
ejemplo.
Mateo 5:13 Vosotros
sois la sal de la tierra; pero si
la sal se
desvaneciere, Àcon quŽ ser‡
salada? No
sirve m‡s para nada, sino para
ser echada
fuera y hollada por los hombres.
Y se dicen algo semejante en el libro de
Hebreos.
Hebreos 6:7-9 Porque la tierra que bebe la lluvia que
muchas veces cae sobre ella, y produce
hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendici—n de
Dios;
pero la que produce espinos y abrojos es
reprobada, est‡ pr—xima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada.
Pero en cuanto a vosotros, oh amados,
estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvaci—n, aunque
hablamos as’.
Hermanos, una vez enterado, vas a ver esa
doctrina en todos lados de la Biblia.
Como en Lucas por ejemplo.
Lucas 13:6-9 Dijo
tambiŽn esta par‡bola: Ten’a un hombre
una higuera plantada en su vi–a, y
vino a buscar fruto en ella, y no lo hall—.
Y dijo al vi–ador: He aqu’, hace tres a–os
que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; c—rtala; Àpara quŽ
inutiliza tambiŽn la tierra?
ƒl entonces, respondiendo, le dijo: Se–or,
dŽjala todav’a este a–o, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone.
Y si diere fruto, bien; y si no, la cortar‡s
despuŽs.
Puede Dios quejar de ti, Àpara quŽ
inutiliza tambiŽn la tierra?
Dios ha invertido mucho en tu vida. Dios te ha tra’do a su pueblo, Dios te
ha dado ense–anzas, y oportunidades, y recursos. pausa
ÀEres tu una buena inversi—n, o estas
solamente œtil, para le–a?
Y pudiŽramos multiplicar ejemplos toda la
tarde. Por ejemplo la par‡bola de
las minas, o la de los talentos.
Esto est‡ en todos lados.
Pero quiero fijar en algo interesante en el
Mateo 25, en una par‡bola sobre el d’a de juicio.
Mateo 25:41-46 Entonces dir‡ tambiŽn a los de la izquierda:
Apartaos de m’, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y sus ‡ngeles.
Porque tuve hambre, y no me disteis de
comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me
cubristeis; enfermo, y en la c‡rcel, y no me visitasteis.
Entonces tambiŽn ellos le responder‡n
diciendo:
Se–or, Àcu‡ndo te vimos hambriento,
sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la c‡rcel, y no te servimos?
Entonces les responder‡ diciendo: De cierto
os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos m‡s peque–os, tampoco a m’
lo hicisteis.
E ir‡n Žstos al castigo eterno, y los justos
a la vida eterna.
Esto es interesante, porque eran condenados
al infierno no por sus fornicaciones, ni por sus asesinos, o sus
idolatr’as. Sino que, en la
palabra de Cristo, eran condenados porque eran infructuosos. Eran condenados por lo que no hicieron,
y por los tanto eran œtiles como le–a, en el infierno.
ÀPero en que sentido ser‡n œtiles?
Hermanos, Dios hizo el hombre para servir su
majestad, y para avanzar su reino en el mundo. Muchos rebeldes no desean esto.
Por esto crean en la evoluci—n. Desean pensar que no son aqu’ por obra
de Dios, sino que aparecieron por accidente.
Pero no es cierto. Dios nos hizo con un prop—sito, y Dios no ser‡
frustrado. De una manera u otra,
se van a traer gloria a Dios.
Aun si solamente servir‡n como le–a,
en el infierno, ser‡n œtiles.
ÀPero como es esto?
Romanos 9:21-23 ÀO no tiene potestad el alfarero sobre
el barro, para hacer de la misma masa un
vaso para honra y otro para deshonra?
ÀY quŽ, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer
notorio su poder, soport— con mucha paciencia los vasos de ira preparados
para destrucci—n, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostr—
para con los vasos de misericordia que Žl prepar— de antemano para gloria.
Los que sufren eternamente en el infierno,
glorifican la justicia de Dios. Vimos
esto tambiŽn en el fin de Isa’as.
Isa’as 66:23-24 Y de mes en mes, y de d’a de reposo en
d’a de
reposo, vendr‡n todos a adorar
delante de
m’, dijo Jehov‡.
Y saldr‡n, y ver‡n los cad‡veres de los
hombres que se rebelaron contra m’; porque su gusano nunca morir‡, ni su fuego
se apagar‡, y ser‡n abominables a todo hombre.
De alguna manera, los redimidos ver‡n a los
condenados, en sus sufrimientos. Y
esto va a intensificar su gratitud de que eran amados en Cristo, y no dejados
en la oscuridad.
As’ que los rebeldes no van a defraudar a
Dios, no se puede. De una manera u
otra, Dios ser‡ glorificado. Y en
el universo actual, el que Dios ha credo, simplemente no habr‡ impunidad. La impunidad no existe.
Proverbios 16:4 Todas las cosas ha hecho Jehov‡ para s’
mismo, Y aun al imp’o para el d’a malo.
Hablando de Cristo diceÉ
Filipenses 2:9-11 Por lo cual Dios tambiŽn le exalt—
hasta lo sumo, y le dio un nombre que es
sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesœs se doble toda rodilla
de los que est‡n en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda
lengua confiese que Jesucristo es el Se–or, para gloria de Dios Padre.
Si sirven a Dios como hermanos fruct’feros,
o se sirvan solamente como la le–a infernal, de una manera u
otra, Dios recibir‡, toda su gloria.
======================== Aplicaci—n =======================
Hermano, hermana, joven, si has entendido
algo de este mensaje, ojala es claro, que toca a nosotros empelar bien el
tiempo en el d’a malo.
Glorificando a Dios, avanzando su reino, creciendo en la santidad. Y cuando es posible llamando otros al
mismo.
Proverbios 11:30 El fruto del justo es ‡rbol de vida;
Y el que
gana almas es sabio.
Vamos a Orar