26 de abril de 19
Los Fuertes En La Batalla
Zacar’as 10:1-12
La vida Cristiana es siempre una lucha. Sirviendo al Se–or, deseamos caminar en
la verdad y ayudar a otros, a aprender de la gran salvaci—n comprada por la
sangre de Cristo.
Pero en contra de esto, siempre hay oposici—n, que a
veces es bien fuerte.
Esta es una de las razones de que para los nuevos,
los que preparan para el bautismo, les exhorto a estudiar la historia del
peregrino, porque en el libro o en la pelicular, se presentan nuestro camino
con todas sus frustraciones y con todos sus peligros.
2 Corintios 10:3-5 Pues
aunque andamos en la carne, no
militamos segśn la carne; porque
las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios
para la destrucci—n de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a
la obediencia a Cristo.
Gran parte de las escrituras nos preparan por los
peligros y para la persistencia que es necesaria. Pero una vez en el camino, con los ojos abiertos, el Se–or
es el que nos lleva por la mano.
1)
Pedid a Jehov‡ lluvia en la estaci—n tard’a. Jehov‡ har‡ rel‡mpagos, y os dar‡
lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno.
La lluvia en la vida de los antiguos determinaba
toda la econom’a. La gran mayor’a
trabajaban en alguna forma de la agricultura.
Y el pueblo tenia que saber que si necesitaba
lluvia, se pudiera simplemente orar al Se–or en fe, y con insistencia, y el
Se–or iba a mandar toda la lluvia que necesitaban.
ŔPero cual era el problema? pausa
Es que muchos estaban regresando a sus
supersticiones.
Como vimos en el libro de Jerem’asÉ
Jerem’as 14:22 ŔHay
entre los ’dolos de las naciones quien
haga llover? Ŕy dar‡n los
cielos lluvias? ŔNo eres tś, Jehov‡, nuestro Dios? En ti, pues, esperamos, pues
tś hiciste todas estas cosas.
Si queremos andar como los fuertes en la batalla, tenemos que confiar en el Se–or y no caer en
las tentaciones de los ignorantes alrededor de nosotros.
El pr—ximo verso har‡ mas claro la exhortaci—n.
2)
Porque los terafines han dado vanos or‡culos, y los adivinos han visto mentira,
han hablado sue–os vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga
como ovejas, y sufre porque no tiene pastor.
ŔBueno que son los terafines?
La misma palabra estaba empleada cuando Raquel robaba
los idolos de su padre, escapando con Jacob, en el libro de GŽnesis. Pero all’ la palabra estaba traducida a
idolos. Pero es la misma palabra
en el original.
Los terafines eran peque–as estatuas, como que
tienen en muchas culturas.
En Santa Ana, mirando en la ventana de la tienda
Yerba Mex, se tienen muchos idolitos feos en la ventana, con unos estatuas de
santos y por supuesto estatuas de la santa muerte.
Nunca he entrado en aquella tienda, pero he pasado
por all’ caminando en la calle Broadway, orando en contra de aquella tienda.
2)
Porque los terafines han dado vanos or‡culos, y los adivinos han visto mentira,
han hablado sue–os vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga
como ovejas, y sufre porque no tiene pastor.
El pueblo regresaba de Babilonia, el capital mundial
de la idolatr’a, pasando setenta a–os de esclavitud all’ para curar los de su
idolatr’a.
Pero siempre hay unas personas suficientemente
ignorantes o supersticiosas para caer otra vez en esa trampa.
Recuerdan, estamos hablando de la capacidad de
caminar como fuertes en la batalla,
pero esta es la manera en que el diablo ha entrapado a muchos.
2)
Porque los terafines han dado vanos or‡culos, y los adivinos han visto mentira,
han hablado sue–os vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga
como ovejas, y sufre porque no tiene pastor.
Para mi es cada vez mas alarmante la veces de que
escucho de hermanos, hermanas
ahora que buscan la astrolog’a, o a los que echan las cartas, o los que lean
las palmas.
Es como que casi siempre hay un mercado para los
hechizos de toda forma.
Estuve en un estudio b’blico hace dos semanas, y un
hombre dijo que llegando a la autopista, saliendo de su casa, ya se han abierto
dos nuevos sitios de brujos que dan su fortuna.
Pero lo peor, es que hay hermanas, hermanos que
buscan esa suciedad espiritual. Y
haciendo esto jam‡s van a caminar como los fuertes
en la batalla, hasta que lo cancela y lo rechaza.
Supongo que en este pa’s, no se dan las amonestaciones
suficientes en contra de todo esto, y por esto dice que el pueblo es como
ovejas sin pastor.
2)
Porque los terafines han dado vanos or‡culos, y los adivinos han visto mentira,
han hablado sue–os vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga
como ovejas, y sufre porque no tiene pastor.
Es el plan de Dios, vernos ganando en la batalla,
avanzando su reino, ayudando a otros salir de la oscuridad y mejorar sus
familias y hasta sus comunidades.
Pero para hacer esto, tenemos que odiar, y
despreciar toda forma de ocultismo, y animar a otros a hacer el mismo.
3)
Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y castigarŽ a los jefes; pero
Jehov‡ de los ejŽrcitos visitar‡ su reba–o, la casa de Jud‡, y los pondr‡ como
su caballo de honor en la guerra.
Una vez mas veamos el contexto de la batalla, y el
deseo del Se–or de vernos ganando.
ŔPero que es esto de que est‡ en contra de los pastores?
Cuando habla de pastores en este contexto pueden ser
lideres de las iglesia o del estado.
Pero los pastores estaban metido en las mismas supersticiones, dando un
ejemplo terrible a sus seguidores y trayendo la ruina a todos.
Pero evidentemente Dios no iba a permitir esto mas,
y por lo tanto se condenaba esto, otra vez, por medio de su profeta.
4) De
Žl saldr‡ la piedra angular, de Žl la clavija, de Žl el arco de guerra, de Žl
tambiŽn todo apremiador.
De Jud‡, o sea del pueblo de Dios, iba a salir
muchos poderes para la victoria.
Y es claro que aqu’, otra vez est‡ hablando de
Cristo. Porque muchas veces Cristo
es la piedra angular en las escrituras.
ŔY la clavija?
En la antigźedad una clavija era como un gran clavo puesto en la tierra
para estabilizar una tienda, para los soldados, o para los que estaban
viajando.
De esto dicen algo en el libro de Hechos.
Hechos 15:16 DespuŽs
de esto volverŽ
Y reedificarŽ el
tabern‡culo de David, que est‡ ca’do; Y repararŽ sus ruinas,
Y
lo volverŽ a levantar.
Los jud’os creyentes reconocieron a la iglesia como el
cumplimiento de una profec’a sobre la reconstrucci—n del tabern‡culo, o sea la
tienda de David.
Nuestro verso habla de muchos medios del triunfo,
saliendo del pueblo de Jud‡.
4) De
Žl saldr‡ la piedra angular, de Žl la clavija, de Žl el arco de guerra, de Žl
tambiŽn todo apremiador.
Claro la guerra que era f’sica durante el testamento
antiguo ahora es espiritual en el nuevo.
Pero de todos modos tenemos que ganar.
Tenemos que cuidar de nosotros mismos, de nuestras
familias. Los lideres de la
iglesia tienen que vigilar por el reba–o, y todo esto mientras invitamos a los
nuevos de unirse con nosotros.
Dios est‡ dispuesto a ayudar nos y guiar nos en todo, pero tenemos que
caminar en la santidad.
5) Y
ser‡n como valientes que en la batalla huellan al enemigo en el lodo de las
calles; y pelear‡n, porque Jehov‡ estar‡ con ellos; y los que cabalgan en
caballos ser‡n avergonzados.
Los que cabalgan en caballos, representan aqu’ los
poderosos del mundo, que no pueden comprender la manera en que nosotros podemos
seguir ganando.
Pero mira lo que el verso dice, estamos llamados a
actuar como los valientes.
ŔPero cuantos hermanos hoy en d’a, aun pasaran un solo
folleto, en un acto de evangelismo, en vez de tomar el camino de cobarde
perpetuo?
ŔCantos van a invertir el tempo para aprender c—mo explicar
la fe o c—mo defender la en una conversaci—n con un burlador?
Para vivir como los fuertes en la batalla,
tenemos que aprender escapar del temor del hombre, de una vez.
Proverbios 29:25 El
temor del hombre pondr‡ lazo;
Mas el que conf’a en
Jehov‡ ser‡ exaltado.
Proverbios 10:5 El
que recoge en el verano es hombre
entendido; El que duerme
en el tiempo de la siega es hijo que avergźenza.
6)
Porque yo fortalecerŽ la casa de Jud‡, y guardarŽ la casa de JosŽ, y los harŽ
volver; porque de ellos tendrŽ piedad, y ser‡n como si no los hubiera
desechado; porque yo soy Jehov‡ su Dios, y los oirŽ.
Esto estaba hablando de los jud’os, pero ahora es
correcto aplicar todo el capitulo a nosotros.
Pidiendo fuerzas, estudiando la palabra, Dios te
fortalecer‡, esto es su promesa.
Dios tiene mucha gente mas que va a llamar a su iglesia, y va a usar
nosotros para llamar las.
Y claro, el enemigo estar‡ en frente de ti, a veces
como tu oposici—n. ŔPero vas a
dejar lo salir con la suya?
7) Y
ser‡ Efra’n como valiente, y se alegrar‡ su coraz—n como a causa del vino; sus
hijos tambiŽn ver‡n, y se alegrar‡n; su coraz—n se gozar‡ en Jehov‡.
Esto no est‡ animando nos al vino, sino a algo semejante
al efecto de vino. Y sabemos que
no est‡ hablando de las borracheras, porque los ni–os tambiŽn se alegran, y
esto no pasa con los ni–os de los borrachos.
Pero hay una gran alegr’a cuando Dios nos est‡
ayudando.
Ojal‡ muchos se sent’an algo de esto viendo a los
hermanos en su bautismo el Domingo pasado.
Hermanos, yo recuerdo trabajando con iglesias en
baja California, como traductor, y muchas veces se pasaban un a–o entero, sin
un solo bautismo. Y ten’an que
reportar esto a los que se apoyaban, econ—micamente.
Pero el Se–or ha sido con nosotros, y por lo tanto
toca a nosotros seguir como fuertes en
la batalla, con la escuela b’blica de vacaciones, y con otras formas de
alcance y evangelismo. Como pasar
folletos en la venta del garaje por ejemplo.
8-9)
Yo los llamarŽ con un silbido, y los reunirŽ, porque los he redimido; y ser‡n
multiplicados tanto como fueron antes.
Bien
que los esparcirŽ entre los pueblos, aun en lejanos pa’ses se acordar‡n de m’;
y vivir‡n con sus hijos, y volver‡n.
Cuando San Pablo sal’a en sus viajes misioneros se
visitaba a las sinagogas muy lejos de Israel, llamando la gente a la fe en
Cristo, y estableciendo iglesias en todos lados.
En el principio eran mayormente jud’os, pero poco a
poco se convirtieron en iglesias de todos.
En el ultimo mes en Perś, nuestro hermano Daniel fue
primero a Iquitos, en la selva amaz—nica, y depuse a Santiago de Chili, todo
predicando el evangelio.
Los que desean caminar como los fuertes en la batalla, ser‡n usados por Dios.
10)
Porque yo los traerŽ de la tierra de Egipto, y los recogerŽ de Asiria; y los
traerŽ a la tierra de Galaad y del L’bano, y no les bastar‡.
Muchos creen que esto pas— parcialmente durante el
tiempo de los Macabeos, el pueblo de Dios se levantaba para tomar sus victorias
otra vez. Pero es valido aplicar
esto a nosotros.
Si estamos activos, dedicados, Dios traer‡ personas
a nosotros, saliendo de sus Egiptos, como hemos visto hermanas saliendo de la
esclavitud de las drogas.
Dios ser‡ el poder, el poder exitoso, pero nosotros
seremos sus medios, en la oraci—n, y en el duro trabajo.
11) Y
la tribulaci—n pasar‡ por el mar, y herir‡ en el mar las ondas, y se secar‡n
todas las profundidades del r’o; y la soberbia de Asiria ser‡ derribada, y se
perder‡ el cetro de Egipto.
Los enemigos en nuestra oposici—n, van a caer. El mismo poder que abri— el mar rojo, va
a abrir salidas para nosotros.
Solamente tenemos que vivir en la fe, en la oraci—n, caminando en la
palabra.
12) Y
yo los fortalecerŽ en Jehov‡, y caminar‡n en su nombre, dice Jehov‡.
Esto aqu’ es unas de las grandes promesas de la
Biblia. Y mira como es Dios,
hablando de Jehov‡.
Cuando llegamos al fin del testamento antiguo se ve
mucho de esto, la evidencia de que hay mas de una persona en nuestro Dios.
Es como que Cristo nos ha prometido, fortalecer nos,
en Jehov‡, para camiar en su nombre, como los
fuertes en la batalla.
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Conclusi—n -----------------------
Confieso que el mensaje del domingo era un poco
duro, en que citŽ a Cristo prometiendo vomitar los tibios de su boca.
Yo recuerdo una vez en una iglesia americana, la
esposa de unos de los ancianos dijo que esto era su verso menos favorito de
toda la Biblia. Y por alguna
raz—n.
Apocalipsis
3:16 Pero por
cuanto eres tibio, y no fr’o ni caliente, te vomitarŽ de mi boca.
Pero esto es la promesa de Cristo, no es mi
promesa. pausa
Pero si es tu deseo, vivir, caminar como uno de los
que es en realidad, fuerte en la batalla,
puedes pasar en unos momentos, y oreamos para ti.
Vamos
a Orar