12 de abril de 19
El Animo Mas Profundo
Zacar’as 9:1-17
El pueblo ha sufrido muchas humillaciones, como
prisioneros en Babilonia, y antes conocieron lo peor del hambre y de la guerra.
Y regresando a sus tierras, no era f‡cil, porque la
gente que ya estaban all’, estaban en su contra.
La situaci—n pudo inspirar el desanimo hasta en los
mejores.
Pero Dios ten’a un futuro maravillo para ellos, como
tiene para ti y para mi. Y para
convencer los, en el mensaje de hoy, entraba en exhortaciones aun mas profundas que las de antes.
1) La
profec’a de la palabra de Jehov‡ est‡ contra la tierra de Hadrac y sobre
Damasco; porque a Jehov‡ deben mirar los ojos de los hombres, y de todas las
tribus de Israel.
Esa parte va a hablar de ciudades al norte de Israel,
que han portado como angustiadores del pueblo santo.
Dios estaba ahora hablando de lo que sabia sobre la
historia del mundo, porque Dios ha planeado la historia del mundo.
En el libro de Daniel, se hablaba de una estatua que
representaba a Babilonia, y despuŽs Persia, y Grecia y Roma.
Todos estos imperios iban a venir, porque esto era
el programa de Dios, para este parte del mundo.
DespuŽs de Zacar’as, Alejandro el Magno, iba a
levantar se y atacar a muchos de los vecinos de Israel.
Y despuŽs de Cristo, San Pablo iba a venir
estableciendo la fe precisamente en Damasco.
Hechos 9:22 Pero
Saulo mucho m‡s se esforzaba, y confund’a
a los jud’os que moraban
en Damasco, demostrando que Jesśs era el Cristo.
2)
TambiŽn Hamat ser‡ comprendida en el territorio de Žste; Tiro y Sid—n, aunque
sean muy sabias.
Todos estos lugares eran en la zona mas norte de
Israel, e iban a caer, bajo Alejandro.
Tiro y Sid—n eran ricos, astutos pero no importa, cuando Dios est‡ en tu
contra.
3)
Bien que Tiro se edific— fortaleza, y amonton— plata como polvo, y oro como
lodo de las calles, he aqu’, el Se–or la empobrecer‡, y herir‡ en el mar su
poder’o, y ella ser‡ consumida de fuego.
Como sabios comerciantes del mar, estas cuidadse de
la costa prosperaban por mucho tiempo, pero con la venida de los Grecia, iban a
perder hasta su fortaleza en el mar.
Los soldados del gran general llenaban el agua con
rocas, para formar un camino a su isla de fortaleza.
Esto era un asunto hist—rico y muy famoso, pero el
profeta anunciaba todo, siglos antes, para profundizar
el animo de los escogidos.
5)
Ver‡ Ascal—n, y temer‡; Gaza tambiŽn, y se doler‡ en gran manera; asimismo
Ecr—n, porque su esperanza ser‡ confundida; y perecer‡ el rey de Gaza, y
Ascal—n no ser‡ habitada.
Estos eran lugares mas dŽbiles al sur de los
ricos. Pero cuando vieron a los
muy ricos, los poderosos cayendo, sab’an que no hab’a esperanza alguna para
ellos.
6)
Habitar‡ en Asdod un extranjero, y pondrŽ fin a la soberbia de los filisteos.
Los filisteos han sido una molestia para los jud’os
por gran parte de su historia, pero ellos iban a estar reducidos a casi nada.
7)
QuitarŽ la sangre de su boca, y sus abominaciones de entre sus dientes, y
quedar‡ tambiŽn un remanente para nuestro Dios, y ser‡n como capitanes en Jud‡,
y Ecr—n ser‡ como el jebuseo.
Hasta algunos que eran antes filisteos iban a
convertir a la fe verdadera. En
fin no ser’an mas amenaza al pueblo santo.
Pero si todos estos vecinos iban a caer bajo el
emperador, el general de Grecia, ŔQuŽ iba a hacer con los jud’os?
8)
Entonces acamparŽ alrededor de mi casa como un guarda, para que ninguno vaya ni
venga, y no pasar‡ m‡s sobre ellos el opresor; porque ahora mirarŽ con mis
ojos.
La historia es muy bonita. Vino Alejandro, el conquistador del mundo, a JerusalŽn para
cumplir su conquista.
Pero salio a Žl, sin temor, el sumo sacerdote en
todas sus tśnicas de regal’a, y el general, se inclinaba a Žl.
Es que supuestamente Alejandro ha tenido una visi—n
de Dios, llevando las mismas tśnicas.
Y por esto era muy suave con el pueblo de Dios, muy respetuoso, mientras
andaba aplastando a los vecinos alrededor.
Esto es el punto, del animo profundo en el mensaje de hoy, si Dios es con nosotros, Ŕquien
contra nosotros?
ÁPero lo que sigue es aun mas grande!
9)
AlŽgrate mucho, hija de Sion; da voces de jśbilo, hija de JerusalŽn; he aqu’ tu
rey vendr‡ a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre
un pollino hijo de asna.
Justamente en tiempo, tenemos el texto famosos del
Domingo de Ramos, cuando ya viene en dos d’as. Esto no era mi plan, pero obviamente era el plan de Dios.
El profeta est‡ presentando los ‡nimos mas profundos y no hay animo mas profundo que
este, Cristo llegando a su cuidad.
9)
AlŽgrate mucho, hija de Sion; da voces de jśbilo, hija de JerusalŽn; he aqu’ tu
rey vendr‡ a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre
un pollino hijo de asna.
Y si no reconoces a este texto de tus estudios en el
nuevo testamento, viene de..
Mateo 21:1-5 Cuando
se acercaron a JerusalŽn, y vinieron a
BetfagŽ, al monte de los
Olivos, Jesśs envi— dos disc’pulos, diciŽndoles: Id a la aldea que est‡
enfrente de vosotros, y luego hallarŽis una asna atada, y un pollino con ella;
desatadla, y traŽdmelos.
Y si alguien os dijere
algo, decid: El Se–or los necesita; y luego los enviar‡.
Todo esto aconteci— para
que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:
Decid a la hija de Sion:
He aqu’, tu Rey viene a
ti,
Manso, y sentado sobre una
asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga.
Antes que nada vino sobre una asna, y no sobre un
gran caballo. ŔPero por que? Dice tambiŽn aqu’ que vino como una
persona humilde.
Era ilegal para los reyes de Israel multiplicar
caballos y poner su fe en ellos.
Cristo no vino para batallar empleando las armas militares.
El reino de Cristo es diferentes. Tenemos guerra, s’, pero nuestras armas
no son carnales.
2 Corintios 10:3-5 Pues
aunque andamos en la carne, no
militamos segśn la carne; porque
las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la
destrucci—n de fortalezas,
derribando argumentos y
toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo
todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
Por mucho tiempo el pueblo no han tenido un Rey que
descendencia de David, pero esto iba a cambiar con Cristo.
9)
AlŽgrate mucho, hija de Sion; da voces de jśbilo, hija de JerusalŽn; he aqu’ tu
rey vendr‡ a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre
un pollino hijo de asna.
El pueblo esperaba esto por muchos siglos. Pero cuando Cristo finalmente llegaba,
no vino como el pueblo esperaba, porque como muchos en nuestros tiempos, no
estudiaban sus Biblias con profundidad.
Por lo tanto esperaban un l’der militar, y violento.
10) Y
de Efra’n destruirŽ los carros, y los caballos de JerusalŽn, y los arcos de
guerra ser‡n quebrados; y hablar‡ paz a las naciones, y su se–or’o ser‡ de mar
a mar, y desde el r’o hasta los fines de la tierra.
Cristo vino como pr’ncipes de paz. Cuando los pa’ses Cristianos vivan en
la obediencia, no mandan soldados a otras partes, sino que mandan misioneros,
bajo mucha oraci—n, y hasta ayuno, y as’ se pueden extender el dominio de la
fe.
Cuando olvidamos de esto y ponemos nuestra confianza
otra vez en los ejŽrcitos carnales, tenemos que caer otra vez bajo la
disciplina fuerte del Se–or.
11) Y
tś tambiŽn por la sangre de tu pacto ser‡s salva; yo he sacado tus presos de la
cisterna en que no hay agua.
Todos los sacrificios de la Biblia, de animales
inocentes, estaban anunciando la sangre preciosa de Cristo Jesśs que realmente
tra’a la salvaci—n del alma.
Los fieles del testamento antiguo, pudieron ver algo
de esto, por medio de sus sacrificios de animales inocentes.
Ellos miraban al futuro a la sangre de Cristo que
iba a estar derramada. Nosotros
miramos atr‡s, a lo que ya ha pasado.
Pero en todo caso, sin sangre, no hay redenci—n.
Hebreos 9:22 Y
casi todo es purificado, segśn la ley, con
sangre; y sin
derramamiento de sangre no se hace remisi—n.
As’ que, el profeta en este capitulo, sacaba los ‡nimos mas profundos que existan
para el hombre de la fe.
12)
Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy tambiŽn os anuncio que
os restaurarŽ el doble.
Cristo siempre era la fortaleza, la gran fortaleza
de esperanza, aun cuando estamos prisioneros, de momento por las
circunstancias.
Pero Dios no te va a dejar, hermano, hermana, bajo
las circunstancias.
13)
Porque he entesado para m’ a Jud‡ como arco, e hice a Efra’n su flecha, y
despertarŽ a tus hijos, oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia, y te pondrŽ como
espada de valiente.
Esto habla de lo que pas— con unos malvados de
Grecia, despuŽs de Alejandro. Vino
uno en particular en los tiempos de los Macabeos, en que los Hebreos estaban
firmes en contra de sus opresores.
Era aun durante del testamento antiguo, y por esto
empleaban las t‡cticas militares para conquistar a sus enemigos. Te puedes ver claramente en el texto
que se habla de los hijos de Grecia.
Un gran problema es que cuando Cristo vino un poco
mas tarde, como un rey, autentico hijo de David, muchos esperaban otra campa–a
militar como con los Macabeos, pero esta vez en contra de los romanos.
Es que simplemente no entendieron la naturaleza del reino de Cristo. Ellos, como muchos en nuestros tiempos,
tal vez la mayor’a, no estudiaron lo que sus biblias actualmente dacia.
Y por lo tanto se pudieron empezar la semana,
gritando las Hosannas al Se–or, y terminar la Semana Santa gritandoÉ
Juan 19:15 !!Fuera,
fuera, crucif’cale! Pilato les dijo:
ŔA vuestro Rey he de
crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos m‡s rey que
CŽsar.
Pero esto no era ningśn accidente, sino que todo
tenia que pasar as’, para salvar a ti, y a mi.
14) Y
Jehov‡ ser‡ visto sobre ellos, y su dardo saldr‡ como rel‡mpago; y Jehov‡ el
Se–or tocar‡ trompeta, e ir‡ entre torbellinos del austro.
Estamos predestinados a ganar nuestras batallas,
pero tenemos que reconocer siempre, que la batalla es del Se–or, y por lo tanto
para Žl es toda la Gloria y toda la victoria.
15)
Jehov‡ de los ejŽrcitos los amparar‡, y ellos devorar‡n, y hollar‡n las piedras
de la honda, y beber‡n, y har‡n estrŽpito como tomados de vino; y se llenar‡n
como taz—n, o como cuernos del altar.
Esto est‡ hablando de una gran abundancia, para
comer y hasta para sacrificar.
Tenemos que recodar que el pueblo estaba
acostumbrado a una gran escasez de todo, y por esto necesitaban un animo mas profundo.
16) Y
los salvar‡ en aquel d’a Jehov‡ su Dios como reba–o de su pueblo; porque como
piedras de diadema ser‡n enaltecidos en su tierra.
Esto b‡sicamente dice hermana, hermano, que si tu
est‡s viviendo fielmente para el Se–or, que vas a terminar como una joya
preciosa en la corona del Se–or, o sea como parte de su gloria.
17)
Porque !!cu‡nta es su bondad, y cu‡nta su hermosura! El trigo alegrar‡ a los
j—venes, y el vino a las doncellas.
Bueno, cuando dice que las doncellas iban a estar
alegre por el vino, no estaba invitando las caer en la inmoralidad.
Es que estaban acostumbradas a pensar como los muy
pobres.
Es que viv’an por muchos a–os bajo la escasez, tanto
que muchos ni sab’an si se deb’an de casar se y formar familias con tan pocos
recursos.
Cuando el vino estaba disponible, era muy raro y
solamente para los de la edad mas avanzada. Si hasta hab’a vino para los mas j—venes, era s’mbolo de la abundancia
y nada mas.
Pero los j—venes no deben de dudar de que Dios
estar‡ con ellos para levantar sus familias con hijos para seguir extendiendo
el reino de Cristo, con la ayuda de Dios, y llenos del mas profundo animo, confiando en el Se–or, y no en ellos mismos.
------------------------
Conclusi—n -----------------------
Cuando Cristo vino a JerusalŽn para la primera
Semana Santa, se termin— con los poderosos en su contra.
Se termin— como un rey muerto, y asesinado como un criminal.
Pero nada de esto era ni un accidente, ni un
fracaso, es imposible para Cristo fracasar.
Cristo tenia que estar rechazado, burlado y
asesinado. Todo esto segu’a
exactamente lo que Dios ha planeado desde el principio.
Hechos 2:22-24 Varones
israelitas, o’d estas palabras: Jesśs
nazareno, var—n aprobado
por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y se–ales que Dios hizo
entre vosotros por medio de Žl, como vosotros mismos sabŽis;
a Žste, entregado por el
determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis
por manos de inicuos, crucific‡ndole; al cual Dios levant—, sueltos los dolores
de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
Todo pas— exactamente como el Padre lo ha
planeado.
Ahora bien, la muerte de Cristo era fea, claro. Pero esto era para mostrar te a ti, quŽ
feo es el pecado, quŽ hizo tu pecado al Se–or, y ojala poner en ti, un poco de
rechazo, o hasta un odio, por el pecado, no simplemente por el pecado de otros,
sino por tus pecados, los mas ’ntimos, los mas favoritos, y los mas secretos.
Y si el Esp’ritu Santo te ha tocado, por esta
palabra, y tu deseo es entrar en la Semana Santa odiando a tus propios pecados,
y hasta rechazando los, puedes pasar en un momento, y oraremos para ti.
Vamos
a Orar