7 de abril de 19
Con Lodo Suelto
Ezequiel 13:1-23
Introducci—n
Tengo un vecino en frente de mi casa que es alba–il.
Una vez estaba trabajando en un pared de otro vecino, echado el
cemento y poniendo los ladrillos muy r‡pidamente, porque ya tiene muchos a–os
de experiencia. Y para mi fue muy
fascinante. Porque cuando el
cemento se seca, su obra puede durar por dŽcadas, hasta por generaciones.
Y en el mensaje de hoy, se habla de esa forma de construcci—n, pero no
con un cemento de alta calidad, sino con
lodo suelto.
1-2) Vino a m’ palabra de Jehov‡,
diciendo: Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que
profetizan, y di a los que profetizan de su propio coraz—n: O’d palabra de
Jehov‡.
ÀCual es el problema? En
casi toda la Biblia, hay persona que dicen que hablan por Dios. Pero en muchos casos, simplemente se
inventan cosas. Normalmente cosas
que la gente quieren o’r.
Pero cuando emplean el nombre de Dios, se empiezan a jugar con fuego,
porque esto es una manera de tomar el santo nombre de Dios en vano.
ƒxodo 20:7 No tomar‡s el nombre
de Jehov‡ tu Dios en
vano; porque no dar‡ por inocente Jehov‡ al que tomare su nombre en
vano.
Y ese problema siembre est‡ presente, Cristo hablaba de los tales como
lobos que vienen con una disfraz de cordero.
Mateo 7:15 Guardaos
de los falsos profetas, que vienen
a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Son culpables, pero no son los œnicos culpables, sino que los que
sigan sus doctrinas falsas tambiŽn provocan a Dios.
Y por supuesto estos profetas falsos pueden tener muchos seguidores
porque sus doctrinas alimentan la carne, y la rebeli—n.
3) As’ ha dicho Jehov‡ el Se–or: !!Ay
de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio esp’ritu, y nada han
visto!
Estaban presente en la vida de Jerem’as y tambiŽn en la vida de
Ezequiel. Cuando los profetas
verdaderos daban sus amonestaciones divinas, los falsos dijeron que su mensaje
era algo mas positivo, y por lo tanto mas popular.
4) Como zorras en los desiertos fueron
tus profetas, oh Israel.
Cristo dijo que eran lobos, y aqu’ se comparen con zorras en el
desierto, que son astutos para robar y despuŽs para esconderse.
5) No habŽis subido a las brechas, ni
habŽis edificado un muro alrededor de la casa de Israel, para que resista firme
en la batalla en el d’a de Jehov‡.
La persona que predica la verdad es una protecci—n. Se anuncia los peligros que vienen, se
llaman a la gente al arrepentimiento, a poner sus vidas en orden para evitar el
juicio.
Pero la persona falsa, no quiere hablar ni del pecado, ni de la ley, y
especialmente nada del arrepentimiento.
Segœn los falsos, estos no son temas suficientemente positivos para
ganar grandes cantidades de dinero.
6) Vieron vanidad y adivinaci—n
mentirosa. Dicen: Ha dicho Jehov‡, y Jehov‡ no los envi—; con todo, esperan que
Žl confirme la palabra de ellos.
En todas partes del mundo, en donde ha ido el evangelio, los
curanderos, los brujos, los hechiceros, emplean el nombre de Dios, las
expresiones B’blicas, dibujos de Cristo
de Mar’a, o a veces estatuas.
Y los ingenuos, que no saben casi nada de las escrituras, creen que si
es cosa de Dios, a lo mejor ellos pueden estar de alguna ayuda. Pero siempre es una trampa.
7) ÀNo habŽis visto visi—n vana, y no
habŽis dicho adivinaci—n mentirosa, pues que dec’s: Dijo Jehov‡, no habiendo yo
hablado?
Es muy comœn para ellos decir que Dios ha hablado o que Dios est‡
sanando por medio de ellos, pero es pura mentira.
8) Por tanto, as’ ha dicho Jehov‡ el
Se–or: Por cuanto vosotros habŽis hablado vanidad, y habŽis visto mentira, por
tanto, he aqu’ yo estoy contra vosotros, dice Jehov‡ el Se–or.
Dios est‡ en contra de todo profeta falso. Dios est‡ en contra de las religiones falsas. Dios est‡ en contra de toda forma de
hechicer’a, de brujos, de curanderos, de astr—logos.
Todas estas cosas son sumamente peligrosas, y por lo tanto Dios ha
condenado todo esto en su Santa Ley.
Lev’tico 19:31 No os volv‡is a
los encantadores ni a los
adivinos; no los consultŽis, contamin‡ndoos con ellos. Yo Jehov‡
vuestro Dios.
Aqu’ dice que todo esto es sucio, espiritualmente hablando.
Lev’tico 20:6 Y la persona
que atendiere a encantadores o
adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondrŽ mi rostro contra
la tal persona, y la cortarŽ de entre su pueblo.
Y por supuesto en el libro de ƒxodo, despuŽs de los diez mandamientos,
todo esto est‡ presentando no solamente como pecado, sino que como crimen.
ƒxodo 22:18 A la hechicera no dejar‡s que viva.
Para muchos modernos, todo esto, como que pedir que se lean la palma,
es simplemente un juego inocente.
Pero para Dios, para nuestro Dios, es algo muy serio.
9) Estar‡ mi mano contra los profetas
que ven vanidad y adivinan mentira; no estar‡n en la congregaci—n de mi pueblo,
ni ser‡n inscritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel
volver‡n; y sabrŽis que yo soy Jehov‡ el Se–or.
Ellos pueden emplear el nombre de Dios, o las expresiones B’blicas,
pero Dios dice muy claramente que ser‡n expulsados de su presencia.
Salmos 69:28 Sean
ra’dos del libro de los vivientes,
Y no sean escritos entre los justos.
Es algo que, para Dios, es completamente intolerable.
10) S’, por cuanto enga–aron a mi
pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aqu’ que
los otros la recubr’an con lodo suelto,
Ahora estamos regresando a la ilustraci—n del alba–il.
Dan la impresi—n de que est‡n construyendo algo, pero no es
estable. En vez de cemento, han
empleado lodo suelto.
En el contexto de Ezequiel, dijeron paz, paz, para JerusalŽn, que Dios
no iba hacer nada, sino que todos estaban seguros, mientras Dios estaba
preparando la destrucci—n del la cuidad entera.
En el contexto moderno, hablan mucho del amor de Dios, pero no hablan
de la urgencia del arrepentimiento, prefieren no hablar de Santa Ley, ni del pecado.
Dan la impresi—n de que Dios est‡ ya bien con todos si se arrepientan
o si se sigan en su rebeli—n.
Aun Salom—n, con todos sus errores, era mas sabio que esto.
Proverbios 28:13 El
que encubre sus pecados no
prosperar‡; Mas el que los confiesa y
se aparta alcanzar‡ misericordia.
Y hermano, si tu est‡s escondiendo un pecado que simplemente no
quieres renunciar, tengo que decir te, es mejor que ni te participes en la
Santa Cena hoy, hasta que te puedes reconciliarte con tu Dios.
11) di a los recubridores con lodo
suelto, que caer‡; vendr‡ lluvia torrencial, y enviarŽ piedras de granizo que
la hagan caer, y viento tempestuoso la romper‡.
Dios no va a permitir que todo esto estŽ cerca de su pueblo. Dios estar‡ bien provocado y se va a
responder.
Es por esto que uno debe de tener mucho cuidado, si piense ense–ar al
pueblo de Dios.
Santiago 3:1 Hermanos
m’os, no os hag‡is maestros muchos
de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenaci—n.
Dios est‡ muy particular en lo que se puede ense–ar en su nombre. Y los que mientan, en su nombre, van a
caer.
12) Y he aqu’ cuando la pared haya
ca’do, Àno os dir‡n: ÀD—nde est‡ la embarradura con que la recubristeis?
Si vas a construir algo para Dios, tienes que saber que est‡s
trabajando con la verdad. Tienes
que emplear las Santa Escrituras, bien interpretadas, y con buenas intenciones.
Porque Dios no est‡ jugando con esto.
13) Por tanto, as’ ha dicho Jehov‡ el
Se–or: HarŽ que la rompa viento tempestuoso con mi ira, y lluvia torrencial
vendr‡ con mi furor, y piedras de granizo con enojo para consumir.
Siempre hay una promesa de destrucci—n en contra de los maestros, los
profetas falsos.
Para ellos, la impunidad simplemente no existe.
14) As’ desbaratarŽ la pared que
vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echarŽ a tierra, y ser‡ descubierto
su cimiento, y caer‡, y serŽis consumidos en medio de ella; y sabrŽis que yo
soy Jehov‡.
Y hermanos, esto es un peligro constante en las escrituras. Si Dios se levante a uno para ense–ar
bien su palabra, el diablo va a levantar tres o cuatro para ense–ar la mentira.
Hay muchos ahora en este pa’s, que ense–an que Cristo no se naci— de
una virgin.
Otros ense–an en contra de la trinidad.
Los Mormones ense–an que el hombre se puede convertirse en un Dios,
hasta con sus propio planeta.
Los musulmanes niegan el hecho de que Cristo muri— en la cruz y se
resucit— en el tercer d’a.
Y por supuestos a tus ni–os, en las escuelas del gobierno se ense–an
que el mundo no fue formado como dice en GŽnesis. Y hay personas en las iglesias que ense–an el mismo.
La verdad de Dios est‡ siembre bajo ataque, pero no van a salir con la
suya, sino que Dios va a pedir cuenta a todos.
15-16) CumplirŽ as’ mi furor en la
pared y en los que la recubrieron con lodo suelto; y os dirŽ: No existe la
pared, ni los que la recubrieron, los profetas de Israel que profetizan acerca
de JerusalŽn, y ven para ella visi—n de paz, no habiendo paz, dice Jehov‡ el
Se–or.
Todos los que construyen con el
lodo suelto, y no con la verdad, van a ver sus edificios cayendo.
Pero toca a nosotros estar alertos, y no caer en sus trampas. Tenemos que aprender a distinguir entre
la verdad y el error, porque hay error ahora en todos lados.
Ayer, despuŽs de la boda, estuve hablando con unos hermanos de
Tijuana, y me dijeron que en Veracruz, en Catemaco, hay muchos hechiceros,
brujos curanderos, y la hermana me dijo que all‡ tienen grandes conferencias,
internacionales de gente que vienen de todas partes.
Y si lo estudias, hermano, ver‡s que los peores de los brujos, de los
curanderos, emplean el nombre de Dios.
Y no van a salir con la suya, sino que van a pagar.
17) Y tœ, hijo de hombre, pon tu
rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan de su propio coraz—n, y
profetiza contra ellas,
Cuando hay una gran industria del ocultismo, hasta las mujeres desean
participar.
18) y di: As’ ha dicho Jehov‡ el
Se–or: !!Ay de aquellas que cosen vendas m‡gicas para todas las manos, y hacen
velos m‡gicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas! ÀHabŽis de
cazar las almas de mi pueblo, para mantener as’ vuestra propia vida?
Es muy claro, que estas que sirvan al diablo, andaban cazando las
almas. Desean esclavizar a la
gente en sus obras, y sus mentiras.
Y hay muchos ingenuos que caigan en sus trampas.
19) ÀY habŽis de profanarme entre mi
pueblo por pu–ados de cebada y por pedazos de pan, matando a las personas que
no deben morir, y dando vida a las personas que no deben vivir, mintiendo a mi
pueblo que escucha la mentira?
Por poco dinero, estas mujeres profanaron el Santo Nombre de
Dios. Y es interesante que dicen
que matan a los que no deben de morir, y dan vida a los que no deben de vivir.
ÀPero que quiere decir?
Bueno, durante la gran reforma, los cat—licos atacaban a los que predicaban
a las escrituras, y los musulmanes tambiŽn, matan a Cristianos, y dan vida a
los asesinos.
Pero las mujeres de este texto, dentro del pueblo de Dios, animaban a
los que persist’an en la rebeli—n, y desanimaban a los que realmente caminaban
con Dios.
20) Por tanto, as’ ha dicho Jehov‡ el
Se–or: He aqu’ yo estoy contra vuestras vendas m‡gicas, con que caz‡is las
almas al vuelo; yo las librarŽ de vuestras manos, y soltarŽ para que vuelen
como aves las almas que vosotras caz‡is volando.
Bueno, en este pa’s, de secularismo, muchos creen que la magia
simplemente no existe, que toda es una fraude.
Es verdad que mucho es fraude, pero no todo. Hay algunos que s’ tienen poderes, y son poderes sat‡nicos,
no es poder de Dios.
Hay muchos que s’ pueden curar diferentes enfermedades. Pero es demasiado caro ir a ellos,
porque se reportan que los que van a ellos, pierdan todo deseo de orar, o de
leer sus biblias.
Se est‡n, en muchos casos curados de sus enfermedades, pero se caigan
en depresiones o vicios, y los problemas mas graves aparecen en sus hijos o en
sus nietos.
Es una realidad, y es una realidad muy antigua, que siempre ha enga–ado
a los ingenuos.
Hasta en el libro de Hechos, hab’an personas que practicaban la magia,
y llegando a Cristo, en arrepentimiento, se quemaron todos sus libros.
Hechos 19:19-20 Asimismo muchos
de los que hab’an
practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de
todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de
plata.
As’ crec’a y prevalec’a poderosamente la palabra del Se–or.
La palabra del Se–or crec’a despuŽs de esto, porque antes hab’an un
estorbo. Por lo tanto tales
paredes tienen que caer.
21) RomperŽ asimismo vuestros velos
m‡gicos, y librarŽ a mi pueblo de vuestra mano, y no estar‡n m‡s como presa en
vuestra mano; y sabrŽis que yo soy Jehov‡.
Hermanos, en realidad esto es un mensaje gozoso, porque nosotros hemos
estado librados de toda esa suciedad espiritual.
22-23) Por cuanto entristecisteis con
mentiras el coraz—n del justo, al cual yo no entristec’, y fortalecisteis las
manos del imp’o, para que no se apartase de su mal camino, infundiŽndole ‡nimo,
por tanto, no verŽis m‡s visi—n vana, ni practicarŽis m‡s adivinaci—n; y
librarŽ mi pueblo de vuestra mano, y sabrŽis que yo soy Jehov‡.
Esto era el fruto de estas practicas
diab—licas, de los que a veces aun eran dentro del pueblo de Dios.
Se fortalecen las manos del imp’o, d‡ndoles
la impresi—n de que el arrepentimiento no es necesario, que Dios ama a todos,
aun si vivan vidas de pura rebeli—n.
Y los justos est‡n entristecidos porque
vivan vidas mas estrictas, que segœn ellos, con sus mentiras, no es necesario.
Pero los justos bien informados, no van a
caer en sus trampas, y por esto, deseamos avanzar siempre en nuestro
conocimiento de la verdad.
======================== Conclusi—n =======================
Todos los que estudian esa Žpoca de los
profetas y el cautiverio a Babilonia, saben que el problema era la idolatr’a.
Pero estudiando cuidadosamente el libro de
Ezequiel, se ve que la idolatr’a tomaba la forma de supersticiones, de
brujer’a, de magia y de toda las formas de hechizos que son cada vez mas
populares en nuestros tiempos tambiŽn,
Toca a nosotros estar en contra de todo
esto, como Dios est‡ en contra de todo esto.
Toca a nosotros ayudar a los atrapados a
encontrar la libertad en Cristo, si se han participado en estas suciedades, o
si est‡n afectados por las practicas de sus padres o sus abuelos.
La sangre de Cristo tiene el poder de
limpiar te de todo esto y mas, pero tu tienes que desear la libertad.
Y ahora pasando a la Santa Cena, es el
momento de examinar a nosotros mismos, para ver si estamos actualmente
caminando con Cristo, en esp’ritu y en verdad.
1 Corintios 11:27-31 De manera que cualquiera que
comiere este pan o bebiere esta copa del
Se–or indignamente, ser‡ culpado del cuerpo y de la sangre del Se–or.
Por tanto, pruŽbese cada uno a s’ mismo, y
coma as’ del pan, y beba de la copa.
Porque el que come y bebe indignamente, sin
discernir el cuerpo del Se–or, juicio come y bebe para s’.
Por lo cual hay muchos enfermos y
debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
Si, pues, nos examin‡semos a nosotros
mismos, no ser’amos juzgados.
Si tu deseas oraci—n, ayudando te a reconciliarte
con tu Dios, o si quieres renunciar algo de tu pasado, con el ocultismo que aun
est‡ impactando tu vida de alguna manera, puedes pasar en unos momentos y
oraremos contigo.
Vamos a Orar