13 de enero de 19
La Fidelidad
ProfŽtica
Ezequiel 2:1-10
Introducci—n
Hoy tenemos un tema que es practico para todos. Ezequiel recibir‡ su
llamamiento, sus instrucciones, y unas amonestaciones sobre c—mo se debe de
hablar de Dios.
Claro, nosotros no somos profetas como Žl, pero todos nosotros tenemos
oportunidades de hablar de la fe Cristiana, de presentar razones de por quŽ
vivimos de cierta manera.
Cuando un hermano es nuevo en la fe, a veces sus amigos preguntan, por
quŽ no quiere participar en ciertas actividades que antes eran completamente
normal para Žl.
1 Pedro 4:3-5 Baste ya el
tiempo pasado para haber hecho
lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias,
embriagueces, org’as, disipaci—n y abominables idolatr’as.
A Žstos les parece cosa extra–a que vosotros no corr‡is con ellos en
el mismo desenfreno de disoluci—n, y os ultrajan;
pero ellos dar‡n cuenta al que est‡ preparado para juzgar a los vivos
y a los muertos.
Si alguien te pide, por quŽ no vives como antes, entonces tienes una
oportunidad de responder, con la
fidelidad profŽtica.
ProfŽtica porque hablar‡s
de los asuntos de Dios, fidelidad
porque quieres responder de manera ver’dica y fiel de como es Dios.
Cuando los padres instruyen a sus hijos en casa, o cuando se aplican la
disciplina en asuntos morales, tambiŽn tienen una oportunidad de expresar se
con la fidelidad profŽtica,
representando a Dios como realmente es, y no simplemente diciendo a sus hijos,
a sus ni–os lo que ellos quieren escuchar.
Y es el mismo cuando hablas con amigos o familiares o compa–eros del
trabajo que no conocen al Se–or.
Cuando hablas de la fe, de Dios, de las escrituras, hay que decir la
verdad, si es algo que ellos aceptan, o si es algo que ellos van a rechazar
rotundamente. Toca a nosotros
responder con fidelidad.
Y finalmente, esto, por supuesto aplica a los que ense–an en las
iglesias, sea del pulpito, se de los reuniones de damas o de los hombres, o
hasta instruyendo a los ni–os.
Y tambiŽn aplica a la Escuela B’blica de Vacaciones. Tenemos que comunicar, lo que Dios nos
ha autorizado a comunicar, y no simplemente inventar cosas que suenan dulces.
Todo esto es muy relevante considerando cuando y donde estamos
viviendo. Hoy en d’a, aqu’ en este
pa’s, se midan el Žxito de un ministerio solamente por su tama–o, sus nśmeros,
su presupuesto.
Pero esto no es lo que es lo mas importante para Dios. Claro cada iglesia, cada ministerio
quiere tener su impacto.
Pero Dios est‡ mas interesado con tu fidelidad en tus comunicaciones, que con tus nśmeros. Las sectas, las religiones falsas
pueden producir gran nśmeros, pero esto no es todo.
Un ejemplo actual para mostrar esto.
Hebreos 11:7 Por la
fe NoŽ, cuando fue advertido por Dios
acerca de cosas que aśn no se ve’an, con temor prepar— el arca en que
su casa se salvase; y por esa fe conden— al mundo, y fue hecho heredero de la
justicia que viene por la fe.
En otra parte, dice que NoŽ predicaba, porque era pregonero de
justicia.
2 Pedro 2:5 Y
si no perdon— al mundo antiguo, sino que
guard— a NoŽ, pregonero de justicia, con otras siete personas,
trayendo el diluvio sobre el mundo de los imp’osÉ
NoŽ dio advertencia con su extra–o proyecto de construcci—n, y con sus
palabras. Evidentemente nadie
escuchaba. ŔEsto quiere decir que NoŽ
era un fracaso, si todos rechazaban a sus amonestaciones? Claro que no, era fiel en sus
proclamaciones de la verdad.
NoŽ fracasaba, si, mas tarde en su borrachera, pero NoŽ no se fracas—
como pregonero de justicia.
Bueno, con esa introducci—n extendida podemos ir al texto.
1) Me dijo: Hijo de hombre, ponte
sobre tus pies, y hablarŽ contigo.
Esto fue despuŽs de la gran visi—n que estudiamos la ultima vez, y no
voy a repetir toda ella, pero solamente los śltimos dos versos.
Ezequiel 1:27-28 Y
vi apariencia como de bronce
refulgente, como apariencia de fuego dentro de ella en derredor, desde
el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que
parec’a como fuego, y que ten’a resplandor alrededor.
Como parece el arco iris que est‡ en las nubes el d’a que llueve, as’
era el parecer del resplandor alrededor.
Esta fue la visi—n de la semejanza de la gloria de Jehov‡. Y cuando yo
la vi, me postrŽ sobre mi rostro, y o’ la voz de uno que hablaba.
Ahora, Cristo Jesśs le llamaba, a poner se sobre sus pies, pero no se
pudo, porque no tenia fuerzas, delante de este ser tan glorioso.
2) Y luego que me habl—, entr— el
Esp’ritu en m’ y me afirm— sobre mis pies, y o’ al que me hablaba.
Para levantar se, tenia que recibir primero, el poder del Esp’ritu Santo
de Dios.
Y esto es cierto de cualquier asunto del reino de Dios, para instruir
a tus hijos correctamente, tienes que tener un toque del Esp’ritu Santo de
Dios.
Para hablar con tus vecinos, con los compa–eros del trabajo sobre algo
del reino de Cristo, hay que tener el Esp’ritu Santo de Dios, guiando te.
Y por esto rogamos, conforme a al promesa de Cristo, que Esp’ritu
Santo sea con nosotros.
Lucas 11:11-13 ŔQuŽ padre de
vosotros, si su hijo le pide
pan, le dar‡ una piedra? Ŕo si pescado, en lugar de pescado, le dar‡
una serpiente?
ŔO si le pide un huevo, le dar‡ un escorpi—n?
Pues si vosotros, siendo malos, sabŽis dar buenas d‡divas a vuestros
hijos, Ŕcu‡nto m‡s vuestro Padre celestial dar‡ el Esp’ritu Santo a los
que se lo pidan?
Y no pides el Esp’ritu Santo solamente para ti, sino para la persona con
quien est‡ hablando, para que se puede recibir lo que est‡s tratando de
comunicar.
3) Y me dijo: Hijo de hombre, yo te
env’o a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra m’;
ellos y sus padres se han rebelado contra m’ hasta este mismo d’a.
Bueno, en el contexto, el pueblo ha sido rebelde por
generaciones. Y a veces la gente
creen que tienen un buen pretexto, si solamente andan repitiendo lo que han
aprendido de sus padres.
Pero no es cierto. Es
correcto que estamos obligados a honrar a nuestros padres, en el Se–or, que
quiere decir cuando exigen lo que es conforme a la palabra de Dios.
3) Y me dijo: Hijo de hombre, yo te
env’o a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra m’;
ellos y sus padres se han rebelado contra m’ hasta este mismo d’a.
Aqu’ Dios estaba preparando a Ezequiel, y tal vez est‡ preparando a
ti, por algo dif’cil. Cuando est‡s
hablando con personas rebeldes, sobre las cosas de Dios, estas personas pueden
reaccionar de manera muy negativa.
En algunos casos se te pueden atacar, llamando te nombres como hip—crita,
o una persona que anda juzgando a otros, ŇŔNo dice la Biblia, no dijo Cristo,
no juzgaras?Ó.
Y si est‡s hablando con tus hijos, cuando son rebeles, ellos pueden
responder diciendo ŇÁAh! yo sab’a, yo sospechaba que tu no me ames, y ahora
acabas de confirmar todoÓ.
Hermanos si estudias la vida de Cristo Jesśs, uno que andaba constantemente
en la fidelidad profŽtica, vas a ver
cuantas veces se respondieron a Žl de manera muy hostil.
Juan 8:48 Respondieron entonces
los jud’os, y le dijeron:
ŔNo decimos bien nosotros, que tś eres samaritano, y que tienes
demonio?
Juan 9:16 Entonces algunos de los fariseos dec’an: Ese
hombre no procede de Dios, porque no guarda el d’a de reposo.
Juan 19:12 Desde entonces
procuraba Pilato soltarle;
pero los jud’os daban voces, diciendo: Si a Žste sueltas, no eres
amigo de CŽsar; todo el que se hace rey, a CŽsar se opone.
En fin, la persona dedicada a la
fidelidad profŽtica, puede enfrentar mucha oposici—n, muchas
calumnias. Y por esto Dios aqu’
estaba instruyendo a su profeta, para que sepa que no seria nada f‡cil.
Y si tu hermano, hables con personas rebeldes, en tu trabajo, entre tu
familia, hasta si hay rebeld’a aun en tus hijos, pausa, te puedes esperar el mismo.
Pero la persona entrenada en la
fidelidad profŽtica, va a mantener la calma, ignorar los insultos, y
seguir, amigablemente, con la verdad.
4) Yo, pues, te env’o a hijos de duro
rostro y de empedernido coraz—n; y les dir‡s: As’ ha dicho Jehov‡ el Se–or.
Esto es un punto sumamente importante. Cuando hablamos de los asuntos de Dios, de su iglesia, de su
ley, de su reino, tenemos que hablar lo que Dios ha dicho.
Esto es parte de la raz—n de que pasamos tanto tiempo estudiando la
palabra de Dios.
Si vas a tener autoridad en tu ministerio, tienes que conocer la
palabra de Dios, y hablar conforme a ella.
Hoy en d’a, se hablan a veces de la sicolog’a, u otras cosas que han
aprendido en las escuelas del gobierno, o un predicador simplemente se repita
lo que ha escuchado de otros. Pero
los que se avanzan en la fidelidad
profŽtica van a decir ŇAs’ ha dicho Jehov‡ el Se–orÓ.
Aun si el pueblo prefiere dramatizaciones, o historias personales, o
un sin fin de testimonios, para avanzar el reino de Dios en este mundo, tenemos
que presentar la palabra de Dios.
ŔAmen?
5) Acaso ellos escuchen; pero si no
escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocer‡n que hubo profeta
entre ellos.
Si escuchen, o si no escucharen, de todos modos, tenemos que decir la
verdad, en amor por supuesto, pero tenemos que continuar, calmamente, con la
verdad.
Y n—talo, que Dios dice muchas veces que Ezequiel iba a estar hablando
con una casa rebelde. Y esto puede
ser tu experiencia tambiŽn, hermano, hermana, joven.
5) Acaso ellos escuchen; pero si no
escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocer‡n que hubo profeta
entre ellos.
Hay muchos ahora, que si vean que la gente no escuchen, simplemente
van a cambiar el mensaje, van a buscar algo positivo, dentro o fuera de la
Biblia.
Pero san Pablo dijo que sus manos estaban limpias porque anunciaba
todo el consejo de Dios.
Hechos 20:25-27 Y ahora, he aqu’,
yo sŽ que ninguno de
todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios,
ver‡ m‡s mi rostro. Por tanto, yo
os protesto en el d’a de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo
el consejo de Dios.
Cosas positivas, como cosas negativas, San Pablo trabajaba con la fidelidad profŽtica, dispuesto a
aguantar toda forma de calumnia.
6) Y tś, hijo de hombre, no les temas,
ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y
moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de
ellos, porque son casa rebelde.
Dios es honesto, y dice claramente que no es siempre f‡cil.
Tan duros son los rebeldes que pueden ser como zarzas, espinos y hasta
como escorpiones.
Ojala nadie aqu’ est‡ hablando con escorpiones en casa, pero si esto
pasa, no te sorprendes, es completamente normal. Solamente tienes que mantener la calma, pide la ayuda del Esp’ritu
Santo, y continuar con la verdad, en amor.
6) Y tś, hijo de hombre, no les temas,
ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y
moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de
ellos, porque son casa rebelde.
El problema es que muchos simplemente no van a hablar, porque tienen
miedo. Pero Dios no aceptar‡ esto,
Dios nos ha dado su verdad no solamente para nosotros mismos, sino para
compartir con otros.
Es mas, el temor del hombre es un lazo.
Proverbios 29:25 El
temor del hombre pondr‡ lazo;
Mas el que conf’a en Jehov‡ ser‡ exaltado.
El problema es que el temor, puede llevar nos a la desobediencia, o a
la cobard’a, cuando nuestras palabra realmente pueden ayudar a un ser querido.
Mira, hermanos, si Cristo era maltratado, Ŕno es razonable esperar que
nosotros seamos maltratados de vez en cuando tambiŽn?
Juan 15:20 Acordaos de la palabra
que yo os he dicho:
El siervo no es mayor que su se–or. Si a m’ me han perseguido, tambiŽn
a vosotros os perseguir‡n; si han guardado mi palabra, tambiŽn guardar‡n la
vuestra.
Mateo 10:24-25 El disc’pulo no es
m‡s que su maestro,
ni el siervo m‡s que su se–or.
B‡stale al disc’pulo ser como su maestro, y al siervo como su se–or.
Si al padre de familia llamaron Beelzebś, Ŕcu‡nto m‡s a los de su casa?
Hermanos, empezando otro a–o, tenemos que reconocer que en la vida
Cristiana, hay momentos inc—modos, y por esto Cristo dijo, que tenemos que
tomar nuestra cruz, si deseamos ser su disc’pulos.
7) Les hablar‡s, pues, mis palabras,
escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.
Aqu’ podemos ver, que el Žxito en el ministerio, no es como el mundo
cree, en la cantidad de personas que compongan el ministerio.
Dios va a medir el Žxito, por medio de la fidelidad profŽtica. ŔEstamos
fieles a lo que Dios nos ha revelado, si o no?
Dios no quiere que hablemos de la sicolog’a, de las especulaciones de los
intelectuales, de mitos o de leyendas, sino que estamos bajo obligaci—n de
comunicar, a quien sea, estamos bajo obligaci—n de comunicar la palabra
infalible.
7) Les hablar‡s, pues, mis palabras,
escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.
Y cuando Dios repita aqu’, muchas veces, que son rebeldes, muy
rebeldes, es para asegurar te, que so ser‡ siempre f‡cil.
8) Mas tś, hijo de hombre, oye lo que
yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que
yo te doy.
Cuando dice Ňno seas rebeldeÓ es porque Dios sabe que esto es lo mas
normal. Podemos recordar lo que
pas— con Jon‡s, cuando Dios lo llam— a hablar con los de N’nive.
Jon‡s 1:1-3 Vino
palabra de Jehov‡ a Jon‡s hijo de
Amitai, diciendo: Lev‡ntate y ve a N’nive,
aquella gran ciudad, y pregona contra
ella;
porque ha subido su maldad delante de
m’.
Y Jon‡s se levant— para huir de la presencia de Jehov‡ a Tarsis, y
descendi— a Jope, y hall— una nave que part’a para Tarsis; y pagando su pasaje,
entr— en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehov‡.
ŔHermano, hermana, joven, ser‡ esto tu reacci—n en este nuevo a–o,
cuando sabes que Dios quiere verte hablando con alguien, vas a subir con prisa
y correr en la direcci—n opuesta?
ŔVas a pensar, ŇYo no voy a hablar con ese rebelde, ser‡ dif’cil, a lo
mejor se va a enojar se y despuŽs hablar mal de mi? pausa
Y si esto es tu reacci—n hermano, ojala que te recuerdas que Jon‡s no
salio con la suya, sino que pasaba tiempo en el oscuro estomago del gran pez.
Y algunos creen que los ‡cidos del estomago del pez afectaba el piel
de Jon‡s, y que se salio con una apariencia espantosa, (ni mencionar el mal
olor) y que esto tenia algo que ver con el arrepentimiento tan r‡pido de los de
N’nive.
ÁBueno, si esto es lo que tu quieres, all‡ tu!
Pero mejor que hables con la persona, con el hijo, con el compa–ero
del trabajo, manteniendo la calma, y comunicando la verdad, en amor. Y seguramente Dios te proteger‡.
8) Mas tś, hijo de hombre, oye lo que
yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que
yo te doy.
Dios va a llamar Ezequiel esto muchas veces, hijo de hombre. Y esto era para ayudar le a mantener la
humildad.
Es que el profeta ha recibido revelaciones maravillosas, ha tenido
comunicaci—n intima con Dios, ha escrito gran parte de la Biblia, y todo esto
puede tentar uno a sentir se un poco exaltado. Vimos algo semejante en la vida de San Pablo.
2 Corintios 12:7-9 Y
para que la grandeza de las
revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguij—n en
mi carne, un mensajero de Satan‡s que me abofetee, para que no me enaltezca
sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Se–or, que lo quite de
m’.
Y me ha dicho: B‡state mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriarŽ m‡s bien en mis debilidades,
para que repose sobre m’ el poder de Cristo.
Y no preocupe, si Dios empieza a observar la soberbia entre nosotros,
se tiene muchas maneras de eliminar la.
8-9) Mas tś, hijo de hombre, oye lo
que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo
que yo te doy. Y mirŽ, y he aqu’
una mano extendida hacia m’, y en ella hab’a un rollo de libro.
Esto no es la śnica vez que un profeta ha tenido que comer un
rollo. Aun no ten’an libros como
los nuestros, pero en la antigźedad todo estaba escrito en rollos.
Claro, es simb—lico. Pero
una buena aplicaci—n para ti en este a–o, seria una determinaci—n de devorar tu
Biblia, con estudios regulares, llenando tu cabeza con material que Dios puede
emplear mas tarde, llam‡ndote a la
fidelidad profŽtica.
Hermanos, el prop—sito de los pastores y de los evangelistas y otros
es preparar a todos, por el trabajo del ministerio.
Efesios 4:10-14 El que descendi—,
es el mismo que
tambiŽn subi— por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
Y Žl mismo constituy— a unos, ap—stoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificaci—n del cuerpo de
Cristo,
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del
Hijo de Dios, a un var—n perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo;
para que ya no seamos ni–os fluctuantes, llevados por doquiera de todo
viento de doctrina, por estratagema de hombres que para enga–ar emplean con
astucia las artima–as del error.
10) Y lo extendi— delante de m’, y
estaba escrito por delante y por detr‡s; y hab’a escritas en Žl endechas y
lamentaciones y ayes.
El mensaje de Ezequiel va a tener mucha material negativa.
Pero Dios sabia que esto era exactamente lo que los rebeldes
necesitaban.
========================== Conclusi—n ====================
No voy a entrar en aplicaciones ahora,
porque hemos aplicado todo, pasando por los versos.
Solamente quiero decir que no todo ser‡
negativo en este gran libro de Ezequiel, sino que unas de las palabra mas
bellas sobre el nuevo pacto, aparecen en este libro.
Ezequiel 36:25-28 EsparcirŽ sobre vosotros agua limpia, y
serŽis limpiados de todas vuestras
inmundicias; y de todos vuestros ’dolos os limpiarŽ.
Os darŽ coraz—n nuevo, y pondrŽ esp’ritu
nuevo dentro de vosotros; y quitarŽ de vuestra carne el coraz—n de piedra, y os
darŽ un coraz—n de carne.
Y pondrŽ dentro de vosotros mi Esp’ritu, y
harŽ que andŽis en mis estatutos, y guardŽis mis preceptos, y los pong‡is por
obra.
HabitarŽis en la tierra que di a vuestros
padres, y vosotros me serŽis por pueblo, y yo serŽ a vosotros por Dios.
Si tu te sientes como que aun tienes un
coraz—n de piedra, puedes pasar al frente en un momento, y oraremos contigo.
O si tu no quieres pasar otro a–o, como
cobarde, sino que quieres hablar la verdad, en amor, cuando sabes que Dios te
est‡ llamando a esto, puedes pasar tambiŽn, y oraremos para ti.
Vamos a orar!