29 de diciembre de 17

ŔPorque Tantos Problemas?

Romanos 3:10-18

 

El a–o est‡ cerrando con muchos problemas.  Ahora hasta la econom’a est‡ mostrando se–ales de una gran inestabilidad.

 

Grandes cantidades de personas tratan de escapar de un pa’s a otro.  Y la amenaza de otra guerra, siempre est‡ presente.

 

Pero todo esto tiene su causa, todo esto no es nada misterioso, el mundo anda tropezando una y otra vez, como un borracho casi inconciente porque ha perdido, casi completamente lo que puede estabilizar nos, el temor de Dios.

 

Romanos 3:10-18 Como est‡ escrito:

No hay justo, ni aun uno;

 

No hay quien entienda,

No hay quien busque a Dios.

 

Todos se desviaron, a una se hicieron inśtiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

 

Sepulcro abierto es su garganta;

Con su lengua enga–an.  Veneno de ‡spides hay debajo de sus labios;

 

Su boca est‡ llena de maldici—n y de amargura.

 

Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz.

No hay temor de Dios delante de sus ojos.

 

El temor de Dios es lo que puede establecer una cultura, una econom’a, una familia, y hasta una persona.  La Biblia, las santas escrituras ense–an que el temor de Dios es limpio, y es el principio de la sabidur’a.

 

Proverbios 1:7 El principio de la sabidur’a es el temor de

Jehov‡; Los insensatos desprecian la sabidur’a y la ense–anza.

Si te compras un caro nuevo u otro machina moderna, le van a dar un libro de instrucciones o por lo meno un video.

 

Es que el creador, o el dise–ador del producto tiene mucha informaci—n sobre c—mo usar el producto, preservando su valor y sacando todo provecho.

 

Y as’ es con este mundo, con la vida, con la familia y con toda forma de negocio.  Dios, el creador, el que es aun el due–o de todo esto, nos ha dado un manual, que te puedes leer, o hasta escuchar con la tecnolog’a modera.

 

Pero los que insistan andar en su ignorancia, van a encontrar muchos problema.  Van a encontrar problemas que realmente no son necesarios.

 

Salmos 19:7-10 La ley de Jehov‡ es perfecta, que convierte

el alma; El testimonio de Jehov‡ es fiel, que hace sabio al sencillo.

 

Los mandamientos de Jehov‡ son rectos, que alegran el coraz—n; El precepto de Jehov‡ es puro, que alumbra los ojos.

 

El temor de Jehov‡ es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehov‡ son verdad, todos justos.

 

Deseables son m‡s que el oro, y m‡s que mucho oro afinado; Y dulces m‡s que miel, y que la que destila del panal.

 

Muchos est‡n terminando su a–o con una multitud de problemas porque andan en su ignorancia de la palabra de Dios, lejos del temor de Dios, pensando como los del mundo que en realidad desprecia la santa palabra.

 

Los Cristianos est‡n llamados a algo diferente.

 

Efesios 4:17-20 Esto, pues, digo y requiero en el

Se–or: que ya no andŽis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su coraz—n; los cuales, despuŽs que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.  Mas vosotros no habŽis aprendido as’ a Cristo.

 

Cuando se vive en una cultura en que el temor de Dios es cada vez mas ausente, es inevitable, habr‡ problemas, muchos problemas.

 

Romanos 3:10-18 Como est‡ escrito:

No hay justo, ni aun uno;

No hay quien entienda,

No hay quien busque a Dios.

 

Todos se desviaron, a una se hicieron inśtiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

 

Sepulcro abierto es su garganta;

Con su lengua enga–an.  Veneno de ‡spides hay debajo de sus labios;

 

Su boca est‡ llena de maldici—n y de amargura.

 

Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz.

 

No hay temor de Dios delante de sus ojos.

 

Los que vivan lejos del temor de Dios van a descubrir que son cada vez mas capaces de cometer toda forma de barbaridad.

 

Jerem’as 17:9  Enga–oso es el coraz—n m‡s que todas las

cosas, y perverso; ŔquiŽn lo conocer‡?

 

El hombre no es bueno por su naturaleza, sino que, por la ca’da de Ad‡n y Eva, ahora tiene mas en comśn con los demonios ca’dos, que con una persona razonable.

 

Cristo mismo ense–aba que la maldad no viene del ambiente en que uno est‡ viviendo, sino que la maldad sale del coraz—n corrompido del hombre.

 

Mateo 15:19-20 Porque del coraz—n salen los malos

pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.   Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.

 

Por esto es urgente para el que quiere vivir bien, para el que desea empezar el a–o con la promesa de una vida mejor, es necesario que se descubre, como desarrollar en si mismo, el temor de Dios, que es el principio de toda sabidur’a.

 

Proverbios 8:13 El temor de Jehov‡ es aborrecer el mal;

La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.

 

Antes que nada, uno tiene que aborrecer el mal.  Pero en la cultura moderna muchos ni saben la diferencia entra lo malo y el bueno.   Todo es nubloso y constantemente cambiando.

 

Nosotros vivimos en tiempos como los del profeta Isa’as que dijo.

 

Isa’as 5:20-21 !!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a

lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!

 

!!Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de s’ mismos!

 

Los modernos no pueden hablar ni del bueno ni del malo porque no tienen ningśn est‡ndar con autoridad.  Solamente tienen opiniones o preferencias que siempre est‡n cambiando.  Por esto es urgente, regresar a la Santa Palabra de Dios.

 

Salmos 19:7-10 La ley de Jehov‡ es perfecta, que convierte

el alma; El testimonio de Jehov‡ es fiel, que hace sabio al sencillo.

 

Los mandamientos de Jehov‡ son rectos, que alegran el coraz—n; El precepto de Jehov‡ es puro, que alumbra los ojos.

 

El temor de Jehov‡ es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehov‡ son verdad, todos justos.

 

Deseables son m‡s que el oro, y m‡s que mucho oro afinado; Y dulces m‡s que miel, y que la que destila del panal.

 

La palabra de Dios en tu vida ser‡ mas valiosa que el oro refinado, nunca jam‡s ser‡s defraudado buscando esto.

 

Y si vivas en el temor de Dios, algo que est‡ casi desapareciendo de nuestra cultura, pero si tu tienes el valor de estar diferente a los millones que corren al infierno con toda prisa, entonces vas a terminar el a–o que viene en alegr’a y en gozo, y no con un esp’ritu de lamentaci—n o de temor del futuro.

 

Mateo 7:13-14 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha

es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdici—n, y muchos son los que entran por ella;

 

porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

 

Jam‡s vas a tener el temor de Dios, siguiendo las multitudes de este mundo en su maldad.

 

1 Juan 2:15-17 No amŽis al mundo, ni las cosas que est‡n en

el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no est‡ en Žl.

 

Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

 

Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

 

Amigo, joven, estamos empezando otro a–o, y estamos pasando por un mundo que es cada vez mas peligroso.

 

Tu dinero no ser‡ una defensa adecuada por lo que viene, pero el temor de Dios s’, ser‡ completamente adecuada.

Proverbios 18:11     Las riquezas del rico son su ciudad fortificada, Y como un muro alto en su imaginaci—n.

 

Las riquezas son enga–osas, muchos buscan su seguridad en ellas, pero estas pueden abandonar te f‡cilmente, pero el temor de Dios es una protecci—n verdadera, que jam‡s te va a defraudar.

 

Salmos 19:9    El temor de Jehov‡ es limpio, que permanece

para siempre; Los juicios de Jehov‡ son

verdad, todos justos.

Amen!