21 de diciembre de 18
Nuevas De Gran Gozo
Lucas 2:8-20
Introducci—n
En cada 24 horas en este pa’s, 1,400 j—venes intentan quitar sus
propias vidas por el suicidio.
70,000 personas ya mueren en un a–o por el sobredosis de drogas, estupefacientes
que la gente necesitan para aguantar una vida, que parece no tener sentido.
Y esto es precisamente lo que el diablo quiere, mantener a muchos bajo
su tiran’a, por la depresi—n, el vicio, o por medio de relaciones abusivas.
La Biblia dice que los disc’pulos de Cristo son pescadores de hombres,
pero el diablo tambiŽn es un gran pescador de hombres, y est‡ siempre tirando
su carnada en frente de sus victimas, con el anzuelo bien escondido.
Y nada de esto es una buena nueva, ni tiene nada que ver con el gran gozo de que queremos hablar hoy
d’a, pero es necesario considerar la tiran’a del diablo, antes de considerar el
opuesto.
8) Hab’a pastores en la misma regi—n,
que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su reba–o.
La historia de la primera navidad tiene muchos aspectos, y aqu’ se ve
a hombres humildes, que vigilaban sobre sus reba–os de ovejas, protegiendo los,
como David, siglos antes los proteg’a del oso, o del le—n.
Y estos hombres, en los ojos de mundo, eran personas de poca
influencia o sea de poca importancia, pero en los ojos de Dios, estos hombres
alertos eran los candidatos perfectos para un
mensaje de gran gozo.
9) Y he aqu’, se les present— un ‡ngel
del Se–or, y la gloria del Se–or los rode— de resplandor; y tuvieron gran
temor.
El rey del universo, acaba de nacer, tomando el cuerpo de un ni–o
pobre, y Dios no mand— sus ‡ngeles a los gobernantes del estado, ni a los
poderosos de la religi—n judaica, sino que este privilegio vino los humildes.
Y aunque era oscuro en los montes donde estos ten’an su vigilia, de
repente todo estaba visible por una gran luz.
Y por esto hab’a un temor enorme.
10) Pero el ‡ngel les dijo: No tem‡is;
porque he aqu’ os doy nuevas de gran gozo, que ser‡ para todo el pueblo:
Dijo antes que nada, Ňno tem‡isÓ, porque no solamente por la luz, sino
por muchas razones, la gente viv’an en temor.
Pero ten’an que calmar se un poco de su temor, para escuchar la naturaleza
del gran anuncio.
Algo que ha sido esperado por muchos siglos, acaba de ocurrir. Algo que iba a cambiar el mundo.
Y la luz que vino con este anuncio, puede ser parte de la raz—n de que
se vean tantas luces en la noche, donde la navidad est‡ celebrada.
10-11) Pero el ‡ngel les dijo: No
tem‡is; porque he aqu’ os doy nuevas de gran gozo, que ser‡ para todo el
pueblo:
que os ha nacido hoy, en la ciudad de
David, un Salvador, que es CRISTO el Se–or.
En la historia del mundo, se estaban esperando este momento, por
muchos siglos. Por ejemplo, cuando
NoŽ se naci—, se esperaban que tal vez Žl ser’a el redentor prometido.
GŽnesis 5:28-29 Vivi— Lamec
ciento ochenta y dos a–os,
y engendr— un hijo; y llam— su nombre NoŽ, diciendo: Este nos aliviar‡
de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que
Jehov‡ maldijo.
Estos sab’an que la tierra estaba maldecida, y que Dios promet’a
mandar un redentor del mundo, pero en realidad, el mundo tenia que esperar mas.
Pero la promesa era segura, de que alguien iba a venir para quitar de
nosotros, la maldici—n de la Santa Ley de Dios.
G‡latas 3:13 Cristo
nos redimi— de la maldici—n de la
ley, hecho por nosotros maldici—n (porque est‡ escrito: Maldito todo
el que es colgado en un madero.
Y cuando Cristo vino, nacido en el pesebre, la gran libertad de la
maldici—n, la gran libertad de la tiran’a de Satan‡s estaba empezando.
En otro aspecto de la historia, podemos ver lo reyes magos, tambiŽn
llenos de gozo, tanto gozo que vinieron de muy lejos, para
conocer ese gran rey que acaba de nacer, y hasta traer le regalos y ofrecer le su
adoraci—n.
Los que entendieron lo que estaba pasando, vinieron, cuesta lo que
cuesta para ver este gran evento, mientras otros multitudes, se continuaban
viviendo bajo, la tiran’a de Satan‡s.
10-11) Pero el ‡ngel les dijo: No
tem‡is; porque he aqu’ os doy nuevas de gran gozo, que ser‡ para todo el
pueblo:
que os ha nacido hoy, en la ciudad de
David, un Salvador, que es CRISTO el Se–or.
Y n—talo, el que es Salvador, es tambiŽn Se–or. Aqu’ muchos se confundan. Para recibir la libertad de las
tristezas, de las esclavitudes de este mundo, tienes que recibir a Cristo
tambiŽn como tu Se–or.
No te puedes recibir a Cristo como tu Salvador del pecado, si al mismo
tiempo deseas continua viviendo en ciertos pecados queridos.
Hay muchos que no quieren romper con sus pecados, porque est‡n
enga–ados por sus pecados, no entendiendo que el pecado es sumamente
destructivo.
12) Esto os servir‡ de se–al:
HallarŽis al ni–o envuelto en pa–ales, acostado en un pesebre.
En el nacimiento de Cristo, hab’a un poquito de gloria. Los ‡ngeles vinieron con sus anuncios,
los reyes magos vinieron de lejos con sus regalos.
Pero el nacimiento de Cristo en un pesebre, era el principio de su
humildad.
Y JosŽ y Mar’a se llegaban al pesebre porque no hab’a lugar en el
mes—n. Y esto seria la historia de
la vida de Cristo. Muchos
atrapados en el enga–o del pecado, no iban a tener lugar para Žl, en el mes—n
de su coraz—n.
13-14) Y repentinamente apareci— con
el ‡ngel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y
dec’an:
!!Gloria a Dios
en las alturas,
Y en la tierra
paz, buena voluntad para con los hombres!
Era el momento de glorificar a Dios por su misericordia hacia los
hombres. Las nuevas eran buenas
para todos, Dios estaba extendiendo su reconciliaci—n a pecadores de todo
’ndole.
Por medio de este Cristo, hab’a una manera de escapar de los temores, de
las depresiones, los vicios de un mundo cruel y casi controlado por el diablo.
Y, en realidad, Dios no estaba bajo ninguna obligaci—n de Salvar al
mundo. Cristo no estaba obligado a
bajar se en forma de hombre para sufrir las burlas de una raza corrompida. Pero Dios hizo todo esto, porque Dios
es amor.
Juan 3:16 Porque de tal manera
am— Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigŽnito, para que todo aquel que en Žl cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna.
Y esto explica, a los que no entiendan, como es posible que los
Cristianos se congregan cada semana, con su mśsica, alabando al Se–or,
continuando las canciones de estos ‡ngeles que empezaban en la primera navidad.
15) Sucedi— que cuando los ‡ngeles se
fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues,
hasta BelŽn, y veamos esto que ha sucedido, y que el Se–or nos ha manifestado.
Estos pastores eran muy buenos candidatos por la salvaci—n. Vino el anuncio, vino la revelaci—n de gran gozo, y ellos
decidieron ir e investigar todo esto.
Para muchos hoy en d’a, cuando viene la buena nueva, ni se pueden
escuchar. Es que est‡n muy
ocupados con sus trabajos, con sus telŽfonos, con su entrega casi total a las
vanidades de este mundo.
El mensaje aun ahora, representa nuevas
de gran gozo. Pero
muchos no reciban la verdad, porque est‡n grandemente enga–ados, no entendiendo
aun, cuan destructivo es el pecado.
Y una vez mas podemos considerar los reyes magos.
En la traducci—n en ingles no se llaman magos, sino sabios.
Porque es sabio, tomar como prioridad, investigar todo esto y conocer
este gran rey.
Los reyes magos seguramente eran personas ocupadas en el oriente,
ten’an que atender asuntos del gobierno, pero para recibir el salvador que vino
al mundo, se viajaban mucha distancia, y hasta gastaron abundantemente en sus
regalos.
Mateo 2:11 Y al entrar en la
casa, vieron al ni–o con
su madre Mar’a, y postr‡ndose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le
ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
Como eran sabios, apartaron tiempo para todo esto, y sobre todo
vinieron con la adoraci—n.
Ahora regresando a los pastores.
16) Vinieron, pues, apresuradamente, y
hallaron a Mar’a y a JosŽ, y al ni–o acostado en el pesebre.
Vinieron apresuradamente.
Cristo ya era una prioridad en sus vidas. Claro, ten’an sus trabajos, sus responsabilidades con los
reba–os, pero poniendo Dios en el primer lugar, los trabajos van a funcionar
mejor.
17) Y al verlo, dieron a conocer lo
que se les hab’a dicho acerca del ni–o.
Estaban perfectamente autorizados a venir, y a conocer al Se–or,
porque recibieron su invitaci—n, de la boca del ‡ngel del Se–or.
ŔY tu? ŔHas respondido a
la invitaci—n?
18) Y todos los que oyeron, se
maravillaron de lo que los pastores les dec’an.
Ahora hab’an otros llegando, ellos no eran los śnicos. A veces en los pesebres de la
navidad se muestras all‡ a los reyes magos, pero ellos realmente vinieron mas
tarde.
Pero era como que la iglesia ya estaba formando se, con entusiasmo,
alrededor de un pesebre de mal olor.
19) Pero Mar’a guardaba todas estas
cosas, medit‡ndolas en su coraz—n.
La meditaci—n es otro arte espiritual que muchos han perdido en
nuestros tiempos.
Pero para realmente sacar provecho de lo que aprendemos en la fe
Cristiana, tenemos que meditar, en un lugar tranquilo, sobre lo que Dios est‡
haciendo en nuestras vidas.
Estudiamos en viernes, como nadie ped’a a Mar’a si ella deseaba
participar en todo esto. Y claro
Dios no est‡ bajo ninguna obligaci—n de pedir nuestro permiso de nada.
Pero como una mujer llena de justicia, estaba dispuesta a sujetar se a
la palabra de Dios.
Lucas 1:35-38 Respondiendo
el ‡ngel, le dijo: El Esp’ritu
Santo vendr‡ sobre ti, y el poder del Alt’simo te cubrir‡ con su
sombra; por lo cual tambiŽn el Santo Ser que nacer‡, ser‡ llamado Hijo de Dios.
Y he aqu’ tu parienta Elisabet, ella tambiŽn ha concebido hijo en su
vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estŽril; porque nada
hay imposible para Dios.
Entonces Mar’a dijo: He aqu’ la sierva del Se–or; h‡gase conmigo
conforme a tu palabra. Y el ‡ngel se fue de su presencia.
La parte de Mar’a en todo esto era un gran privilegio, claro, pero
ella jam‡s iba a tener una vida normal.
Ni tenemos nosotros la promesa, de una vida normal.
20) Y volvieron los pastores
glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que hab’an o’do y visto,
como se les hab’a dicho.
Y esto es un buen ejemplo para nosotros, regresando de un servicio de
la iglesia. Debemos de salir de aqu’,
glorificando y alabando a Dios, por el tiempo pasado con Žl, y con su pueblo.
*------------------------ Conclusi—n ---------------------*
El mensaje de estos ‡ngeles realmente era de nuevas de gran gozo, que es una promesa para nosotros tambiŽn.
Nosotros tampoco tenemos que vivir en temor. No tenemos que vivir en temor de los asuntos de la
salud, ni de las finanzas, ni de la muerte.
Cristo, y el poder de Dios son las soluciones de todo esto.
Tampoco tenemos que vivir bajo la tiran’a de Satan‡s, como es tan
comśn en nuestros tiempos con los vicios de las drogas, o con la gente tratando
de acabar con sus vidas por la falta de prop—sito, o por la falta de
satisfacci—n en como sus vidas han salido.
Es cierto que en nuestros tiempos, hay muchos que han abandonado la fe
Cristiana, y esto por muchas razones.
Hay iglesia que no han seguido a las escrituras, y muchos hermanos han
sufrido abusos bajo ministerios corruptos.
Pero esto no cambia el mensaje autentico de la buena nueva.
No vamos a cerrar las farmacias solamente porque algunos abusan las
drogas.
Pero es cierto que las iglesias han bajado mucho en este pa’s. En esta misma semana sali— un reporte
de que ahora en los estados unidos hay mas brujos que presbiterianos, o sea de una
denominaci—n que antes era muy influyente.
Pero nuestro Dios no ha perdido su control sobre los eventos. Aun cuando nosotros no podemos entender
porque las cosas pasan en diferentes partes del mundo, estamos asegurados de
que Dios tiene su plan.
Una cosa es cierta.
Nuestra libertad de Satan‡s y de sus cadenas es una realidad.
Juan 8:36 As’ que, si el Hijo os
libertare,
serŽis verdaderamente libres.
Y si tu, hermano, amigo deseas vivir libre de los temores, libre de
las preocupaciones, libre de las garras del enemigo que quieren verte
miserable, estamos aqu’ para orar contigo en unos momentos.
La palabra de Dios es una luz, en un mundo oscuro y peligroso.
El mensaje de los ‡ngeles en este capitulo es, y siempre ser‡ un
mensaje de buenas nuevas, y de gran gozo.
13-14) Y repentinamente apareci— con
el ‡ngel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y
dec’an:
!!Gloria a Dios
en las alturas,
Y en la tierra
paz, buena voluntad para con los hombres!
Si es tu deseo, vivir en esa paz, lejos de la tiran’a del diablo, que
a veces lleva el nombre, Ňel dios de este mundoÓ, entonces hay aqu’ una
victoria para ti tambiŽn.
Cristo sigue invitando a los que est‡n hartos de las promesas falsas
de este mundo.
Mateo 11:28-30 Venid a m’ todos
los que est‡is trabajados y
cargados, y yo os harŽ descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de m’, que soy
manso y humilde de coraz—n, y hallarŽis descanso para vuestras almas, porque mi
yugo es f‡cil y ligera mi carga.
Hay muchos hermanos aqu’ que han sentido este poder obrando en sus
vidas, echando fuera toda la oscuridad, y trayendo la libertad.
ŔY quien sabe, tal vez, ahora es tu turno, de recibir el mejor regalo
que la navidad puede ofrecer te?
Vamos a orar