18 de noviembre de 18

La Gratitud M‡xima

Juan 10:24-33

 

Introducci—n

 

Desde muy temprano en la historia de este pa’s, hemos tenido la tradici—n de celebrar un d’a de gratitud a Dios.

 

Hemos tenido siempre razones de adorar y expresar nuestra gratitud a Cristo, pero en el mensaje de hoy, consideraremos de donde en la Biblia se puede encontrar razones para la gratitud m‡xima.

 

En una ocasi—n cuando los disc’pulos descubrieron el poder que ten’an sobre los demonios, Cristo dijo que hab’a razones mas grandes que estas, que podemos celebrar.

 

Lucas 10:17-20 Volvieron los setenta con gozo, diciendo:

Se–or, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.

 

Y les dijo: Yo ve’a a Satan‡s caer del cielo como un rayo.

 

He aqu’ os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os da–ar‡.

 

Pero no os regocijŽis de que los esp’ritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres est‡n escritos en los cielos.

 

Y esto es lo que vamos a explorar, brevemente esta ma–ana.  ŔQuŽ quiere decir esto, de que nuestros nombres est‡n escritos en los cielos?

 

24) Y le rodearon los jud’os y le dijeron: ŔHasta cu‡ndo nos turbar‡s el alma? Si tś eres el Cristo, d’noslo abiertamente.

 

Estos jud’os en su odio por el Se–or, fing’an un deseo de saber la verdad.  Pero esto era solamente otra trampa.  Su deseo era tener algo, una queja que se pudieran llevar a las autoridades Romanas, de que Cristo era un revolucionario que deseaba levantar se como un rey, en competencia con el cesar.

25) Jesśs les respondi—: Os lo he dicho, y no creŽis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de m’;

 

Cristo entend’a su trampa, pero de todos modos se respond’a con la paciencia, otra vez dando a nosotros un ejemplo de c—mo responder a nuestros detractores.

 

Y Cristo no solamente ha declarado quien era, sino que se mostraba, por medio de much’simas maravillas que estaba haciendo cosas que solamente Dios puede hacer.

 

Se sanaba un hombre nacido ciego, se levantaba a varias personas de la muerte.  Se sanaba muchas diferentes formas de enfermedad, f’sicas o espirituales.

 

Y los jud’os mismos confesaban que estas obras no eran fraudes, sino autenticas.

 

Juan 11:47-48  Entonces los principales sacerdotes y los

fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ŔQuŽ haremos? Porque este hombre hace muchas se–ales.

 

Si le dejamos as’, todos creer‡n en Žl; y vendr‡n los romanos, y destruir‡n nuestro lugar santo y nuestra naci—n.

 

25-26) Jesśs les respondi—: Os lo he dicho, y no creŽis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de m’; pero vosotros no creŽis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

 

Esto es algo que tenemos que considerar, lentamente.  Porque muchos leyendo esto no vean lo que dice.

 

Muchos leyendo esto concluyen, claro, no son sus ovejas porque no creen.  pausa Pero esto es exactamente lo que no dice.  Esto es el opuesto de lo que dice.

 

Esto es lo que la mente carnal quiere imponer sobre este texto.  Hay que mirar lo otra vez.

 

25-26) Jesśs les respondi—: Os lo he dicho, y no creŽis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de m’; pero vosotros no creŽis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

 

 

La verdad espantosa aqu’, es que no creen, porque no son sus ovejas.  No creen porque sus nombres no han sido escritos en los cielos.

 

No creen porque no son ya, en realidad el pueblo de Dios.  Como el ‡ngel dijo a JosŽ, antes de la primera navidadÉ

 

Mateo 1:21 Y dar‡ a luz un hijo, y llamar‡s su nombre

JESňS, porque Žl salvar‡ a su pueblo de sus pecados.

 

Muchos desean creer y ense–ar que Cristo vino para intentar salvar a todos, pero est‡ mayormente fracasando.

 

Pero no, Cristo vino para salvar a su pueblo, y lo est‡ haciendo con una perfecci—n divina.

 

Estos jud’os no creyeron, porque no eran sus ovejas, o sea sus nombres no eran escritos en los cielos.

 

27) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

 

Aqu’ tenemos unos puntos muy importantes.  Cristo hablaba de personas que eran sus ovejas, y para eliminar toda confusi—n, ahora nos da las caracter’sticas de los que s’ son sus ovejas.

 

27) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

 

Antes que nada, una oveja de Cristo, va a escuchar la voz de Cristo, en las escrituras, en las predicaciones cuando son B’blicas, y hasta en las alabanzas, cuando est‡n en armon’a que la palabra.

 

Isa’as hablaba de los que tiemblan a su palabra.

 

Isa’as 66:2    Mi mano hizo todas estas cosas, y as’ todas

estas cosas fueron, dice Jehov‡; pero mirarŽ a aquel que es pobre y humilde de esp’ritu, y que tiembla a mi palabra.

 

Pero si tu puedes venir una y otra vez a la iglesia y no te sientes nada, ni oyes nada de la voz de Cristo en la palabra predicada, entonces tu situaci—n es grave.

 

Si en la iglesia solamente pienses, ŇCuando se van a terminar este servicio, por fin, es que quiero salir de aqu’ para hacer lo que realmente me interesaÓÉ

 

Si esto es lo que sientes cuando la palabra est‡ predicada, hay que investigar quŽ es realmente tu identidad, espiritual.

 

27) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

 

Cristo sabe quienes son los suyos.  Cristo llevaba tu nombre, hermano, hermana, joven, Cristo llevaba tu nombre sobre su pecho, cuando se fue a la cruz,  Como el sacerdote tenia los nombres de los doce tribus sobre sus vestimentas.

 

Cristo sab’a exactamente para quien estaba muriendo.

 

2 Timoteo 2:19 Pero el fundamento de Dios est‡ firme,

teniendo este sello: Conoce el Se–or a los que son suyos; y: Ap‡rtese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

 

No era ninguna sorpresa cuando tu finalmente llegabas a Cristo.  Esto era algo que tenia que pasar.  Y no olvides lo que estudiamos hace dos semanas, que tu eres un regalo, que Dios ha dado a su hijo.

 

27) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

 

Finalmente, los que son las ovejas de Cristo vana seguir le.  Se van a seguir le con constancia y con obediencia, aunque su obediencia no ser‡ perfecta.

 

Pero obediencia habr‡, y era algo de que Cristo hablaba mucho.

Lucas 6:46 ŔPor quŽ me llam‡is, Se–or, Se–or,

y no hacŽis lo que yo digo?

 

Andar llamando a Cristo Se–or, pero no cumpliendo lo que pide es una gran contradicci—n.

 

Los que sigan a Cristo, obedecen a Cristo.

 

Lucas 11:27-28 Mientras Žl dec’a estas cosas, una mujer de

entre la multitud levant— la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste.

 

Y Žl dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.

 

Los que sigan a Cristo, como ovejas, van a guardar su palabra.  Esto es muy b‡sico.

27-28) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecer‡n jam‡s, ni nadie las arrebatar‡ de mi mano.

 

Esta es una promesa gloriosa, digna de la gratitud m‡xima.

 

Las ovejas no ganan su salvaci—n con su obediencia.  Sino que la obediencia es una evidencia de que han recibido el don de la vida.

 

La obediencia no es una alternativa a la fe, sino que la obediencia es una expresi—n de la fe.

 

Y aqu’ Cristo no dice Ňyo les darŽÓ la vida eterna algśn d’a en el futuro, sino que nos da ya.

 

Tampoco dice que Cristo Ňte dio la vida eterna en el pasadoÓ, sino que ya, en cada momento, te da algo que jam‡s puede fracasar, porque es eterna.

 

Y los que saben que ya tienen la vida eterna, ya no tienen temor de la muerte, porque la muerte realmente no existe ya para ellos.

 

Juan 11:25 Le dijo Jesśs: Yo soy la resurrecci—n y la

vida; el que cree en m’, aunque estŽ muerto, vivir‡.

 

27-28) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecer‡n jam‡s, ni nadie las arrebatar‡ de mi mano.

 

No perecer‡n jam‡s.  Es algo que no puede pasar.  Est‡n seguros, y esto para siempre.

 

David peleo contra el oso y el le—n, y el pueblo se regocijaba.  Esto es lo que cantamos.

 

ŔPero porque David mataba a estos animales?  Es que David sabia c—mo proteger a sus ovejas.

 

Y si David sabia c—mo proteger sus ovejas, Ŕcuanto mas sabe Cristo de c—mo proteger a sus ovejas?

 

Y si Cristo perd’a solamente una de sus ovejas su reputaci—n ser’a destruida para siempre.

 

 

 

27-28) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecer‡n jam‡s, ni nadie las arrebatar‡ de mi mano.

 

Normalmente algunos tienen un poco de dificultad aqu’ porque saben que hay personas en la Biblia, se apartaron de la fe.

 

Y los que tienen tiempo con el Se–or tambiŽn han visto hermanos que parecen como que ya han dejado la fe para siempre.  ŔY como podemos reconciliar estas verdades?

pausa

 

Es cierto que hay personas en la Biblia que han apartado de la fe.

 

2 Timoteo 4:9-10     Procura venir pronto a verme,

porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesal—nica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.

 

Demas, antes era muy activo, pero mas tarde, encontrando otras oportunidades, se regresaba al mundo.

 

ŔY que tal Judas Iscariote, acaso no era Cristiano?

 

ŔAcaso no tenia Judas una relaci—n con Cristo, y no tenia una posici—n de confianza en el liderazgo?

 

El caso de Judas es f‡cil.  Era un Cristiano en un sentido, era bautizado seguramente, pero jam‡s era una de las ovejas de Cristo.

 

Cristo dijo en una parte que hubiera sido mejor para este, no habar nacido.

 

Y con Demas, realmente no lo sabemos, no hay muchos detalles.  Pero una oveja puede caer, como Pedro, cuando se negaba a Cristo, o como David cuando se abusaba su autoridad para robar la esposa de otro.

 

En fin, una oveja autentica s’ puede caer en el lodo, y quedar se all’ por un rato, pero solamente por un rato, porque la obra de Cristo no puede fracasar.

 

Y los que parec’an hermanos, que abandonaron la fe para siempre, pausa , sobre estos Juan tiene una explicaci—n.

 

1 Juan 2:19    Salieron de nosotros, pero no eran de

nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habr’an permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.

 

No todos que asistan a las iglesias alrededor del mundo, son ovejas de Cristo.  Muchos tienen otras razones de congregar.

 

Algunos por obligaci—n, o para mantener la paz en el hogar.

 

Otros por razones sociales.

 

Otros porque les encantan la mśsica.  Pero los que son las ovejas de Cristo est‡n seguros para siempre.

 

29) Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

 

Esto es consistente con lo que aprendimos hace dos semanas.  Hermana, tu eres un regalo, que Dios ha dado a su hijo, y por esto Cristo no va a perder te.

 

29) Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

 

La salvaci—n de una oveja de Cristo est‡ doblemente sellada.  Cristo ha decidido que no va a perder ninguna, y todo el poder del Padre Dios, est‡ detr‡s de esa preservaci—n garantizada.

 

29) Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

 

Es cierto que una oveja puede rebelar, y participar en las suciedades de este mundo, pero el buen Pastor tiene su manera de implementar su disciplina fuerte cuando sea necesaria.

 

El libro de los Hebreos habla mucho de los que apartaron de la fe, cuando vino tiempos duros, y por esto tiene que hablar de la disciplina, porque los que realmente son las ovejas de Cristo, no pueden estar perdidas.

Hebreos 12:5-11 Y habŽis ya olvidado la exhortaci—n que

como a hijos se os dirige, diciendo:

Hijo m’o, no menosprecies la disciplina

del Se–or, Ni desmayes cuando eres

reprendido por Žl;

Porque el Se–or al que ama, disciplina,

Y azota a todo el que recibe por hijo.

 

Si soport‡is la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ŔquŽ hijo es aquel a quien el padre no disciplina?

 

Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.

 

Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los vener‡bamos. ŔPor quŽ no obedeceremos mucho mejor al Padre de los esp’ritus, y viviremos?

 

Y aquŽllos, ciertamente por pocos d’as nos disciplinaban como a ellos les parec’a, pero Žste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.

 

Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero despuŽs da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

 

Cada padre bueno va a disciplinar a su hijo en amor, para que no se caiga en la delincuencia u otro peligro.

 

Pero la disciplina de Dios es perfecta, porque no puede perder ni una de sus ovejas, de otra manera su reputaci—n seria destruida, para siempre.

 

29-30) Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.  Yo y el Padre uno somos.

 

Para sellar esa promesa gloriosa, Cristo confesaba su deidad, y como era uno con el Padre, comprobando que esa promesa es confiable para siempre.

 

Pero esto era el colmo para los jud’os que no creyeron, porque no eran sus ovejas.

 

31) Entonces los jud’os volvieron a tomar piedras para apedrearle.

Cuando la gente agarran piedras para apedrear te, es algo espantoso. 

 

En la noticias una mujer Hondure–a mostraba una piedra que los tijuanenses tiraban a ella, hace dos d’as, y era una  piedra grande.

 

Pero Cristo no tenia temor, sino que con toda paciencia se continuaba hablando, y ense–ando.

 

32) Jesśs les respondi—: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; Ŕpor cu‡l de ellas me apedre‡is?

 

Las obras de Cristo eran evidencia de que Žl no era ninguna fraude, sino que todo lo que dijo era la verdad.

 

Y era muy irrazonable apedrear le por estas, porque eran una gran ayuda.

 

Pero los que no eran sus ovejas solamente respondieron con odio, hasta diciendo que era ilegal hacer sus sanidades en el d’a de reposo.

 

Mateo 12:9-14  Pasando de all’, vino a la sinagoga de

ellos.  Y he aqu’ hab’a all’ uno que ten’a seca una mano; y preguntaron a Jesśs, para poder acusarle: ŔEs l’cito sanar en el d’a de reposo?

 

El les dijo: ŔQuŽ hombre habr‡ de vosotros, que tenga una oveja, y si Žsta cayere en un hoyo en d’a de reposo, no le eche mano, y la levante?

 

Pues Ŕcu‡nto m‡s vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es l’cito hacer el bien en los d’as de reposo.

 

Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y Žl la extendi—, y le fue restaurada sana como la otra.

 

Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesśs para destruirle.

 

Cristo siempre tenia enemigos entre los que no eran sus ovejas.

 

 

33) Le respondieron los jud’os, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tś, siendo hombre, te haces Dios.

 

Hay personas que lean las escrituras y no vean que Cristo se presentaba como Dios en carne. 

 

Pero es claro que sus enemigos entendieron que Cristo si se presentaba como Dios.

 

Y serian correctos los jud’os, que seria blasfemia decir que era igual con Dios, si solamente era hombre.  Pero se equivocaron porque Cristo era, Dios en carne.

 

Pero era imposible para ellos entender esa verdad.

 

ŔPorque? pausa Porque no eran sus ovejas.

 

*------------------------ Aplicaci—n ---------------------*

 

Hermanos, es bueno dedicar un d’a, sagrada, con la familia, a la gratitud que tenemos con nuestro Dios.

 

Y hay muchas razones de dar gracias, y expresar la gratitud.

 

Pero no hay nada mas gloriosa que estar escogido, desde antes de la fundaci—n del mundo, para ser adoptado a la familia de Dios.

 

Y esto no por nada bueno que Žl ha visto en ti, sino solamente por su pura gracia, su misericordia en derramar su amor sobre ti, y sobre tu familia.

 

Lucas 10:19-20 He aqu’ os doy potestad de hollar serpientes

y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os da–ar‡.

 

Pero no os regocijŽis de que los esp’ritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres est‡n escritos en los cielos.

 

Vamos a orar