17 de noviembre de 2018

Ni Le Dieron Gracias

Romanos 1:21-22

Unas de los grandes beneficios de la vida Cristiana, cuando uno anda tomando en serio las Santas escrituras, es la manera en que uno se puede vivir dando gracias siempre.

 

1 Tesalonicenses 5:16-18  Estad siempre gozosos.  Orad sin

cesar.  Dad gracias en todo, porque esta es la

voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesśs.

 

Desde el principio de este pa’s, los Cristianos han estado dispuestos a tomar un d’a especial en el a–o solamente para dar gracias, y ese d’a ha tomado el nombre ŇD’a de Acci—n de GraciasÓ.  Y normalmente es un d’a sagrado que se pasan con sus familias.

 

Pero al mismo tiempo, hay personas que simplemente no dan gracias, y la Biblia tambiŽn habla de ellos.

Romanos 1:21-22 Pues habiendo conocido a Dios, no le

glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio coraz—n fue entenebrecido.  Profesando ser sabios, se hicieron necios.

 

No se dan gracias porque, si no aceptan la existencia

de Dios, Ŕa quien van a dar sus gracias?

 

Es mas, la situaci—n es tan absurda, que la Biblia dice que estas personas en realidad conocen a Dios, pero en su perversidad, tratan de suprimir ese conocimiento.

 

Romanos 1:18-22 Porque la ira de Dios se revela desde

el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifest—.

 

Porque las cosas invisibles de Žl, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creaci—n del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

 

Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio coraz—n fue entenebrecido.  Profesando ser sabios, se hicieron necios.

El Cristiano B’blico antes que nada puede dar gracias de que conoce a Cristo como Salvador.  Siendo cerca de Dios se siente gran amor y protecci—n.

 

Romanos 8:31-32 ŔQuŽ, pues, diremos a esto? Si Dios es

por nosotros, ŔquiŽn contra nosotros?

 

El que no escatim— ni a su propio Hijo, sino que lo entreg— por todos nosotros, Ŕc—mo no nos dar‡ tambiŽn con Žl todas las cosas?

 

Y mas tarde en el mismo capituloÉ

 

Romanos 8:38-39 Por lo cual estoy seguro de que ni la

muerte, ni la vida, ni ‡ngeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podr‡ separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesśs Se–or nuestro.

 

El incrŽdulo no puede saber nada de ese amor, y seguridad, mientras se detiene con injusticia la verdad

 

El Cristiano B’blico tambiŽn est‡ siempre dando gracias a su Dios porque sus pecados han sido perdonados.

 

Mateo 20:28    El Hijo del Hombre no vino para ser servido,

sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

 

1 Pedro 3:18   Porque tambiŽn Cristo padeci— una sola vez

por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en esp’ritu.

 

El incrŽdulo no sabe nada de ese perd—n.  Por su boca, tal vez dice que despuŽs de la muerte no hay nada.  Pero en el fondo de su coraz—n, sabe que algśn d’a se va a enfrentar un juicio, y sabe tambiŽn que aun no est‡ preparado para este juicio.

 

Mateo 12:36    Mas yo os digo que de toda palabra ociosa

que hablen los hombres, de ella dar‡n cuenta en el d’a del juicio.

 

 

El Cristiano b’blico se siente gran gratitud porque tiene informaci—n confiable sobre la moralidad.  No tiene grandes dudas sobre quŽ es bueno o quŽ es malo.

 

Proverbios 10:32     Los labios del justo saben hablar lo

que agrada; Mas la boca de los imp’os habla perversidades.

 

Miqueas 6:8    Oh hombre, Žl te ha declarado lo que es

bueno, y quŽ pide Jehov‡ de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

 

Deuteronomio 4:5-6   Mirad, yo os he ense–ado estatutos y

decretos, como Jehov‡ mi Dios me mand—, para que hag‡is as’ en medio de la tierra en la cual entr‡is para tomar posesi—n de ella.

 

Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabidur’a y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oir‡n todos estos estatutos, y dir‡n: Ciertamente pueblo sabio y entendido, naci—n grande es esta.

 

Pero el incrŽdulo, realmente no puede decir lo que es bueno o malo, porque no tiene un est‡ndar.  Solamente tiene sus preferencias, sus opiniones, o las opiniones del grupo a que pertenece.

 

Tiene conceptos sobre la moralidad, pero estos conceptos siempre est‡n evolucionando se.  Y normalmente est‡ dispuesto a conceder que se pudiera estar completamente equivocado sobre estas opiniones y preferencias.

 

Y por esto est‡ en gran peligro porque puede llamar al malo bueno y al bueno malo, sin saber lo que est‡ haciendo.

 

Isa’as 5:20-21 !!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a

lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!

 

!!Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de s’ mismos!

 

Y aunque se vive en la incertidumbre en cuanto a la moralidad se cree que en esto est‡ sabio.

Romanos 1:21-22 Pues habiendo conocido a Dios, no le

glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio coraz—n fue entenebrecido.  Profesando ser sabios, se hicieron necios.

 

Los Cristianos B’blicos, pueden dar gracias siempre porque espiritualmente sus ojos han sido abiertos.

 

Esto es exactamente lo que Cristo revel— a San Pablo para la misi—n de su vida.

 

Hechos 26:15-18 Yo entonces dije: ŔQuiŽn eres, Se–or? Y

el Se–or dijo: Yo soy Jesśs, a quien tś persigues.

 

Pero lev‡ntate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me aparecerŽ a ti, libr‡ndote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te env’o, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satan‡s a Dios; para que reciban, por la fe que es en m’, perd—n de pecados y herencia entre los santificados.

 

La persona incrŽdula es ciega espiritualmente hablando, y solamente por el ministerio de la palabra y bajo el poder del Esp’ritu Santo, sus ojos espirituales pueden estar abiertos.

 

Pero mientras aquel incrŽdulo, o una persona atrapada en una religi—n falsa, aun est‡ ciega, y no tiene sus ojo abiertos.

 

Mateo 15:12-14 Entonces acerc‡ndose sus disc’pulos, le

dijeron: ŔSabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra?

 

Pero respondiendo Žl, dijo: Toda planta que no plant— mi Padre celestial, ser‡ desarraigada.

 

Dejadlos; son ciegos gu’as de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caer‡n en el hoyo.

Oh mi querido amigo, no es necesario seguir viviendo en la vida inferior del incrŽdulo, no sabiendo la diferencia entre lo bueno y el malo, no sabiendo si algśn d’a ser‡s juzgado por un Dios tres veces santo por una vida larga de pecados no perdonados. 

 

Cristo, en este mismo momento est‡ llamando te a una vida superior, de sabidur’a y de conocimiento verdadero.

 

Mateo 11:28-30 Venid a m’ todos los que est‡is trabajados y

cargados, y yo os harŽ descansar.  Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de m’, que soy manso y humilde de coraz—n; y hallarŽis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es f‡cil, y ligera mi carga.

 

Amigo, estamos viviendo en un mundo en que todo parece cada vez mas y mas loco, y confuso.

 

Pero guiado por la palabra de Dios, y el Esp’ritu Santo de Dios, esta vida, y a vida venidera tienen sentido, y no es una locura.

 

Cristo resucit— de los muertos para darte el poder de vivir una vida buena, una vida superior, una vida de confianza y de sabidur’a. CristoÉ

 

Romanos 4:25   El cual fue entregado por nuestras

transgresiones, y resucitado para nuestra justificaci—n.

 

Llegando a la fe B’blica vas a tener la seguridad de que en el d’a de juicio, no habr‡ condenaci—n para ti.

 

Romanos 8:1    Ahora, pues, ninguna condenaci—n hay para

los que est‡n en Cristo Jesśs, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Esp’ritu.

 

Pero el incrŽdulo sabe en el fondo, que no tiene herencia alguna en el reino de Dios.  Y por esto muriendo en sus pecados, ser‡ terrible para siempre.  Y como no daba gracias a Dios en esta vida, jam‡s lo har‡ en la venidera.

 

1 Corintios 6:9-10   ŔNo sabŽis que los injustos no heredar‡n el reino de Dios? No errŽis; ni los fornicarios, ni los id—latras, ni los adślteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredar‡n el reino de Dios.   ÁAmen!