16 de noviembre de 18

 

Las Maravillas Vienen

Miqueas 7:1-20

 

Como el profeta Miqueas vino del campo, era muy normal para Žl hablar, y expresar sus sentimientos en expresiones de la agricultura.

 

1) !!Ay de m’! porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado despuŽs de la vendimia, y no queda racimo para comer; mi alma dese— los primeros frutos.

 

ŔClaro, no hab’a nada de fruto, pero quŽ es el punto, una falta de comida? 

 

El fruto de que el profeta hablaba era otros, que estaban realmente siguiendo al Se–or. Miqueas se sent’a sumamente solo, como uno que conoc’a a Dios, en medio de un ocŽano de hip—critas.

 

El’as, otro, se sentaba as’ cuando peleaba con los de JezabelÉ

1 Reyes 19:10  He sentido un vivo celo por

Jehov‡ Dios de los ejŽrcitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y s—lo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.

 

Y sabemos que no era cierto, Dios tenia a siete mil que no han doblado la rodilla a Baal, pero su desanimo era real.

 

Hasta San Pablo se sent’a solo, aislado en el servicio del Se–or.

 

Filipenses 2:19-21   Espero en el Se–or Jesśs enviaros pronto

a Timoteo, para que yo tambiŽn estŽ de buen ‡nimo al saber de vuestro estado;  pues a ninguno tengo del mismo ‡nimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros.  Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesśs.

 

Es que cuando muchos est‡n apartando se de la fe, es f‡cil para un servidor fiel, sentir como que es el śnico.

2) Falt— el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano.

 

Esto pasa en una cultura, en que aunque haya revelaci—n, la gente realmente no escuchan a la vos de Dios.  Vivan conforme de los dichos de su cultura, o conforme a lo que sus padres se ense–aron como el sentido comśn.

 

Pero la instrucci—n valios’sima de las escrituras, simplemente no es parte de sus meditaciones.

 

Y cuando el ego’smo est‡ creciendo, es f‡cil abusar y hasta da–ar a otros, si esto puede avanzar tus objetivos.

 

3) Para completar la maldad con sus manos, el pr’ncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman.

 

Los lideres, los jueces que deben de establecer el orden juzgando entre el bueno y lo malo, solamente pueden pensar en tŽrminos de lo que es provechoso, o no, para su propia econom’a.

 

Est‡ hablando de tiempos de pura corrupci—n, en que muchos desean una posici—n en el gobierno, no para servir a Dios, y especialmente no para servir al pueblo, sino solamente para aprovechar se de las oportunidades de enriquecerse, fingiendo la justicia.

 

Y cuando la cultura es as’, cuando la sabidur’a de las escrituras est‡ ausente, y son un pueblo que conoc’a de los preceptos de Dios antes, es una garant’a de que el juicio ya est‡ dispuesto a caer.

 

Cuando somos el pueblo de Dios, y solamente andamos echando lodo al nombre de Dios, es tiempo de que caigan las represalias del pacto.

 

4) El mejor de ellos es como el espino; el m‡s recto, como zarzal; el d’a de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas; ahora ser‡ su confusi—n.

 

ÁSi el mejor es como un espino, imagine el peor!  Pero creo que nuestros tiempos tienen algo en comśn con todo esto.

Nosotros en este pa’s tenemos muchas protestas ya que terminan en golpes, en gritos de profanidad y en la destrucci—n de la propiedad privada. 

Es muy de modo ver a los lideres que tienen diferentes conceptos del gobierno, cambiando insultos, o en algunos pa’ses, matando a sus oponentes.

 

En Francia, es muy de modo ahora cuando los j—venes salgan a protestar, que se queman una gran cantidad de carros.

 

Y ahora mismo, hay muchos hasta aqu’ cerca en Tijuana, llegando a los golpes sobre la crisis de la llegada de miles de inmigrantes de centro America.

 

As’ que hasta en nuestros tiempos, estamos al borde de perder lo que antes era una civilizaci—n.

 

Es como los tiempos de la ca’da del gran emperio Romano.

 

5) No cre‡is en amigo, ni confiŽis en pr’ncipe; de la que duerme a tu lado cu’date, no abras tu boca.

 

Tan tremenda era la situaci—n, que uno ni pudiera confiar en su esposa.  Como ahora, si uno pensaba que se pudiera divorciar se en cualquier momento, la que es tu compa–era pudiera ser muy pronto, tu enemiga en la corte.  Ni la familia era una instituci—n segura.

 

6) Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa.

 

Cuando la cultura es as’, puras contiendas en todos lado, pura vivir en la carne, es una indicaci—n de que Dios va a venir con un martillo de destrucci—n.

 

7) Mas yo a Jehov‡ mirarŽ, esperarŽ al Dios de mi salvaci—n; el Dios m’o me oir‡.

 

Ahorra podemos empezar a sacar algo de provecho de la ense–anza.  Cuando todo est‡ muy duro, cuando uno se siente complemente solo, entre mundanos, hay alivio fijando tus ojos en Cristo.

Hebreos 12:2   Puestos los ojos en Jesśs, el autor y

consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Žl sufri— la cruz, menospreciando el oprobio, y se sent— a la diestra del trono de Dios.

 

Cuando parece como que ya no hay esperanza, nosotros podemos encontrar grande esperanza.

8) Tś, enemiga m’a, no te alegres de m’, porque aunque ca’, me levantarŽ; aunque more en tinieblas, Jehov‡ ser‡ mi luz.

 

ŔPero quien es esa enemiga?  Es como que Miqueas hablaba como que Žl era la iglesia y su enemiga era Babilonia, o el mundo, o hasta Jezabel.

 

Y el profeta reconoc’a que la iglesia ha ca’do mucho en su tiempo, y que iba a sufrir bajo su castigo, pero no iba a caer completamente.

 

Proverbios 24:16     Porque siete veces cae el justo,

y vuelve a levantarse; Mas los imp’os caer‡n en el mal.

 

9) La ira de Jehov‡ soportarŽ, porque pequŽ contra Žl, hasta que juzgue mi causa y haga mi justicia; Žl me sacar‡ a luz; verŽ su justicia.

 

Hablando por el pueblo, dice que pecaba, como Daniel hablaba en sus oraciones famosas.  Reconoc’a que grandes castigos estaban cayendo, y que era evidente en la putrefacci—n de la cultura.

 

Pero esto iba a llega a su fin, y la luz iba a regresar.   Esto es como el logo de nuestra iglesia donde se ve el sol empezando a levantar se sobre un nuevo d’a.

 

Un d’a en que la gente van a reconocer otra vez el poder de la cruz de Cristo, y el valor de una vida santa, cerca de los preceptos de Dios.

 

10) Y mi enemiga lo ver‡, y la cubrir‡ vergźenza; la que me dec’a: ŔD—nde est‡ Jehov‡ tu Dios? Mis ojos la ver‡n; ahora ser‡ hollada como lodo de las calles.

 

Hoy d’a, hay muchos que burlan de los Cristianos.  Se enojan cuando escuchan la naturaleza de la moralidad B’blica, y hacen todo en su poder de bloquear nos.

 

Pero esto no va a continuar sino como en los tiempos de Jezabel, la enemiga va a caer y estar atropellada en las calles.

 

2 Reyes 9:30-33 Vino despuŽs Jehś a Jezreel; y cuando

Jezabel lo oy—, se pint— los ojos con antimonio, y atavi— su cabeza, y se asom— a una ventana.

 

Y cuando entraba Jehś por la puerta, ella dijo: ŔSucedi— bien a Zimri, que mat— a su se–or?

 

Alzando Žl entonces su rostro hacia la ventana, dijo: ŔQuiŽn est‡ conmigo? ŔquiŽn? Y se inclinaron hacia Žl dos o tres eunucos.

 

Y Žl les dijo: Echadla abajo. Y ellos la echaron; y parte de su sangre salpic— en la pared, y en los caballos; y Žl la atropell—.

 

Esta el la manera de morir, para la que era la enemiga de la iglesia, no con dignidad, sino que en la m‡xima vergźenza.

 

11) Viene el d’a en que se edificar‡n tus muros; aquel d’a se extender‡n los l’mites.

 

Ahora, como hemos visto en muchos profetas, habla de la manera en que el pueblo de JerusalŽn seria reconstruida.

 

Para nosotros, es el d’a en que la iglesia de Cristo otra vez va a tener su posici—n fuerte en la sociedad prosperada.

 

12-13) En ese d’a vendr‡n hasta ti desde Asiria y las ciudades fortificadas, y desde las ciudades fortificadas hasta el R’o, y de mar a mar, y de monte a monte.  Y ser‡ asolada la tierra a causa de sus moradores, por el fruto de sus obras.

 

Claro, hay esperanza para el futuro, las maravillas van a regresar, pero solamente despuŽs de un gran cat‡strofe.

 

Y despuŽs viene el alivioÉ

 

14) Apacienta tu pueblo con tu cayado, el reba–o de tu heredad, que mora solo en la monta–a, en campo fŽrtil; busque pasto en Bas‡n y Galaad, como en el tiempo pasado.

 

Y esto est‡ hablando de la santa reconstrucci—n, con el poder de Dios, de una sociedad que otra vez va a vivir conforme a su palabra.  No solamente unos pocos en un rinc—n aislado, sino en todas partes de la sociedad, como la educaci—n, el gobierno, en los negocios, y hasta en los artes.

 

15) Yo les mostrarŽ maravillas como el d’a que saliste de Egipto.

 

Esto es el punto del mensaje de hoy, que es relevante a todos nosotros. 

 

Cuando te veas todo en la cultura cayendo mas y mas en la corrupci—n, en la carne, en la delincuencia, es porque el juicio viene.

 

Pero despuŽs del juicio, viene otra vez la gloria de Dios, con sus maravillas.

 

La cultura no est‡ fuera del control, sino que Dios sabe exactamente lo que hace, y revela la esperanza del futuro a los fieles, a los que caminan fielmente en pacto con Žl.

 

16) Las naciones ver‡n, y se avergonzar‡n de todo su poder’o; pondr‡n la mano sobre su boca, ensordecer‡n sus o’dos.

 

Aqu’ podemos tomar las naciones como todos los grupos que ahora atacan y burlan de la iglesia de Cristo Jesśs.

 

Y han tenido su tiempo de seguir toda forma de perversi—n y de abominaci—n, pero pronto estar‡n pagando el precio por todo esto.

 

G‡latas 6:7-8  No os enga–Žis; Dios no puede ser burlado:

pues todo lo que el hombre sembrare, eso tambiŽn segar‡.

 

Porque el que siembra para su carne, de la carne segar‡ corrupci—n; mas el que siembra para el Esp’ritu, del Esp’ritu segar‡ vida eterna.

 

17) Lamer‡n el polvo como la culebra; como las serpientes de la tierra, temblar‡n en sus encierros; se volver‡n amedrentados ante Jehov‡ nuestro Dios, y temer‡n a causa de ti.

 

Como muchos ahora desean seguir la serpiente, como los que abiertamente sigan a Satan‡s, en poco tiempo van a mostrar que son recipientes de la maldici—n antigua de la misma serpiente.

 

 

 

GŽnesis 3:14   Y Jehov‡ Dios dijo a la serpiente: Por cuanto

esto hiciste, maldita ser‡s entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andar‡s, y polvo comer‡s todos los d’as de tu vida.

 

El hecho de que ahora hay grupos que abiertamente honran a Satan‡s es una prueba que la cultura ya ha llegado a su fin, y el juicio est‡ aqu’.  Estamos tocando fondo.

 

Pero no es el fin de nosotros, sino que nosotros tenemos las llaves para reconstruir algo bueno sobre los escombros de los enemigos.

 

18) ŔQuŽ Dios como tś, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.

 

Esto es muy bello, pero tambiŽn es espantoso.   No dice que perdona la maldad de todo su pueblo, sino del remanente, que van a seguir como fieles, durante el peor.

 

Hay un Salmo que dice que el perd—n de Dios es la causa del temor, y a veces esto es dif’cil de entender.

 

Salmos 130:4   Pero en ti hay perd—n,

               Para que seas reverenciado.

 

Y la palabra reverenciado a veces est‡ traducida como temor.

 

Pero el punto es que s’, Dios va a perdonar a los pecados de sus hijos queridos, pero para los dem‡s, no habr‡ perd—n jam‡s sino juicios constantes para siempre.

 

Si la sangre de Cristo no ha pagado por los pecados de uno, esto quiere decir que ellos van a pagar personalmente, en carne propia, en el infierno, en un castigo que jam‡s terminar‡.

 

Es que sus deudas del pecado son tan inmensas que van a necesitar toda la eternidad para seguir pagando.

 

Y por esto, nuestro Dios es digno de temor y de reverencia.

 

19) El volver‡ a tener misericordia de nosotros; sepultar‡ nuestras iniquidades, y echar‡ en lo profundo del mar todos nuestros pecados.

 

Hermano cuando te entiendes la magnitud de las ofensas de tu pecado, cuando entiendes cuan costoso es el pecado, te vas a sentir la gratitud por lo que Cristo hizo para ti en la cruz.

 

En esa temporada de la gratitud Cristiana, este es un verso magnifico sobre lo cual te puedes meditar.

 

19) El volver‡ a tener misericordia de nosotros; sepultar‡ nuestras iniquidades, y echar‡ en lo profundo del mar todos nuestros pecados.

 

No tiraba tus pecados en el mar, cerca de la orilla, donde se pueden estar visibles un d’a cuando el agua se baja.

 

No, hermana, tus pecados, todos tus pecados han sido sepultados en los mas profundo el mar.

 

Y como Dios ha prometido, en el nuevo pacto, estos jam‡s estar‡n recordados en contra de ti.

 

Hebreos 8:12   Porque serŽ propicio a sus injusticias,

Y nunca m‡s me acordarŽ de sus pecados y de sus iniquidades.

 

20) Cumplir‡s la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.

 

Dios no va a permitir que su iglesia sea hundida en la corrupci—n de la cultura moderan. 

 

Dios est‡ comprometido a nosotros, hasta las bendiciones de Abraham ser‡n sobre nosotros, los que toman en serio su santa palabra.

 

Es mas, todo esto fue sellado en la obediencia de Abraham.

 

Cuando Dios confirmaba su promesa a Isaac, dijo que Abraham era fiel, y por esto las promesas ten’an que seguir.

 

GŽnesis 26:4-5 MultiplicarŽ tu descendencia como las

estrellas del cielo, y darŽ a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra ser‡n benditas en tu simiente, por cuanto oy— Abraham mi voz, y guard— mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.

 

 

Estas promesas son nuestras, as’ que vamos a sellar las tambiŽn en el gozo de la santa obediencia.

 

------------------------- Conclusi—n -----------------------

 

Hermanos, lo que el mundo ofrece en sus universidades, en sus filosof’as huecas, en su inmoralidad de pura perversi—n, y no est‡ funcionando.

 

Es que est‡n viviendo en un mundo de fantas’a.  Por esto hay tantos suicidios.

 

Pero nosotros tenemos los planes, las llaves para construir una cultura nueva, bajo Cristo, una cultura que s’ puede prosperar y durar.

 

Y si tu quieres vivir como parte de la gran reconstrucci—n, puedes pasar en unos momentos, y oraremos para ti.

 

ÁY no olvides, las maravillas viene!

 

Vamos a Orar