9 de noviembre de 18

 

ŔQue Es Lo Que Quieres De Mi?

Miqueas 6:1-16

 

Cuando los misioneros de los estados unidos salgan de aqu’ a la çfrica, o a centro America, o a diferentes partes, muy pobres de Asia, se encuentran muchos que vean la vida de los que est‡n en los estados unidos como un sue–o.

 

Seguramente hay muchos en las caravanas que pasan ya por MŽxico, que creen que si solamente pudieron llegar ac‡, su vida seria un para’so.

 

Y los misioneros que salgan ya est‡n empezando a preguntar,

ŔSabes tu la cantidad de personas en los estados unidos con dinero, con buen trabajos, y con casas de lujo, sabes la cantidad de ellos que vivan diariamente en profundas formas de depresi—n?

 

ŔSabes tu la cantidad de estos estadounidenses que est‡n muriendo en todos lados por la sobre dosis de drogas?

 

ŔSabes tu la cantidad de suicidios que existan aqu’, aun entre los ricos y los famosos?  Pausa

 

Los misioneros preguntan esto, Porque saben algo del mensaje de este capitulo de Miqueas.

 

Uno puede tener mucho dinero, muchos lujos, sistemas de entretenimientos y capacidad de viajar, pero al mismo tiempo encontrar que no se encuentre la satisfacci—n en absolutamente nada.

 

1) O’d ahora lo que dice Jehov‡: Lev‡ntate, contiende contra los montes, y oigan los collados tu voz.

 

Dios vino hablando por medio de su profeta a los montes, porque los montes han estado all’ ya por muchos siglos, observando la bondad de Dios con su pueblo.

 

2) O’d, montes, y fuertes cimientos de la tierra, el pleito de Jehov‡; porque Jehov‡ tiene pleito con su pueblo, y altercar‡ con Israel.

Como en muchas partes, Dios viene con una querella no en contra de los de afuera, sino con los de su pueblo, los que formalmente est‡n en pacto con Žl. 

Los que han recibido su bendici—n y su protecci—n.

 

3) Pueblo m’o, ŔquŽ te he hecho, o en quŽ te he molestado? Responde contra m’.

 

Es que era claro que su pueblo estaba harto de Žl.  Ya el gran Dios, el Dios glorioso era para ellos un ser aburrido.

 

Por esto muchos salieron buscando otros dioses, los dioses de la carnalidad, los dioses de los paganos, que aprobaron toda forma de perversi—n sexual.

 

Pero Dios preguntaba en su defensa, ŔquŽ te he hecho?

 

Y lo hemos visto la pregunta en otros profetas.

 

Jerem’as 2:5   As’ dijo Jehov‡: ŔQuŽ maldad hallaron en m’

vuestros padres, que se alejaron de m’, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos?

 

Pero por supuesto no se pudieron responder con nada que tenia sentido.  Por esto Dios empezaba a recordar les algo de su historia.

 

4) Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redim’; y enviŽ delante de ti a MoisŽs, a Aar—n y a Mar’a.

 

Dios organiz— su gran escape, como que con muchos de nosotros no sacaban de un esclavitud de pecado o hasta de los vicios.

 

Dios puso sobre ellos MoisŽs, un hombre muy inteligente y tambiŽn muy paciente, y Aar—n para funcionar como sacerdote.

 

Y Mar’a, que ministraba con las mujeres, y tambiŽn serv’a en la alabanza.

 

El cuidado del liderazgo, aunque no eran perfectos, eran de gran calidad, y el pueblo deber’a de mostrar un poco de gratitud por esto.

 

Siempre ten’an comida, y algo de beber en el desierto, y hasta su ropa estaba preservada.

Deuteronomio 29:5    Y yo os he tra’do cuarenta a–os en el

desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie.

Caminando mucho puede da–ar a los pies, pero esto no pas— con el pueblo de Dios.

 

5) Pueblo m’o, acuŽrdate ahora quŽ aconsej— Balac rey de Moab, y quŽ le respondi— Balaam hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias de Jehov‡.

 

La historia de Balaam es algo interesante.  Balac era un rey de Moab que deseaba maldecir el pueblo cuando se acerc— a la tierra prometida.

 

Moab estaba nacido de Lot, por una relaci—n incestuosa que Lot tenia con su hija.

 

Y Balaam era como un hechicero poderoso, que tenia dones espirituales, y era normalmente capaz de maldecir a un enemigo.

 

Pero con este pueblo no pudo, sino que su deseo de producir una maldici—n se convirti— en bendici—n, porque Dios puede controlar hasta la boca de cualquier persona.

 

Proverbios 16:1 Del hombre son las disposiciones del

                     coraz—n; Mas de Jehov‡ es la respuesta de

                     la lengua.

 

Nśmeros 23:11-12     Entonces Balac dijo a Balaam: ŔQuŽ me has

hecho? Te he tra’do para que maldigas a mis enemigos, y he aqu’ has proferido bendiciones.

 

El respondi— y dijo: ŔNo cuidarŽ de decir lo que Jehov‡ ponga en mi boca?

 

As’ que esto era solamente un ejemplo entre muchos que se pudiera dar sobre c—mo Dios ha protegido su pueblo de muchas formas de maldad.  pausa

 

Pero para los del pueblo rebelde, nada de esto iba a servir, sino que van a seguir, mayormente, en su desprecio por el Dios verdadero, y van a preguntar en su frustraci—nÉ

 

ŔAhora que?  ŔQuŽ es lo que quieres de mi?

 

6) ŔCon quŽ me presentarŽ ante Jehov‡, y adorarŽ al Dios Alt’simo? ŔMe presentarŽ ante Žl con holocaustos, con becerros de un a–o?

 

Es como que estaban quejando, ŔQuŽ es lo que este Dios tan santo quiere, becerros de un a–o?

 

As’ es el hombre que no quiere arrepentir se, solamente quiere pensar en sus sacrificios.

 

Por esto el rey Saśl encontraba su ruina muy pronto.

 

1 Samuel 15:10-22    Y vino palabra de Jehov‡ a Samuel,

diciendo: Me pesa haber puesto por rey a Saśl, porque se ha vuelto de en pos de m’, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbr— Samuel, y clam— a Jehov‡ toda aquella noche.

 

Madrug— luego Samuel para ir a encontrar a Saśl por la ma–ana; y fue dado aviso a Samuel, diciendo: Saśl ha venido a Carmel, y he aqu’ se levant— un monumento, y dio la vuelta, y pas— adelante y descendi— a Gilgal.

 

Vino, pues, Samuel a Saśl, y Saśl le dijo: Bendito seas tś de Jehov‡; yo he cumplido la palabra de Jehov‡.

 

Samuel entonces dijo: ŔPues quŽ balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis o’dos?

 

 Saśl respondi—: De Amalec los han tra’do; porque el pueblo perdon— lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehov‡ tu Dios, pero lo dem‡s lo destruimos.

 

Entonces dijo Samuel a Saśl: DŽjame declararte lo que Jehov‡ me ha dicho esta noche. Y Žl le respondi—: Di.

 

Y dijo Samuel: Aunque eras peque–o en tus propios ojos, Ŕno has sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehov‡ te ha ungido por rey sobre Israel?

 

18 Y Jehov‡ te envi— en misi—n y dijo: Ve, destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes.

 

ŔPor quŽ, pues, no has o’do la voz de Jehov‡, sino que vuelto al bot’n has hecho lo malo ante los ojos de Jehov‡?

 

Y Saśl respondi— a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehov‡,

 

Como que pesaba en su mente: ŔQuŽ es lo que quieres de mi?

 

Antes bien he obedecido la voz de Jehov‡,

y fui a la misi—n que Jehov‡ me envi—, y he tra’do a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas.

 

Mas el pueblo tom— del bot’n ovejas y vacas, las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehov‡ tu Dios en Gilgal.

 

Y Samuel dijo: ŔSe complace Jehov‡ tanto en los holocaustos y v’ctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehov‡? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atenci—n que la grosura de los carneros.

 

Cristo tenia el mismo conflicto con los fariseos como dice en

Mateo 23:23    !!Ay de vosotros, escribas y fariseos,

hip—critas! porque diezm‡is la menta y el eneldo y el comino, y dej‡is lo m‡s importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

 

Los fariseos ten’an sus ofrendas, segśn la ley, pero solamente eran para cubrir sus grandes injusticias, como robando a las viudas, quitando les su herencia.

 

As’ que era una t‡ctica antigua de emplear los sacrificios, para esconder una vida de rebeld’a profunda.  Pero Dios jam‡s est‡ enga–ado.

 

7) ŔSe agradar‡ Jehov‡ de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ŔDarŽ mi primogŽnito por mi rebeli—n, el fruto de mis entra–as por el pecado de mi alma?

 

Es que siguiendo su queja en contra del Dios santo y justo, hablan ya en extremos.

ŔQuŽ es lo que Dos quiere de mi?  Unos r’os de aceite costoso?  ŔSer‡ suficiente miles de corderos?  Tengo que sacrificar a mi hijo a ese Dios tan exigente?

 

Esto era lo que hicieron los paganos, se ofrecieron su hijos, en sacrificios a los dioses execrables.  Como los modernos ofrecen sus bebes al dios de la conveniencia por las cl’nicas del aborto.  pausa

 

Pero los santos del testamento antiguo jam‡s eran salvados por sus sacrificios.  Los sacrificios solamente ense–aban que el perd—n era posible, cuando un inocente muri— por el injusto.

 

Los salvados en los tiempos antiguos eran salvados por el sacrificios de Cristo en la cruz, porque en la mente de Dios esto era ya cumplido, desde los principios del mundo.

 

De esto se habla mucho en el libro de Apocalipsis.

 

Pero se entraron en su expiaci—n, en el perd—n por la fe y el arrepentimiento.  Y esto es lo que dice el verso famos’simo que sigue.

 

Para los que ya est‡n hartos de Dios, aburridos en su servicio, para los que pidan ŇQue es lo que Dios quiere de miÓ, la respuesta es muy sencilla.

 

8) Oh hombre, Žl te ha declarado lo que es bueno, y quŽ pide Jehov‡ de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

 

No es ningśn secreto, Dios lo ha revelado, si no puedes pensar en nada mas que los sacrificios, entonces San Pablo tiene un sacrificio para ti.

 

Romanos 12:1   As’ que, hermanos, os ruego por las

misericordias de Dios, que presentŽis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

 

Dios quiere a ti, viviendo en uni—n y en una santa comuni—n con Žl.  ŔPero c—mo vas a andar con Dios, si no est‡s de acuerdo con Žl?

Am—s 3:3 ŔAndar‡n dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?

 

Hermano, hermana no es nada raro que Dios quiere de ti, y te puedes vivir cerca de Žl en una vida de satisfacci—n.

8) Oh hombre, Žl te ha declarado lo que es bueno, y quŽ pide Jehov‡ de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

 

Hay que tratar la gente bien, en los negocios, en sus relaciones.  Hay que tratar a otros como tu quieres estar tratado.  Hay que dejar toda venganza en las manos de Dios.

 

Lucas 6:31 Y como querŽis que hagan los hombres con

vosotros, as’ tambiŽn haced vosotros con ellos.

 

Solamente tenemos que vivir como hacedores de la palabra y no solamente oidores, enga–ando nos a nosotros mismos.

 

8) Oh hombre, Žl te ha declarado lo que es bueno, y quŽ pide Jehov‡ de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

 

Una vez ganando el dinero honestamente, hay que tener un poco de misericordia con los menos afortunados.

 

Hay que tener la paciencia con los hermanos que son mas nuevos, y no conocen todo lo que tu has aprendido.

 

Realmente hermanos, no es muy complicado, es simple.

 

8) Oh hombre, Žl te ha declarado lo que es bueno, y quŽ pide Jehov‡ de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

 

Y hay que vivir como humilde delante de Dios, dejando que Dios decide lo que es bueno o malo, que Dios decide lo que ver’dico o falso.   ŔTe parece tan complicado?  pausa

 

Pero en el tiempo de ese profeta, hab’an muchos que simplemente no deseaban escuchar, y por esto vino las consecuencias.

 

9) La voz de Jehov‡ clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atenci—n al castigo, y a quien lo establece.

 

Aun hab’a tiempo de recapacitar, pero en este caso, ellos estaban mayormente duros ya de coraz—n.

 

10) ŔHay aśn en casa del imp’o tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable?

 

Aunque eran el pueblo de Dios, aunque conocieron la ley de Dios, ten’an muchas maneras de robar en sus negocios.

 

Pero recuerde hermano, Dios no puede estar enga–ado.

 

G‡latas 6:7    No os enga–Žis; Dios no puede ser burlado:

pues todo lo que el hombre sembrare, eso tambiŽn segar‡.

 

11) ŔDarŽ por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas enga–osas?

 

Estas eran las maneras de enga–ar en los negocios antiguos, y los enga–adores modernos tienen sus propios mŽtodos.

 

Pero no saldr‡n con impunidad.

 

12) Sus ricos se colmaron de rapi–a, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es enga–osa en su boca.

 

Hay muchos que mientan, y roban para sacar provecho de otros en los negocios, y es algo que Dios no va permitir.

 

Rompiendo pacto con Dios, siempre hay consecuencias.

 

13-14) Por eso yo tambiŽn te hice enflaquecer hiriŽndote, asol‡ndote por tus pecados.  Comer‡s, y no te saciar‡s, y tu abatimiento estar‡ en medio de ti; recoger‡s, mas no salvar‡s, y lo que salvares, lo entregarŽ yo a la espada.

 

Por esto, hermanos, hablaba yo de los muchos en este pa’s, que vivan deprimidos, atrapados en las drogas, y muchos al borde del suicidio.   Vivir en la maldad, cuando conoces la verdad de Dios, siempre traer‡ su consecuencia, a ti o a los tuyos.

Lucas 12:47    Aquel siervo que conociendo la voluntad de su

se–or, no se prepar—, ni hizo conforme a su voluntad, recibir‡ muchos azotes.

 

15) Sembrar‡s, mas no segar‡s; pisar‡s aceitunas, mas no te ungir‡s con el aceite; y mosto, mas no beber‡s el vino.

 

Estos son las represalias que vienen a los que rompan pacto con el Se–or, y esto aparece en toda la Biblia.

 

EclesiastŽs 5:10     El que ama el dinero, no se saciar‡ de

dinero; y el que ama el mucho tener, no sacar‡ fruto. TambiŽn esto es vanidad.

Isa’as 55:2    ŔPor quŽ gast‡is el dinero en lo que no es

pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? O’dme atentamente, y comed del bien, y se deleitar‡ vuestra alma con grosura.

 

Dios est‡ llamando nos a la satisfacci—n, y a la alegr’a en sus caminos, pero los que prefieren la rebeli—n, no van a entrar en esa satisfacci—n.

 

16) Porque los mandamientos de Omri se han guardado, y toda obra de la casa de Acab; y en los consejos de ellos anduvisteis, para que yo te pusiese en asolamiento, y tus moradores para burla. LlevarŽis, por tanto, el oprobio de mi pueblo.

 

ŔPero quien es Omri? Omri era el padre de Acab, y Acab era el esposo de Jezabel.  Estos malvados metieron las doctrinas falsas y los dioses falsos en el pueblo santo.

 

Y muchos segu’an estas doctrinas y estas practicas paganas, y por esto, no estaban dispuestos a escuchar la invitaci—n del profeta.  Y cosas semejantes pueden pasar en la iglesia moderna.

------------------------- Conclusi—n -----------------------

 

Esto ha sido un capitulo bastante conocido, aunque es un poco duro y negativo, para algunos.  Y tal vez todo esto ha levantado una objeci—n entre algunos.

 

Objeci—n: Parece como que el pastor est‡ pasando mucho tiempo

en el testamento antiguo cuando todo era muy estricto en el pueblo de Dios.

 

Respuesta: Est‡ bien, puedo cerrar con un texto breve del

           nuevo testamento.

 

Viene del libro de Hebreos, sobre muchos que estaban apartando se de la fe, y abandonando su pacto con el Se–or.

 

Hebreos 10:28-29     El que viola la ley de MoisŽs, por el

testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.

 

ŔCu‡nto mayor castigo pens‡is que merecer‡ el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Esp’ritu de gracia?

ES cierto, que bajo MoisŽs las consecuencias de romper pacto eran duras, pero dice aqu’, que bajo Cristo, en algśn sentido ser‡n aun mas duras, mucho mas duras.

 

Por esto tenemos que estar en la oraci—n por cualquier hermano, hermana, que anda apartando se de su Dios, sea un joven, o sea un adulto.

 

Porque las consecuencia de esa forma de traici—n, son inimaginables.  No se puede jugar, con el Dios tres veces santo.

 

Vamos a Orar