16 de septiembre de 18
Sobreviviendo Los
Tiempos Oscuros Isa’as 63:1-19
Introducci—n
Hay muchos j—venes creciendo en un ambiente, una cultura que es oscura, llena de tentaciones y de
trampas que pueden destruir su fe, y en algunos casos hay influencias que
pueden destruir hasta sus vidas.
En otras palabras estamos viviendo en tiempos oscuros.
Y los tiempos de Isa’as eran tiempos
oscuros tambiŽn. Y aunque no
est‡ presentado expl’citamente en las escrituras, se creen que Isa’as fue
matado, porque los malvados en poder estaban hartos de sus proclamaciones de la
verdad.
Hebreos 11:37 Fueron
apedreados, aserrados, puestos a
prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de ac‡ para all‡
cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;
Los escolares de la historia de Israel creen que fue Isa’as que fue aserrado,
sujetado a una muerte violenta.
Pero el mensaje de Isa’as vino para ayudar a los fieles a sobrevivir, aun en medio de tiempos muy duros y oscuros.
Y el libro de Daniel era evidencia de que hab’an jud’os, que bajo las
circunstancias mas dif’ciles, se prosperaban y glorificaban a Dios.
1) ÀQuiŽn es Žste que viene de Edom,
de Bosra, con vestidos rojos? ÀŽste hermoso en su vestido, que marcha en la
grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.
Bosra era una cuidad de Edom, donde hab’an muchas vi–as. Pero en Edom viv’an los descendientes
de Esaœ. Eran tambiŽn descendientes
de Abraham, por Isaac, pero eran enemigos fuertes del pueblo de Dios.
La palabra Edom quiere decir rojo, porque Esaœ tenia un piel muy rojo,
y vendi— su herencia por un guisado rojo.
Los hermanos, Jacob y Esaœ se reconciliaron, pero sus descendientes
ten’an siglos de conflicto.
2) ÀPor quŽ es rojo tu vestido, y tus
ropas como del que ha pisado en lagar?
Se hacen la pregunta de Dios, y en el libro de Apocalipsis mucho de
esto est‡ aplicado a Cristo. pausa
Cuando yo era ni–o, me llevaron a unas festivales de las vi–as en
California cerca de donde viv’a, y para celebrar se pisaron uvas con sus pies
para captar las practicas de antes.
Ya por siglos todo esto ha sido hecho con maquinas, pero en la
antigŸedad la gente actualmente quitaron sus zapatos, limpiaron sus pies y
literalmente pisaron uvas para sacar el jugo. Y yo recuerdo viendo esto.
Y era posible tener el jugo salpicando sobre todos tus vestidos.
Pero en la Biblia esto est‡ adaptado, metaf—ricamente a una matanza de guerra.
3) He pisado yo solo el lagar, y de
los pueblos nadie hab’a conmigo; los pisŽ con mi ira, y los hollŽ con mi furor;
y su sangre salpic— mis vestidos, y manchŽ todas mis ropas.
Esta es una de las descripciones mas graficas de la ira de Dios
cayendo sobre un grupo. Se cay—
sobre Edom como hemos visto antes.
Isa’as 34:6 Llena
est‡ de sangre la espada de Jehov‡,
engrasada est‡ de grosura, de sangre de corderos y de machos cabr’os,
de grosura de ri–ones de carneros; porque Jehov‡ tiene sacrificios en Bosra, y
grande matanza en tierra de Edom.
Edom representaba un enemigo de Israel, pero el pasaje anuncia lo que
pasa con todos los enemigos del pueblo de Dios.
4) Porque el d’a de la venganza est‡
en mi coraz—n, y el a–o de mis redimidos ha llegado.
Hemos visto muchas veces ya, que la redenci—n y el juicio vienen
juntos en la Biblia.
Casi siempre cuando Dios est‡ redimiendo a su pueblo, los enemigos de
su pueblo est‡n fuertemente aplastados.
5) MirŽ, y no hab’a quien ayudara, y
me maravillŽ que no hubiera quien sustentase; y me salv— mi brazo, y me sostuvo
mi ira.
Esto simplemente est‡ diciendo que el pueblo de Dios no puede confiar
en ningœn otro poder sino su Dios para estar rescatado.
Se cometieron errores muchas veces confiando en Egipto u otro poder,
en vez de simplemente confiar en su Dios.
Claro, Dios puede emplear medios humanos, pero no ponemos nuestra
confianza en ellos, ni tampoco glorificamos a ellos.
6) Y con mi ira hollŽ los pueblos, y
los embriaguŽ en mi furor, y derramŽ en tierra su sangre.
Bueno, esto fue la primera parte del capitulo. ÀPero que quiere decir? ÀY porque aparece precisamente aqu’?
Es que el pueblo de Dios estaba bajo disciplina, estaba sufriendo. Los tiempos eran oscuros.
Pero ten’an que entender que ellos s’ iban a sobrevivir esto, pero la gran mayor’a de sus enemigos no. Los Edomitas, por ejemplo iban a estar
completamente exterminados por el orden de Dios.
7) De las misericordias de Jehov‡ harŽ
memoria, de las alabanzas de Jehov‡, conforme a todo lo que Jehov‡ nos ha dado,
y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho
segœn sus misericordias, y segœn la multitud de sus piedades.
Ahora, para ayudar el pueblo sobrevivir
los tiempo oscuros, el profeta deseaba recordar a todos c—mo Dios ha sido
misericordioso con ellos en el pasado.
Y aqu’ la misericordia era para la casa de Israel, para los que
estaban en pacto con Žl. No era
para todos. Y como acabamos de
ver, ciertamente no era para el pueblo de Edom.
8) Porque dijo: Ciertamente mi pueblo
son, hijos que no mienten; y fue su Salvador.
Los que realmente son el pueblo de Dios, van a tener un amor por la
verdad.
Y van a encontrar la verdad en su palabra. Y van a hablar la verdad y no vivir como los
mentirosos. Porque una vida de
mentiras es la evidencia de que uno realmente no es parte de la familia de
Dios.
9) En toda angustia de ellos Žl fue
angustiado, y el ‡ngel de su faz los salv—; en su amor y en su clemencia los
redimi—, y los trajo, y los levant— todos los d’as de la antigŸedad.
Para mantener la fe de los dŽbiles, el profeta los invitaba a recodar
como Dios sent’a algo de su aflicci—n, siglos atr‡s cuando estaban en Egipto.
ƒxodo 3:7 Dijo luego Jehov‡: Bien
he visto la aflicci—n de
mi pueblo que est‡ en Egipto, y he o’do su clamor a causa de sus
exactores; pues he conocido sus angustias.
Dios mand— a MoisŽs como pastor sobre su pueblo, porque Dios no pudo
dejar su pueblo bajo la crueldad de Egipto.
Esto tambiŽn pas— en el nuevo testamento. Cuando Pablo que antes llevaba el nombre Saulo, estaba
atacando la iglesia, y Cristo dijoÉ
Saulo, Saulo, Àpor quŽ me persigues?
Y Pablo se enter— r‡pidamente que atacando a la iglesia, estaba
literalmente atacando a Cristo.
10) Mas ellos fueron rebeldes, e
hicieron enojar su santo esp’ritu; por lo cual se les volvi— enemigo, y Žl
mismo pele— contra ellos.
Esto es una expresi—n sumamente espantosa. Por el pecado, podemos no solamente perder algo de la
protecci—n de Dios, sino podemos provocar nuestro Dios a actuar como nuestro
enemigo, y a actualmente pelear en contra de nosotros.
Otra vezÉ
10) Mas ellos fueron rebeldes, e
hicieron enojar su santo esp’ritu; por lo cual se les volvi— enemigo, y Žl
mismo pele— contra ellos.
Esto era la base, la raz—n de los
tiempos oscuros. Cuando el
pueblo de Dios vive como los enemigos de Dios, la esperanza es muy poca.
11) Pero se acord— de los d’as
antiguos, de MoisŽs y de su pueblo, diciendo: ÀD—nde est‡ el que les hizo subir
del mar con el pastor de su reba–o? Àd—nde el que puso en medio de Žl su santo
esp’ritu,
Tenemos que entender que profeta no estaba reprendiendo a Dios. Sino que, recordando el pasado, estaba
motivando al pueblo a rogar por la buena relaci—n que ellos ten’an antes con el
Se–or, cuando vieron su poder obrando en su favor.
12) el que los gui— por la diestra de
MoisŽs con el brazo de su gloria; el que dividi— las aguas delante de ellos,
haciŽndose as’ nombre perpetuo, el que los condujo por los abismos, como un
caballo por el desierto, sin que tropezaran?
Aqu’ estaba recordando el gran poder de Dios. Primero, abriendo el mar rojo, con un
gran milagro, estableciendo un nombre para si mismo en el mundo antiguo.
Y despuŽs, ayudando les a pasar por la tierra seca en medio del mar,
no cayendo sobre rocas, o cayendo atrapados en el lodo, sino que pasaron como
caballos caminando en el desierto.
Es que ten’an que saborear todos estos detalles para recodar que su
Dios era magnifico y que era urgente reconciliar se con Žl, y no continuar
viviendo en la rebeli—n abierta, provocando a ese Dios a ser su enemigo.
Aun en el nuevo testamento dice que podemos provocar el Santo Esp’ritu
de Dios.
Efesios 4:30 Y no
contristŽis al Esp’ritu Santo de Dios,
con el cual fuisteis sellados para el d’a de la redenci—n.
Ahora recordando mas.
14) El Esp’ritu de Jehov‡ los
pastore—, como a una bestia que desciende al valle; as’ pastoreaste a tu
pueblo, para hacerte nombre glorioso.
David sabia algo de esto, cuando escribi—É
Salmos 23:1-3 Jehov‡ es
mi pastor; nada me faltar‡.
En lugares de delicados pastos me har‡ descansar; Junto a aguas de
reposo me pastorear‡.
Confortar‡ mi alma; Me guiar‡ por sendas de justicia por amor de su
nombre.
As’ era la vida con Dios, siglos atr‡s, pero ahora en sus tiempos oscuros era diferente, poca
gente realmente tenia esa relaci—n con Dios, porque estaban bien mezclados con
la creencias y las practicas del mundo.
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Bueno, esa fue la segunda parte del capitulo, para sobrevivir los tiempos oscuros, era muy œtil recordar las misericordias que
Dios mostraba a su pueblo en el pasado.
Y ahora, la ultima parte es una oraci—n. Una gu’a, para ayudar el pueblo a orar, aun en medio de los tiempos
mas desesperados.
15) Mira desde el cielo, y contempla
desde tu santa y gloriosa morada. ÀD—nde est‡ tu celo, y tu poder, la conmoci—n
de tus entra–as y tus piedades para conmigo? ÀSe han estrechado?
Es como que Jacob, estaba orando, el que luchaba con el ‡ngel toda la
noche, no dejando lo ir, hasta que se recibi— la bendici—n.
Es una oraci—n fuerte y posible de malinterpretar.
15) Mira desde el cielo, y contempla
desde tu santa y gloriosa morada. ÀD—nde est‡ tu celo, y tu poder, la conmoci—n
de tus entra–as y tus piedades para conmigo? ÀSe han estrechado?
Parece como que el profeta estaba reprendiendo a Dios, y hasta dando
le ordenes. pausa
Pero no es as’, sino que es una petici—n para una reconciliaci—n,
aunque viene por las palabras desesperadas.
El profeta sabe que Dios no ha cambiado.
Pero con esa forma de oraci—n, ojala, los deseos antiguos del pueblo
pudieron regresar, y ellos pudieron todos, dejar el mundo y su vanidad a un
lado, y realmente rogar a Dios por una restauraci—n de su relaci—n con ellos.
16) Pero tœ eres nuestro padre, si
bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; tœ, oh Jehov‡, eres nuestro
padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre.
Esto tambiŽn es una expresi—n desesperada.
Los fariseos se jactaban de que ten’an a Abraham por padre. Pero aqu’ el profeta dice que Abraham
ya estaba en el otro mundo, y no era ninguna ayuda.
Israel, o sea Jacob, tampoco pudo ayudar. Es que no deseaban orar a ningœn Santo, como durante los
tiempos de gran corrupci—n, sino que ten’an que ir directamente a Dios como su
padre. Como Cristo nos ense–— a
orar diciendo ÒPadre NuestroÓ.
En cuanto a Abraham y Jacob, solamente eran relevantes porque ellos
recibieron el pacto, y pasaron el pacto a todas las generaciones por herencia.
Pero sus personas ya no ten’an nada que ver con el rescate.
17) ÀPor quŽ, oh Jehov‡, nos has hecho
errar de tus caminos, y endureciste nuestro coraz—n a tu temor? VuŽlvete por
amor de tus siervos, por las tribus de tu heredad.
Esa es otra parte, f‡cil de malinterpretar.
Empezamos el libro con el justo juicio que Dios hizo a su pueblo, por
su rebeli—n.
Isa’as 6:8-11 DespuŽs o’ la
voz del Se–or, que dec’a: ÀA
quiŽn enviarŽ, y quiŽn ir‡ por nosotros? Entonces respond’ yo: Heme
aqu’, env’ame a m’.
Y dijo: Anda, y di a este pueblo: O’d bien, y no entend‡is; ved por
cierto, mas no comprend‡is.
Engruesa el coraz—n de este pueblo, y agrava sus o’dos, y ciega sus ojos,
para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus o’dos, ni su coraz—n entienda, ni
se convierta, y haya para Žl sanidad.
Y yo dije: ÀHasta cu‡ndo, Se–or? Y respondi— Žl: Hasta que las
ciudades estŽn asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la
tierra estŽ hecha un desierto.
Era algo espantoso, pero Dios mandaba un endurecimiento de sus
corazones como castigo.
Y el mismo pasa en el nuevo testamento.
Romanos 9:18 De
manera que de quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Y una vez endurecido, no vas a responder a ningœn llamamiento de Dios.
Y aun antes en Romanos diceÉ
Romanos 1:26-28 Por esto Dios los
entreg— a pasiones
vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que
es contra naturaleza,
y de igual modo tambiŽn los hombres, dejando el uso natural de la
mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos
vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en s’ mismos la retribuci—n
debida a su extrav’o.
Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entreg— a una mente reprobada, para hacer cosas que no
convienen.
Con la mente reprobada, no puedes ni entender ni responder a lo Dios
est‡ diciendo. Con la mente
reprobada puedes leer la palabra de Dios, pero solamente la vas a distorsionar
y torcer.
Ahora regresando a nuestro texto de Isa’as.
17) ÀPor quŽ, oh Jehov‡, nos has hecho
errar de tus caminos, y endureciste nuestro coraz—n a tu temor? VuŽlvete por
amor de tus siervos, por las tribus de tu heredad.
Ojala puedes ver, que esa parte de la oraci—n tampoco est‡
reprendiendo a Dios, sino que est‡ rogando que Dios levante la maldici—n de la
dureza, de la mente reprobada.
18) Por poco tiempo lo posey— tu santo
pueblo; nuestros enemigos han hollado tu santuario.
Ten’an la tierra prometida por siglos, pero aqu’ dice, orando, que era
poco tiempo, en comparaci—n con la promesa, de una posesi—n eterna.
Y lo bonito aqu’, es que no queja de que sus casas, o sus negocios estaban perdidos, sino que se
lamenta el hecho de que el santuario, el lugar de la adoraci—n y alabanza
estaba desaparecido.
Como mencionŽ en el ultimo capitulo, los hermanos normalmente tienen
muchas oraciones para sus asuntos personales, por sus familias y sus negocios, o
su salud, pero tienen muy poco interŽs en el bienestar de la iglesia de Dios.
19) Hemos venido a ser como aquellos
de quienes nunca te ense–oreaste, sobre los cuales nunca fue llamado tu nombre.
Bueno esa ultima queja, en oraci—n, es muy relevante a nuestros
tiempos en que muchos hermanos ya vivan exactamente como los del mundo, o por
lo menos es su deseo tener la capacidad de vivir mas, como los del mundo.
Pero el profeta no vio esto como algo deseable, sino lo vio como un
desastre.
========================= Conclusi—n ====================
Para sobrevivir los tiempos oscuros,
no podemos vivir como ingenuos.
Tenemos que entender que los tiempos oscuros, tambiŽn son tiempos
peligrosos, hablando espiritualmente.
Antes que nada no podemos pensar menos de
Dios. Nuestro Dios es igualmente
poderoso e igualmente santo como siempre.
Y sobre todo, es accesible, a la oraci—n
apasionada. Y tambiŽn tenemos
otras armas como el ayuno que estaba llamado ayer.
Podemos ver nuestro Dios moviendo
poderosamente como en los siglos pasados, pero toca a nosotros, caminar muy
cerca de el, en la santidad y separados de las mentiras del mundo.
Si esto es tu deseo, sobrevivir en
los tiempos oscuros, y hasta prosperar espiritualmente aun cuando otros
andan apartando se de la fe, puedes pasar en unos momentos, y oraremos para ti.
Vamos a orar!