20 de junio de 2015

 

ÒToda Carne Es Como HierbaÓ

1 Pedro 1:24-25

 

Introducci—n

 

Vivimos en una Žpoca en que parece que el tiempo se pasa volando.  Si uno tiene un buen trabajo, y un poco de dinero, entonces tiene muchas opciones en c—mo disfrutar su tiempo libre.

 

Siempre hay nuevas pel’culas, nueva mœsica, nuevos amigos.

 

Es posible gastar el tiempo en grandes cantidades, sin pensar que el tiempo, actualmente es extremamente limitado.

 

Por esto muchos en la Biblia pidieron la sabidur’a, para saber c—mo usar su tiempo, sabiendo que ese tiempo iba a pasar volando.

 

Salmos 90:12   EnsŽ–anos de tal modo a contar nuestros

d’as, Que traigamos al coraz—n sabidur’a.

 

Con los a–o pasando, uno se de cuenta de que la edad est‡ avanzando.  Es mas tarde, amigo que has pensado, y en poco tiempo, regresar‡s al polvo, y estar‡s frente a frente con tu creador.

 

Hebreos 9:27   Est‡ establecido para los hombres que mueran

una sola vez, y despuŽs de esto el juicio.

 

La muerte se acerca, y su llegada ser‡ pronto, y para muchos, mas pronto que se imaginan.

 

Y despuŽs de esto, no habr‡ mas tiempo.  Y mientras el reloj anda corriendo, tu cuerpo poco a poco est‡ acabando se.

 

Esto tambiŽn est‡ revelado en la palabra.

 

Muchos presuman, que tienen todo el tiempo del mundo, que sus cuerpos siempre estar‡n en la buena salud, que sus mentes siempre van a funcionar con claridad.

 

Pero esto es un gran enga–o, tu tiempo, y tu salud, van r‡pidamente acabando se, por orden de Dios.

 

 

 

No es un tema, digamos, muy alegre, pero la palabra de Dios dice que es sabio pensar en estas cosas de vez en cuando.

 

1 Pedro 1:24-25 Porque: Toda carne es como hierba,

Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.

 

                     La hierba se seca, y la flor se cae;

Mas la palabra del Se–or permanece para

siempre.

 

Tal vez tu eres, un hombre fuerte, con capacidades diversas, sabes bien como ganar el dinero, conoces las reglas de la vida, estas progresando bien, te felicito, pero tienes que saber, y reconocer que esto no va a continuar para siempre, porque la palabra dice que tu carne es como la hierba, y...

 

Isa’as 40:8    SŽcase la hierba, march’tase la flor;

mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

 

Y la palabra de Dios te ha prometido un d’a de juicio, en que dar‡s cuenta de c—mo has gastando tu tiempo limitado y precioso.

 

O tal vez eres una se–ora, una se–orita, bastante guapa, que f‡cilmente puedes agarrar la atenci—n de todos.  Y que tienes una mente aguda, que f‡cilmente puedes ganar el dinero y manejar bien tu casa.

 

Pero tus caracter’sticas presentes, van a cambiar, tienes la promesa de Dios.  Somos hechos de carne, y la carne perder‡ su poder.  La carne es como la hierba, segœn la santa palabra, y como dije antes.

 

Isa’as 40:8    SŽcase la hierba, march’tase la flor;

mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

 

Otros, con un poquito de sabidur’a, piensan que algœn d’a, cuando tienen mas tiempo, tal vez van a venir al Se–or, hasta aprender algo de su palabra, y aun servir lo un poco.

 

Solamente, por el momento, no hay tiempo. 

 

 

Pero no se dan cuenta de que el tiempo que tienen est‡ acabando r‡pidamente, y despuŽs de esto estar‡n en otras condiciones. 

 

A veces vienen las debilidades, a veces las enfermedades.  Situaciones que no eran parte de tu plan.  Sorpresas de la vida que vienen de repente.

 

Sorpresas desagradables para uno, pero eventos que Dios ha puesto en la trayectoria de tu vida, para que te despiertas de tu sue–o antes que sea muy tarde.

 

Otros con menos sabidur’a, ni se piensan en Dios.  Ni piensan que algœn d’a, y este d’a no es tan lejos, algœn d’a estar‡n delante de Dios en su propio juicio.

 

Hebreos 9:27   Est‡ establecido para los hombres que mueran

una sola vez, y despuŽs de esto el juicio.

 

Esto es una promesa, pero ignorando esto, hay personas que vivan como que jam‡s van a enfrentar a Dios.  Vivan en sus pecados, en sus robos, en su inmoralidad sexual o sus perversiones.

 

Vivan en sus codicias u otras idolatr’as, tomando el nombre de Dios en vano, o profanando su santo d’a de reposo.

 

Y pueden gastar a–o tras a–o dedicando se al pecado, ni pensando que algœn d’a, todo esto va acabar, y tendr‡n que rendir cuentas por sus vidas.

 

Porque cada hombre en el fondo conoce a Dios, y sabe algo de la santa ley de Dios, aun si se trata de excluir todo esto de su mente.

 

Romanos 1:18-20 Porque la ira de Dios se revela desde

el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifest—.

 

Porque las cosas invisibles de Žl, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creaci—n del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

 

Y por supuesto, cada hombre, cada mujer, por mas espiritualmente torpe que sea, tiene una conciencia, y tiene la obra de la ley de Dios escrita sobre su coraz—n.

 

Romanos 2:14-16 Porque cuando los gentiles que no

tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, Žstos, aunque no tengan ley, son ley para s’ mismos,

 

mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acus‡ndoles o defendiŽndoles sus razonamientos,

 

en el d’a en que Dios juzgar‡ por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

 

Y mientras se dedica al pecado, su mente como la hierba, su cuerpo como la flor, poco a poco est‡ marchit‡ndose.

 

Isa’as 40:8    SŽcase la hierba, march’tase la flor;

mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

 

Tu cuerpo est‡ cambiando, acabando.  No ser‡s siempre tan guapo o guapa, no vas a tener para siempre tu mente aguda y astuta.

 

Es una estad’stica bien establecida que la mayor’a de la gente que vienen a Cristo, vienen en su juventud. O hasta en su ni–ez.

 

Existan insensatos que piensan que van a venir a Cristo mas tarde en fe y en arrepentimiento, pero en muchos casos ese tiempo simplemente no llega.

 

Los a–os pasan volando, se escuchan una y otra vez, el evangelio, la invitaci—n de una vida en Cristo Jesœs, pero por su demora, tal vez tu demora, la salvaci—n es cada vez mas remota.

 

Y al mismo tiempo, tu mente y tu cuerpo, como la flor como la hierba, andan marchitando se.

 

La Biblia dice que hoy, ahora es el momento de reconciliarte con Dios, no mas tarde.

 

 

Isa’as 55:6-7  Buscad a Jehov‡ mientras puede ser hallado,

llamadle en tanto que est‡ cercano.

 

Deje el imp’o su camino, y el hombre inicuo

sus pensamientos, y vuŽlvase a Jehov‡, el

cual tendr‡ de Žl misericordia, y al Dios

nuestro, el cual ser‡ amplio en perdonar.

 

Pero es el deseo del diablo que te lo dejes para otro d’a, presumiendo que siempre tienes mas tempo, pero esa forma de presunci—n puede ser una trampa.

 

2 Corintios 6:2 En tiempo aceptable te he o’do, Y en

d’a de salvaci—n te he socorrido. He aqu’ ahora el tiempo aceptable; he aqu’ ahora el d’a de

salvaci—n.

 

Demorando mas y mas, solamente est‡s poniendo tu alma en mas y mas peligro, perdiendo el tiempo precioso con que pudieras estar sirviendo a tu Se–or.

 

Mientras tu cuenta de pecado, de trasgresi—n y de delitos anda multiplicando se con intereses, tu cuerpo y tu mente, poco a poco est‡n acabando se, muriendo se, regresando al polvo.  Porque polvo eres y al polvo volver‡s.

 

GŽnesis 3:19   Con el sudor de tu rostro comer‡s el pan

hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volver‡s.

 

Y si no te has dado cuenta este proceso ya ha empezado, poco a poco est‡s regresando al polvo ya, y llegando cada vez mas cerca de tu d’a de juicio.

 

Hebreos 9:27   Est‡ establecido para los hombres que mueran

una sola vez, y despuŽs de esto el juicio.

 

Y el d’a del juicio no ser‡ nada placentera, si uno no estŽ preparado, como dijo Cristo Jesœs.

 

Mateo 12:36-37 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa

que hablen los hombres, de ella dar‡n cuenta en el d’a del juicio.

 

Porque por tus palabras ser‡s justificado, y por tus palabras ser‡s condenado.

 

No lo arriesgas, amigo, se–ora, joven, Áven a Cristo ya!, ƒl ha dado su vida en rescate de muchos.  El ha derramado su sangre en una cruz maldita para darte un remedio.

 

En amor, Cristo ha preparado una vida mejor para ti, una vida eterna que empieza ya, para los que quieren recibir lo como Se–or y como Salvador.

 

Y as’ se escape de una vida de vanidad, y una eternidad de tormentos interminables.

 

Ven a Cristo ya, y tu vida tendr‡ sentido, tu tiempo ser‡ bien invertido, y tu eternidad de gloria ser‡ garantizada.

 

No pongas mas confianza en la vida de carne, la vida de carne como la flor, y como la hierba, r‡pidamente est‡ acabando.

 

1 Pedro 1:24-25 Porque: Toda carne es como hierba,

Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.

 

                     La hierba se seca, y la flor se cae;

Mas la palabra del Se–or permanece para

siempre.

 

Amen