9 de septiembre de 18

La Iglesia Atacada

Isa’as 62:1-12

Introducci—n

 

Hace una semana en un funeral muy publicado, de un cantante afroamericana, un hombre supuestamente un obispo, en frente de todas las c‡maras, agarraba a una cantante joven, Ariana Grande, de manera incorrecta, y depuse tenia que ofrecer sus disculpas.

 

Seguramente el diablo estaba festejando en grande, porque esto produc’a lo que los poderes del infierno siempre quieren, otro esc‡ndalo para ensuciar el imagen de la iglesia en el mundo.

 

Y claro al mismo tiempo Satan‡s tiene sus esc‡ndalos con  la iglesia Cat—lica por los abusos sexuales de ni–os, dando los enemigos de la iglesia muchas armas con que se pueden burlar de todo lo que es Cristiano.

 

Por estos incidentes y los esc‡ndalos, que aparecen en casi  todas las denominaciones, el prestigio, la imagen de la iglesia de Cristo es cada vez mas baja.

 

Pero en el capitulo breve que tenemos hoy d’a, veremos que esto realmente no es el plan que Dios tiene para su pueblo.

 

1) Por amor de Sion no callarŽ, y por amor de JerusalŽn no descansarŽ, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvaci—n se encienda como una antorcha.

 

En el tiempo de Isa’as, el pueblo tambiŽn estaba muy bajo, arruinado por haber mezclado con el mundo y por haber adoptado sus ’dolos y sus supersticiones.

 

En fin era un desastre, que finalmente arruinaba el pueblo y le mando a la esclavitud otra vez.

 

Y el profeta tenia que asegurar a los arruinados, que esto no era su fin, sino que Dios tenia algo aun muy, pero muy grande planeado por su pueblo.

 

1) Por amor de Sion no callarŽ, y por amor de JerusalŽn no descansarŽ, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvaci—n se encienda como una antorcha.

 

 

Isa’as estaba preparado para luchar sin tregua por el pueblo de Dios. 

 

Estaba revelando que la iglesia es algo muy cerca del coraz—n de Dios.  Y aunque la iglesia en el mundo anda bajo diferentes formas de ataque en el mundo, de todos modos tiene que triunfar.

 

1) Por amor de Sion no callarŽ, y por amor de JerusalŽn no descansarŽ, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvaci—n se encienda como una antorcha.

 

Como en muchas partes de este libro, lo que el profeta dice, es tambiŽn el pensamiento de Cristo Jesśs.

 

Sabemos que Cristo Jesśs tiene gran amor por su iglesia, comprando la con su sangre, y llamando la su novia para una gran boda.

 

2) Entonces ver‡n las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te ser‡ puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehov‡ nombrar‡.

 

Los planes que Dios tiene por su iglesia son grandes, internacionales, no solamente entre la gente pobre sino tambiŽn entre reyes y personas de gran influencia y poder.

 

Aunque la iglesia siempre est‡ bajo ataques, el diablo constantemente tirando su lodo a ella, y tratando de meter los suyos en posiciones de poder sobre ella, aun con todo el peso de los esc‡ndalos, se va a triunfar, y cumplir lo Dios tiene para ella.

 

3-4) Y ser‡s corona de gloria en la mano de Jehov‡, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo. Nunca m‡s te llamar‡n Desamparada, ni tu tierra se dir‡ m‡s Desolada; sino que ser‡s llamada Hefzi-b‡, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehov‡ estar‡ en ti, y tu tierra ser‡ desposada.

 

El profeta estaba repitiendo mucho esa forma de consuelo y de animo porque era algo que el pueblo tenia que escuchar.

 

Y son exhortaciones que nosotros tambiŽn tenemos que escuchar, porque en medio de la batalla, muchos caigan en el desanimo.

 

El pastor que oficiaba sobre el matrimonio de mi esposa, y yo, que tambiŽn me bautizaba, abandonaba el ministerio poco despuŽs.  Era demasiadamente frustrado en la obra.

Hombres con que yo empezaba en el ministerio ya no son pastores, por diferentes razones.

 

Y hay muchas iglesias en los estados unidos que ya no tienen pastores, sino que un anciano puede leer un serm—n famoso para el mensaje del domingo.

 

Hay otros pastores que pasan sus domingos manejando de una iglesia a otra, sirviendo en diferentes lugares, por la falta de hombres que pueden servir en el ambiente de esa cultura.

 

Hay iglesias en este pa’s que tienen sus presupuestos firmes, y tienen su edificios ya pagados, siendo due–os ya por ya muchos a–os de su propiedad, pero sigan buscando su nuevo pastor.

 

Es duro, y es triste, pero el mensaje de hoy nos asegura que esto no va a continuar, sino que Dios va a ayudar nos en el triunfo.

 

5) Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposar‡n contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, as’ se gozar‡ contigo el Dios tuyo.

 

Tenemos que recordar que la iglesia es la novia de Dios, la novia de Cristo, y por esto no puede fracasar.  Claro se puede pasar por momentos sumamente malos, como en los tiempos de Isa’as, como en nuestros tiempos, pero esto no va a continuar.

 

La iglesia tiene que recuperar hasta su imagen en el mundo, no por nuestro beneficio, sino porque el nombre de Dios est‡ ligado con ella.

 

6) Sobre tus muros, oh JerusalŽn, he puesto guardas; todo el d’a y toda la noche no callar‡n jam‡s. Los que os acord‡is de Jehov‡, no reposŽis,

 

Esta es una de las llaves de nuestra recuperaci—n.  Dios est‡ levantando guardas, hombres que van a trabajar incansablemente publicando la verdad, con la sana doctrina.

 

Van a vivir proclamando la palabra, toda la palabra de Dios, y van a clamar al pueblo cuando vean los peligros llegando. 

 

Es que van a entender que la iglesia est‡ en una gran lucha, y que siempre est‡ bajo ataque.

 

San Pablo estaba muy enterado de esto en el nuevo testamento.  El deseo de Pablo era levantar ancianos como guardas sobre las iglesias primitivas, porque sab’a que Satan‡s ya estaba lanzando sus ataques.

 

Hechos 20:25-31 Y ahora, he aqu’, yo sŽ que ninguno de

todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, ver‡ m‡s mi rostro.

 

Por tanto, yo os protesto en el d’a de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.

 

Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el reba–o en que el Esp’ritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Se–or, la cual Žl gan— por su propia sangre.

 

Porque yo sŽ que despuŽs de mi partida entrar‡n en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonar‡n al reba–o.

 

Y de vosotros mismos se levantar‡n hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras s’ a los disc’pulos.

 

Por tanto, velad, acord‡ndoos que por tres a–os, de noche y de d’a, no he cesado de amonestar con l‡grimas a cada uno.

 

Pablo como hermano maduro, como hombre de discernimiento, pudo ver claramente c—mo Satan‡s ya estaba lanzando sus ataques.

 

6-7) Sobre tus muros, oh JerusalŽn, he puesto guardas; todo el d’a y toda la noche no callar‡n jam‡s. Los que os acord‡is de Jehov‡, no reposŽis, ni le deis tregua, hasta que restablezca a JerusalŽn, y la ponga por alabanza en la tierra.

 

Nosotros tenemos que triunfar, esto es nuestro destino, y el capitulo de hoy nos muestra cuales son nuestras armas mas potentes, la palabra predicada, y la oraci—n.

 

 

Por esto dice que no podemos dar tregua a Dios, sino que tenemos que bombardear lo con oraciones constantes.

 

Y sabemos que esto no es ninguna falta de respeto, sino que Cristo nos ha invitado a esto.

 

Lucas 11:5-13 Les dijo tambiŽn: ŔQuiŽn de vosotros que

tenga un amigo, va a Žl a medianoche y le

dice: Amigo, prŽstame tres panes, porque un

amigo m’o ha venido a m’ de viaje, y no

tengo quŽ ponerle delante;

 

y aquŽl, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya est‡ cerrada, y mis ni–os est‡n conmigo en cama; no puedo levantarme, y d‡rtelos?

 

Os digo, que aunque no se levante a d‡rselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantar‡ y le dar‡ todo lo que necesite.

 

Y yo os digo: Pedid, y se os dar‡; buscad, y hallarŽis; llamad, y se os abrir‡.

 

Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrir‡.

 

ŔQuŽ padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dar‡ una piedra? Ŕo si pescado, en lugar de pescado, le dar‡ una serpiente?

 

ŔO si le pide un huevo, le dar‡ un escorpi—n?  Pues si vosotros, siendo malos, sabŽis dar buenas d‡divas a vuestros hijos, Ŕcu‡nto m‡s vuestro Padre celestial dar‡ el Esp’ritu Santo a los que se lo pidan?

 

Y no solamente es un asunto de nuestra insistencia en la oraci—n sino que el contenido de nuestras oraciones.

 

Es normal que un hermano venga al Se–or, rogando por sus problemas, de familia, de la salud o de su trabajo.

 

Pero con la madurez, se pone sus necesidades personales a un lado para orar por la iglesia misma, para su poder, para su imagen y su influencia en el mundo.

 

 

Pablo como todos oraba por sus necesidades personales, pero mira c—mo oraba en el primero de Romano 9.

 

Romanos 9:1-5  Verdad digo en Cristo, no miento, y mi

conciencia me da testimonio en el Esp’ritu Santo, que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi coraz—n.

 

Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes segśn la carne;  que son israelitas, de los cuales son la adopci—n, la gloria, el pacto, la promulgaci—n de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, segśn la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. AmŽn.

 

ŔQue estaba diciendo aqu’ san Pablo con esto de Ňdeseara yo mismo ser anatemaÓ?  Es que muchos jud’os que eran de la iglesia de testamento antiguo, no estaban viendo la verdad de Cristo, y Pablo tenia tanto amor por ellos que estaba diciendo Ňal infierno conmigo, si solamente pudiera ver estos mis compa–eros entre los jud’os, seguros en la iglesia del nuevo testamentoÓ.

 

Casi no escuchamos oraciones as’, en nuestros tiempos, oraciones por la iglesia.  Casi todo lo que pedimos son asuntos personales, porque no podemos, normalmente, pensar en nada mas que nosotros mismos.

 

8-9) Jur— Jehov‡ por su mano derecha, y por su poderoso brazo: Que jam‡s darŽ tu trigo por comida a tus enemigos, ni beber‡n los extra–os el vino que es fruto de tu trabajo;

sino que los que lo cosechan lo comer‡n, y alabar‡n a Jehov‡; y los que lo vendimian, lo beber‡n en los atrios de mi santuario.

 

ŔDe que est‡ hablando esto?  Es que cuando el diablo ha infiltrado el pueblo antiguo, con su gente, que abrazaban la idolatr’a del mundo, Dios, en su fidelidad tenia que aplicar las sanciones del pacto.  Por ejemploÉ

 

Deuteronomio 28:33   El fruto de tu tierra y de todo tu

trabajo comer‡ pueblo que no conociste; y no ser‡s sino oprimido y quebrantado todos los d’as.

 

Lev’tico 26:16 Yo tambiŽn harŽ con vosotros esto: enviarŽ

sobre vosotros terror, extenuaci—n y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembrarŽis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comer‡n.

 

Estos eran las represalias del pacto, para los que flagrantemente rompieron la buena ley que Dios ha dado.

 

ŔAcaso nosotros sabemos algo de esto?  pausa  Por supuesto.

 

Es que en este pa’s, los impuestos son cada vez mas altos.  Y la inflaci—n est‡ avanzando constantemente, que es simplemente otra forma de impuesto.

 

El pan que tu estas produciendo, en otras palabras est‡ dado a otros, que en muchos casos son enemigos del reino de Dios.

 

Y todos de una manera u otra pagan mas y mas impuestos de la propiedad.   Aun si est‡s rentando tu hogar, gran parte de la renta va a los impuestos.

 

Y estos impuestos pagan por las escuelas del gobierno, que har‡n todo en su poder para apagar cualquier chispa de fe que aun queda en la mente de tus hijos, o tus j—venes, y para a–adir al insulto, lo hacen con tu dinero.  pausa

 

Pero esto no va a continuar, si luchamos con la palabra y con la oraci—n.

 

8-9) Jur— Jehov‡ por su mano derecha, y por su poderoso brazo: Que jam‡s darŽ tu trigo por comida a tus enemigos, ni beber‡n los extra–os el vino que es fruto de tu trabajo;

sino que los que lo cosechan lo comer‡n, y alabar‡n a Jehov‡; y los que lo vendimian, lo beber‡n en los atrios de mi santuario.

 

La iglesia est‡ en una gran lucha.

 

La iglesia est‡ bajo ataque, y toca a nosotros luchar, y ganar, y triunfar, empleando las armas divinas.

 

2 Corintios 10:3-5   Pues aunque andamos en la carne,

no militamos segśn la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucci—n de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

 

10) Pasad, pasad por las puertas; barred el camino al pueblo; allanad, allanad la calzada, quitad las piedras, alzad pend—n a los pueblos.

 

Esto es una exhortaci—n de salir de Babilonia despuŽs del tiempo del cautiverio.

 

El pueblo de Dios tenia la promesa de que se pudiera regresar a su pueblo, y hasta reconstruir su templo con recursos que Dios iba a suplir, inclinando el rey rico de persa a dar todo lo necesario.

 

Lo triste es que muchos jam‡s salieron, sino que se quedaban en Babilonia, que son como hermanos modernos que aunque formalmente son Cristianos, jam‡s van a dejar su mundo querido, donde est‡ realmente su coraz—n.

 

11) He aqu’ que Jehov‡ hizo o’r hasta lo śltimo de la tierra: Decid a la hija de Sion: He aqu’ viene tu Salvador; he aqu’ su recompensa con Žl, y delante de Žl su obra.

 

Regresando a JerusalŽn, el pueblo iba a recibir su Cristo.  La gran promesa del redentor iba cumplirse, como todas las promesas de Dios.

 

12) Y les llamar‡n Pueblo Santo, Redimidos de Jehov‡; y a ti te llamar‡n Ciudad Deseada, no desamparada.

 

Cuando se ve’an a uno que supuestamente es obispo, agarrando a Ariana Grande, de manera indebida, delante de todas la c‡maras del mundo, hay una tentaci—n de llamar la iglesia ŇLa desamparadaÓ.  pausa

 

Pero tenemos que seguir adelante y luchar, hasta que en todas partes se llaman la iglesia ŇCiudad DeseadaÓ, por la gran santidad, y el gran amor, que habr‡ en ella.

 

========================= Doctrina ====================

 

Unas de la maneras en que Dios va a restaurar su iglesia en el mundo, como hemos visto el texto de hoy es con guardas que d’a y noche ser‡n atentos a los peligros, que vienen en contra de nosotros.

 

6) Sobre tus muros, oh JerusalŽn, he puesto guardas; todo el d’a y toda la noche no callar‡n jam‡s. Los que os acord‡is de Jehov‡, no reposŽis.

 

Y en el lenguaje del nuevo testamento estas guardas llevan el nombre, ancianos.

 

1 Pedro 5:1-3  Ruego a los ancianos que est‡n entre

vosotros, yo anciano tambiŽn con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy tambiŽn participante de la gloria que ser‡ revelada:

 

Apacentad la grey de Dios que est‡ entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ‡nimo pronto; no como teniendo se–or’o sobre los que est‡n a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.

 

Ancianos fuertes y preparados son una gran protecci—n de la iglesia, que est‡ bajo constante ataques.

 

Y ojala, empezando el nuevo a–o, podemos instalar nuevos ancianos aqu’.  Y para cerrar, vamos a recordar c—mo estos hombres tienen que vivir, para estar calificados para esto.

 

1 Timoteo 3:1-7 Palabra fiel: Si alguno anhela

obispado, buena obra desea.

 

Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para ense–ar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeci—n con toda honestidad

 

(pues el que no sabe gobernar su propia casa, Ŕc—mo cuidar‡ de la iglesia de Dios?); no un ne—fito, no sea que envaneciŽndose caiga en la condenaci—n del diablo.

 

 

 

TambiŽn es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrŽdito y en lazo del diablo.

 

Escucharemos mas sobre esto en los meses que vienen, pero es importante empezar ahora, a orar sobre esto, porque la oraci—n era la otra gran arma, mencionada en el mensaje de hoy.

 

En fin, si Dios ha puesto en tu coraz—n, tomar un interŽs en su iglesia, y no solamente en tus asuntos, tus problemas privados, y personales te puedes pasar adelante, y oraremos para ti.

 

Vamos a orar!