8 de septiembre de 18

 

ÒLos Mandamientos PrimerosÓ

ƒxodo 20:3-7

 

Introducci—n

Vivimos en tiempos en que muchos andan confundidos sobre quŽ es realmente un comportamiento moral, y quŽ practicas son ya inaceptables.

 

Si no existe ningœn est‡ndar, ninguna regla autoritativa, solamente tenemos las opiniones y las preferencias de diferentes personas o de diferentes grupos.

 

ÀComo puede uno saber, con claridad si algo es bueno o malo?

 

Algunos dicen que la sociedad tiene que decidir.  Pero las sociedades y los gobiernos pueden equivocar se tambiŽn, y la historia de la civilizaci—n est‡ llena de sociedades imponiendo leyes y reglas que eran injustas.

 

En realidad, la œnica manera de saber, si algo es bueno, correcto, aceptable, o malo, equivocado, repugnante, moralmente hablando, es tener una revelaci—n del Dios omnipotente que es el creador, y el due–o de todo esto.

 

Y esto es exactamente lo que tenemos en los diez mandamientos.  pausa Muchos hoy en d’a, han olvidando de los diez mandamientos, y por esto existe tanta confusi—n.

 

No quiero hablar de todos los diez mandamientos, porque solamente voy a hablar brevemente.  Por esto quiero hablar solamente de los primeros tres.

 

ƒxodo 20:3-7   No tendr‡s dioses ajenos delante de m’.

No te har‡s imagen, ni ninguna semejanza de lo que estŽ arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

No te inclinar‡s a ellas, ni las honrar‡s; porque yo soy Jehov‡ tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaci—n de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

No tomar‡s el nombre de Jehov‡ tu Dios en vano; porque no dar‡ por inocente Jehov‡ al que tomare su nombre en vano.

 

No es una casualidad, el hecho de que estos tres son los primeros, tienen que ser los primeros, porque son los mas importantes.

 

El primero de los tres tiene que ser el mas importante que todos.

 

No tendr‡s dioses ajenos delante de m’.

 

Muchos no saben que andan rompiendo este mandamiento, casi diariamente.  Se creen que esto solamente est‡ habando de los dioses de los paganos siglos atr‡s.

 

Pero en realidad hay muchas maneras en que uno puede adoptar otro Dios.  Para muchos en estos tiempos el dinero puede ser sus dios, Cristo dijo.

 

Mateo 6:24 Ninguno puede servir a dos se–ores;

porque o aborrecer‡ al uno y amar‡ al otro, o estimar‡ al uno y menospreciar‡ al otro. No podŽis servir a Dios y a las riquezas.

 

Claro todos nosotros tenemos que trabajar, pero cuando el dinero es la obsesi—n de tu vida, cuando el dinero es todo para ti, entonces las riquezas pueden ser tu dios.  O sea el dios por lo cual est‡s viviendo.

 

ÀPero que dice el Dios Santo, en su palabra?

 

No tendr‡s dioses ajenos delante de m’.

 

Para otros el vicio es su maestro, la bebida, la coca’na, u otra droga puede tomar control de tu vida.  Muchos creen que se pueden tener sus vicios, sus borracheras, y Dios como Se–or, al mismo tiempo.  Pero esto es inconsistente, y anti-B’blico en el extremo.

 

1 Corintios 6:9-10   ÀNo sabŽis que los injustos no

heredar‡n el reino de Dios? No errŽis; ni los fornicarios, ni los id—latras, ni los adœlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,  ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredar‡n el reino de Dios.

 

 

Como est‡ claro, en este texto una perversi—n sexual, o la pornograf’a puede convertir se en tu vicio, y terminar como el dios de tu vida.

 

La ley dice No tendr‡s dioses ajenos delante de m’. Y la manera de descubrir si un vicio o las riquezas est‡ convirtiendo en tu dios, solamente tienes que analizar quŽ es la cosa mas importante de tu vida.

 

Cristo dijo en el libro de Mateo.

 

Marcos 12:30   Y amar‡s al Se–or tu Dios con todo tu

coraz—n, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

 

Si solamente amas a tu Dios un poquito, pero amas a la coca’na mucho, entonces la coca’na puede ser tu dios.

 

Si solamente amas a tu creador un poquito, pero amas mucho  la bebida, o a la inmoralidad sexual, entonce puedes descubrir de repente, lo quŽ es realmente tu dios.

 

Pero recuerde, la ley, el mandamiento primero dice No tendr‡s dioses ajenos delante de m’.

 

Y si vives apasionado por el trabajo, por el dinero, por las inversiones y las cosas materiales, pero tienes poco amor por tu creador, y poco o ningœn interŽs en su palabra, puedes concluir que la codicia es tu idolatr’a personal, como dijo San PabloÉ

 

Efesios 5:5    Porque sabŽis esto, que ningœn fornicario,

o inmundo, o avaro, que es id—latra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

 

Hay que dejar que tu conciencia sea tu gu’a, siempre y cuando tu conciencia est‡ informada por la ley que diceÉ

 

No tendr‡s dioses ajenos delante de m’.

 

Bueno, pues, el segundo mandamiento es tambiŽn sumamente importante.

 

 

No te har‡s imagen, ni ninguna semejanza de lo que estŽ arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

No te inclinar‡s a ellas, ni las honrar‡s; porque yo soy Jehov‡ tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaci—n de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

 

Seguramente todos saben que este gran mandamiento condena a las estatuas y los dibujos usados en la religi—n.  Pero esto no es todo.

 

Es f‡cil entender que cada representaci—n de Dios por estatuas y dibujos es una falsa representaci—n de la gloria del Dios tres veces santo, el sumamente glorioso.

 

Pero podemos tambiŽn formar im‡genes falsas de Dios en nuestras mentes, recordando que la ley dice.

 

No te har‡s imagen, ni ninguna semejanza de lo que estŽ arriba en el cielo. ÁNo te inclinar‡s a ellas, ni las honrar‡s!

 

Es que tu puedes inventar un dios falso en tu mente.  Tu puedes inventar un dios que no es tan santo, o un dios que permita toda forma de pecado, sin consecuencia alguna.

 

O tu puedes inventar a un Dios que perdone el pecado aun cuando no existe ninguœ arrepentimiento.

 

El pecador a veces hace esto cuando quiere justificar su trasgresi—n y apaciguar su conciencia con la mentira.

 

ÀPero que dice la ley?

 

No te har‡s imagen, ni ninguna semejanza de lo que estŽ arriba en el cielo. ÁNo te inclinar‡s a ellas, ni las honrar‡s!

 

ÀY que dijo el gran Salom—n del testamento antiguo?

Proverbios 28:13     El que encubre sus pecados no

prosperar‡; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzar‡ misericordia.

 

Mi amigo querido, se–ora preciosa, joven estimado, si est‡s inventando un dios falso en tu mente, para justificar tu pecado favorito, tienes que entender que est‡ jugando con fuego, porque la ley diceÉ

 

No te har‡s imagen, ni ninguna semejanza de lo que estŽ arriba en el cielo. ÁNo te inclinar‡s a ellas, ni las honrar‡s!

 

Un dios falso no es simplemente una estatua, o un dibujo, puede ser un concepto falso que has formado de dios en tu mente.

 

Tienes que entender que la Biblia nos ense–a que Dios nos exige una vida de santidad.

 

Hebreos 12:14  Seguid la paz con todos, y la santidad,

sin la cual nadie ver‡ al Se–or.

 

Finalmente, el tercer mandamiento es sumamente importante segœn Dios, porque est‡ entre los primeros.

 

No tomar‡s el nombre de Jehov‡ tu Dios en vano; porque no dar‡ por inocente Jehov‡ al que tomare su nombre en vano.

 

Hay muchas maneras de tomar el nombre de Dios en vano.

 

Es muy comœn hoy en d’a escuchar j—venes hablando y con casi cada frase diciendo ÒHay Dios m’oÓ, ÒOh my GodÓ, usando el nombre de Dios como cosa comœn y corriente.

 

Otros son aun peores usando el nombre de Cristo como una palabrota, gritando ÒJesus ChristÓ cuando est‡n enojados.

 

Esto es tomar el nombre de Dios en vano de la peor manera.

Y est‡ pasando todo el tiempo.

 

Se–ora, si usted intenta contar las veces que dices ÒHay Dios m’o...Ó u ÒO my GodÓ en un d’a, te puedes estar  sorprendida en las veces que andas rompiendo esa santa ley, aun en un d’a, si has ciada en esto.

 

Y recuerde, la ley dice.

 

No tomar‡s el nombre de Jehov‡ tu Dios en vano; porque no dar‡ por inocente Jehov‡ al que tomare su nombre en vano.

 

El hecho de que dice no dar‡ por inocente Jehov‡ al que tomare su nombre en vano, quiere decir que no escapar‡s con impunidad.  Dios no puede simplemente ignorar lo que has hecho todos estos a–os arrastrando su nombre por el lodo.

 

No olvides lo que Dios dice en Romanos 12

 

Romanos 12:19b ÒM’a es la venganza; yo pagarŽÈ,

dice el Se–or.Ó

 

------------------------- Conclusi—n ----------------------

 

Amigo, se–ora, joven, si has andando sirviendo a otros dioses, aun si estos dioses sean las drogas, el dinero, la inmoralidad sexual, si has formado un dios falso en tu mente o si has adorado con estatuas o dibujos, si has tomado el nombre de Dios en vano, est‡s en gran peligro,

 

pausa

 

pero existe un remedio.

 

La œnica soluci—n, el unci— remedio por romper estas leyes buenas y santas es encontrar un sustituto para pagar tus deudas.

 

Esto es lo que tenemos en Cristo Jesœs, un sustituto.

 

1 Pedro 3:18   Porque tambiŽn Cristo padeci— una sola vez

por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en esp’ritu.

 

Existe un remedio en Žl que muri— por nuestros pecados y resucit—, comprobando que su ofrenda, para nosotros ha sido aceptada.

 

Marcos 10:45   Porque el Hijo del Hombre no vino para ser

servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

 

Si tu has quebrantado, o aun si est‡s quebrantando estos tres mandamientos justos y majestuosos,

 

ahora es el momento de arrepentirte y buscar el perd—n en Cristo, si esto es lo que tu quieres, entonces queremos orar por ti.

 

Amen