12 de agosto de 18

Las Buenas Apariencias

Isa’as 58:1-14

Introducci—n

 

Cuando Cristo ministraba y ense–aba en este mundo, hab’a ya mucha religi—n.  Muchos estaban llegando al templo y haciendo sus ofrendas a Dios.

 

Sin embargo, Cristo tenia que venir reprendiendo, fuertemente, especialmente a los fariseos, porque aunque eran muy religiosos, todo era para mantener las buenas apariencias.

 

Muchos estaban, por ejemplo ayunando, pero Cristo ten’a que corregir diciendoÉ

Mateo 6:16 Cuando ayunŽis, no se‡is austeros, como los

hip—critas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

 

El prop—sito verdadero del ayuno fue para que vuestra voz sea o’da en lo alto, pero el ayuno que Cristo reprend’a era solamente para las apariencias, y esto no agrad— a Dios para nada.

 

Y en muchas otras cosas tambiŽn, el pueblo estaba perdiendo lo mas importante de su fe.

 

Mateo 23:23    !!Ay de vosotros, escribas y fariseos,

hip—critas! porque diezm‡is la menta y el eneldo y el comino, y dej‡is lo m‡s importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

 

En algunos detalles eran muy rigorosos, solamente para esconder otras actividades de sus vidas en que realmente estaban port‡ndose como delincuentes.

 

Esa corrupci—n religiosa ya estaba presente en los tiempos de Isa’as, siglos antes, y por esto los profetas antiguos, tambiŽn ten’an que reprender.

 

1) Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebeli—n, y a la casa de Jacob su pecado.

 

Viendo este primer verso, podemos entender por quŽ Cristo, tambiŽn un profeta, era tan fuerte, tan rigoroso con los fariseos.

 

Esto siempre ha sido la manera de intentar despertar a los hip—critas.  Porque normalmente est‡n bien hundidos en el auto enga–o, pensando que est‡n perfectamente bien con Dios, mientras sus vidas est‡n llenas de defectos graves.

 

2) Que me buscan cada d’a, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios.

 

Hab’a asistencia en los servicios.  Las apariencias realmente eran buenas.

 

Estaban escuchando la palabra de Dios, tal vez terminando el servicio diciendo, Ňque buena palabra recibimos hoyÓ.

 

Pero como dice en el libro deÉ

Ezequiel 33:32 Y he aqu’ que tś eres a ellos como cantor de

amores, hermoso de voz y que canta bien; y oir‡n tus palabras, pero no las pondr‡n por obra.

 

3) ŔPor quŽ, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aqu’ que en el d’a de vuestro ayuno busc‡is vuestro propio gusto, y oprim’s a todos vuestros trabajadores.

 

El ayuno es una practica B’blica.  Es una manera de humillar se delante de Dios, a veces mostrando el arrepentimiento, o para intensificar el impacto de la oraci—n.

 

Pero el profeta tenia que reprender un ayuno que no era nada mas que un intento de manipular a Dios.

 

Tan lejos eran de un arrepentimiento que ni estaban realmente buscando a Dios con esto, sino que estaban buscando sus propios gustos, y al mismo tiempo maltratando a sus trabajadores.   Su ayuno era repugnante en los ojos de Dios.

 

Y era el colmo, que despuŽs se quejaban de que Dios no estaba respondiendo a ellos.  Pero Dios ha prometido desde el primer capitulo de este libro, que no iba a escuchar los.

 

Isa’as 1:14-17 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas

solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.

 

Cuando extend‡is vuestras manos, yo esconderŽ de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquŽis la oraci—n, yo no oirŽ; llenas est‡n de sangre vuestras manos.

 

Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huŽrfano, amparad a la viuda.

 

Dios estaba buscando amor en su pueblo.  Algo de justicia social y de la misericordia, expresada al huŽrfano y a la viuda.  Pero el pueblo ten’a una religi—n de piedad vac’a.  

 

4) He aqu’ que para contiendas y debates ayun‡is y para herir con el pu–o inicuamente; no ayunŽis como hoy, para que vuestra voz sea o’da en lo alto.

 

Esto explica el prop—sito verdadero del ayuno, tener tu voz o’da en lo alto.

 

Pero por el ayuno estos eran irritables, y entraban en contiendas, hasta llegaron a golpes.

 

Y el profeta tenia que anunciar con todo vigor que esa forma de religi—n, que era puras buenas apariencias no estaba enga–ando a Dios.

 

Es mas, es imposible enga–ar a Dios.

 

G‡latas 6:7-8  No os enga–Žis; Dios no puede ser burlado:

pues todo lo que el hombre sembrare, eso tambiŽn segar‡.

 

Porque el que siembra para su carne, de la carne segar‡ corrupci—n; mas el que siembra para el Esp’ritu, del Esp’ritu segar‡ vida eterna.

 

Y los versos as’, que empiezan con No os enga–Žis, hablan de temas en donde mucho se caigan en al auto enga–o.

5) ŔEs tal el ayuno que yo escog’, que de d’a aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ŔLlamarŽis esto ayuno, y d’a agradable a Jehov‡?

 

Era una pregunta.  ŔEs esto todo tu ayuno?  Como que Dios estaba preguntando, ŇŔTu esperes algo de esto?Ó

 

6) ŔNo es m‡s bien el ayuno que yo escog’, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresi—n, y dejar ir libres a los quebrantados, y que romp‡is todo yugo?

 

El ayuno era normalmente parte de un arrepentimiento.  Vimos esto en el libro de Jon‡s, cuando el rey de N’nive tomaba en serios las palabras del profeta.

 

Jon‡s 3:4-8    Y comenz— Jon‡s a entrar por la ciudad,

camino de un d’a, y predicaba diciendo: De aqu’ a cuarenta d’as N’nive ser‡ destruida.

 

Y los hombres de N’nive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.

 

Y lleg— la noticia hasta el rey de N’nive, y se levant— de su silla, se despoj— de su vestido, y se cubri— de cilicio y se sent— sobre ceniza.

 

E hizo proclamar y anunciar en N’nive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dŽ alimento, ni beban agua;

 

sino cśbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviŽrtase cada uno de su mal camino, de la rapi–a que hay en sus manos.

 

La gente de N’nive eran realmente arrepentidos, y esto fue confirmado con su ayuno, su arrepentimiento no era solamente por palabras.

 

Pero en el tiempo de Isa’as no hab’a arrepentimiento, sino que se continuaban con sus opresiones.  Otra vez el vers’culo 6.

 

6) ŔNo es m‡s bien el ayuno que yo escog’, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresi—n, y dejar ir libres a los quebrantados, y que romp‡is todo yugo?

 

Dios estaba buscando una misericordia verdadera en el pueblo, una eliminaci—n de la opresi—n.

 

Dios deseaba ver personas saliendo del yugo del vicio o de las deudas impagables, o de la esclavitud.

 

Cristo tambiŽn expresaba el mismo durante su ministerio.

 

Mateo 12:5-7   ŔO no habŽis le’do en la ley, c—mo en el d’a

de reposo los sacerdotes en el templo profanan el d’a de reposo, y son sin culpa?

Pues os digo que uno mayor que el templo est‡ aqu’.

 

Y si supieseis quŽ significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenar’ais a los inocentes;

 

Los fariseos abusaban la ley del d’a de reposo, a–adiendo muchas restricciones y condenando a muchos.  Hab’an muchos sacrificios en el testamento antiguo, pero eran para expresar un arrepentimiento por el pecado.

 

Lo que Dios realmente deseaba era la misericordia, el sacrificio era para ayudar te a regresar al fin principal, la obediencia a los preceptos sobre la misericordia.

 

Cristo dijo en otro lugarÉ

 

Mateo 9:13 Id, pues, y aprended lo que significa:

Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.

 

Y el mismo problema est‡ presente en este capitulo.  Hab’a mucha religi—n que simplemente no regresaba a lo que Dios deseaba de su pueblo.

 

7) ŔNo es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?

 

Creo que el mismo problema est‡ presente en nuestros tiempos en este pa’s.

 

Ahora mismo hay millones de hermanos alabando a Dios en salas con un buen aire condicionado.  Mientras afuera hay millones sufriendo.

 

Unos por la pobreza, otros por su ignorancia de las cosas del Se–or, otros completamente atrapados en los vicios.

 

A veces hay personas muy cerca de nosotros que tienen necesidades, de que ni estamos enterados.

 

Y la ultima parte del verso habla de c—mo podemos esconder nos de hermanos, carnales o espirituales.

 

7) ŔNo es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?

 

Un problema grave en nuestra cultura es los padres, que se esconden de sus hijos.

 

Padres que simplemente no tienen el tiempo de discipular a sus hijos en los asuntos de la fe, o los asuntos principales de la vida.

 

Es que est‡n muy ocupados en otras cosas, supuestamente mas importantes.  pausa

 

Pero cuando reconocemos estas fallas, y empezamos a hacer cambios, hay una promesa tremenda de bendiciones extremas.

 

8) Entonces nacer‡ tu luz como el alba, y tu salvaci—n se dejar‡ ver pronto; e ir‡ tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehov‡ ser‡ tu retaguardia.

 

Ser‡s protegida en tu familia, en tus negocios en tus ministerios.   Ser‡ evidente, y ser‡ mas que las buenas apariencias.  Ser‡ evidente a todos que Dios est‡ contigo.

 

8) Entonces nacer‡ tu luz como el alba, y tu salvaci—n se dejar‡ ver pronto; e ir‡ tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehov‡ ser‡ tu retaguardia.

 

Tu fe ser‡ mas que una buena apariencia, y todo el mundo sabr‡ que hay un poder verdadero operando en tu familia.

 

9) Entonces invocar‡s, y te oir‡ Jehov‡; clamar‡s, y dir‡ Žl: Heme aqu’. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad;

 

Esto es un verso casi incomprensible.  Normalmente cuando alguien respond’a a la llamada de Dios se dijeron ŇHeme aqu’Ó.

 

Es como los ni–os en tiempos pasados cuando respondieron a sus padres cuando se llamaron, ŇŔmande?Ó.

 

Pero aqu’ Dios dice que cuando te clamar‡s Žl dir‡, el todo poderoso dir‡ a ti ŇHeme aqu’Ó.

 

9-10) Entonces invocar‡s, y te oir‡ Jehov‡; clamar‡s, y dir‡ Žl: Heme aqu’. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacer‡ tu luz, y tu oscuridad ser‡ como el mediod’a.

 

Estas son promesas tremendas y confiables por la obediencia.  La fe Cristiana es mas que alabar y escuchar mensajes.  Toca a nosotros vivir como la sal y la luz del mundo.

 

Mateo 5:13-16  Vosotros sois la sal de la tierra; pero si

la sal se desvaneciere, Ŕcon quŽ ser‡ salada? No sirve m‡s para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

 

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

 

Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que est‡n en casa.

 

As’ alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que est‡ en los cielos.

 

11) Jehov‡ te pastorear‡ siempre, y en las sequ’as saciar‡ tu alma, y dar‡ vigor a tus huesos; y ser‡s como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.

 

La promesa est‡ llena de protecci—n, y de provisi—n.  Y esto es algo que se puede verificar hist—ricamente.  En las culturas que han tomado la palabra de Dios en serio, sus culturas enteras han sido transformadas.

 

12) Y los tuyos edificar‡n las ruinas antiguas; los cimientos de generaci—n y generaci—n levantar‡s, y ser‡s llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar.

 

Los resultados de grandes reformas Cristianas, o hasta el fundamento de este pa’s, han sido ejemplos de este vers’culo.

 

Cuando la gente tomen en serio, toda la palabra de Dios, pidiendo ayuda para obedecer y honrar a Dios en todo, la corrupci—n puede estar aplastada.

 

Y esto puede pasar en cualquier parte del mundo.  Pero hay que empezar creyendo todo lo que hay en la Biblia, y aplicar la a todo aspecto de la cultura.  pausa

 

Y tal vez alguien puede preguntar ŇŔPero porque no estamos viendo esto ahora, porque ahora no vemos nada mas de oscuridad y problemas graves en todos lados?  ŔAcaso no hay fe B’blica en ningśn lado?Ó

 

Bueno, parte de la respuesta ser‡ en los śltimos dos versos.

 

13) Si retrajeres del d’a de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi d’a santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehov‡; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,

 

Muchos Cristianos vivan ya como que no hay diez mandamientos sino nueve.  El cuarto mandamiento ha sido mas y mas olvidado, aun entre muchos hermanos.

 

Aqu’ dice que es Ňmi d’a santoÓ, no como que es nuestro d’a y tal vez daremos una parte a Žl. 

 

En la iglesia cat—lica romana tienen una practica en que te puedes ir a la misa en el s‡bado por la noche, para dejar todo tu domingo libre, para hacer lo que quieres en tu d’a.

 

Y no es ninguna sorpresa aprender que ahora hay iglesias evangŽlicas que quieren copiar esa practica porque es muy popular.

 

Te puedes tirar a Dios unas de las migajas que sobren del d’a de s‡bado y tener todo tu domingo libre.

 

ŔPero cual es el problema con esto?  Mirando al verso con cuidado ver‡s que el domingo no es tu d’a.

 

13) Si retrajeres del d’a de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi d’a santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehov‡; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,

 

Tengo contacto con otras iglesias serias del condado aqu’, y muchos quejan de que si tienen sus hijos en diferentes deportes, los organizadores en su maldad pongan eventos importantes precisamente en domingo.

 

Y pueden estar hasta en la ma–ana cuando normalmente los Cristianaos est‡n en sus servicios de alabanza.

 

Es que ahora muchos vivan como que los diez mandamientos han sido reducidos a nueve.

 

Pero para entender el impacto espiritual de todo esto, vamos a considerar una ilustraci—n.

 

Imagina te una boda importante, en que mucha gente han venido de otras partes, otros estados, tal vez otros pa’ses, para asistir a la boda.

 

Y cuando llegan a los votos, el ministro presente la pregunta al hombreÉ

 

ŔPromete usted delante de Dios y de estos testigos, as’ como lo ha prometido ante las autoridades civiles tomar a esa hermana por su legitima esposa para vivir con ella, conforme a lo ordenado por Dios, en el santo estado del Matrimonio?

 

ŔPromete amarla, honrarla, consolarla y protegerla en tiempo de enfermedad y de salud, en prosperidad y en adversidad y mantenerse fiel a ella mientras vivan los dos?

 

Pero antes de contestar el hombre siente una vibraci—n en su bolsillo, y dice momento, y sacando su celular en medio del servicio empieza a mirar el juego de fśtbol y gritar, Goooool!

 

Seria una gran falta de respeto a la novia, a los invitados, a las familias. 

 

 

Ser’a pisotear la celebraci—n del matrimonio.  Regresando al texto.

 

13) Si retrajeres del d’a de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi d’a santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehov‡; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,

 

Es que con los pies podemos pisotear sobre el d’a del Se–or, profanando lo, con otras prioridades que realmente pueden esperar otro momento.

 

Claro Cristo mismo ense–aba que hay trabajos de necesidad, en nuestros tiempos estos pueden ser de lo mŽdicos, los bomberos, polic’as.

 

Y tambiŽn hay trabajos de misericordia, en que se visitan, por ejemplo a la gente de un asilo de personas de edad, o visitar personas enfermas.

 

Pero cuando una cultura realmente quiere regresar a Dios en serio, va a reconocer que aun hay diez mandamientos y no han sido reducidos a nueve.

 

13-14) Si retrajeres del d’a de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi d’a santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehov‡; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitar‡s en Jehov‡; y yo te harŽ subir sobre las alturas de la tierra, y te darŽ a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehov‡ lo ha hablado.

 

El d’a del Se–or no debe se ser una carga, ni una restricci—n insoportable, sino que es un lujo, algo de disfrutar.

 

En Egipto, como esclavos el pueblo de Dios tenia que trabajar cada d’a, no tenia opciones.  Pero con Dios, hay descanso, y tiempo de enfocar en donde vamos a terminar, en la eternidad.  Y hay que tomar tiempo santo, de pensar en todo esto.

 

========================= Conclusi—n ====================

Bueno, si es tu deseo realmente caminar en el poder del Se–or, y no solamente las buenas apariencias, puedes pasar al frente, en unos momentos y oraremos para ti.

Vamos a orar!